Hacía meses que tenía ganas de ponerme a preparar estos deliciosos "
diablillos" de nuevo, pero nunca encontraba el momento, así que cuando vi en
Instagram que
@isa_macs nos proponía llenar las redes de macarons el primer día de primavera me lié la manta a la cabeza y me puse a ello. Si a esto le sumamos que, desde hace unos días, estamos invadidos por conejos y huevos de Pascua no podía dejar de aprovechar el momento para sumarme a esta invasión y mis macarons iban a tener precisamente esta forma : de
huevo de pascua... si acaso lo de los conejos lo dejo mejor para el año que viene, jejjeje.
Me apetecía además experimentar con sabores un poco distintos a los habituales, de ahí que mis
mac-huevos han acabado siendo de
Carrot Cake y de
Cinnamon Roll.
Paso a la receta ya que, en esta ocasión, os traigo un 2x1
Carrot Cake Macarons
Ingredientes :
- 80 g de azúcar glass
- 80 g de harina de almendra
- 30 g de claras
- 14 g de zanahoria deshidratada
- 1/4 de cucharadita de canela molida
- 8 gotas de colorante naranja (usé electric orange de Americolor)
- 90 g de azúcar blanquilla
- 22 g de agua
- 30 g de claras
Relleno :
- 100 g de queso crema
- 50 g de azúcar glass
- 50 g de nata de montar
Cinnamon Roll Macarons
Ingredientes :
- 80 g de azúcar glass
- 80 g de harina de almendra
- 30 g de claras
- 90 g de azúcar blanquilla
- 22 g de agua
- 30 g de claras
Relleno :
- 100 g de chocolate blanco
- 30 g de leche
- 1 pizca de cardamomo molido
- 1/8 de cucharadita de canela molida
El proceso para ambos tipos de macaron es el mismo, la única variación es la zanahoria, la canela y el colorante que en los de cinnamon roll no añadimos.
Lo primero será triturar juntos la almendra, el azúcar glass, la zanahoria deshidratada y la canela en polvo del primer grupo de ingredientes durante unos 10
segundos a la máxima potencia. Yo lo hago en la Thermomix pero podéis
usar también un molinillo. Ojo, si os pasáis la almendra comenzará a
soltar su aceite interior formándose una pasta y ya no nos serviría.
Poner en un bol, añadir las primeras claras y mezclar hasta que se
unifique la masa. Agregar el colorante y mezclar hasta integrar.
Tapar el mazapán resultante con film para que no se reseque.
Para el siguiente paso necesitaremos un termómetro de cocina.
Poner en un cazo el azúcar junto al agua y llevar al fuego. Cuando
la mezcla alcance los 110º C comenzar a batir las otras claras, deberán
estar casi montadas cuando el almíbar llegue a 118º C. Retirarlo del
fuego, bajar la velocidad de montado de las claras y añadir el almíbar en forma de
hilo por un lateral, nunca por encima de las varillas. Cuando
esté totalmente integrado volver a subir la velocidad y seguir batiendo
hasta que la temperatura baje a unos 40º C, vamos que al tocar las
paredes del bol este esté templado.
El siguiente paso es lo que se llama el macaronage, que
consiste en unir ambas preparaciones, para lo cual usaremos una lengua y
mezclaremos con movimientos envolventes hasta que estén bien
integradas. Deberá estar lisa y brillante y debe caer lentamente en
forma de cinta si la dejamos caer desde la lengua.
Rellenar una manga provista de una boquilla lisa de unos 12 mm y
formar pequeños montoncitos sobre un tapete
de teflón o papel de horno, con la manga perpendicular a la bandeja, de unos 3'5 mm de diámetro (más o menos el
mismo diámetro que el tapón de una botellita de agua) arrastrando un poco la manga hacia uno de los lados para que quede la forma de huevo. Lo
ideal es hacerse una plantilla para ajustar el espacio y controlar el
tamaño. Dar golpecitos a la bandeja por bajo para que
los picos que nos hayan quedado al formarlos se integren.
Dejar que se sequen para que formen una ligera costra que será
determinante para que les salga un buen pie y no rompan por arriba al
cocer. Al tocarlos ligeramente con los dedos no se deben pegar.
Precalentar el horno a 150º C, con calor de arriba-abajo y sin aire,
y dejarlos cocer durante unos 12 minutos a media altura.
Sacar y
dejar enfriar sin levantarlos hasta que estén fríos que ya veréis como
se despegarán casi solos. Si no es así podéis ayudaros de un cuchillito.
Guardar en la nevera dentro un recipiente hermético durante unas 24
horas antes de rellenarlos para que se terminen de asentar y queden con
esa textura tan especial que debe de tener un buen macaron.
Para preparar la crema de queso de los Carrot Cake empezaremos a batir la nata. Cuando esté semimontada añadir el azúcar y el queso y seguir batiendo hasta que haga picos duros.
Para el relleno de los Cinnamon Roll derretiremos el chocolate blanco en el microondas en pequeños intervalos para evitar que este se queme. Una vez derretido añadir la leche y las especias y batir con una varilla de mano hasta que esté completamente integrado y quede una crema suave y sin grumos.
Prepararemos los rellenos unas cuantas horas antes de tener que utilizar y los refrigeraremos para que cojan un poco de cuerpo y no se
escurran.
Rellenar la mitad de las coquilles de macaron con un botoncito del relleno elegido y cerrar con el resto de las coquilles y terminar de enfriar en la nevera dentro de un recipiente
hermético para que el relleno coja cuerpo.
Y no podía dejar de enseñaros la mordida tan espectacular que tienen.
En casa han triunfado, si los de
Cinnamon Roll están deliciosos, los de
Carrot Cake ya te llevan directamente al paraíso.