Este mes tocaba receta dulce y, dado que la Navidad está a la vuelta de la esquina, elegimos unas ricas galletas con aroma de esas fiestas.
En realidad estas galletas están pensadas para colgarlas del árbol de Navidad por lo que al hacerlas se me planteaban dos problemas. El primero de ellos era que, después de la experiencia que tuve en repetidos años pasados, cada vez que he colgado alguna cosa rica en el árbol (galletas, figuras de chocolate, etc) este estuvo más tiempo tendido en el suelo que de pie. Cosas de tener niños, menos mal que siempre me he negado a tener en casa uno de esos árboles naturales que, por cierto me parece una aberración lo que les hacen a los pobres.
El segundo y principal problema es que mi casa se adorna de Navidad y se monta el árbol y el Belén durante el puente de la Inmaculada por tradición familiar, haciendo con ello una gran celebración, así que no iba a sacar el árbol para sacar las fotos antes de que este llegara.
Y, después de este rollo que os he metido, vamos ya a ponernos con la receta.
Ingredientes :
- 100 g de mantequilla
- 100 g de azúcar moreno fino
- 2 cucharadas de sirope de arce
- 1 cucharadita de melaza
- 1 cucharada de jengibre
- 1 cucharada de canela en polvo
- 2 clavos de olor machacados
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 250 g de harina
- 6 caramelos de colores
- 1 chorrito de leche
Lorraine no le añade leche pero la masa quedaba tan seca que era imposible hacer una masa compacta, se desmigaba de tal manera que era imposible hacerse con ella.
Además ella la adorna también con glasa pero Yo creo que no le hace falta, que quedan también muy bonitas así.
Precalentar el horno a 200º C.
Tamizar la harina junto al bicarbonato y reservar.
Poner la mantequilla con el azúcar, el sirope, la melaza y las especias a calentar en un cazo. Mezclar hasta que estén fundidos. Retirar del fuego y añadir, poco a poco, la mezcla de harina y bicarbonato.
Cuando esté bien integrado ir añadiendo poco a poco la leche hasta conseguir una masa suave pero firme, húmeda pero sin que llegue a pegarse en las manos.
Estirar entre dos hojas de papel de horno con ayuda de un rodillo hasta dejar una lámina de 6 mm de grosor. Cortar galletas con los cortadores elegidos e ir dejándolas sobre una bandeja de horno forrada con papel. Lorraine, como las hace para colgar en el árbol las hace de 1 cm de grosor para que sean más resistentes, además las corta sobre una superficie enharinada pero haciéndolo así es muuucho más limpio, no acabará todo lleno de harina ni se manchará el rodillo.
Una vez puestas en la bandeja cortar agujeros más pequeños con otros cortapastas y rellenarlos con los caramelos, previamente machacados en un mortero.
Hornear unos 10 minutos, dependiendo del tamaño de las galletas. Enfriar sobre una rejilla hasta que se enfríen.
Con los recortes hice más galletas pero en esta ocasión muy chiquitas, para comer de un bocado, y a estás no les puse caramelos.
Mis hijos se las comían como si fueran pipas, vamos que sino las guardo me encuentro que no me quedaba ni uno para la foto, jejjeje. Eso significa que están buenas, no, lo siguiente...
Os invito a visitar los blogs de las participantes en el reto :
Blanca de Menjar a Cala Blanca
Susana de Té con limón y canela
Teresa de Aurea's kitchen
Chus Nenalinda de Siguiendo a Nenalinda
Marisa de Marisa en la cocina
Patricia de The yellow kitchen... by Patricia
Ángeles de Sweet Cakes