Parece que el calor quiere comenzar a apretar así que lo de encender el horno puede comenzar a considerarse de alto riesgo. A pesar de ello, no me he podido resistir a preparar estas galletas, que hace tiempo que me estaban haciendo ojitos, y así utilizar alguno de los muchos limones de los que me regalan y aún tenía por casa.
Ingredientes :
- 30 g de mantequilla en pomada
- 50 g de azúcar
- 1 huevo L
- Ralladura de un limón
- 40 ml de zumo de limón, colado
- 180 g de harina*
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharadita de levadura
- 1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico*
- Azúcar glass para rebozar
Batir la mantequilla con el azúcar y la ralladura del limón hasta que la mezcla blanquee y esté suave. Añadir el zumo e integrar. En este punto puede que parezca que se ha cortado pero no os preocupéis por ello porque luego se compactará. Agregar el huevo y batir.
Tamizar encima de la masa la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal y trabajar, con una espátula, hasta que esté totalmente integrado todo y la masa se vea uniforme.
Tapar a piel con plástico de cocina, para que no se le haga costra, y refrigerar, como mínimo, durante una hora.
Pasado ese tiempo, calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Formar bolitas con la masa, del tamaño de una nuez, y rebozar abundantemente con azúcar glass. Ir colocándolas sobre bandejas de horno, cubiertas con papel, dejando bastante espacio entre cada bolita para que, al expandirse durante el horneado, las galletas no se toquen.
Meter a media altura de horno y dejar cocer de 13 a 15 minutos, teniendo en cuenta que no deberán dorarse, deberán quedar blanquitas pero hechas por dentro.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla, mientras repetiremos la operación con el resto de las bandejas ya que con este tamaño saldrán aproximadamente unas 15 galletitas.
Fuente : Tía Alia para Directo al Paladar