Si el año pasado comenzaba el Calendario de Adviento con unos macarons, en éste van a ser ellos los que pongan el punto final de este Galletario. Preparaos que partimos rumbo a París, el paraíso de esta pequeña delicatessen.
Las luces brillan en la Torre Eiffel iluminando nuestros pasos mientras nos encaminamos a la casa de uno de los más famosos y aclamados pastelos no solo en Francia sino en el mundo entero : Pierre Hermé. Lo difícil no solo será elegir un sabor, sino traer algo que represente totalmente a Francia y que sirva el como colofón especial que esta ocasión merece; así que ¿por qué no hacerlos de uno de sus postres más famosos?
Ingredientes :
Para los macarons
- 75 g de azúcar glass
- 75 g de harina de almendra
- 27 g de claras
- 75 g de azúcar blanquilla
- 21 g de agua
- 27 g de claras
Además
- 200 g de crema pastelera
- 4-5 cucharadas de salsa de caramelo de mantequilla salada
- Azúcar para quemar
Lo primero tendremos que hacer los macarons el día anterior a montarlos ya que tendrán que tener un reposo, guardados en un recipiente hermético, de por lo meno una noche en la nevera .
Triturar juntos la harina de almendra y el azúcar glass con cuidado de que no se forme una pasta. Para que queden bien finos lo recomendable sería tamizar después la mezcla, aunque si está bien fina no será necesario. Poner en un bol, añadir las primeras claras y mezclar hasta que se unifique la masa. Tapar el mazapán resultante con film para que no se reseque.
Guardar en la nevera dentro un recipiente hermético durante unas 24 horas antes de rellenarlos para que se terminen de asentar y queden con esa textura tan especial que debe de tener un buen macaron.
Una vez asentados rellenar la mitad de las coquilles con
un cordón de crema pastelera, que habremos metido previamente en una
manga con boquilla estriada, y en medio una puntita de la salsa de
caramelo. De la otra mitad de las coquilles humedecer ligeramente una con un pincel mojado en agua. Pasar la parte mojada por azúcar y quemar con un soplete. Repetir el proceso con el resto de la mitad de las coquilles que van a hacer de tapa, de una en una.
Ir colocando las coquilles con caramelo sobre las coquilles con relleno que teníamos preparadas, cerrando de esta manera los macarons. Terminar de enfriar en la nevera dentro de un recipiente hermético para que el relleno coja cuerpo.
Aunque no la he seguido al pie de la letra, más bien solo he tomado prestada la idea del relleno y de como prepararlos, la receta original en la que me he basado es de Cristina, una grandísima crack a quien admiro profundamente. Os invito a ver los suyos porque son delicatessen total y tiene unas fotos absolutamente divinas.