Hoy los panarras estamos de celebración ya que hoy, día 16 de octubre, es el Día Internacional del pan. Creo que puedo decir, sin llegar a equivocarme, que la mejor manera de celebrarlo es animarse a preparar y hornear un pan.
- 150 g de calabaza horneada
- 500 g de harina panadera
- 35 g de huevo
- 10 g de sal
- 25 g de aceite de oliva
- 200-250 g de agua
- 150 g de masa madre (100% de hidratación)
- 0,3 g de levadura fresca
Al día siguiente sacar y dejar atemperar mientras se calienta el horno a 210ºC, con calor de arriba-abajo, dejando una bandeja a mitad de altura y otra en la parte baja.
Volcar sobre una pala cubierta con papel de horno y espolvorear con un poco de harina.
Greñar el pan apretando un aro pequeño en el centro de cada bola, hasta casi llegar al fondo, y dar cortes a su alrededor para simular la forma de una calabaza. Dejar deslizar el papel sobre la bandeja de horno. Echar un vaso de agua hirviendo en la bandeja de la parte baja y cerrar enseguida para que no se escape el vapor.
Hornear durante unos 18 minutos, retirando la bandeja con agua a los 7-8 minutos.
No os imagináis el olor que hay en mi cocina, bueno en realidad en toda la casa, mientras se está horneando esta maravilla. Para mí, el olor a pan recién hecho es uno de los mejores ambientadores y si, además, le añadimos el ligero aroma de la calabaza ya ni os cuento.
Fuente : Gastronomía&Cía
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