Magdalenas de cítricos. Semana 18 del reto de "la magdalena de la semana"

    Otra riquísima receta propuesta por Sandra de "Cakes Palma" sacada del libro "1 masa, 100 muffins" de Susanna Tee. Esta receta corresponde a la semana 18 de este reto.

    La receta base es la misma pero siempre con ligeras variaciones en cada receta... y el toque que Yo le aporto.
    Ingredientes :

• 280 g de harina
• 1 cucharada de levadura Royal
• 1/2 cucharadita de bicarbonato
• 1 pizca de sal
• 150 g de azúcar
• 2 huevos
• 250 ml de yogurt natural
• 6 cucharadas de aceite de girasol
• ralladura de 1 naranja y 1 limón
• rodajas de naranja confitada para decorar

    ( glaseado de limón )

• 25 g de mantequilla en pomada 
• 100 g de queso cremoso suave
• 100 g de azúcar glass
• 1 cucharada de zumo de limón recién exprimido

    Precalentar el horno a 200º. Poner cápsulas de magdalenas dentro de los moldes.
    Para preparar el glaseado batir la mantequilla y el queso en un cuenco hasta que la masa sea homogénea. Añadir el azúcar glass tamizado y seguir batiendo. Agregar el zumo de limón poco a poco hasta que tenga una consistencia cremosa y reservar en la nevera.
    Tamizar la harina junto a la levadura, la sal y el bicarbonato. Añadir el azúcar y remover. Agregar la ralladura de los cítricos.
    Batir ligeramente los huevos, añadir el yogurt y el aceite y remover.    Hacer un hueco en el centro de los secos y verter los líquidos. Mezclar sin trabajar demasiado.
    Repartir la masa en los moldes y hornear durante unos 20 minutos, hasta que hayan subido y estén doradas.
    Dejar reposar 5 minutos fuera del horno y desmoldar. Terminar de enfríar sobre una rejilla.
    Cuando estén frías cubrir con el glaseado, Yo lo hice con el decomax con una boquilla de estrella, y colocar con una rodajita de naranja confitada sobre el glaseado.

    Conservar dentro del frigorífico hasta que las vayamos a servir.
    Ni que decir tiene que con el sabor refrescante del limón y lo fresquitas que se ponen al reposar en la nevera están impresionante. De hecho, cada vez que abría el frigo no podía dejar de meter el dedo en el glaseado mientras las magdalenas se horneaban... ummmm, queeeé bueeeenas!!!