Volvemos a irnos de viaje virtual a la India. Los dhal serían esos guisos de legumbres consumidos en todo el país. El que hoy os traigo parece ser que es más típico del sur ya que esa zona es la que utiliza más la leche de coco y el garam masala en sus preparaciones.
En la india lo normal es que sus platos se coman muy pero que muy picantes. Pues bueno, en éste sólo pica el chile que le espolvorearéis por encima, a no ser que queráis añadir picante también en su preparación.
Aunque este plato normalmente se cocina con lentejas amarillas (toor dal) en esta ocasión yo lo he preparado con lentejas rojas... vamos las naranjas peladas que puedes encontrar en la mayoria de supermercados.
Ingredientes :
Para el dhal
- 250 g de lentejas rojas
- 1 y 1/2 l. de agua fría
- 1 palo de canela
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 165 ml de leche de coco
- 3 cucharadas de aceite vegetal (usé de girasol)
- 1 cebolla mediana
- 3 dientes de ajo
- 1 trozo de 2 cm de jengibre fresco
- 1 cucharadita de garam masala
- 1 cucharadita de semillas de comino
- 1 cucharadita de semillas de cilantro
- 2 cucharaditas de semillas de mostaza
- 12 hojas de curry
- 1 cucharada de tomate rallado
- Sal
- Yogur griego blanco o créme fraîche
- Cilantro fresco picado groseramente
- Chile en polvo
- 160 g de harina
- 100 g de agua templada
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharada de aceite de oliva
Lavar y escurrir las lentejas. No se me ha olvidado el remojo, simplemente no lo hice, por lo que tardaron un poquitín más de tiempo en estar cocidas. Si las ponéis a remojo unas horas antes estar pendientes de la cazuela porque el tiempo se reducirá. Eso sí, deberéis de reducir también la cantidad de agua.
Pelar la cebolla y cortarla bien fina. Pelar también el ajo, trocearlo y echarlo en un mortero. Pelar y rallar el jengibre y añadir al mortero. Machacar ambos hasta obtener una pasta fina. Reservar.
Poner en una cazuela con el agua, el palo de canela y la cúrcuma y llevar a ebullición a fuego medio-alto. Dejar cocer, retirando de vez en cuando las impurezas que se formen en la superficie, de 45 minutos a 1 hora, hasta que estén cocidas y algo caldositas.
Mientras prepararemos la masa de los chapati. Echar en un bol la harina, el agua y la sal y mezclar bien hasta que esté todo integrado. Volcar sobre la superficie de trabajo y amasar hasta que no se pegue a los dedos. Echar un poco del aceite en las manos y, amasando, integrarlo en la masa. Repetir hasta terminar con el aceite y la masa lo haya absorbido por completo. Dejar reposar como mínimo 15 minutos envuelto en un plástico de cocina.
Continuamos con el dhal. Añadir la leche de coco y, sin dejar que hiervan, cocer otros 15 minutos. Una vez pasado el tiempo retirar del fuego, triturar groseramente y reservar en caliente.
Poner una sarten a fuego moderado con el aceite. Pochar en él la cebolla durante unos 10 minutos. Añadir la pasta de ajo y jengibre y rehogar unos 3 minutos. Echar la mezcla hacia un lado de la sartén y en el lado libre agregar las especias y las hojas de curry. Cuando las semillas empiecen a saltar, echar el tomate rallado y remover para que se integre todo. Cocer 5 minutos más, triturar y verter en la cazuela del dhal. Remover hasta que esté homogéneo y rectificar de sal. Reservar en caliente.
Desenvolver la masa de los chapati y cortar en 4, con ayuda de una rasqueta o de un cuchillo bien afilado, de aproximadamente el mismo peso.
Bolear cada pieza y estirar, con ayuda de un rodillo bien enharinado, formando un círculo de unos 2 milímetros de grosor con cada uno. Espolvorear generosamente harina por encima, para que no se peguen entre ellos, apilar y reservar cubiertos con un paño limpio.
Calentar una sartén, sin nada de grasa, y echar dentro uno de los panes. Dejar cocer hasta que empiecen a formarse burbujas de aire y los bordes comiencen a blanquearse. Dar la vuelta hasta que comiencen a inflarse. Ir volteando el pan hasta que esté dorado por ambos lados.
Repetir la operación con el resto de chapati, colocando unos sobre otros y dejar cubiertos con un paño, para que no se enfríen ni se humedezcan, hasta la hora de llevar a la mesa.
Comprobar que el dhal esté bien caliente antes de repartirlo en los platos. Echar un par de cucharadas de yogur en el centro, un poco de cilantro fresco picado y espolvorear con el chile.
Sólo queda acompañarlo con los chapati y empezar a disfrutar.
Fuente : (Dhal)Adaptada de Claire Thomson para The Guardian