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domingo, 28 de mayo de 2023

Vasitos de Selva Negra

    Qué ganas tenía de que comenzara la temporada de cerezas! El disfrutar picoteando esta delicada fruta ha llegado a ser es uno de mis vicios confesables. Si además las cerezas van acompañadas de chocolate, en cualquiera de sus variaciones, ya es para morirse de placer.  

    Y, para que el morirse de placer se convierta tan sólo en una ligera desconexión, he decidido presentar el postre en formato individual.

    Ingredientes :

    Para el bizcocho de chocolate
  • 85 g de harina 
  • 25 g de cacao en polvo sin azúcar ( tipo Valor)
  • 140 g de azúcar
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato
  • 1/4 de cucharadita de levadura química
  • 1 pizca de sal
  • 1 huevo L
  • 60 ml de aceite de girasol
  • 90 ml de leche
  • 90ml de agua hirviendo
    Para la gelatina de cereza
  • 200 g de cerezas deshuesadas
  • 75 g de azúcar
  • 1/2 cucharadita de zumo de limón
  • 2 hojas de gelatina
    Para el almíbar de kirsch
  • 40 g de agua
  • 40 g de azúcar
  • 15 ml de kirsch o licor de cereza
    Para el chantilly de mascarpone
  • 125 g de queso mascarpone
  • 200 g de nata de montar (mínimo 35% mg)
  • 30 g de azúcar glass
  • 1/2 cucharadita de vainilla en pasta
    Además
  • 1 puñado de cerezas 
  • Nibs de cacao para decorar

    En esta ocasión da igual por cual de las distintas preparaciones comencemos ya que todas necesitarán un tiempo de enfriado. En mi caso, preparé todas, menos el chantilly, el mismo día. Al día siguiente preparé el chantilly, trituré la gelatina y monté los vasitos a primera hora de la mañana, dejándolos reposar en la nevera hasta la hora de la comida.

    Para preparar el bizcocho, calentar el horno a 180ºC. Engrasar una bandeja de horno y cubrir la base con papel. Tamizar la harina junto al cacao, la levadura, el bicarbonato y la sal. Añadir el azúcar y mezclar bien. En otro bol, batir los huevos. Agregar el aceite, la leche y el agua hirviendo. Cuando esté integrado, volcar sobre la mezcla de harina y cacao y mezclar, con una espátula, justo hasta que esté uniforme. Verter en la bandeja y hornear, a media altura, hasta que el bizcocho esté cocido, El tiempo dependerá del tamaño de la bandeja así que deberéis ir vigilándolo a partir de unos 15 minutos. Pinchar con una agua para comprobar que esté bien hecho, sacar del horno, retirar la bandeja y dejar enfriar por completo, sobre el papel, encima de una rejilla. Si decidís prepararlo el día anterior de montar los vasitos envolverlo en film, una vez frío, y refrigerar.

    Lo siguiente será preparar el almíbar. Para ello poner en un cazo pequeño el agua y el azúcar. Cuando empiece a hervir dejar un par de minutos, retirar del fuego y dejar atemperar. Añadir entonces el kirsch y reservar metido en un biberón de cocina.

    Para preparar la gelatina de cereza pondremos las hojas de gelatina, a remojo, en un cuenco con agua fría. Poner las cerezas deshuesadas en un cazo junto con el azúcar y el zumo de limón. Llevar a fuego medio y cocer hasta que, al apretarlas con una cuchara éstas se deshagan. Apartar del fuego, escurrir las hojas de gelatina, apretándolas con la mano, y echarlas dentro del cazo. Mezclar hasta que estén totalmente integradas, verter en una fuente y dejar enfriar en la nevera. Cuando la gelatina esté bien cuajada cortar en trozos, triturar hasta que esté sedosa y meter en una manga. Lo mismo que como el bizcocho, si decidís prepararlo el día anterior, filmar la bandeja de la gelatina fría y refrigerar.

    Para el chantilly tanto el queso como la nata deberán estar muy fríos. Batir el mascarpone, el azúcar, la vainilla y un tercio de la nata hasta que esté todo integrado. Añadir el resto de la nata y montar hasta que esté bien firme. Meter en una manga provista de una boquilla rizada y conservar en la nevera.

    Si habéis preparado la gelatina el día anterior éste será el momento de cortarla en trozos , triturar hasta que esté sedosa y meter en una manga.

    Para montar los vasitos cortaremos círculos de bizcocho del mismo tamaño de los vasitos. Introducir cada uno en un vasito, calar bien con el almíbar, poner encima una capa de gelatina y terminar de rellenar con chantilly. Espolvorear con unos pocos nibs de cacao y terminar de adornar con una cereza entera. Repetir el proceso con el resto de los vasitos y refrigerar hasta el momento de llevar a la mesa.

    Tengo que reconocer que hacer este postre lleva su tiempo con tantas preparaciones distintas, pero ninguna es complicada y os aseguro que el resultado final merece la pena porque está absolutamente delicioso. Un verdadero pequeño placer.

    Fuente de inspiración y de algunas preparaciones : Bavette