Confieso que esta es la primera vez que he hecho croissants. No me explico muy bien el por qué ya que después de haberme iniciado con el
hojaldre y el
hojaldre invertido no era miedo lo que me daba precisamente, simplemente aún no lo había intentado.
Estaba claro que solo necesitaba un empujoncito para liarme la manta a la cabeza pero, en esta ocasión, más que un empujoncito ha sido un empujonazo, jejjeje. Primero
Cris me invitó a participar en el
"Croissants aux amandes : un mini-reto que
El oso con botas había organizado y después en el grupo de
Amigos del pan casero de Face en el que estoy metida nos proponían el
#retocroissants, así que la suerte estaba echada, jajjaja.
Hacía tiempo que tenía el libro Bollería de Xavier Barriga y aún no había hecho ninguna receta de él, algo impensable en mi, así que estaba claro de donde iba a sacar la receta...
Normalmente mis fieras no son tan voraces con las cosas que horneo pero en esta ocasión devorarlos es decir poco, si me descuido ni los huelo, en día y medio los 13 croissants que me salieron habían desaparecido. Solo conseguí rescatar 2 que escondí rauda y veloz para poder sacar alguna foto y con la sana intención de poder convertirlos en los exquisitos croissants aux amandes ... pobre ilusa de mí!!! Como resistirse a esos ojitos de "gatoconbotas de Srek" que me pusieron mi Sonia y su amiga Lucía cuando llegó la hora de la merienda. Ufff, menos mal que las fotos ya se las había sacado, jajjaja
Ingredientes :
- 500 g de harina de media fuerza
- 10 g de sal
- 40 g de azúcar
- 10 g de leche en polvo
- 25 g de mantequilla
- 250 ml de agua fría
- 25 g de levadura fresca o 8 g de seca
- 280 g de mantequilla para el plegado
- 1 huevo para pincelar mezclado con 1 pizca de sal
Poner en un bol todos los ingredientes menos la mantequilla ( ni la del plegado ni la otra) Amasar hasta que se forme una masa firma, lisa y suave al tacto. Añadir los 25 g de mantequilla y seguir amasando hasta que esté totalmente integrada y la masa esté elástica.
Formar una bola, tapar con un paño y dejar reposar durante media hora a temperatura ambiente.
Espolvorear la mesa de trabajo con un poco de harina y estirar la masa, con ayuda de un rodillo, hasta formar un rectángulo. Poner en una bandeja, tapar con plástico y refrigerar durante 2 horas como mínimo.
Poner la mantequilla del plegado entre 2 papeles de horno y aplanar con el rodillo hasta formar una lámina cuyo tamaño sea la mitad de la masa que hemos preparado antes. Llevar a la nevera un rato, tanto la masa como la mantequilla deberán tener una consistencia lo más parecida posible.
Espolvorear la superficie de trabajo con un poco de harina y poner la masa encima, colocar la placa de mantequilla encima lo más centrada posible. Doblar la masa sobre ella cubriéndola totalmente.
Estirar la masa horizontalmente con el rodillo hasta obtener un plastón de unos 40 por 20 cm. Dividir mentalmente en 3 partes iguales, doblar la parte izquierda sobre la central y luego la derecha sobre ambas. Tapar con plástico y refrigerar 30 minutos.
Darle media vuelta y volver a estirar otra vez para tener el plastón de 40 por 20 cm. Repetir el plegado y volver a refrigerar tapado otros 30 minutos.
Estirar y plegar de nuevo una tercera vez. Tapar y refrigerar durante 1 hora como mínimespués de este reposo la masa estará lista para el formado de los croissants.
Poner un poco de harina sobre la mesa de trabajo y estirar hasta dejarla con un grosor de 1/2 cm aproximado.
Cortar la masa en triángulos de unos 9 cm de base por 26 de largo. Hacer un ligero corte en la base del triángulo. Enrollar hacia abajo intentando tirar hacia los extremos de la parte de las patas. Acabar de enrollar y doblar las puntitas para darle su forma característica.
Poner sobre una bandeja de horno cubierta con papel dejando separación entre ellos ya que crecerán con el levado y después con el horneado llegando a doblar su volumen inicial.
Pintar con el huevo batido con la pizca de sal y dejar fermentar en un lugar cálido (unos 28º C) y sin corrientes de aire.
Precalentar el horno a 190º C.
Volver a glasear con el huevo y hornear durante unos 18 minutos.
Sacar del horno cuando estén dorados y poner sobre una rejilla para que se enfríen.
Lo de dejarlos enfriar en mi casa tuve que hacerlo patrullando porque ya en el primer descuido volaron 2... recién salidos casi del horno!!!
Y aquí os dejo la nota divertida de la entrada de la mano de Mr Wonderfull, jejjejje.