En esta ventanita del Galletario de Adviento llegamos a Italia, para dirigirmos directamente a Nápoles para descubrir unas galletas dulces, sabrosas y extremadamente aromáticas con una forma muy característica, en forma de S.
Parece ser que su origen se remonta a 1700 donde se preparaban con sésamo, y de ahí proviene su nombre. La tradición manda que se sirvan y regalen en Navidad.
Existen 3 versiones de estas galletas que, en la antigüedad, correspondían cada una a un determinado grupo : el susamielli dello zampognaro, con cáscara de cítricos, destinado a los gaiteros que entraban a jugar en las casas y a los criados; el del buon cammino, rellenos de mermelada de cereza negra, destinados a sacerdotes y peregrinos: y el Susamelli dei nobili, preparados con harina refinada, reservado a los señores. Esta última es la que yo os traigo en esta ocasión.
Ingredientes :
- 125 g de harina de repostería
- 50 g de almendra molida
- 25 g de azúcar
- 125 g de miel
- 3 g de canela molida
- 0,6 g de nuez moscada molida
- 0,6 g de clavo molido
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de amonio*
- Unas cuantas almendras enteras para decorar
*Se puede usar 1/2 cucharadita de levadura química si no tienes o no quieres utilizar el bicarbonato de amonio.
Poner en un bol la harina, la almendra molida, el azúcar, las especias y el bicarbonato y mezclar bien. Formar con la mezcla un volcán y echar en el medio la miel. Ir integrando la mezcla a la miel y trabajar hasta conseguir una masa compacta. Hacer una bola, envolver con plástico y refrigerar durante unos 30 minutos.
Calentar el horno a 170ºC, con calor de arriba-abajo.
Ir cogiendo pedacitos de unos 25g y formar con cada uno palitos de unos 10 cm de largo. Dar a cada palito forma de S, poniendo una almendra entera en cada agujero como decoración, y colocar sobre varias bandejas de horno cubiertas con papel, dejando algo de espacio entre ellos ya que crecerán un poco, hasta acabar con toda la masa.
Hornear, a media altura, durante unos 13-14 minutos sin dejar que se doren demasiado. Deberán estar algo tiernas al sacarlas del horno ya que al enfriar se endurecerán un poco.
Sacar y pasar a una rejilla hasta que se terminen de enfriar.
Con esta cantidades salen unos 12-13 galletas pero están tan ricas que
debería haber hecho por lo menos el doble ya que, además, se conservan
muy bien, aproximadamente un mes, guardadas dentro de una lata metálica.
Fuente : Adaptada de Tavolartegusto
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