A veces la inspiración para crear un plato te sorprende en el momento que menos te lo esperas. Hace algún tiempo que tengo claro que, como decía Serrat en una canción,
"las musas han pasao de mí, andarán de vacaciones" pero el lunes debieron reincorporarse a su puesto porque, de repente, mientras miraba una revista de cocina, surgieron de nuevo como un rayo, jejjeje.
Estaba ojeando la receta de un saint-honoré cuando me topé con la foto del postre donde el precioso caramelo dorado que lo cubría llamó mi atención. Nada más verlo pensé que tenía el mismo brillo que tiene la sobrasada semi derretida... sobrasada!!!! Acababa de ver en mi mente la receta que hoy os traigo : le saint-honoré de sobrasada.
No recordaba muy bien hasta cuando tenía de tiempo para poder presentarla al concurso
#HoySobrasadade Mallorca, organizado por el Consejo Regulador Sobrasada de Mallorca y cuyos colaboradores son Caty de
Circus Day, Manu de
Cocinando con Catman y Lydia de
Un hervor, así que le pregunté a mi queridísima
Cris que acababa de publicar su aportación al concurso.
¡¡¡Quedaba menos de una semana!!! Como siempre iba a cocinar contra reloj, jejjeje, claro que eso no es una novedad para mí, incluso yo diría que trabajo mejor de esta manera, bajo la presión de saber si vas a llegar o no.
Nada más salir de trabajar me fui a comprar los ingredientes que iba a necesitar y al llegar me puse a ello. Meeekkk, comenzó la primera dificultad, la pasta choux no me salió lo suficiente espesa y los bocaditos se expandieron en la bandeja del horno formando conchas. Ya no me daba tiempo a hacer otra masa ese día, tenía que ir de extra escolares con Sonia, así que en cuanto se enfriaron los congelé y servirán para otra preparación. Al día siguiente Sergio vino a comer a casa, clases de inglés con Sonia, vamos que no tocar la receta y el tiempo iba corriendo inexorablemente. Siguiente día, segundo intento de pasta choux... BIEN!!! Esta vez quedaron perfectos. Saco la sobrasada del frigo y, a la que me descuido casi se la habían comido. Para colmo llamada del cole para ir a buscar a la peque que no se encontraba bien... A la porra con las fotos, para cuando quise llegar a casa ya casi era de noche, uffff!!! Estaba luchando contra los elementos como Felipe II solo que yo he tenido más suerte que él y he conseguido mi objetivo : llegar a tiempo, rayando el tiempo límite, de presentar mi aportación.
Pero no me enrollo más aquí os dejo el logo del concurso, creado por Caty, y mi receta.
Ingredientes :
- 1 disco de hojaldre de 20 cm de diámetro
- 1 yema de huevo
- 1 puñado de piñones recién tostados
Para la pasta choux
- 150 g de harina
- 20 g de azúcar
- 125 ml de leche
- 125 ml de agua
- 3 huevos grandes
- 100 g de mantequilla
- 1 pizca de sal
Para la mousse de sobrasada
- 100 g de sobrasada
- 100 ml de nata líquida 35% MG
- 1 cucharadita de miel
Para el caramelo de sobrasada
- 150 g de azúcar
- 45 g de sobrasada
Para la mousse de queso de Mahón
- 100 g de queso semicurado de Mahón
- 250 ml de nata líquida 35% MG
- 1 cucharadita de miel
Lo primero que tendremos que hacer es la pasta choux.
Precalentar el horno a 180ºC
Llevar a ebullición el agua y la leche en una cazuela. Añadir la sal, el azúcar y la mantequilla cortada en dados. Cuando la mezcla esté uniforme echar la harina de golpe y remover durante unos 5 minutos.
Apartar del fuego e ir añadiendo los huevos de uno en uno, integrando bien entre cada adicción. Meter la masa en una manga pastelera con la boquilla redonda gruesa.
Extender el hojaldre en una bandeja de horno, forrada con papel, y cubrir con una espiral de pasta choux. Pincelar con la yema de huevo batida y hornear durante una media hora hasta que haya subido y esté bien dorado. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Hacer 12 montoncitos con el resto de la masa, de unos 3 cm de diámetro, sobre otra bandeja de horno cubierta con papel.
Hornear durante unos 25 minutos, los míos tardaron un poco más, unos 30 minutos aproximados. Tienen que haber subido bien y parecer que empiezan a abrirse por la superficie. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Derretir el queso de Mahón con 150ml de nata líquida y dejar enfriar. Meter en la nevera para que esté muy fría cuando vayamos a montarla.
Mientras se enfrían las preparaciones anteriores empezaremos a hacer la mousse de sobrasada con la que rellenaremos los bocaditos.
Poner la sobrasada cortada en trocitos junto con el resto de los ingredientes de la mousse en el vaso de la batidora y triturar hasta que quede una mezcla homogénea. Meter en una manga con la boquilla larga puesta, rellenar los bocaditos con la mezcla y reservar.
Para hacer el caramelo de sobrasada, con el que bañaremos y pegaremos los bocaditos a la base, pondremos en un cazo el azúcar con una cucharada de agua a fuego suave y, sin remover, dejaremos que vaya cogiendo un color tostado. Cuando esté todo el azúcar hecho caramelo añadir la sobrasada en trocitos e ir removiendo poco a poco hasta integrar.
Mojar en el caramelo la parte superior de los bocaditos y dejarlos boca abajo en una bandeja engrasada con mantequilla para que no se pegue, tocando en caramelo en la bandeja. Cuando se haya endurecido mojar la parte inferior en el caramelo y colocar sobre la base formando una circunferencia en todo el contorno.
El caramelo que sobre extenderlo sobre un papel de horno engrasado y, cuando esté frío y duro, trocearlo con ayuda de un mortero hasta hacerlo casi polvo.
Para montar la mousse de queso de Mahón añadir 100 ml de nata líquida a la preparación que teníamos reservada en el frigo, agregar la cucharadita de miel y batir hasta que tenga consistencia de mousse y meterlo en una manga con boquilla redonda no muy grande y rellenar el centro del saint-honoré haciendo montoncitos.
Espolvorear con el polvo de caramelo de sobrasada y los piñones tostados.
No solo queda un plato estéticamente bonito sino que es una verdadera delicia para el paladar. Un gran entrante a tener muy en cuenta en las próximas comidas navideñas.
A pesar de que lleve miel en su composición no es un plato dulce, lo que hace es suavizar el sabor de la sobrasada.
¿A qué el corte es apetecible? Pues la foto no le hace justicia. Está espectacular