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martes, 23 de julio de 2024

Pepinillos agridulces

    Llegada esta época del año, con estos calores, lo que más apetece es comer de barbacoa. Bueno, de barbacoa, de barbacoa exactamente no, que una no tiene jardín para poder hacerla y no creo que sea demasiado buena idea el prepararla en el balcón. Hace bastantes años,  de hecho más de 30 que jolín como pasa el tiempo, se me ocurrió montar una en el balcón de la casa donde estaba alquilada y madre mía la que se armó, los vecinos casi llaman a los bomberos del humo que salía de allí. No se me volvió a ocurrir, por supuesto, y la barbacoa nunca más se volvió a usar.

    Pero corramos un tupido velo y vayamos a lo que nos ocupa hoy que son los maravillosos pepinillos agridulces que he preparado para acompañar hamburguesas, perritos y demás viandas que se suelen cocinar en una barbacoa.

    Ingredientes :

  • 2 pepinos dulces pequeños
  • 120 ml de agua
  • 60 ml de vinagre de vino blanco
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de pimienta negra en grano
  • 1/2 cucharadita de semillas de mostaza 
  • 1 hija de laurel
  • 1 ó 2 ramitas de eneldo fresco

    Lavar los pepinos, secar y cortar en rodajas de un tres o cuatro milímetros de grosor. 

    Lavar un bote y su tapa, meter los dos en un cazo bien cubiertos de agua, llevar a ebullición y dejar cocer durante unos minutos. Sacar con ayuda de unas pinzas y dejar escurrir. Secarlo cuando esté tibio, meter en el bote el azúcar, la sal, las especias y las hierbas. Introducir también las rodajas de pepino.

    Echar en un cazo el agua y el vinagre, poner al fuego medio y llevar a ebullición. Verter dentro del bote preparado anteriormente, cerrar bien y dejar enfriar boca abajo para que se haga el vacío.

    Cuando esté a temperatura ambiente meter en la nevera y dejar por lo menos un día antes de consumir. 

    Como no están esterilizados posteriormente es recomendable consumirlos, como mucho, en tres o cuatro semanas, es por eso por lo que se hace poca cantidad de cada vez.


jueves, 11 de julio de 2024

Tiramisú de lemon curd. Lemon curd en microondas

    Cuando llega el verano ni se me pasa por la cabeza el encender el horno pero, sin embargo, somos incapaces de renunciar a un buen postre. Así que, llegado a este punto, llegó el momento de experimentar cosas nuevas. Y, si el experimento lleva limón seguro que en casa será todo un acierto. Llevaba tiempo viendo tiramisús de limón por las redes pero, por h o por b, no llegaban a terminar de convencerme así que no me ha quedado otra que probar a prepararlo yo como me ha parecido que nos iba a gustar más y, desde luego, y no es porque lo haya hecho yo, estaba sublime. Y es que una ya no tiene abuelas que la alaben y, si las tuviera, esta claro que tampoco las necesitaría, jejjeje.

    Ingredientes :

    Para el sirope

  • 70 g de agua
  • 50 g de azúcar
  • 25 g de zumo de limón
    Para el relleno

  • 250 g de mascarpone
  • 125 g de nata de montar
  • 65 g de lemon curd
  • 35 g de azúcar glass
  • la ralladura de medio limón
    Para el lemon curd

  • 150 g de zumo de limón
  • 70 g de mantequilla
  • 70 g de azúcar
  • 2 huevos + 1 yema
  • ralladura de medio limón
  • 1 y 1/2 cucharadita de maizena (4 g aprox.)
    Además

  • 16-18 bizcochos de soletilla
  • Ralladura de medio limón para decorar

    Lo primero que haremos serán el lemon curd y el almíbar ya que tienen que enfriarse a temperatura ambiente.

    Poner en un bol, apto para microondas, la mantequilla y derretirla. Añadir el zumo y la ralladura y el azúcar y remover. Agregar los huevos y remover bien con una varilla hasta que la mezcla esté homogénea. espolvorear la maizena por encima y remover hasta que esté completamente integrada. Meter en el microondas y de minuto a minuto ir removiendo bien hasta que coja la consistencia deseada, teniendo en cuenta que cuando se enfríe espesará un poco más. Cuando esté lista y removiendo de vez en cuando para que no se forme costra.

    Para preparar el almíbar pondremos en un cazo el agua y el azúcar y lo llevaremos a fuego medio, remover hasta que el azúcar esté disuelta, y retirar del fuego cuando comience a hervir. Añadir el zumo y dejar enfriar a temperatura ambiente.

    En un bol amplio echar el mascarpone, la ralladura de limón y el lemon curd, que ya estará frío. Batir hasta que la mezcla esté homogénea. Montar la nata con el glass y añadir a la crema de dos veces integrándola con movimientos envolventes entre cada adicción.

    Una vez que tengamos todas las preparaciones empezaremos a montar el tiramisú, yo lo hice dentro de una fiambrera de cristal, pero podéis montarlo en un molde desmontable cubierto el fondo con papel de horno y los laterales con acetato. Mojar los bizcochos en el jarabe e ir cubriendo con ellos la base. Verter encima la mitad de la crema de mascarpone y alisar la superficie con una espátula. Cubrir con una fina capa de lemon curd. Poner otra capa de bizcochos embebidos, el resto de la crema y otra capa de lemon curd. Tapar y refrigerar como mínimo tres o cuatro horas antes de consumir. 

    Antes de servir, desmoldar y retirar el acetato si vuestro molde es desmontable, y espolvorear con la ralladura de limón.

    Fuente : Lemon curd en microondas de Belén Casal en Instagram


jueves, 4 de julio de 2024

Espárragos verdes crujientes y huevo pochado

    Desde hace tiempo que quería que esta receta de espárragos estuviera en el blog ya que, desde que los probé preparados de esta guisa, no podía quitármelos de la cabeza. Como han tenido un éxito tan rotundo en mi casa lo difícil era llegar a sacarles la foto antes de que acabaran con ellos. Vamos, que he tenido que prepararlos a escondidas casi, hacer la foto y llevarlos corriendo a la mesa para que no se enfriaran. Pero bueno, no me alargo más y vamos al lío.

    Ingredientes :

    Para los espárragos crujientes

  • Un manojo de espárragos verdes, si son gorditos mejor
  • 1 huevo L
  • 20 g de avellanas picadas finas
  • 20 g de pan rallado grueso*
  • Ralladura de un limón
  • 20 g de harina
  • 20 g de mantequilla
  • Flor de sal
  • Pimienta negra de molinillo
    *Yo usé panko para que estuviera aún más crujiente

    Además 

  • 4 huevos L
  • Patatas paja para acompañar

    Poner en una cazuela bastante agua con sal y llevar a ebullición. Lavar los espárragos con agua fría y retirar la base que estará más dura y fibrosa. Introducir en el agua hirviendo y dejar cocer 5 minutos. Sacar e introducirlos en un baño de agua helada para que se enfríen rápidamente. Escurrir y reservar.

    Batir el huevo en un plato. Mezclar en otro plato las avellanas, el pan rallado y la ralladura de limón. Rebozar en harina cada espárrago, sin llegar a la punta. Pasar por el huevo batido y empanar con la mezcla de pan preparada anteriormente. Volver a pasar por el huevo y la mezcla de pan, si fuera necesario, hasta que el espárrago quede bien cubierto. Repetir el proceso con todos los espárragos hasta terminar.

    Fundir la mantequilla en una sartén, a fuego bajo, y echar los espárragos. Ir volteándolos de vez en cuando hasta que estén bien dorados por todos lados. Retirar y mantener calientes.

    Para hacer los huevos pochados poner un cuadrado de plástico de cocina por cada huevo y engrasarlos con aceite ligeramente. Meter uno de los plásticos en una tacita de café con la parte limpia tocando las paredes de la taza. Cascar el huevo y echarlo dentro de la taza. Coger las puntas del plástico y cerrarlo, haciendo un atillo, con un hilo de cocina. Dejar uno de los extremos del hilo bastante largo para luego sacarlo del agua más fácilmente. Repetir con el resto de huevos. 

    Poner un cazo con agua al fuego y, cuando arranque el hervor, introducir los atillos y dejar cocer 4 minutos. Sacar, retirar el plástico y repartir en los platos. Poner unos cuantos espárragos junto a cada huevo y espolvorear todo con flor de sal y pimienta de molinillo. Acompañar cada plato de un puñadito de patatas paja. 

    Servir enseguida.

    Fuente : De los espárragos Fraise et basilic en Instagram

sábado, 29 de junio de 2024

Charlota de mousse de fresas

    Antes de que termine la temporada de fresas no podía dejar de traeros la que fue mi tarta de cumpleaños de este año. Sí, ya sé que el cumple fue hace unos meses, pero no me da la vida para todo lo que quiero hacer y aún no he sido capaz de estirar los días para que duren unas cuantas horas más ¿qué le vamos a hacer? Y esta es la razón por la que he tenido taaan desatendido el blog, aunque ahora estoy intentando organizarme mejor y ponerle remedio.

   Con lo que me gustan a mí las chalotas no podía elegir mejor tarta para celebrarlo. Además a mí me parece que tiene una textura más ligera y más agradable en boca debido debido a que la acidez de las fresas frescas, que van intercaladas en la preparación, rebajan un tanto la sensación grasa de la nata. Vamos, una combinación de 10.

    Ingredientes :

  • 20 bizcochos de soletilla
  • 380 g de fresas
  • 70 g de azúcar glass
  • 2 cucharaditas de zumo de limón
  • 5 hojas de gelatina
  • 360 g de nata de montar

    Para el almíbar

  • 100 g de agua 
  • 50 g de azúcar 
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
    Para decorar

  • 250 g de fresas

    Lo primero será preparar el almíbar para que se enfríe. Poner en un cazo al agua y el azúcar y calentar a fuego lento hasta que rompa a hervir. Retirar del fuego, añadir la vainilla, remover y dejar enfriar.

   Remojar la gelatina sumergiendo las hojas en un bol de agua fría. Limpiar todas las fresas, reservando aparte, en la nevera, las destinadas para la decoración. Retirar los pedúnculos de las demás y trocear. Echar los trozos en un vaso y triturar junto al zumo de limón. Colar para retirar las semillas y que quede bien fino. Poner 1/3 en un cazo junto al azúcar glass y calentar a fuego lento hasta que empiece a hervir, removiendo para que no se peque. Retirar del fuego, añadir la gelatina bien escurrida y mezclar hasta que esté completamente disuelta. Verter encima el triturado de fresas que habíamos reservado y remover hasta que esté integrado por completo. De esta manera, además, conseguiremos que se temple la mezcla. 

    Montar la nata, que deberá estar muy fría, hasta que esté bien firme. Reservar 1/4 de la nata, para la decoración final, metida en una manga con boquilla de estrella dentro de la nevera.

    Añadir, poco a poco, el coulis de fresas, con ayuda de una espátula, integrándolo con movimientos envolventes hasta que la mezcla esté uniforme.

    Preparar un molde desmontable poniendo papel de horno en la base y una tira de acetato tocando las paredes. Una vez frío el almíbar, ir remojando las soletillas en él, solamente por el lado plano, e ir colocándolos con la parte abombada contra la pared del molde. Colocar más bizcochos remojados en la base hasta cubrirla por completo.

    Verter la mitad de la mousse dentro del molde preparado y alisar con una espátula. Retirar el pedúnculo de otra docena de las fresas reservadas en la nevera, cortar por la mitad a lo largo y repartir por encima. Cubrir con el resto de la mousse alisando de nuevo la superficie. Cubrir la charlota y dejar refrigerar, por lo menos 5 horas y mejor toda una noche, para que la mousse cuaje y coja consistencia. 

    A la hora de servir, quitar el aro y retirar el acetato con cuidado, pasando una puntilla para despegarlo si fuera necesario. Terminar de decorar con la nata reservada y el resto de las fresas cortadas en cuartos a lo largo. 

    Servir bien frío.

    Puede conservarse en la nevera hasta cuatro días guardado en un recipiente hermético.

    Fuente : Lilie Bakery

lunes, 24 de junio de 2024

Vichyssoise

    De nuevo tenemos encima los calores del verano, y no es que me queje porque entiendo que en cada estación debe tener las temperaturas que tocan, pero resultan agotadores estos días bochornosos que no te dejan ni respirar. Aunque si al llegar la hora de comer te encuentras algo refrescante en la nevera y que además tengan bien de alimento pues tanto mejor ¿no os parece?

    Llegaron los días de gazpachos, salmorejos y toda esa variedad de primeros platos que bien fríos reconstituyen al más asfixiado. Yo. en esta ocasión, me he decantado por una deliciosa vichyssoise.

    Ingredientes :

  • 270g de puerros (sólo la parte blanca)
  • 35 g de aceite de oliva
  • 30 g de mantequilla
  • 500 g de agua
  • 250 g de patata
  • 95 g de crème fraîche
  • Sal
  • Pimienta blanca de molinillo
  • Nuez moscada rallada
  • Cebollino fresco picado, para decorar

    Pelar las patatas y cortar en trozos pequeños. Lavar muy bien los puerros retirándoles toda la tierra que puedan tener. Secar y cortar en rodajas finas. En una cazuela poner el aceite y la mantequilla a fuego bajo y, cuando esta última esté derretida, añadir los puerros cortados. Rehogar durante unos minutos, pero sin dejar que cojan color. Agregar las patatas y salpimentar el conjunto. Remover, verter el agua por encima y subir a fuego medio hasta que arranque el hervor. Volver a poner a fuego bajo, tapar y dejar cocer durante unos 20 minutos o el tiempo necesario para que la patata esté bien cocida y casi se deshaga. 

    Retirar del fuego, añadir la crème fraîche y nuez moscada al gusto y triturar hasta que la crema esté bien fina. Rectificar de sal si fuese necesario y dejar enfriar, cubierta con un film a piel para que no se forme costra. Una vez que esté a temperatura ambiente meter en la nevera hasta que esté bien fría.

    Repartir justo antes de llevar a la mesa, para que no se caliente, espolvoreando cada plato con un poco de cebollino picado.

    Con estos calores que tenemos yo la he servido bien fría pero también se puede servir en caliente, aunque esa opción creo que será más adecuada para cuando las temperaturas desciendan.

jueves, 7 de marzo de 2024

Cupcakes de naranja sanguina y semillas de amapola

    El continuar encontrando naranjas sanguinas en el mercado me crea la necesidad de seguir rebajando la lista de recetas pendientes de probar con ellas. La lista es bien larga así que sólo espero que la temporada se alargue un poquito más. Los cupcakes que hoy os traigo son de las recetas más recientes en entrar en ella pero los vi taaan bonitos que no me he podido resistir a prepararlos ya mismo.

    Os aseguro que, además de quedar muy cuquis, están para ponerles un piso. De la receta original he cambiado las cantidades de alguno de sus ingredientes (la del azúcar, por ejemplo). Además, he preparado la mitad de la crema de queso que lleva por encima, quedando la cantidad justa que se necesita para formar los rosetones.

    Ingredientes :

    Para las magdalenas .

  • 180 g de harina
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 2 cucharaditas de semillas de amapola
  • 135 g de azúcar
  • 1 cucharadita de ralladura de naranja
  • 100 g de aceite de girasol
  • 2 huevos L
  • 200 g de sour cream (nata ácida)*
  • 50 ml de zumo de naranja sanguina, colado
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
    *La nata ácida la encuentro en Aldi pero, si no tenéis, podéis sustituirla por la misma cantidad de yogurt griego natural

    Para la crema de queso :

  • 115 g de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 60 g de mantequilla en pomada
  • 125 g de azúcar glass
  • 1 y 1/2 cucharada de zumo de naranja sanguina, colado
  • 1/4 de cucharadita de pasta de vainilla

    Calentar el horno a 175ºC, con calor de arriba-abajo. Preparar un molde de muffins con cápsulas de magdalenas o con vasitos de cartón rígidos, como ha sido mi caso, y reservar.

    Tamizar en un bol la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal. Añadir al bol las semillas de amapola y remover para que se mezcle bien todo.

    En otro bol poner el azúcar y la ralladura y trabajar con los dedos para que el azúcar se impregne de la esencia de la naranja. Añadir los huevos y batir, a velocidad media-alta, hasta que blanquee y esté espumoso. Verter el aceite y mezclar. Agregar la nata ácida, el zumo y la vainilla y seguir batiendo hasta que la crema esté uniforme. Bajar la velocidad al mínimo y echar la mezcla de harina de 2 veces removiendo, sin trabajar demasiado, tan sólo hasta que esté integrado.

    Rellenar las cápsulas, hasta 1/3 de su capacidad, y hornear, a media altura, durante unos 18 minutos. Al pinchar con un palillo, para comprobar que estén bien hechos, este deberá salir limpio. Sacar del horno y del molde y dejar enfriar sobre una rejilla.

    Cuando las magdalenas estén completamente frías, prepararemos la crema de queso. En un bol poner la mantequilla junto el glass y batir hasta que esté bien cremosa. Añadir el queso, bien frío, el zumo y la vainilla y batir, a velocidad alta. hasta que esté bien integrado y quede una crema sedosa. Meter en una manga con boquilla de estrella y hacer rosetones encima de las magdalenas. Meter en la nevera hasta que los vayáis a degustar.

    Fuente : Adaptada de Short Stack Kitchen

miércoles, 28 de febrero de 2024

Panna cotta de naranja sanguina

    Con las ganas que tenía de volver a encontrar naranjas sanguinas, no os podéis hacer una idea de la alegría que me llevé este sábado al descubrir que, varios puestos en el mercado, ya las vendían. Así que preparaos porque vienen algunas recetitas en las que va incluido este ingrediente, comenzando con algo dulce y extraordinariamente rico.

    Pero no es una panna cotta cualquiera, es la panna cotta de las panna cottas y, para rizar más el rizo, viene regadita con un caramelo también de naranja sanguina. Todo un lujazo de postre.

    Pero vamos al lío que intuyo que ya estáis babeando, jejjejeje.

    Ingredientes :

    Para la panna cotta :

  • 125 ml de zumo de naranja sanguina
  • 3 ó 4 hojas de gelatina
  • 60 g de azúcar
  • Ralladura de 1/2 naranja sanguina
  • 80 g de yogur griego
  • 85 g de nata de montar (35% de m. g.)
  • 1/4 de cucharadita de zumo de limón
    Para el caramelo de naranja sanguina :

  • 2 naranjas sanguinas exprimidas
  • 80 g de azúcar

    Sumergir las láminas de gelatina en agua fría para que se hidrate. Poner el zumo de naranja en una cazuela y llevar a fuego medio. Cuando esté caliente, estrujar con la mano las hojas de gelatina remojadas y echarlas dentro de la cazuela. Remover hasta que estén disueltas por completo. Sin dejar de remover, añadir la ralladura y el azúcar. Cuando esté todo totalmente integrado continuar cociendo 3 minutos más. Retirar del fuego y dejar templar unos 10 minutos. Agregar el yogur, la nata y el zumo de limón y mezclar hasta que la crema esté uniforme. Repartir en moldes y refrigerar toda la noche.

    Al día siguiente prepararemos el caramelo poniendo en un cazo el azúcar y, llevándolo a fuego medio-alto, hacer un caramelo seco con él. Echar dentro el zumo, bajar el fuego y remover hasta que el caramelo se disuelva por completo. Dejar reducir un poco hasta que tenga la consistencia de un almíbar. Retirar del fuego y dejar enfriar por completo.

    Para desmoldar sumergir cada molde hasta un poco más de la mitad en agua caliente, con cuidado que no entre nada en el molde, cubrir con un plato y volcar para que caiga en él. Regar cada panna cotta con un el caramelo justo antes de llevar a la mesa.

    Fuente : Panna cotta de Con harina en mis zapatos y Caramelo de Hint of vainilla (blog que por más que lo he buscado no lo he podido encontrar, debe haber dejado de existir)


miércoles, 21 de febrero de 2024

Rodaballo sobre puré de colinabo y reineta con salsa de sidra

    Estando inmersos en plena cuaresma se me ha ocurrido que sería buena idea traeros un plato de pescado. No es que yo siga a rajatabla lo de no comer carne los viernes pero, si me encuentro en la mesa con una delicia como ésta, no le voy a poner ningún pero a abstenerme de comerla.

    Además, como base para el rodaballo, he utilizado productos de temporada, las manzanas de sidra que comienzan y los colinabos que terminan, que en este plato se dan la mano conjugándose a la perfección.

    Ingredientes :

  • 4 lomos de rodaballo
  • Cebollino fresco picado, para presentar el plato

    Para la base del plato :

  • 600 g de colinabo 
  • 300 g de manzanas reineta o de sidra (aprox. 2 medianitas)
  • 60 g de mantequilla 
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
  • Nuez moscada recién molida
    Para la salsa de sidra :

  • 3 dientes de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 200 ml de sidra
  • 1/2 cucharadita de maicena
  • Sal 

    Pelar los colinabos y las manzanas. Trocear los colinabos y cortar en cuartos las manzanas, retirar los corazones y las pepitas y cortar por la mitad. Poner en una cazuela y echar agua justo hasta cubrir. Llevar a fuego medio y dejar cocer hasta que estén muy blanditos. Retirar del fuego y triturar hasta obtener un puré bien fino. Salpimentar al gusto y moler un poco de nuez moscada por encima y echar la mantequilla cortada en cubitos. Remover hasta que esté uniforme y reservar en caliente.

    Pelar y laminar los ajos. Poner un cazo con el aceite a fuego lento y, cuando esté caliente, saltear los ajos. Verter un poco más de la mitad de la sidra dentro y dejar cocer. Disolver la maicena en la sidra restante y añadírselo al cazo cuando comience a hervir. Remover hasta que espese ligeramente, retirar del fuego y reservar en caliente.

    Cortar cada lomo de rodaballo en dos trozos. Salpimentar ligeramente y pasar, por una plancha bien caliente, de 4 a 5 minutos por cada lado.

    Para emplatar, extender en la base de los platos varias cucharadas del puré, colocar sobre él el rodaballo, regar con la salsa de sidra y espolvorear por encima un poco de cebollino picado. Servir antes de que pierda calor.

    El marinaje perfecto para acompañar esta delicia no podía ser otra cosa que un buen vaso de sidra.

    Bon appétit.

miércoles, 14 de febrero de 2024

Red velvet cupcakes

    No somos mucho en casa de celebrar San Valentín, de hecho, no tenía pensado subir esta entrada sino una más carnavalera ya que hoy es martes de carnaval, pero tras llevar unos red velvet al club de lectura que tuve el sábado, cuya temática estaba dedicada al amor, y por aclamación popular, finalmente ésta ha sido la elegida. 

    Mira que los red velvet los preparo en casa bastante a menudo, ya que son de nuestros preferidos, por lo que no me termino de explicar como no había subido todavía este formato al blog, porque lo que sí hay son galletas, donuts, brownie, un par de versiones de bundts e incluso una layer cake.

    Ingredientes :

    Para el bizcocho :

  • 125 g de harina
  • 150 g de azúcar
  • 1/2 cucharada de cacao en polvo (usé Valor)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato
  • 1/2 cucharadita de vinagre blanco (le puse de manzana)
  • 1 huevo
  • 125 ml de aceite de girasol
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 200 ml de buttermilk*
  • Colorante rojo (usé Sugarflay extra red)
    *El buttermilk puede sustituirse poniendo 1 cucharada de vinagre blanco a 185 ml de leche. Remover y dejar reposar 10-15 minutos para que su textura se espese ligeramente.

    Para la crema de queso :

  • 100 g de icing sugar

  • 50 g de mantequilla en pomada

  • 100 g de queso crema (tipo Philadelphia)

  • 1 cucharadita de vainilla en pasta

    Precalentar el horno a 180º C, con calor de arriba-abajo. Preparar una bandeja de cupcakes con cápsulas de magdalenas.

    Tamizar en un bol todos los ingredientes secos y remover. Hacer un hueco en el centro.

    Mezclar en otro bol los líquidos y el colorante y remover hasta que esté todo bien integrado. Verter dentro del hueco que hemos hecho en los ingredientes secos. Unir, sin batir ni trabajar demasiado, justo hasta que la mezcla esté uniforme.

    Verter la masa en las cápsulas del molde preparado anteriormente hasta rellenar las 2/3 partes de su capacidad y hornear a media altura, durante unos 20 minutos hasta que al pinchar con una aguja esta salga limpia pero húmeda. Sacar del horno y dejar reposar unos minutos antes de sacarlos del molde. Dejar enfriar totalmente sobre una rejilla. Desmigar una de las magdalenas y reservar para adornar.

     Una vez frías las magdalenas preparemos la crema de queso.

    Batir la mantequilla con el icing sugar hasta que blanquee y esté cremoso. Añadir el queso, que deberá estar muy frío, y la vainilla y seguir batiendo hasta que justo esté bien mezclado.

    Rellenar con la mezcla una manga con boquilla de estrella y formar un rosetón sobre cada magdalena. Espolvorear con las migas de magdalena reservada.


    Fuente : Red velvet de Aurea's Kitchen y crema de queso de Belén Casal

sábado, 10 de febrero de 2024

Baos de pato a la pekinesa

    Feliz Año Nuevo!!!

    Que no, que no me he terminado de volver majareta, que me refiero al nuevo año lunar chino, el 4722, año del tigre, que hoy da comienzo. Además que, como no subí nada para celebrar el nuestro, ¿por qué no hacerlo con el chino? Al fin el cabo de lo que se trata es de celebrar algo y para eso, en España, no tenemos problemas y lo celebramos todo todo... anda que no nos gusta la fiesta, jejjeje. 

    Y, para más celebración, os traigo dos recetas en una : por un lado la del pan bao y por otra la del pato a la pekinesa. Vamos al lío que la entrada de hoy es larga

    Ingredientes :

    Para los baos :

  • 250 g de harina
  • 7 g de levadura fresca de panadería
  • 20 g de azúcar
  • 120 g de agua templada
  • 15 g de aceite de girasol
    Para el pato :

  • 2 magrets de pato
  • 2 badianas o anís estrellado
  • 1 palo de canela
  • 1 cucharadita de semillas de hinojo
  • 1 cucharadita de pimienta de Sichuan
  • 100 ml de mirin o vino de arroz
  • 1/4 de cucharadita de cayena
  • 1 cm de jengibre fresco rallado
  • 4 cucharadas de salsa de soja 
  • 3 cucharadas de miel
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
    Para acompañar :

  • Cebolleta tierna en juliana

    Lo primero será empezar a preparar los baos para darle tiempo a la masa para que leve.

    Disolver la levadura en el agua templada. Poner en un bol la harina abriendo un hueco en el medio y echar dentro el aceite, el azúcar y la mezcla de levadura. Amasar hasta que tener una masa suave y lisa. Tapar con un paño limpio y dejar levar hasta que doble de volumen.

    Mientras la masa va levando comenzaremos con el pato ya que también tendrá que macerar durante un par de horas. Secar bien los magrets, salpimentar ligeramente y, con un cuchillo bien afilado, hacer cortes profundos en la parte de la grasa, pero sin llegar a la carne. Colocar en una fuente de horno y reservar.

    Poner en un cazo la soja, el jengibre, las especias, la miel y el mirin. Remover y calentar a fuego lento hasta que arranque el hervor. Colar la mezcla y verter por encima de los magrets. Tapar y dejar macerar, para que absorban todos los sabores, durante un par de horas.

    Una vez que haya pasado ese tiempo, llevar a mitad de horno, precalentado a 200ºC con calor de arriba-abajo, y dejar durante unos 15- 20 minutos.

    Mientras se cocina el pato desgasificar la masa de los baos y dividir en 8 partes, de unos 50 g cada una, y bolear. Con ayuda de un rodillo, estirar cada bola suavemente dándole forma ovalada. Pintar con un poco de aceite, doblar por la mitad y poner en una vaporera, o en la varoma de la thermomix, sobre un cuadradito de papel de hornear, para que no se peguen en el fondo, sin tocarse entre ellos. Volver a tapar y dejar levar de nuevo durante unos 45 minutos más.

    Volvemos con el pato. Retirar el líquido pasándolo a un cazo. Bajar la temperatura del horno a 180ºC, y seguir asando los magrets hasta que estén bien dorados, de 20-30 minutos. Sacar del horno y dejar reposar un poco antes de laminarlos en lonchitas bien finas. Mantener el pato en caliente. Poner el cazo con el líquido de la maceración a fuego lento y dejar reducir hasta que espese un poco y esté meloso.

    Poner una cazuela con algo de agua al fuego y, cuando comience a hervir, poner encima la vaporera con los baos. Dejar cocer 15 minutos. Apartar y dejar reposar un par de minutos. Si los vas a cocer en Thermomix poner 300 g de agua en el vaso, cerrar y programar 10 minutos, temperatura varoma, vel.2. Poner encima el accesorio varoma y programar 12 minutos, temperatura varoma, vel.2. Retirar de encima del vaso y dejar reposar los baos 5 minutos más.

    Rellenar los panes con las lonchitas de pato y la cebolleta en juliana. Regar con un poquito de la salsa reducida y servir antes de que se enfríe. 

    Fuente : Baos de Cupcakes a gogó y Pato Pekín de  @dondemauge 

domingo, 28 de enero de 2024

Blondie de manzana y canela con glaseado de sidra

    Hacía mucho que no encontraba manzanas reinetas así que cuando vi que las tenían en el super no me pude resistir a llevarme unas cuantas para casa. Es que es verlas y transportarme mágicamente a una de las sidrerías de Guipúzcoa. Aunque, en esta ocasión, no voy a pensar en los chuletones compartidos ni en las tortillas de bacalao. Por ahora me voy a quedar tan sólo con las manzanas y la sidra, que tampoco es moco de pavo, para preparar un riquísimo dulce que nos alegre la merienda en esta gris y desapacible tarde de domingo.

    No sé muy bien si a esta receta debería llamarse brownie de chocolate blanco, nunca he tenido demasiado clara la diferencia, ya que en la receta en la que me he basado el blondie no lleva el chocolate blanco más que en las pepitas que acompañan a la manzana. Como yo soy la que escribe en este blog, para mí, esto es un blondie.

    Ingredientes :

  • 180 g de chocolate blanco de postres
  • 100 g de mantequilla
  • 70 g de azúcar moreno
  • 2 huevos L
  • 95 g de harina
  • 1/2 cucharadita de canela molida
  • 1/4 de cucharadita de nuez moscada recién molida
  • 1 pizca de sal
  • 2 manzanas reinetas (unos 200-210 g)
    Para el glaseado :

  • 120 g de azúcar glass
  • 2 cucharadas de sidra natural
  • Canela para espolvorear

    Precalentar el horno a 180º C, con calor de arriba-abajo. Encamisar un molde con mantequilla y harina o forrarlo con papel de hornear untado de mantequilla y reservar. Tamizar la harina junto a las especias y la sal. Pelar las manzanas y cortarlas en cuadraditos pequeños.

    Fundir la mantequilla junto al chocolate en el microondas teniendo cuidado de que no se queme. Es preferible poner varios tiempos cortos que arriesgarse. Remover bien, añadir un huevo y seguir batiendo, al principio parece que se corta pero al cabo de un poco ya veréis como se pone cremosa la mezcla. En ese punto echar el otro huevo y volver a batir hasta integrar. Agregar el azúcar y, cuando esté bien integrado, añadir la mezcla de harina y especias tamizadas. Remover hasta que la masa esté uniforme antes de agregar los cuadraditos de manzana. Integrarlos, con ayuda de una espátula, hasta que queden distribuidos uniformemente. Verter la masa en el molde. Hornear aproximadamente 30 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar ligeramente antes de desmoldarlo. Terminar de enfriar sobre una rejilla.

    Una vez frío por completo el blondie, prepararemos el glaseado mezclando el azúcar glass con la sidra. Dibujar con el líneas por la superficie y terminar espolvoreándolo con un poco de canela.

    Podéis llevarlo a la mesa entero o, como en mi caso, como podéis apreciar en las fotos, cortado en cuadraditos de bocado, vosotros decidís. Sea como sea lo que tengo claro es que lo vais a disfrutar.


    Fuente : Adaptado de Pies&Tacos

jueves, 18 de enero de 2024

Crema parmentier de shiitake al tomillo

    Llegado el mes de enero, se supone que el más frío del año junto a febrero, ¿a quién no le apetece algo calentito para atemperar un poco el cuerpo? Para eso nada mejor que el cuchareo por lo que hoy os traigo una riquísima crema que, incluso en Valencia donde parece que no quiera hacer frío ni por esas, podéis tomarla templada que estará igual de buena.

    Ingredientes :

  • 1 cebolla (200 g aprox.)
  • 2 dientes de ajo
  • 200 g de patatas
  • 350 g de setas shiitake frescas
  • 1/2 litro de agua
  • 3 ó 4 ramitas de tomillo fresco
  • 100 ml de nata de cocinar
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida

    Pelar y picar finamente la cebolla y los ajos. Limpiar las setas y pelar las patatas. 

    Poner a fuego suave una cazuela con un buen chorreón de aceite. Añadir la cebolla y los ajos y sofreír, sin dejar que lleguen a dorarse, removiendo de vez en cuando. Agregar 200 g de setas, las patatas troceadas y las hojas de un par de ramitas del tomillo, rehogando todo durante unos minutos. Verter por encima el agua, salpimentar y subir a fuego fuerte hasta que comience a hervir. Bajar el fuego al mínimo y dejar cocer hasta que las patatas estén tiernas, de 15 a 20 minutos.

    Mientras, en una satén con un chorrito de aceite, rehogaremos el resto de setas con las hojas de otra ramita de tomillo. Salpimentar y reservar en caliente.

    Cuando la patata esté muy blandita, retirar la cazuela del fuego, añadir la nata y triturar hasta que la crema esté suave y sedosa. Llevar de nuevo a fuego suave, para que vuelva a coger temperatura, sin dejar que llegue a hervir.

    Servir la crema en los platos, repartiendo las setas rehogadas por encima. Adornar, si se quiere, con alguna ramita más de tomillo fresco y llevar a la mesa enseguida.

    ¿A qué tiene una pinta estupenda? Pues os aseguro que está riquísima

sábado, 13 de enero de 2024

Angel Food de turrón de Xixona

    Después de tres meses sin publicar nada creo que ya iba siendo hora de pasarme por aquí para dejar una nueva entrada ¿no os parece? Y que mejor para iniciar la andadura de este año que con una receta de aprovechamiento post navideño. 
No sé si a vosotros os pasa pero en mi casa aún queda coleando algo menos de media tableta de turrón blando, del de Xixona, que es justo lo que vamos a utilizar para esta receta. Vamos a darle una vuelta de tuerca al dulce, no vamos a preparar galletas ni el típico bizcocho sino que esta vez vamos a elaborar una exquisited que a buen seguro os alegra la merienda o el desayuno de estos fríos días de enero que podemos estar llevando cuesta arriba.

    Tan cuesta arriba se me están haciendo a mí que, como podéis ver en las fotos, aún no he tenido ni tiempo ni ánimo de recoger los adornos navideños. Pero vamos al lío, a ver si con un buen trozo de esta maravilla me animo y me pongo a ello, jejjeje.

    Ingredientes :

  • 300 ml de claras de huevo (1 bote de 9 claras pasteurizadas)
  • 1 cucharadita de crémor tártaro
  • 1 pizca de sal
  • 180 g de azúcar
  • 80 g de harina 
  • 15 g de almendra molida
  • 75 g de turrón de Xixona

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo.
    Tamizar la harina y reservar. Desmenuzar el turrón con un tenedor pero sin llegar a dejarlo hecho una pasta, que queden trocitos.
    Poner las claras en un bol, espolvorear el crémor tártaro por encima y empezar a montar a velocidad baja hasta que el crémor esté disuelto y las claras empiecen a espumar. Añadir la sal y subir la velocidad hasta que se formen picos blandos.
    Bajar la velocidad e ir incorporando el azúcar a cucharadas hasta que se vuelva brillante y firme. Volver a bajar la velocidad y añadir una cucharada de harina, batir hasta que esté integrada. Repetir el proceso con el resto de la harina y la almendra molida hasta que esté suave y esponjoso.
    Agregar el turrón desmenuzado e integrar con ayuda de una lengua de repostería.
    Volcar en el molde, que no estará engrasado, y meter a mitad de horno. Dejar hornear unos 40 minutos hasta que al pinchar con una aguja, cerca del centro, ésta salga limpia.
    Dar la vuelta al molde y dejar enfriar por lo menos una hora antes de darle la vuelta. Pasar un cuchillo por las paredes, tanto del molde como del tubo. Volcar sobre el plato de servir, retirar el molde y terminar de enfriar sobre una rejilla.

    Una de las características de este tipo de bizcocho de claras es la esponjosidad que tiene y eso es, precisamente, lo que le hace tan especial. Es como morder una nube de algodón. De hecho, aún no conozco a nadie que lo haya probado y no le haya gustado.