Páginas

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Pan persa o nân-e barbarí

    Esta semana estoy un poco perezosa y es que, cuando comienza a bajar la temperatura, lo único que me apetece es envolverme en una manta y quedarme tirada en el sofá. Otra buena manera de quitarme de encima el frío es encender el horno, así que me he hecho el ánimo. Ya metida en harina he preparado un pan que tenía muchas muchas ganas de preparar y está realmente rico.

    Este pan persa, Irán en la actualidad, fue horneado por primera vez por la etnia de los Hazaras. Ellos, conocidos como barbaríes (bárbaros), fueron quienes lo llevaron a Teherán, haciéndose muy popular durante la Dinastía Kayar. Aún hoy en Irán se le conoce con este nombre, sin embargo los Hazaras lo llaman nân-e tanoori (cocidodo en horno tandoori

    Fuente : Wikipedia

    Ingredientes :

    Para la masa madre de levadura

  • 125 g de harina floja
  • 75 g de agua
  • 1,5 g de levadura fresca de panadero

    Para la masa

  • 200 g de m. madre de levadura
  • 350 g de harina floja
  • 150 g de semolina de trigo duro
  • 300-310 g de agua
  • 10 g de sal

    Para decorar

  • 1 cucharadita de harina
  • 1 vaso de agua
  • Semillas de sésamo y de nigella

    El día anterior prepararemos la madre de levadura mezclando los ingredientes y amasándolos durante unos pocos minutos. Meter en un bote hermético y dejar toda la noche en la nevera.

    Mezclar los ingredientes de la masa y dejar reposar 5 minutos. Pasar a la superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y amasar hasta que no se pegue a la mesa y esté suave y sedosa. Meterla en un bol, tapar, y dejar que fermente hasta que doble su volumen. 

    Dividir la masa en dos partes iguales, Dejar cubierta una de ellas y empezar a trabajar con la otra. Espolvorear con un poco de harina y estirar, primero apretando con las yemas de los dedos y después estirando de los extremos de la masa, hasta que tenga una longitud de unos 40cm de largo y 1cm de grosor. Colocar sobre una bandeja cubierta con papel y repetir con la otra pieza. Cubrir y dejar que vuelvan a fermentar hasta que doblen, deberán tener unos 2 cm de grosor.

    Mientras los panes fermentan, disolver la harina de la decoración en el vaso de agua y dejar hervir durante un minuto. Reservar. Calentar el horno a 250ºC, con calor de arriba-abajo.

    Cuando los panes hayan crecido y estén esponjosos distribuir 3 ó 4 cucharadas del líquido hervido sobre cada pan y, apretando, hundiendo los dedos  hasta llegar a la bandeja, ir abriendo surcos paralelos, separados un par de centímetros entre cada uno, a lo largo de cada pan. Espolvorear con las semillas de sésamo y de nigella y hornear, a media altura, durante unos 10 minutos, hasta que los panes estén dorados y brillantes.

    Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.

    Y, si no quieres encender el horno, haz tortas más pequeñas con la masa y pásalas por la plancha o una sartén caliente durante unos 2 ó 3 minutos. Yo esto no lo he probado... aún. Pero, si lo dice Ibán Yarza, yo me lo creo a pies juntillas, jejjeje.

    Lo que sí os puedo decir es que, junto a un buen té y acompañado de queso feta, está para ponerle un piso.

    Fuente : Pan casero de Ibán Yarza

martes, 15 de noviembre de 2022

Bundt Cake con galletas Oreo

    Hoy se celebra el National Bundt Cake Day y, fiel a la cita, no podía por menos que publicar uno nuevo para sumar a los que ya hay en el blog. 

    La verdad que tenía muchas ganas de probar esta versión ya que, aunque ya tengo publicado éste en el que, además de las galletas, el cacao forma parte de la masa, en el que hoy traigo tan sólo van las galletas, lo que hace que el resultado sea totalmente distinto. 

    Ingredientes :

  • 200 g de azúcar fino + 1 cucharada
  • 250 g de mantequilla
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 5 claras de huevo
  • 300 g harina
  • 2 cucharaditas levadura
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 250 ml de nata líquida
  • 7 galletas oreo trituradas
  • 7 galletas troceadas
    Para el glaseado :

  • 200 g de azúcar glass
  • 2 ó 3 cucharadas de leche
  • 1/4 de cucharaditas de pasta de vainilla

    Poner a calentar el horno a 180ºC. Engrasar bien un molde de bundt de 10 tazas y reservar. Yo usé el Elegant Party de Nordic Ware.

    Tamizar la harina junto a la levadura y la sal. Batir la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla blanquee, esté espumosa y doble su volumen, Sin dejar de batir echar la vainilla. Incorporar la harina de tres veces, a velocidad baja, alternándola con la nata, empezando y terminando por la harina. 

    Montar las claras hasta que se formen picos firmes e incorporarlas en la masa, con movimientos envolventes con ayuda de una espátula, hasta que estén totalmente integradas. Añadir las galletas troceadas y, con mucho cuidado de que la mezcla no se baje, remover para que se repartan por toda la masa. 

    Echar la mitad en el molde preparado y alisar ligeramente la superficie. Espolvorear la galletas trituradas por encima y cubrir con el resto de la masa. Hornear, a media altura, de 50 a 55 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta ésta salga limpia. Sacar del horno y dejar reposar 10 minutos antes de desmoldar. Terminar de enfriar sobre una rejilla.

    Para preparar el glaseado poner en un bol el azúcar glass y la vainilla e ir incorporando la leche, poco a poco, mientras se va removiendo hasta conseguir la consistencia adecuada.

    Cuando el bundt esté totalmente frío, regar con el glaseado y decorar con más trocitos de galletas.

    No me digáis que no queda un corte precioso. Además al no llevar más que claras es tremendamente esponjoso y os aseguro que está impresionante.

    Fuente : El rincón de Bea

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Crema de zanahorias, boniato, tomillo y miso blanco

    Parece que esta vez va en serio que el otoño, por fin, se quiere instalar por estos lares. Por lo menos, las temperaturas han descendido lo suficiente como para empezar a comer de cuchareo y, aunque en mi casa lo del cuchareo no dejamos de practicarlo en todo el año, ahora es cuando realmente empieza a apetecer hacerlo. 

    La crema que hoy os traigo es ideal para estas temperaturas cambiantes de un día para otro porque está igual de rica templada que bien caliente. Como el sabor que tienen los boniatos me encanta, además de aprovechar que están en plena temporada, he pensado que no estaría nada mal si éste fuera el ingrediente principal de la crema, así que ha sido "pensat i fet" como dicen por aquí.


     Ingredientes :

  • 250 g de zanahorias
  • 150 g de cebolla
  • 500 g de boniatos rojos
  • 500 ml de agua
  • 1 cucharada de hojas de tomillo fresco
  • 2 cucharadas de miso blanco
  • 100 ml de crème fraîche
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo
  • Semillas de sésamo negro  

    Pelar la cebolla, las zanahorias y los boniatos. Picar la cebolla fina, partir las zanahorias en rodajas y los boniatos en cuadraditos. En una cazuela poner el aceite y pochar la cebolla a fuego medio. Cuando comience a estar blanda añadir las zanahorias y los boniatos y rehogar. Verter el agua, echar el tomillo, salpimentar y, cuando arranque el hervor, bajar a fuego mínimo, tapar y dejar cocer hasta que la verdura esté blanda, unos 20 minutos.

    Apartar del fuego y triturar hasta que esté fino. Agregar la crème fraîche, reservando un par de cucharadas para finalizar el plato, y las cucharadas de miso y volver a triturara hasta que esté uniforme. Rectificar de sal, si hiciera falta, y repartir en los platos. Decorar con la crème fraîche reservada y unas ramitas de tomillo fresco. Espolvorear un poco de sésamo negro por encima y servir antes de que se enfríe. Se puede volver a calentar pero, debido a que tiene miso, no debe llegar a hervir. 

    También podéis decorar los platos haciendo unas flores en unas cuantas de las rodajas de zanahoria. Tan solo tendréis que retirar unas cuantas antes de triturar la crema y darles forma con la puntita de un cuchillo. Es algo laborioso pero queda taaan bonito ¿no os parece?