El rosa está de moda. Pero no es esa la razón por la que hoy os traigo este postre, nada que ver con la fiebre que le ha entrado a todo el mundo con ese color desde que estrenaron la película Barbie. Lo mío es más bien debido a lo que me gustan las fresas, mucho más que los fresones, y desde que encuentro en Mercadona éstas, que son segovianas, no puedo dejar de llevarme alguna cajita a casa cada vez que voy a comprar. Así que preparaos porque, mientras las siga encontrando, os voy a ir preparando cositas con ellas, tanto en dulce como en salado. Hoy empiezo por algo dulce, para despedir a este julio que se nos está terminando.
Ingredientes :
- 380 g de fresas
- 1 clara de huevo L
- 25 g de azúcar glass
- 100 g de nata de montar (35% M.G.)
- 1,5 hojas de gelatina
- 1 cucharadita de zumo de limón
Remojar la gelatina en agua fría.
Lavar las fresas y retirarles las hojas. Trocear 210 g de las fresas y triturar. Verter en un cazo junto, añadir el azúcar y el zumo de limón y dejar cocer, a fuego medio, durante unos 8 minutos. Retirar del fuego, agregar las gelatina bien escurrida y remover hasta que esté completamente diluida. Dejar enfriara a temperatura ambiente.
Montar la clara de huevo a punto de nieve, verter la mezcla de fresa y gelatina y, con ayuda de una varilla manual, remover hasta que la mezcla esté uniforme.
Montar la nata hasta que esté firme y haga picos duros e ir integrando la mezcla anteriormente preparada poco a poco, con movimientos envolventes de abajo hacia arriba con una espátula, para intentar que la nata se desmonte lo menos posible.
Cortar por la mitad las fresas restantes e ir colocándolas en el fondo de los tarros o vasos elegidos pegadas a las paredes como podéis ver en las fotos. Puede que no las necesitéis todas, dependerá del tamaño tanto de las fresas como de los recipientes donde las vayáis a poner.
Repartir la mousse dentro de los tarros o vasos y refrigerar por lo menos durante 4 horas, aunque yo recomiendo dejarlo durante toda una noche. Con estas cantidades me dio para preparar 4 tarros de 160ml de capacidad cada uno.
Si os sobran fresas podéis decorar cada mousse con alguna cortada por la mitad. Yo preferí prepararlas en tarros para cerrarlos y que se secara menos la superficie. Además así se pueden apilar ocupando menos espacio en la nevera.
Fuente : Lilie Bakery