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domingo, 25 de marzo de 2018

Bizcochitos de naranja. El traje nuevo del Emperador {Una galleta, un cuento}

    Hace mucho, mucho que no participaba en Una galleta, un cuento, el reto creado por Patty's Cake, y la verdad es que ya tenía mono. En esta ocasión el cuento elegido por Mercedes, la ganadora del cuento anterior, ha sido "El traje nuevo del Emperador".
    Este cuento de hadas danés escrito por Hans Christian Andersen es bien conocido por todos y acaba con un mensaje de advertencia : "No tiene por qué ser verdad lo que todo el mundo piensa que es verdad".


    La verdad que cuando vi de que cuento se trataba me eché a temblar, no tenía ni idea por donde enfocar mi aportación... hasta que se me ocurrió utilizar el molde de Williams Sonoma que me trajeron de Nueva York esta Navidad, el Nutcracker de Nordic Ware.


    Sólo que, en esta ocasión, los cascanueces se iban a convertir en emperadores, jejjeje. Y no unos emperadores corrientes, unos muy dulces y deliciosos, unos de bizcocho de naranja.


    Ingredientes :
  • 80 g de aceite suave (yo le puse de girasol)
  • 160 g de azúcar
  • 3 huevos L
  • 40 ml de zumo de naranja
  • 20 ml de licor de naranja amarga
  • Ralladura de media naranja
  • 1 cucharadita de aroma de azahar
  • 180 g de harina bizcochona

    Engrasar bien el molde, incidiendo en todos los recovecos y dejar boca abajo para que escurra el excedente de grasa. Puedes utilizar cualquier molde de una capacidad de 6-9 tazas.
    Precalentar el horno a 170ºC, con calor de arriba-abajo.
    En el bol de la amasadora batir los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen su volumen. Bajar la velocidad y verter en hilo el aceite. Cuando esté integrado añadir el zumo, el licor, el azahar y la ralladura y batir hasta que la mezcla esté uniforme.
    Agregar la harina tamizada y mezclar a baja velocidad justo hasta que esté integrada con la masa.
    Verter en el molde preparado y hornear, a media altura, durante unos 25-30 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta esta salga limpia.
    Sacar y dejar reposar sobre una rejilla durante 10 minutos antes de desmoldar. Pasado este tiempo poner la rejilla encima del molde, volcar sobre ella, retirar el molde y dejar que se termine de enfriar.


    Mirar, he "descalzado" al emperador para que podáis ver la miga que tiene el bizcocho. Está rico, delicioso, suave y jugoso.
    Ya sólo me queda dejaros el recopilatorio de este mes para que podáis ver las maravillas que han preparado mis compis de reto.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Macarons de Pascua. Carrot Cake & Cinnamon Roll Macarons

    Hacía meses que tenía ganas de ponerme a preparar estos deliciosos "diablillos" de nuevo, pero nunca encontraba el momento, así que cuando vi en Instagram que @isa_macs nos proponía llenar las redes de macarons el primer día de primavera me lié la manta a la cabeza y me puse a ello. Si a esto le sumamos que, desde hace unos días, estamos invadidos por conejos y huevos de Pascua no podía dejar de aprovechar el momento para sumarme a esta invasión y mis macarons iban a tener precisamente esta forma : de huevo de pascua... si acaso lo de los conejos lo dejo mejor para el año que viene, jejjeje.


    Me apetecía además experimentar con sabores un poco distintos a los habituales, de ahí que mis mac-huevos han acabado siendo de Carrot Cake y de Cinnamon Roll.


    Paso a la receta ya que, en esta ocasión, os traigo un 2x1


    Carrot Cake Macarons
    Ingredientes :
  • 80 g de azúcar glass
  • 80 g de harina de almendra
  • 30 g de claras
  • 14 g de zanahoria deshidratada 
  • 1/4 de cucharadita de canela molida
  • 8 gotas de colorante naranja (usé electric orange de Americolor)
  • 90 g de azúcar blanquilla
  • 22 g de agua
  • 30 g de claras
     Relleno :
  • 100 g de queso crema
  • 50 g de azúcar glass
  • 50 g de nata de montar
    Cinnamon Roll Macarons
    Ingredientes :
  • 80 g de azúcar glass
  • 80 g de harina de almendra
  • 30 g de claras
  • 90 g de azúcar blanquilla
  • 22 g de agua
  • 30 g de claras
    Relleno :
  • 100 g de chocolate blanco
  • 30 g de leche
  • 1 pizca de cardamomo molido
  • 1/8 de cucharadita de canela molida

    El proceso para ambos tipos de macaron es el mismo, la única variación es la zanahoria, la canela y el colorante que en los de cinnamon roll no añadimos. 
    Lo primero será triturar juntos la almendra, el azúcar glass, la zanahoria deshidratada y la canela en polvo del primer grupo de ingredientes durante unos 10 segundos a la máxima potencia. Yo lo hago en la Thermomix pero podéis usar también un molinillo. Ojo, si os pasáis la almendra comenzará a soltar su aceite interior formándose una pasta y ya no nos serviría.
    Poner en un bol, añadir las primeras claras y mezclar hasta que se unifique la masa. Agregar el colorante y mezclar hasta integrar. Tapar el mazapán resultante con film para que no se reseque.
    Para el siguiente paso necesitaremos un termómetro de cocina.
    Poner en un cazo el azúcar junto al agua y llevar al fuego. Cuando la mezcla alcance los 110º C comenzar a batir las otras claras, deberán estar casi montadas cuando el almíbar llegue a 118º C. Retirarlo del fuego, bajar la velocidad de montado de las claras y añadir el almíbar en forma de hilo por un lateral, nunca por encima de las varillas. Cuando esté totalmente integrado volver a subir la velocidad y seguir batiendo hasta que la temperatura baje a unos 40º C, vamos que al tocar las paredes del bol este esté templado.
    El siguiente paso es lo que se llama el macaronage, que consiste en unir ambas preparaciones, para lo cual usaremos una lengua y mezclaremos con movimientos envolventes hasta que estén bien integradas. Deberá estar lisa y brillante y debe caer lentamente en forma de cinta si la dejamos caer desde la lengua.
    Rellenar una manga provista de una boquilla lisa de unos 12 mm y formar pequeños montoncitos sobre un tapete de teflón o papel de horno, con la manga perpendicular a la bandeja, de unos 3'5 mm de diámetro (más o menos el mismo diámetro que el tapón de una botellita de agua) arrastrando un poco la manga hacia uno de los lados para que quede la forma de huevo. Lo ideal es hacerse una plantilla para ajustar el espacio y controlar el tamaño. Dar golpecitos a la bandeja por bajo para que los picos que nos hayan quedado al formarlos se integren.
    Dejar que se sequen para que formen una ligera costra que será determinante para que les salga un buen pie y no rompan por arriba al cocer. Al tocarlos ligeramente con los dedos no se deben pegar.
    Precalentar el horno a 150º C, con calor de arriba-abajo y sin aire, y dejarlos cocer durante unos 12 minutos a media altura. 
    Sacar y dejar enfriar sin levantarlos hasta que estén fríos que ya veréis como se despegarán casi solos. Si no es así podéis ayudaros de un cuchillito.
    Guardar en la nevera dentro un recipiente hermético durante unas 24 horas antes de rellenarlos para que se terminen de asentar y queden con esa textura tan especial que debe de tener un buen macaron.

    Para preparar la crema de queso de los Carrot Cake empezaremos a batir la nata. Cuando esté semimontada añadir el azúcar y el queso y seguir batiendo hasta que haga picos duros.
    Para el relleno de los Cinnamon Roll derretiremos el chocolate blanco en el microondas en pequeños intervalos para evitar que este se queme. Una vez derretido añadir la leche y las especias y batir con una varilla de mano hasta que esté completamente integrado y quede una crema suave y sin grumos. 
    Prepararemos los rellenos unas cuantas horas antes de tener que utilizar y los refrigeraremos para que cojan un poco de cuerpo y no se escurran.
    Rellenar la mitad de las coquilles de macaron con un botoncito del relleno elegido y cerrar con el resto de las coquilles y terminar de enfriar en la nevera dentro de un recipiente hermético para que el relleno coja cuerpo.


    Y no podía dejar de enseñaros la mordida tan espectacular que tienen.
    En casa han triunfado, si los de Cinnamon Roll están deliciosos, los de Carrot Cake ya te llevan directamente al paraíso.

martes, 13 de marzo de 2018

Gofre de tupinambos con setas al tomillo

    A punto de comenzar la primavera tenemos que aprovechar las últimas cosechas de verduras y tubérculos de invierno. En este caso, de nuevo, vuelvo a la carga con uno de mis tubérculos preferidos, el tupinambo, preparando unos gofres que quitan el sentido.


    Parece que los gofres salados me han ido persiguiendo en los últimos meses  así que, al final, me he dado por vencida y me he lanzado a prepararlos yo también. En otoño, en la revista Saveurs, publicaron un gofre de patata acompañado de champiñones que se me quedó grabado en la retina. Unos meses más tarde, en la revista Regal, encontré un especial de gofres salados, 5 recetas a cada cual más apetitosa. Y, para rematar, el maravilloso gofre de Eva, de Fresa & Pimienta, que es absolutamente impresionante. Me puse con ellos a principio de mes pero hasta ahora no he tenido tiempo de que la receta viera la luz. Ya sabéis, no me da más la vida 😟😟😓😓


    En mi cabecita iba rondando la idea de como preparar los mios y, cuando fui al mercado y vi los tupinambos me saltó la chispa, los mios iban a ser de tupinambo.
    Y, cogiendo un poquito de aquí y un poquito de allí, esta es mi nueva aportación a los gofres salados. Porque estos son mis segundos gofres salados en el blog, si quieres ver los otros pincha aquí. Y ya sabéis lo que se dice, que no hay dos sin tres 😉😉


    Ingredientes :
  • 300 g de tupinambos
  • 1 huevo L
  • 30 ml de nata líquida
  • 1 cucharada de perejil seco
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
    Para acompañar
  • 200 g de setas variadas*
  • 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
  • Unas ramitas de tomillo fresco
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
    *Yo he utilizado una mezcla de setas shimeji blancas y marrones y trozos de setas ostra.


    Lo primero preparemos el acompañamiento. Limpiar bien las setas con un pincel, si fuese necesario, y rehogarlas en una cazuela con el chorrito de aceite. Cuando pierdan el agua que contienen añadir las hojas de varias ramitas de tomillo y salpimentar al gusto. Dejar un par de minutos más, tapar y retirar del fuego. Reservar en caliente.
    Enchufar la gofrera para que se caliente.
    Pelar, lavar y secar bien los tupinambos. Rallarlos, con un rallador de grano grueso, y colocarlos en un bol. Añadir el huevo ligeramente batido, la nata, el perejil y salpimentar al gusto. Remover hasta que la mezcla este uniforme.
    Cuando la gofrera esté caliente, engrasarla con aceite de oliva, con ayuda de un pincel y poner una buena cucharada de la mezcla en cada parte. Cerrar la gofrera y dejar cocinar de 7 a 10 minutos, hasta que cada gofre esté dorado y crujiente por fuera.
    Sacar a un plato caliente y tapar con papel aluminio para que no se enfríen. Repetir con la mezcla hasta acabar.
    Servir bien calienten acompañados de las setas al tomillo preparadas anteriormente. Espolvorear con unas pocas más de hojitas de tomillo fresco.


    Decir que están ricos es quedarse cortos, ñam ñam. Si te gusta el sabor a alcachofa que tiene este tubérculo, claro está.

jueves, 8 de marzo de 2018

Petit de fresa caseros #estesiesungranpetit

    Ya sé que ya tocaba entrada salada pero, ya sabéis que los retos me pueden, no podía dejar de participar en este #estesiesungranpetit que nos propuso @cocinandosabores en instagram. Me puse manos a la obra y, como el día 5 ya tenía el Cooking the Chef, no he tenido tiempo hasta hoy de dejaros la receta de estos deliciosos petits.


    La receta es la de Cocinando sabores pero mi propuesta no es ligera como la suya, así que mis petits llevan nata montada y el queso que he utilizado no es light. Si hay que pecar se peca 😂😂


    Y, para que quedaran todavía más auténticos, los he presentado en estos tarritos iguales a los originales que compré hace años y aún no había estrenado. He hecho la mitad de la receta y me ha dado para rellenar 9 vasitos de 60ml.


    Ingredientes :
  • 150 g de fresas frescas
  • 75 g de nata líquida (38% de mat. grasa)
  • 150 g de queso crema (usé Philadelphia)
  • 25 g de azúcar
  • 2 g de gelatina en polvo
    Lo primero será poner a hidratar la gelatina en un poco de agua. Triturar las fresas hasta hacerlas un puré. Colar para retirar las semillas y que quede lo más fino posible.
    Poner en un cazo el puré colado, el queso y el azúcar. Calentar, a fuego suave, removiendo hasta que la mezcla esté uniforme pero sin dejar que legue a hervir. Retirar del fuego y añadir la gelatina, batir con una varilla hasta que esté totalmente integrada. Dejar que se enfríe a temperatura ambiente.
    Montar la nata e ir añadiendo la mezcla de fresas poco a poco integrándola, con ayuda de una espátula, con movimientos envolventes para que no se desmonte la nata y quede una mezcla esponjosa.
    Verter en los vasitos elegidos y dejar enfriar en la nevera varias horas para que se termine de cuajar. Lo mejor es dejarlos reposar durante toda la noche.


    Una vez cuajados tapar para que no se vaya secando por arriba, aunque a los que yo hice no les dio tiempo a secarse 😂😂


    ¿¿A qué tienen buena pinta?? Cremosos y esponjosos no, lo siguiente.
   

lunes, 5 de marzo de 2018

Crema de chocolate y avellanas de Claus Meyer {Reto Cooking the Chef}

    Hace unos meses en instagram propusieron en un reto preparar crema de chocolate casera y yo, para no variar, no llegué a tiempo de unirme a él, pero el gusanillo se me quedó dentro. Así que, cuando buscando recetas de Claus Meyer para el Cooking the Chef de este mes, encontré esta maravilla en su página de facebook, que os aseguro que está para flipar, no dudé ni un momento en prepararla y, de esta manera, matar dos pájaros de un tiro.


   Parece mentira lo fácil y rápido que es preparar una crema de chocolate y avellanas casera, sabiendo a pies juntillas los ingredientes que lleva, sin más grasa que la que le proporcionan las avellanas. Te olvidarás de mirar la composición de las compradas y encontrarte con el aceite de palma y otros ingredientes raros que no te aportan nada. Esta claro que como lo casero no hay NADA.


    Ingredientes :
  • 125 g de chocolate postres 70%
  • 125 g de chocolate postres ligero (52%)
  • 125 de avellanas sin cáscara
  • 100 g de miel
  • 175 g de agua hirviendo
    Precalentar el horno a 160ºC con calor de arriba-abajo.
    Extender las avellanas en una bandeja, meter al horno a media altura y dejar tostar durante unos 15 minutos removiéndolas de vez en cuando para que se doren uniformemente.
    Sacar del horno, extenderlas sobre un paño, tapar con otro paño y frotar, haciéndolas rodar, para que la piel se desprenda. No importa que quede algo, eso le dará más sabor. Dejar enfriar.
    Poner en un procesador de alimentos los dos chocolates troceados y triturar lo máximo posible. Yo lo puse en la Thermomix y le di varios pulsos de turbo.
    Añadir al vaso las avellanas y la miel y triturar a vel.9 hasta que se empiece a formar una pasta fina. Bajar lo que se haya pegado en las paredes hacia las cuchillas y poner a vel.3. Verter el agua hirviendo poco a poco hasta obtener una crema suave.
    Guardar en botes de cristal con cierre hermético y dejar enfriar.


    Se puede conservar en la nevera hasta unos 40 días. Aunque para consumirla deberéis sacarla un buen rato antes de la nevera para que se pueda extender mejor.


    Y tú ¿eres de Nutella o de Nocilla? aunque si pruebas esta maravilla no dudarás ya que te atrapará en sus redes su espectacular sabor, #estosieslacremdelacrem.