Mi aportación está inspirada en una de las tartas clásicas más famosas de la repostería francesa : la Tarta Fraisier.
Con estas cantidades me salieron 4 helados grandes y 4 pequeños, aunque a estos últimos no les puse el bizcocho calado.
Ingredientes :
- 150 g de leche entera
- 225 g de nata de montar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 2 yemas de huevo L
- 70 g de azúcar
- 1 cucharadita de azúcar invertido
- 50 g de fresas cortadas en trocitos
- 4 bizcochos de soletilla
- 25 g de agua
- 2 cucharaditas de kirsch
- 250 g de cobertura de chocolate con sabor a fresa
- 1 cucharada de mantequilla
- 25 g de cobertura de chocolate blanco
- Bolitas de galleta y fresa
- Fresas liofilizadas
La base de este helado es una crema inglesa así que será lo primero que habrá que hacer.
Poner en un cazo la leche y 100 g de nata, remover y llevar a fuego suave hasta que rompa a hervir. Retirar del fuego y reservar.
Batir las yemas junto a 45 g de azúcar. Cuando se haya disuelto todo el azúcar y la mezcla esté cremosa, añadir poco a poco la leche, sin parar de remover. Verter de nuevo en el cazo y dejar cocer a baño maría, removiendo continuamente con una cuchara de madera, hasta que espese ligeramente y comience a napar la cuchara, teniendo en cuenta que no deberá hervir para que no se corte la crema. Colar y dejar enfriar, removiendo de vez en cuando para que no se forme costra.
Mientras se atempera la crema, haremos el almíbar, con el que calaremos los bizcochos, para que le de tiempo a enfriarse por completo.
Poner en un cazo el agua y el resto del azúcar (25 g) llvar al fuego y, cuando comience a hervir dejarlo cocer un par de minutos. Retirar del fuego y añadirle el kirsch. Remover y dejar enfriar.
Cuando la crema esté templada agregar el resto de la nata (125 g), el azúcar invertido y la esencia de vainilla. Remover hasta que esté todo integrado y verter en un recipiente hermético. Meter en el congelador durante 3 horas. Sacar, batir y volver a llevar al congelador hasta que comience a endurecerse. Volver a batir, añadir los trocitos de fresa y remover con cuidado para que se repartan uniformemente. Rellenar los moldes elegidos hasta 2/3 de su capacidad y colocar los palitos.
Aplanar un poco, con ayuda de un rodillo, los bizcochos de soletilla. Cortarlos a la medida de cada molde y cubrir con ellos la crema. Calar con el almíbar frío, con ayuda de una brocha de repostería y repartir por encima un poco más de crema hasta taparlos. Llevar al congelador de nuevo hasta que se endurezcan por completo, de 5 a 6 horas.
Fundir la cobertura de fresa en el microondas a golpes de 45 segundos, con cuidado de que no se queme. Cuando esté bien líquido añadir la mantequilla y remover para integrar. Fundir también la cobertura blanca y meterla en una manga pequeña.
Sacar los helados de los moldes, de uno en uno. Sumergir en la cobertura y dejar que escurra el sobrante.
Poner sobre papel de horno., regar con unos hilos de chocolate blanco y decorar con las bolitas y las fresas liofilizadas.
Volver a llevar al congelador hasta que vayamos a disfrutarlos.
La verdad es que en mi bombón helado la base, en vez de ser una muselina de vainilla que es lo que se usa tradicionalmente en la preparación de la tarta, ha pasado a ser la crema helada de vainilla del libro Helados y el bizcocho genovés unas soletillas. Aunque sí que he respetado la inclusión de uno de los distintivos más significativos de la tarta clasica : las fresas frescas. Aunque, a pesar de llevar estas últimas, es una adaptación bastante alejada de lo que sería la tarta tradicional pero, eso sí, los helados ricos están un rato largo.
Fuente : Libro Helados de Amelia Wasiliev & Alice Cannan
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