No os podéis hacer una idea de las ganas que tenía de ponerme a amasar de nuevo.
Mi muñeca está casi restablecida y, aunque aún se me hincha un pelín por las noches, ya me está dando cuartelillo. Esto, unido a que las temperaturas han descendido un poco y al mono que tenía de encender el horno, me ha hecho que me anime y me líe la manta a la cabeza... y aquí tenéis el resultado.
Cuando las chicas de
Cooking the Chef eligieron a
Daniel Jordà en el mes de marzo, pincha
aquí para ver el recopilatorio, tenía claro que no me lo iba a perder pero, con mi habitual talento de dejarlo todo para última hora, me encontré con una mano escayolada y sin receta que publicar. 😭😭 No os imagináis la rabia que me dio. La pasada repesca iba muy justita aún para plantearme el ponerme a amasar pero, en ésta, no iba a faltar. Y es que no sé a quién le tenía más ganas si al Chef o al
babka. 😂😂
Aunque ya llevaba tiempo participando en su
"Comando panarra de Panes Creativos" de
Facebook, a
Daniel lo conocí, en persona, hace unos años. No tuve ninguna duda cuando me propusieron hacer una escapadita desde Valencia y así fue como, la
"caravana valenciana", cogió el tren para asistir a un curso en su obrador :
La Trinidad.
No se puede decir nada malo de él : es sencillo, amable, atento, divertido y muy cariñoso. Nos hizo sentir como que estuviéramos en casa. Fue un día muuuy intenso pero que mereció la pena de todas todas.
Bueno, que se me va la pinza, y al final no os dejo la receta, jejjeje. A lo que íbamos y, con ésta, son tres las recetas que voy a aportar en la
repesca de agosto de
Cooking the Chef.
Ingredientes :
Para la masa
- 500 g de harina de fuerza
- 30 g de azúcar
- 10 g de sal
- 20 g de levadura fresca de panadero
- 120 g de leche
- 150 g de agua
- 100 g de mantequilla, a temperatura ambiente
- 1 huevo + 1 cucharadita de leche para pincelar
Para el relleno
- 200 g de mantequilla en pomada
- 150 g de azúcar*
- 25 g de cacao en polvo sin azúcar (tipo Valor)
- 1 cucharadita de vainilla
- 1/2 cucharadita de canela molida
* Mejor cuanto más fina sea ya que quedará una mezcla menos granulosa, más fina.
Templar la leche y diluir en ella la levadura. Reservar.
Poner en el bol de la amasadora la harina tamizada, el azúcar y la sal. Hacer un hueco en el medio y verter en él la leche con la levadura y el agua. Remover hasta que esté todo integrado y amasar un par de minutos. Tapar y dejar reposar 10 minutos. Repetir el ciclo de 2 minutos de amasado y 10 de reposo hasta que la masa esté lisa y suave. Ir añadiendo la mantequilla, cortada en trocitos, y amasar hasta que esté totalmente integrada. Al principio, será una masa muy pegajosa pero, con el amasado, se despegará de las paredes del bol y acabará estando aterciopelada y muy elástica, tanto que al estirarla quede muy muy fina, que se pueda ver a través de ella, sin romperse. Esto es lo que se llama la prueba de la membrana.
Hacer una bola con ella, colocar en un bol ligeramente engrasado y tapar. Dejar levar, en un sitio cálido y sin corrientes de aire, hasta que doble su volumen.
Mientras leva, prepararemos el relleno mezclando todos los ingredientes, con ayuda de una espátula, hasta obtener una crema uniforme. Meter en la nevera un rato para que coja algo de cuerpo.
Precalentar el horno a 200ºC.
Volcar la masa, con cuidado, en una superficie de trabajo ligeramente enharinada. Dividir en 4 partes, más o menos iguales. Mientras estiramos cada parte mantendremos las otras tapadas para que no se sequen.
Formar con una de las partes un cilindro y, con ayuda de un rodillo, estirar a lo largo hasta obtener una tira de unos 45x20 cm. que quede muy fina. Untar 1/4 parte del relleno por encima y, por el lado largo, comenzar a enrollar, apretando lo que podamos, hasta que nos quede un churro largo y recto.
Repetir el proceso con cada parte de masa y con cada dos churros hacer una trenza.
Colocar cada trenza en un molde de plum-cake previamente engrasado o sobre la bandeja de horno cubierta con papel. Tapar y dejar levar de nuevo.
Batir el huevo con la cucharadita de leche y pincelar la superficie de las dos trenzas, justo antes de meter al horno.
Hornear, a mitad de altura, durante unos 20 minutos y esté bien dorado.
Sacar y dejar reposar una hora. Desmoldar, en el caso de haber usado molde. Pasar las trenzas a una rejilla para que terminen de enfriar.
Ahora que me fijo en el corte, a mí me quedó un poco gorda la masa en el estirado pero, de todas formas, rico estaba un rato largo.
Fuente :
"Love is in the bread" de
Daniel Jordà