Ya han terminado las fiestas. Por fin llegaron los
Magos, doctores de la iglesia o sacerdotes eruditos a los que en otro tiempo se les coronó como Reyes, cargados en mayor o menor medida de regalos. No puedo dejar de pensar en las tres cosas distintas que simbolizan. Cada uno de los
Magos representa uno de los continentes que se conocía en la
Edad Media y una de las edades del hombre.
Melchor encarnaría a los europeos y a la edad anciana,
Gaspar a los asiáticos y a la edad madura y
Baltasar a los africanos y a la adolescencia. Así mismo los regalos, oro, incienso y mirra, simbolizan la realeza, la divinidad y la humanidad del recién nacido.
En el blog ya tenía publicados dos roscones. El primero, el tradicional, sería el roscón de
Melchor, representando la clara piel de los europeos. El segundo era de calabaza, el de
Gaspar, con el toque de color de la piel de los asiáticos. Así que esté que hoy os traigo es el que cierra la trilogía correspondiendo a
Baltasar, el representante africano... por eso no podía ser más que de dulce chocolate.
Este año, bueno mejor dicho el año pasado, tuve el gran acierto de apuntarme al curso de
Repostería Navideña de
La Tallerería impartido por el gran
Luis Olmedo (
My European Cakes) y, uno de los ejercicios fue, como es de suponer, el
roscón de Reyes... impresionante es decir poco.
Poco podía imaginar que cuando una de mis compis de curso,
Susana Alonso Talavera, nos enseñó una adaptación de la receta en la que había puesto cacao, creando su
Roscón de Ferrero Rocher, me entraron unas ganas irreprimibles de hacer mi propia versión chocolatosa.
Ya se que han pasado un porrón de días desde
Reyes y que la red nos ha
saturado un poco con roscones por todos lados, aún así no podía dejar
de compartir con vosotros esta creación.
Ingredientes :
Para el prefermento
- 200 g de harina de fuerza de 13% proteína (usé Harimsa)
- 75 g de agua
- 25 g de agua de azahar
- 50 g de leche entera
- 1,5 g de levadura seca de panadería
Para la masa final
- 280 g de harina de fuerza 13% proteína (usé Harimsa)
- 20 g de cacao en polvo sin azúcar (usé Valor)
- 110 g de azúcar blanquilla
- 100 g de huevo batido
- 5 g de sal
- 30 g de ron de caña
- 20 g de agua de azahar
- 100 g de mantequilla en pomada
Para la crema símil
Ferrero Rocher (receta de
Susana Ruggerini)
- 200 g de nutella
- 100 g de nata montada sin azúcar
- 60 g de avellanas tostadas trituradas no muy finas
- 30 g de barquillos en trocitos
Para el baño de chocolate
- 100 g de azúcar
- 65 ml de agua
- 75 g de chocolate negro postres
Para las avellanas caramelizadas
- 1 puñado de avellanas
- 25 g de azúcar
- 1/2 cucharada de agua
Además
- Nata montada azucarada
- Rizos de chocolate dorado
- Ferrero Rocher
Solo con la lista de ingredientes da un poco de miedo ponerse a ello pero realmente no es tan complicado. Lo primero será hacer el roscón.
Mezclar los ingredientes del prefermento en un bol y amasar ligeramente hasta hacer una bola. Cubrir con film plástico y dejar fermentar durante una hora a unos 20º. Meter en la nevera toda la noche (yo lo tuve hasta la hora de comer)
Al día siguiente poner el prefermento en el bol de la amasadora y añadir los demás ingredientes de la masa menos la mantequilla. Amasar a velocidad media hasta que esté algo trabajada, la tuve unos 12 minutos, en ese momento agregar la mantequilla cortada en trocitos y volver a amasar a velocidad media hasta que esté integrado durante unos 15 minutos. Al estirar un trocito de la masa con los dedos con mucha suavidad debe quedar una membrana muy fina, casi transparente. Una vez pasada la prueba de la membrana volcar la masa sobre la encimera, ligeramente engrasada, ir metiendo los extremos de la masa hacia el centro, haciendo unos 20 pliegues, hasta que se forme una bola que colocaremos en un bol ligeramente engrasado con los pliegues hacia arriba. Cubrir con plástico y dejar levar hasta que suba un poco pero sin llegar a doblar el volumen. Yo la dejé un par de horas a 20º, le dí otros 10 plegados y después la metí a la nevera toda la noche.
Al día siguiente la deje atemperar una hora y comencé a darle forma. Con esta cantidad de masa me salieron dos roscones medianos. Dividí la masa en dos y una de las partes la dividí de nuevo en 6. Formé bolas con cada parte y las fui poniendo, formando un círculo pero sin tocarse, sobre una bandeja de horno cubierta con papel. Aquí fui un poco a mi bola y no seguí las indicaciones de Luis. Puse un vaso ligeramente engrasado en el centro de las bolas, metí la bandeja dentro de una bolsa de basura limpia y la dejé dentro del horno toda la noche, teniendo cuidado de que la bolsa estuviera un poco hueca para que no tocara la masa.
Al día siguiente la masa había doblado su volumen así que retiré la bolsa, precalenté el horno a 180º C, y una vez llegado a esta temperatura lo horneé durante media hora. Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
Mientras se enfría prepararemos la crema símil
Ferrero Rocher, el baño de chocolate y las avellanas caramelizadas.
Para la crema mezclaremos la
nutella, las avellanas y los barquillos y se los añadiremos a la nata montada con movimientos envolventes hasta que la mezcla esté uniforme.
Para el baño poner el azúcar y el agua al fuego y llevar a ebullición, cuando el azúcar esté disuelto retirar del fuego y añadir el chocolate. Dejar reposar unos minutos y remover hasta que esté totalmente derretido. Reservar para que se enfríe y coja algo más de consistencia.
Para las avellanas caramelizadas poner en un cazo el azúcar con el agua y dejar al fuego hasta que obtengamos un caramelo dorado. Pinchar cada avellana con un palillo y pasar por el caramelo dejando que quede una gota en suspensión para que quede bonita. Colocar sobre un papel encerado y dejar enfriar por completo antes de retirar el palillo. Tener cuidado porque el caramelo quema mucho y al enfriar es muy frágil.
Una vez frío el roscón, partir por la mitad y rellenar con la crema. Cerrar y napar con el baño. Decorar poniendo en unas bolas un rosetón de nata y un
Ferrero encima y en las otras espolvorear con los rizos de chocolate dorado y una de las avellanas caramelizadas.
Ya se que ha sido muy muy larga esta entrada pero os aseguro que merece la pena aunque, eso sí, consistente es un rato.
Vamos, que con un trocito vais bien servidos. Madre mía qué bomba!! Pero que deliciosa mezcla.