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miércoles, 28 de abril de 2021

Expresso Macadamia Loaf

     Tras la interminable sucesión de estos días grises y lluviosos que tenemos, en esta caprichosa primavera, se vuelve absolutamente necesario el alegrarlos con algo dulce, muy dulce, y altamente consistente, por supuesto. Y justo estaba yo pensando en que preparar cuando ante mis ojos se apareció en Instagram esta maravilla.


    Es cierto que algunos de los ingredientes que se necesitaban para realizarlo no los tenía pero me lié la manta a la cabeza y empece a hacer cambios con lo que encontré en la despensa. No sé como estaría el bizcocho de la receta original pero os aseguro que el que resultó de mis cambios estaba rico hasta decir basta así que aquí os dejo la receta que preparé por si os animáis a hacerlo vosotros.


    Ingredientes (para un molde de 25 cm de largo) :

    Para el bizcocho

  • 60 ml de café expresso frío
  • 125 g de nueces de macadamia
  • 3 huevos L
  • 150 g de sirope de arce
  • 200 ml de aceite de girasol
  • 60 ml de leche semidesnatada
  • 1 pizca de sal
  • 1/4 de cucharadita de esencia de vainilla
  • 3 cucharaditas de levadura química
  • 225 g de harina de espelta
  • 80 g de pepitas de chocolate

    Para el glaseado

  • 20 g de chocolate blanco
  • 1 cucharadita de aceite de girasol
  • 40 g de mantequilla de cacahuete
  • 3 cucharadas de café expresso templado
  • 1 cucharada de sirope de arce
  • 1/4 de cucharadita de esencia de vainilla

    Para la decoración

  • 1 cucharada de pepitas de chocolate
  • 25 g de nueces de macadamia
  • Pétalos de flores comestibles (opcional)


    Calentar el horno a 180ºC. Engrasar bien el molde elegido con spray antiadherente y reservar boca abajo sobre papel de cocina. 

    Tostar las macadamias, en una sartén sin grasa, hasta que empiece a desprenderse su aroma, pero con cuidado de que no se quemen, y dejar enfriar. Una vez frías triturar hasta que tenga una textura muy fina. Reservar. Tamizar la harina junto a la levadura y la sal y reservar.

    En un bol batir los huevos hasta que hayan doblado su volumen y estén espumosos. Poner a velocidad baja y, sin parar de batir, verter en hilo el aceite, el sirope, la leche, el café y la vainilla. Cuando esté uniforme, añadir la mezcla de harina y las macadamias trituradas y trabajar hasta que esté todo bien integrado. Agregar las pepitas de chocolate y mezclar, con ayuda de una espátula para que se repartan uniformemente por la masa.

    Verter en el molde preparado anteriormente y hornear, a media altura, durante unos 40-45 minutos hasta que al pinchar con una aguja ésta salga limpia. Sacar del horno y dejar reposar 5 minutos antes de desmoldar y traspasar a una rejilla para que se termine de enfriar.

    Para preparar el glaseado pondremos todos los ingredientes en un bol. Derretir a pequeños golpes de microondas removiendo entre cada golpe de calor hasta conseguir que la mezcla esté uniforme y cremosa. Dejar enfriar y meter en la nevera por la menos 30 minutos para que coja cuerpo.

    Verter el glaseado sobre el bizcocho cuando éste último esté frío y terminar de decorar repartiendo las pepitas de chocolate, las nueces troceadas y los pétalos por encima.


    Como podéis ver en el corte se trata de un bizcocho denso y, sin embargo es engañoso porque, al comerlo con el glaseado, está muy muy jugoso. Ah, eso sí, estar preparados para chuparos los dedos porque el glaseado es bien pringoso, jejjeje.

 

    Fuente : Adaptada de Frau Herzblut Blog

sábado, 24 de abril de 2021

Ensalada de aguacate, fresas, nueces y za'atar

     Como cada sábado hoy toca ir al mercado. Podría decir, sin llegar a equivocarme, que ésta es una de las más placenteras tareas que realizo. Llegar a la altura de los puestos y dejarte llevar por los aromas que de ellos emanan es sumamente agradable. Es evidente que me estoy refiriendo a los puestos de frutas y verduras porque lo de oler carne fresca o pescado no es que sea muy agradable... por lo menos para mí, jejjeje. 

    Una de las frutas de este tiempo que más me gustan son las fresas así que, nuevamente, vengo con una receta donde están presentes. Aunque esta vez no se trata de una receta dulce sino de una ensalada, pero es que esta rica fruta es taaan versatil que le va bien a cualquier plato ¿no os parece? 

    Ingredientes :

  • 1 bolsa de ensalada de brotes tiernos
  • 10 ó 12 fresas o 6 ó 7 fresones*
  • 1 aguacate 
  • 1 chorrito de zumo de limón
  • 60 g de nueces peladas y partidas en trozos
  • 150 g de queso feta
  • 1 cucharadita de za'atar

    Para el aliño

  • 15 ml de vinagre balsámico
  • 1 cucharadita de salsa de soja
  • 1 cucharada de miel
  • 60 ml de aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida

    *Aunque en esta ocasión he utilizado fresones prefiero usar fresas para este tipo de preparación porque creo que le dan un sabor más potente.

 
    La verdad que hacer una ensalada no tiene demasiados secretos pero, aún así, os voy a decir como la preparé yo.

    Partir por la mitad el aguacate, sacar su carne y trocearla en cubos. Poner en un bol, regar con el zumo de limón y removerlo con mucho cuidado para que no se rompa. Reservar. Lavar, secar y partir las fresas o fresones en láminas gruesas. 

    Poner en la ensaladera o en el plato de servir las hojas de ensalada lavadas y muy bien escurridas para que no desprendan agua. Repartir por encima el aguacate, las fresas y las nueces. Desmigar ligeramente el queso por encima y espolvorear con el za'atar.

    Para hacer el aliño meter todos los ingredientes en un bote que cierre bien y agitarlo enérgicamente hasta que emulsione. Regar con éste la ensalada justo antes de llevar a la mesa.


    Fuente : Adaptada de The Dish On Healthy

lunes, 19 de abril de 2021

Muffins de fresas y almendra

     Hoy he tenido un día de pesadilla y es que cada vez llevo peor los lunes. Se supone que el finde debería servirme para descansar y relajarme pero nada más lejos de la realidad, siempre hay algo que hacer en la casa y más con dos adolescente en ella. La verdad que no puedo quejarme demasiado de ellos ya que colaboran todo lo que pueden. 

    Este finde, para recompensarles, les he preparado estos deliciosos muffins. Aunque no sé muy bien si debería considerarlo más un chantaje que una recompensa, jejjjeje. Y es que en cuanto encuentro fresas en el mercado son ellos mismos los que me los piden. Ahora que no me extraña porque están increíblemente buenos.

    Ingredientes :

  • 150 g de harina
  • 150 g de harina de almendra
  • 170 g de mantequilla
  • 275 g de azúcar fina
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/4 cucharadita de sal fina
  • 300 g de fresas
  • 240 ml de leche
  • 120 g de nata líquida
  • 2 huevos L
  • 90 g de almendras fileteadas

    Calentar el horno a 170º C. Preparar un molde de magdalenas colacando cápsulas de papel en su interior.

    Derretir la mantequilla y dejar enfriar. Lavar las fresas, secar, retirarles el pedúnculo y partirlas en trozos no demasiado pequeños. Tamizar, en un bol amplio, la harina junto a la levadura, el bicarbonato y la sal. Poner los huevos, la leche y la nata en una jarra y batir hasta que esté la mezcla esté uniforme.

    Añadir al bol la harina de almendras y el azúcar y mezclar hasta que esté uniforme. Agregar los trozos de fresa, reservando algunos para la decoración y mezclar con cuidado. Hacer un hueco en el medio y verter dentro la mezcla de líquidos preparada anteriormente. Mezclar con movimientos envolventes, con ayuda de una espátula, justo hasta que esté todo integrado pero sin trabajar demasiado para evitar que el gluten de la harina se desarrolle y queden gomosos los muffins.

    Rellenar las cápsulas del molde hasta 2/3 de su capacidad. Repartir los trozos de fresa reservados y las almendras fileteadas por encima y hornear alrededor de unos 25 minutos hasta que estén doraditos y al pinchar con un palillo éste salga limpio. Retirar del horno y dejar un para de minutos antes de sacarlos del molde. Colocar sobre una rejilla y dejar que se enfríen por completo.

    Fuente : Adaptada de The Sweetest Taste

viernes, 9 de abril de 2021

Corn dogs, los perritos empanados norteamericanos {Reto CocinArte}

     Hoy es mi cumpleaños y este año tampoco lo voy a poder celebrar realizando un viaje. Bueno, quizás no físicamente pero, no me voy a resignar y, me voy a ir bien lejos, aunque sólo sea de manera virtual. Así que, si os queréis venir conmigo, preparar vuestras maletas que el avión está a punto de despegarcon destino a Nueva York. Y, para reponernos de tan largo vuelo, nada mejor que pararnos a comer algo rico, y muy típico de estos lares, en el primer carrito de comida callejero que encontremos. Allí veo que asoma uno, en aquella esquina... Al abordaje!! Vamos a meternos unos icónicos par de perritos entre pecho y espalda, pero no cualquier perrito sino unos riquísimos corn dogs


    Los corn dogs son salchichas de frankfurt clavadas en un palo, recubiertas por una masa de pan de maíz, y fritas en aceite muy caliente. Normalmente van acompañadas, para mojar en ellos, de los típicos kétchup y mostaza dulce. Aunque comenzaron a popularizarse en 1942 en Texas, los primeros que se sirvieron clavados en un palo tardaron varios años en hacer su aparición, en Springfield (Illinois) en 1946. (Fuente : Wikipedia)


    Con nuevas fuerzas retomadas nos vamos haciendo caminito para visitar el Flatiron Building, uno de los más espectaculares y emblemáticos rascacielos con los que cuenta esta ciudad, que es precisamente la obra propuesta por María para el reto CocinArte de este mes. Este edificio de 87 metros de altura fue construido en 1902 por el arquitecto Daniel Hudson Burnham. Aunque en su origen su nombre era Fuller Building, en honor al fundador de la empresa que lo construyó y que falleció dos años antes de su finalización, con el tiempo acabó denominándose con el apodo con el que se le conocía desde el principio, Flatiron Building, debido a que su planta en forma de cuña recordaba a unas planchas domésticas famosas por entonces.


    Ingredientes :

  • 10 salchichas de frankfurt
  • 80 g de harina
  • 65 g de harina de maíz
  • 1 cucharada de azúcar
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 120 ml de leche
  • 1 huevo M
  • 1 cucharada de miel
  • Aceite para freír

     En un bol mezclar las harinas, el azúcar, la levadura y la sal. Cortar las salchichas a la mitad de su longitud y, por la parte cortada, insertar un palo de brocheta en cada trozo. Reservar.

    Batir la leche, los huevos y la miel hasta que la mezcla esté uniforme. Hacer un huevo en el centro del los ingredientes secos y verter dentro la mezcla de los líquidos. Batir durante unos 5 minutos hasta que la mezcla esté homogénea y haya montado ligeramente. Echar la mezcla en un tarro largo y estrecho, yo utilicé un vaso de cubata, sin llenarlo por completo.

    Poner a calentar el suficiente aceite, en una sartén donde quepan bien las brochetas, para que llegue a cubrirlas por completo. Cuando esté bien caliente, ir bañando las salchichas, de una en una, en la mezcla preparada anteriormente. Dejar escurrir un poco y freír en el aceite caliente procurando que se doren de manera uniforme, entre 3 y 5 minutos dependiendo del grosor de las salchichas. Dejar sobre papel absorbente, para retirar el exceso de grasa, en un sitio caliente para que no se enfríen. No freír muchas a la vez para evitar que se toquen y se queden pegadas unas a otras. Repetir el proceso hasta terminar con todas las brochetas de salchicha. 

    Servir de inmediato acompañadas de kétchup y mostaza dulce... o con la salsa que os apetezca y más os guste.

    Fuente : Adaptada de Homemade Hooplah

sábado, 3 de abril de 2021

Bundt de naranja sanguina y cardamomo

     Puede que en estas fechas lo que tocara publicar fueran dulces pascueros pero no quería dejar pasar más tiempo sin traeros la receta de esta delicia que os enseñé hace bien poco por las redes y que, tanto mis hijos como mis compis, disfrutaron como enanos comiéndolo. Un riquísimo bizcocho que podéis hacer con naranjas normales, o incluso con mandarinas, si no lográis encontrar esta variedad. 

    Además que un bizcocho es bienvenido en cualquier fecha y ocasión, ¿o no es verdad?

     No soy mucho de poner glaseado a los bizcochos. Aunque en el blog hay ya unos cuantos bañados creo que solo pongo glaseado para los que voy a fotografiar para subir al blog. Sin embargo, en este caso lo recomiendo ya que el bizcocho no es demasiado dulce y le dará el justo el punto de dulzor que le falta. Y como, además, está hecho con zumo de naranja le aportará un extra de sabor. Y no me diréis que no queda con un color precioso y la mar de fotogénico hecho con el zumo de las sanguinas.


     Ingredientes :

  • 230 g de azúcar
  • 3 huevos L
  • 140 g de nata líquida
  • 60 ml de zumo de naranja sanguina
  • 180 ml de aceite
  • 290 g de harina
  • 10 g de levadura química
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 cucharadita de cardamomo
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 1/2 cucharadita de sal
  • Ralladura de 1naranja sanguina

    Para el glaseado

  • 75 g de azúcar glass
  • 1 cucharada de zumo de naranja sanguina

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Engrasar con spray antiadherente el molde de bundt elegido, dejándolo escurrir  boca abajo para retirar el exceso de grasa, o pincelar bien con mantequilla fundida. Tamizar la harina junto a la levadura, el bicarbonato, la sal y las especias, mezclar bien y reservar.

    Triturar el azúcar junto a la ralladura para que esta se armatice e impregne de su aceite. Poner en un bol, añadir los huevos y batir, a velocidad alta, hasta que la mezcla blanquee y esté muy espumosa. Bajar la velocidad y, sin dejar de batir, ir vertiendo el aceite en hilo. Cuando esté homogéneo incorporar la nata junto al zumo y batir hasta que la mezcla esté uniforme.

    Hacer un volcán en la mezcla de harina y echar dentro el preparado anterior. Mezclar con la ayuda de una espátula, con movimientos envolventes, hasta que la masa esté uniforme y verter en el molde preparado anteriormente. Dar unos ligeros golpes sobre la encimera, para que penetre por todos los lados y las posibles burbujas suban a la superficie, y hornear sobre la rejilla a media altura durante unos 45-50 minutos, hasta que al pincharlo con una aguja esta salga húmeda pero sin restos.

    Cuando esté bien cocido sacar del horno y dejar reposar, sobre una rejilla, durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, zarandear el molde para que el bizcocho se despegue bien, poner la rejilla encima y dar la vuelta al molde para que el bizcocho acabe reposando sobre ella. Dejar que se enfríe por completo antes de proceder a glasearlo.

    Cuando esté bien frío preparar el glaseado mezclando ambos ingredientes y regar con él la superficie del bundt.

    La verdad que no pensaba yo que el añadir cardamomo a la naranja le iba a dar un toque tan sumamente delicioso, y eso que adoro el sabor de esta especia, pero ha superado con creces mis expectativas y este bundt ha pasado a engrosar mi lista de Top10 bizcocheriles, jejjeje.


    Fuente : Adaptado de Pemberley Cup&Cakes