Whole Kitchen en su propuesta del mes de Noviembre nos invita a preparar toda una tarta invertida.
Es curioso que el tema propuesto fuera este, cuando lo ví no pude parar de sonreír y es que había comprado justo el día anterior todo lo necesario para preparar este pastel que desde hace mucho tiempo nos hacía mi madre. Ella se compro una batería de cocina "super mega guay" hace un montón de años, de esas que se compran como la thermomix, y una de las recetas que hicieron en la demostración de la venta fué, casualmente, este pastel...si, si como os lo digo hecho en una cazuela.
Como nos gustó tanto a mis hermanas y a mí mi madre nos la hacía de vez en cuando...como un extraordinario. Yo me copié la receta y la adapté al horno...qué Yo no tengo esa super cazuela y ni en sueños mi madre me la pasaría.
Bueno, corto el rollo y me pongo a la faena.
Ingredientes:
- 100 g de azúcar
- 1 chorrito de zumo de limón
- 50 ml de agua
- 1 bote de piña al natural
- un puñado de cerezas confitadas
- 4 huevos pequeños
- 1 vaso de harina
- 1 vaso de azúcar avainillado
- 1/2 sobre de levadura Royal
- mantequilla para engrasar el molde
Poner a precalentar el horno a 180º con calor de arriba y abajo.
Primero haremos el caramelo para bañar el fondo del molde. Poner en un cazo al fuego el azúcar, el zumo de limón y el agua y, removiendo de vez en cuando, dejar que tome un color de caramelo dorado (no debe coger un color más oscuro porque sino luego podría amargar)
Engrasar el fondo y las paredes del molde con un poco de mantequilla y verter el caramelo por todo el fondo de modo que quede bien repartido. Tapizar con las rodajas de piña (que tiene que estar bien escurrida y seca), cortando alguna para tapar todo lo posible los huecos, y poner una cereza en el centro de cada rodaja entera.
Batir las yemas de los huevos con el azúcar avainillado hasta que estas blanqueen.
Añadir la harina mezclada con la levadura, tamizandola. Remover la mezcla hasta que esté bien integrada.
Montar las claras a punto de nieve y, hasta que comprobéis que están bien firmes (esto se comprueba volviendo el bol boca abajo si están firmes ni se inmutarán sino lo están...preparaté a fregar el suelo y a montar otras claras. Por si este fuera el caso os aconsejo darles la vuelta sobre el fregadero)
Añadir a la mezcla de dos veces, con un lengua de repostería, incorporandolas de arriba a abajo, para que no se bajen, y siempre en el mismo sentido hasta que la mezcla sea homogénea.
Verter encima de las rodajas de piña preparadas en el molde y hornear durante 45 minutos.
Comprobar que está hecho pinchando con una aguja, sacar del horno y dejar reposar en el molde durante por lo menos 5 minutos.
Darle la vuelta al pastel en el plato donde se vaya a servir y dejar que se termine de enfriar.