En algunas ocasiones los retos en los que estoy metida les da por coincidir y tengo que ingeniármelas para cuadrar las horas de publicación. En esta ocasión me ha vuelto a ocurrir pero la solución ha sido otra bien distinta, en esta ocasión los dos retos están recogidos en esta misma entrada así que vamos al lío que hoy va a ser larguita, jejjeje.
Ya nos habían comunicado,
Clara y
Virginia, que el reto de
Bake the World para este mes eran los
molletes de Marchena así que cuando encontré estas maravillosas
hamburguesas de bacalao en el blog elegido este mes en
El Asalta Blogs tuve claro que esta iba a ser la combinación perfecta para la entrada.
Lo primero será liarnos con los molletes, que es lo que más tiempo cuesta de estar hecho.
Lo que más me gusta de los retos es la labor de investigación que me permite conocer varias versiones del mismo plato pero, en esta ocasión, la información encontrada es más bien escasa así que al final me lié la manta a la cabeza y acabé realizando mi propia receta, aunque he seguido las indicaciones de amasado que daban en
el foro del pan. Nunca he probado estos molletes así que espero que los más expertos no solo se lleven las manos a la cabeza y me adviertan de mis errores.
Ingredientes :
Para el poolish
- 70 g de harina de fuerza
- 60 g de agua
- 3 g de levadura
Para el pan
- 200 g de harina de fuerza
- 125 g de harina
- 50 g de semolina
- 5 g de levadura fresca
- 5 g de sal
- 245 g de agua + 50 g para el final
- Semillas de sésamo
Mezclar los ingredientes del poolish, tapar y dejar reposar hasta que burbujee.
Poner en un bol las harinas, la semolina, el agua y el poolish preparado anteriormente, remover y dejar reposar una media hora.
Añadir la sal e integrar. Disolver la levadura en un poco del agua reservada para el final y verter en la masa. Integrar y volcar sobre la superficie de trabajo. Amasar hasta conseguir que la masa esté suave y lisa.
Poner en un bol y verter el resto del agua, amasar hasta que haya absorbido el líquido en su totalidad. La masa estará muy hidratada, parece que fuese masa de chapata. Tapar el bol y dejar fermentar hasta que doble, realizando 3 plegados cada media hora para dar fuerza a la masa.
Enharinar abundantemente la superficie de trabajo y volcar la masa. Espolvorear con las semillas de sésamo y más harina por encima y, con las puntas de los dedos, estirar dando golpecitos para que no se desgasifique demasiado.
Cortar en trozos del mismo tamaño aproximado y depositar sobre un paño enharinado para hacer una segunda fermentación.
Precalentar el horno a 270º C depositando una bandeja sobre la solera. Pasar, con ayuda de una pala, los molletes a la bandeja y dejar cocer 5 minutos. Subir la bandeja a la parte central y dejar otros 3 minutos.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Estos molletes son ideales para el desayuno, tostaditos por fuera para darles el punto de crujiente y blanditos por dentro, con una miga esponjosa y con grandes alveolos.
Ahora que ya tenemos el pan vamos a ponernos con las hamburguesas. Este mes tocaba asaltar al blog
El baúl de las delicias. Ha sido un asalto arduo y bien costoso ya que ya va haciendo calorcito para enfundarse las mallas y el pasamontañas así que, encima, tener que meterse nada menos que en un baúl era tarea complicada, jejjeje.
Aún así conseguí mi objetivo y mi botín, estas riquísimas
hamburguesas de bacalao, se fueron a casa conmigo para rellenar los deliciosos molletes de Marchena que acababa de hornear.
Ingredientes :
- 400 g de bacalao fresco (congelado)
- 2 cucharadas de perejil fresco picado
- 5 cucharadas de queso rallado (Grana Padano)
- 1 cucharada de harina
Dejar descongelar el bacalao y retirar las pieles y las espinas que pudiera tener. Desmigarlo estrujar con las manos para retirar lo más posible el agua que pudiera contener.
Poner en un bol junto al perejil y el queso rallado y mezclar hasta que la mezcla esté uniforme.
Espolvorear con la harina y amasar para integrar. La mezcla deberá estar húmeda pero manejable, si estuviera demasiado compacta añadir un poquitín de agua. Rectificar de sal si fuese necesario.
Poner una sartén al fuego con un chorrito de aceite y cocinar las hamburguesas a fuego lento, hasta que estén doradas. Dar la vuelta y dorar por el otro lado.
Sacar sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa.
Servir acompañadas con un montón de pimientos asados.
Yo elegí la opción de meterlas entre pan y acompañarlas de pimientos del Piquillo en tiras.
Y, como cualquier hamburguesa que se precie, no podía faltar un chorrito de alguna salsa, en mi caso un poco de mahonesa y un chorrito de mostaza. Ñam, ñam, totalmente delicioso.
Y, lo mejor de todo, mis hijos se las comieron sin rechistar, aún a sabiendas de que eran de bacalao... y les gustaron a rabiar. Todo un descubrimiento, menuda joya de receta.