Esta semana estoy un poco perezosa y es que, cuando comienza a bajar la temperatura, lo único que me apetece es envolverme en una manta y quedarme tirada en el sofá. Otra buena manera de quitarme de encima el frío es encender el horno, así que me he hecho el ánimo. Ya metida en harina he preparado un pan que tenía muchas muchas ganas de preparar y está realmente rico.
Este pan persa, Irán en la actualidad, fue horneado por primera vez por la etnia de los Hazaras. Ellos, conocidos como barbaríes (bárbaros), fueron quienes lo llevaron a Teherán, haciéndose muy popular durante la Dinastía Kayar. Aún hoy en Irán se le conoce con este nombre, sin embargo los Hazaras lo llaman nân-e tanoori (cocidodo en horno tandoori)
Fuente : Wikipedia
Ingredientes :
Para la masa madre de levadura
- 125 g de harina floja
- 75 g de agua
- 1,5 g de levadura fresca de panadero
Para la masa
- 200 g de m. madre de levadura
- 350 g de harina floja
- 150 g de semolina de trigo duro
- 300-310 g de agua
- 10 g de sal
Para decorar
- 1 cucharadita de harina
- 1 vaso de agua
- Semillas de sésamo y de nigella
El día anterior prepararemos la madre de levadura mezclando los ingredientes y amasándolos durante unos pocos minutos. Meter en un bote hermético y dejar toda la noche en la nevera.
Mezclar los ingredientes de la masa y dejar reposar 5 minutos. Pasar a la superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y amasar hasta que no se pegue a la mesa y esté suave y sedosa. Meterla en un bol, tapar, y dejar que fermente hasta que doble su volumen.
Dividir la masa en dos partes iguales, Dejar cubierta una de ellas y empezar a trabajar con la otra. Espolvorear con un poco de harina y estirar, primero apretando con las yemas de los dedos y después estirando de los extremos de la masa, hasta que tenga una longitud de unos 40cm de largo y 1cm de grosor. Colocar sobre una bandeja cubierta con papel y repetir con la otra pieza. Cubrir y dejar que vuelvan a fermentar hasta que doblen, deberán tener unos 2 cm de grosor.
Mientras los panes fermentan, disolver la harina de la decoración en el vaso de agua y dejar hervir durante un minuto. Reservar. Calentar el horno a 250ºC, con calor de arriba-abajo.
Cuando los panes hayan crecido y estén esponjosos distribuir 3 ó 4 cucharadas del líquido hervido sobre cada pan y, apretando, hundiendo los dedos hasta llegar a la bandeja, ir abriendo surcos paralelos, separados un par de centímetros entre cada uno, a lo largo de cada pan. Espolvorear con las semillas de sésamo y de nigella y hornear, a media altura, durante unos 10 minutos, hasta que los panes estén dorados y brillantes.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Y, si no quieres encender el horno, haz tortas más pequeñas con la masa y pásalas por la plancha o una sartén caliente durante unos 2 ó 3 minutos. Yo esto no lo he probado... aún. Pero, si lo dice Ibán Yarza, yo me lo creo a pies juntillas, jejjeje.
Lo que sí os puedo decir es que, junto a un buen té y acompañado de queso feta, está para ponerle un piso.
Fuente : Pan casero de Ibán Yarza