Parece que este verano se va a alargar aunque las temperaturas, a días, nos hayan dado una ligera tregua, por lo que sigue apeteciendo comer platos fresquitos. Así que no nos queda otra que retrasar el cuchareo hasta que bajen las temperaturas, pero ¡ay, cuándo bajen! Cuando bajen nos vamos a tirar a ello de cabeza. De momento, nos conformaremos con cosas tan deliciosas como los heladitos que hoy os traigo.
Hace mucho tiempo me aficioné a la leche merengada así que en el blog no podía faltar, lo que no me explico ni yo misma es cómo no estaba la receta publicada todavía, pero con el tiempo todo llega y aquí tenéis la prueba.
La idea de publicarla en forma de helado la tenía clara desde que trajeron unos biscuits en una oferta especial en Bofrost, la empresa de congelados que me sirve a domicilio. Cuando encontré en Mercadona las galletas de canela idénticas a las que esos heladitos tenían fui cuando me decidí a reproducirlos en versión casera.
Ingredientes :
- 500 ml de leche entera
- 200 ml de nata de montar
- 55 g de azúcar
- 20 g de azúcar glass
- 2 cucharadas de azúcar invertido (opcional)*
- 1 palo de canela
- La piel de 1/2 limón (sin la parte blanca, sólo la amarilla)
- 2 claras de huevo L
- Galletas de canela redondas
- Canela en polvo (opcional)
En un cazo poner la leche, el palo de canela, la piel de limón y 40 g de azúcar. Llevar a fuego medio, remover hasta que se disuelva el azúcar y dejar hasta que rompa el hervor. Retirar del fuego, añadir el azúcar invertido, remover y dejar infusionar hasta que se enfríe. Cuando esté a temperatura ambiente, retirar el palo de canela y la piel del limón.
Montar las claras con los 15 g de azúcar restante, hasta obtener picos fuertes, y mezclar ambas preparaciones cuidadosamente. Montar la nata con el azúcar glass e integrar con movimientos envolventes para que la mezcla se baje lo menos posible. Meter en la nevera por lo menos 2 horas, mejor toda la noche, y mantecar en la máquina heladera hasta que esté coja la textura adecuada.
Si no disponéis de máquina una vez refrigerada la mezcla verter en una fiambrera y congelar. Sacar cada media hora y romper los cristales de hielo que se hayan formado montando de nuevo la mezcla. Repetir 4 ó 5 veces hasta que esté cremoso.
Para montar los sándwiches, ir poniendo las galletas del revés en un molde cilíndrico de la misma medida que ellas. Pasar a una manga una parte del helado, cubrir cada galleta con él, espolvorear con un poco de canela en polvo (yo no lo hice) y tapar con otra galleta. Meter en bolsitas individuales, o cubrir con plástico cada sándwich, e ir colocándolos en una fiambrera. Tapar y volver a llevar al congelador hasta un ratito ante de servir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario