Todas las navidades unas de las galletas que no faltan en mi mesa son los shortbreads pero, hasta ahora, no me había animado a prepararlas yo. Este galletario me ha dado la oportunidad de hacerlo y, si las compradas están ricas, os aseguro que éstas no lo están menos... fue decir en casa que si querían probarlas y desaparecieron de la mesa en un plis plas.
Las shortbreads son unas galletas tradicionales típicas escocesas que se pueden encontrar de tres formas distintas. Las que se preparan formando un gran círculo con la masa, dividiéndola en segmentos al salir del horno, se llaman "petticoat tails", las que se preparan individuales en forma de discos son "shorbread rounds" y las rectangulares de unos 2 ó 3cm de ancho "fingers".
Ingredientes :
- 112 g de harina de repostería
- 50 g de maicena
- 55 g de azúcar glass
- 1 pizca de sal
- 112 g de mantequilla en pomada
Poner en un bol la mantequilla, la sal y el azúcar y trabajar hasta que la mezcla esté homogénea. Añadir las harinas tamizadas y seguir trabajando solo hasta que la masa esté integrada pero sin trabajar en exceso.
Extender, con ayuda de un rodillo, hasta que la masa tenga 1cm de grosor. Cortar con un cuchillo afilado tiras de unos 3cm de ancho y después hacer rectángulos de unos 7,5cm de largo. Pinchar con los dientes de un tenedor e ir colocando sobre una bandeja de horno cubierta con papel. Refrigerar por lo menos durante una hora.
Calentar el horno a 170ºC, con calor de arriba-abajo. Meter la bandeja en el horno y dejar cocer durante unos 12 minutos. Sacar del horno, traspasar a una rejilla y dejar que se enfríen por completo.
Y nada mejor para acompañarlas que una buena taza de té, of course. De momento yo me llevo la mía que luego se acaban y no me dejan probar ni las migas, jejjeje.
Fuente : Directo al paladar
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