Justo en estas fechas, Munich debería estar inmersa en su celebración más divertida y popular : el Oktoberfest pero, de nuevo, se ha tenido que volver a cancelar por el maldito bicho. Eso no quiere decir que no podamos rendirle un pequeño homenaje preparando algo en nuestra propia casa, algo tan delicioso para acompañar a una cerveza como una buena porción de flammkuchen.
Vale, podéis replicarme diciendo que ésta no es una receta bávara. Además tendríais toda la razón si argumentarais que es mas bien de sus vecinos alemanes del Baden, Palatinado y Saarland, o incluso de la Alsacia y la Mosela francesas, ya que de esas zonas es de donde es originaria esta maravilla, pero no me negaréis que es el complemento ideal a una cervecita de esas que sirven en el festival... además de que, en este momento, se ha hecho tan popular en todo el país que se puedes encontrar fácilmente.
El nombre de esta preparación viene a significar "torta en las llamas" siendo flamm fuego o llamas y kuchen torta o pastel.
Ingredientes :
- 1 base de pizza rectangular (260g)
- 1 cebolla morada
- 150 g de bacon ahumado
- 200 ml de crema agria
- Sal
- Pimienta negra de molinillo recién molido
Calentar el horno a 250ºC, con calor de arriba-abajo. Preparar una bandeja forrándola con papel y reservar.
Pelar la cebolla y cortarla en juliana. Partir el bacon en tiras finas. Poner la crema agria en un bol y salpimentar ligeramente, reservar. Estirar un poco la masa, ya que cuando salga del horno deberá estar bien fina y crujiente. Untar la superficie, sin llegar a los bordes, con la crema agria preparada y colocar la cebolla y el bacon por encima, procurando repartirlos uniformemente.
Hornear, a media altura, durante unos 15 minutos o hasta que los bordes estén dorados. Sacar y servir bien caliente.
Lo normal es presentarla sobre el mismo papel donde se ha horneado encima de una tabla de madera y comerla como una pizza, cortada en trozos con la mano.