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jueves, 31 de julio de 2025

Ensalada Niçoise, a mi manera

    Después de pasarme casi dos meses de idas y venidas, entre despedidas de verano y mi ruta vacacional, creo que lo mejor para retomar las entradas del blog es con una ensaladita que, con estos calores que sigue haciendo, no hay prácticamente nada que apetezca más; eso sí, esta ensalada es tan contundente que nosotros solemos tomarla como plato único.  

    Ciertamente la ensalada Niçoise, tradicional de la zona de Niza, no es exactamente de así, se trata por tanto de una adaptación de la misma, por eso lo de "a mi manera", pero prometo que, en algún momento, subiré la que es tradicional, la auténtica, o por lo menos alguna de las muchas versiones que existen.

    Ingredientes :

  • 2-3 patatas medianas
  • 2 cogollos de lechuga romana
  • 7- 8 tomates cherries
  • 2 huevos 
  • 1 latita de anchoas en aceite de oliva
  • 1 puñado de aceitunas negras
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • Aceite de oliva virgen extra

    Lo primero de todo será cocer las patatas y los huevos para que estén fríos al preparar la ensalada.

    Lavar concienzudamente las patatas ya que las coceremos con piel. Una vez limpias ponerlas en una cazuela con agua fría y un poco de sal y cocer de 10 a 15 minutos dependiendo del tamaño, deberán estén blanditas pero que no se deshagan. Escurrir, dejar que se entibien, pelar y cortar en rodajas. Cocer los huevos de 8 a 10 minutos en agua con un chorrito de vinagre, escurrir, refrescar, pelar y, cuando estén fríos cortar en rodajas. Una vez fríos ambos podremos montar la ensalada. 

    Lavar la lechuga troceada y los cherries. Escurrir bien ambos y secar los tomates.

    Poner en la base de una fuente la lechuga troceada y bien escurrida. Colocar por encima los huevos duros y rodear con las rodajas de patata, poniendo encima de ellas los cherries cortados por la mitad. Repartir las aceitunas y las anchoas, reservando el aceite de estas últimas para luego aliñar con él la ensalada. Tapar con plástico y llevar a la nevera para que se enfríe.

    Poner en un bote que cierre bien parte del aceite reservado de las anchoas, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y una cucharada de zumo de limón. Cerrar y agitar hasta que emulsione. Regar la ensalada con el aliño y servir enseguida.

lunes, 24 de junio de 2024

Vichyssoise

    De nuevo tenemos encima los calores del verano, y no es que me queje porque entiendo que en cada estación debe tener las temperaturas que tocan, pero resultan agotadores estos días bochornosos que no te dejan ni respirar. Aunque si al llegar la hora de comer te encuentras algo refrescante en la nevera y que además tengan bien de alimento pues tanto mejor ¿no os parece?

    Llegaron los días de gazpachos, salmorejos y toda esa variedad de primeros platos que bien fríos reconstituyen al más asfixiado. Yo. en esta ocasión, me he decantado por una deliciosa vichyssoise.

    Ingredientes :

  • 270g de puerros (sólo la parte blanca)
  • 35 g de aceite de oliva
  • 30 g de mantequilla
  • 500 g de agua
  • 250 g de patata
  • 95 g de crème fraîche
  • Sal
  • Pimienta blanca de molinillo
  • Nuez moscada rallada
  • Cebollino fresco picado, para decorar

    Pelar las patatas y cortar en trozos pequeños. Lavar muy bien los puerros retirándoles toda la tierra que puedan tener. Secar y cortar en rodajas finas. En una cazuela poner el aceite y la mantequilla a fuego bajo y, cuando esta última esté derretida, añadir los puerros cortados. Rehogar durante unos minutos, pero sin dejar que cojan color. Agregar las patatas y salpimentar el conjunto. Remover, verter el agua por encima y subir a fuego medio hasta que arranque el hervor. Volver a poner a fuego bajo, tapar y dejar cocer durante unos 20 minutos o el tiempo necesario para que la patata esté bien cocida y casi se deshaga. 

    Retirar del fuego, añadir la crème fraîche y nuez moscada al gusto y triturar hasta que la crema esté bien fina. Rectificar de sal si fuese necesario y dejar enfriar, cubierta con un film a piel para que no se forme costra. Una vez que esté a temperatura ambiente meter en la nevera hasta que esté bien fría.

    Repartir justo antes de llevar a la mesa, para que no se caliente, espolvoreando cada plato con un poco de cebollino picado.

    Con estos calores que tenemos yo la he servido bien fría pero también se puede servir en caliente, aunque esa opción creo que será más adecuada para cuando las temperaturas desciendan.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Ensalada alemana de patata

    Seguimos con las escapadas virtuales así que, coger de nuevo la mochila porque nos vamos de viaje, nada más y nada menos que ha disfrutar de unos de los festivales más populares y multitudinarios que se hacen en estas fechas. El Oktoberfest, el auténtico festival de la cerveza que nació en la ciudad bávara de  Múnich hace más de 200 años, tiene una duración de entre 16 y 18 días, comenzando el primer sábado posterior al 15 de septiembre y prolongándose hasta el primer domingo de octubre, aunque este año se podrá disfrutar de una jornada más ya que el día 3 es festivo en Alemania

    Ya sabéis lo que me gusta a mí la historia así que vamos a conocer un poco el origen de este evento. Para ello hay que remontarse al 12 de octubre de 1810, día en el que tuvo lugar el enlace entre Luis I de Baviera y la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen. Los ciudadanos fueron invitados a celebrarlo también, en los campos frente a las murallas de la ciudad, fueron 5 días de festejos coronados con una carrera de caballos. Dado el éxito del evento, decidieron volver a repetirlo al año siguiente, aunque hasta 8 años después no se empezara a repartir cerveza, y sólo la elaborada en la región de Múnich. Con el paso de los años se fueron añadiendo espectáculos y atracciones de todo tipo. Fuente : El mundo

    Pero para aguantar tanta cerveza habrá que meter algo más sólido en el estómago ¿no os parece? Y, por eso, os traigo esta rica ensalada que, acompañado de unos bretzels, serán ideales para tal fin.


    Ingredientes :

  • 800 g de patatas
  • 90 g de pepinillos agridulces
  • 1 paquete de salchichas de Frankfurt pequeñas (160 g aprox.)
  • 3 cucharadas de mahonesa
  • 1 cucharadita de mostaza antigua
  • 1 cucharadita de eneldo fresco picado
  • 1 cucharada del líquido de los pepinillos
  • Cebollino fresco picado para decorar

    Lavar bien las patatas ya que las coceremos con la piel. Poner en una cazuela, cubrir con agua fría y añadir una cucharadita de sal. Llevar a fuego medio y dejar cocer hasta que, al pinchar las patatas con una aguja, ésta entre fácilmente en la patata pero sin llegar a deshacerse. Escurrir y dejar templar para que al ir retirándoles la piel no corramos el riesgo de quemarnos. Cortar en cubos e ir poniéndolos en un bol. Dejar enfriar por completo. 

    Mientras cortar en cuadraditos los pepinillos y las salchichas en rodajas de 1cm, más o menos. En un bote echar la mahonesa, la mostaza el eneldo y el líquido de los pepinillos y remover hasta que esté uniforme. 

    Cuando las patatas estén frías añadir los pepinillos, las salchichas y la salsa y remover con cuidado, procurando que no se deshagan demasiado las patatas, hasta que esté todo bien mezclado. Espolvorear con el cebollino picado y ya estará lista para servir. 


    Como ya no hace tanto calor, yo recomiendo no meterla en la nevera, ya que la patata allí cogería una textura un poco rara, llevándola a la mesa así, a temperatura ambiente.

martes, 22 de febrero de 2022

Cocas de patata mallorquinas

    Facebook me han recordado que justo hoy hace ya 7 años me encontraba disfrutando de Valldemossa, el precioso pueblecito mallorquín que enamoró a Chopin y George Sand y en el cual las musas les inspiraron, y alguna coca de patata seguro que también contribuyó, para crear Chopin sus Preludios Op.28 y Sand escribir Un invierno en Mallorca

    La primera vez que probé las cocas de patata, junto a un chocolate caliente, fue allí, en Valldemossa, en la mejor de las compañías, en un frío día de febrero de, como ya he dicho, hace hoy 7 años ¡Madre mía, qué rápido pasa el tiempo!

    Están hechas con la receta que durante el confinamiento, nos enseñaron a preparar en la cuenta de Instagram del Forn de Sant Francesc y os aseguro que, si no son clavaditas a las que me comí en Valldemossa, son mejores. 

    Y es que, durante el confinamiento fue un no parar de amasar así que tengo un montón de fotos hechas y, por consiguiente, una buena ristra de recetas de panes pendientes de subir al blog, así que he decidido empezar a alternar parte de esas recetas con lo que vaya preparando de nuevo. La fecha ha sido la que ha decidido el empezar por estas deliciosas cocas de patata que tan buenos recuerdos me traen a la memoria.


    Ingredientes :
  • 450 g de harina de fuerza 
  • 100 g de manteca de cerdo
  • 100 g de patata hervida
  • 100 g de azúcar
  • 50 g de leche
  • 2 huevos L
  • 15 g de levadura fresca de panadero
  • Azúcar glass para espolvorear

    Mezclar muy bien todos los ingredientes y amasar justo hasta que quede una masa elástica y algo pegajosa. Si se pegara demasiado a las manos añadir un poquitín más de harina pero sin pasarse.

    Hacer una bola con la masa y poner en un bol, ligeramente engrasado, con aceite de girasol a ser posible, y tapar con un film. Dejar levar toda la noche en la nevera, o por lo menos de 6 a 8 horas.

    Sacar y dejar atemperar un poco. Desgasificar y cortar en porciones de unos 80g. Con las manos ligeramente engrasadas y boleando las porciones. Colocar separadas en una bandeja de horno y dejar fermentar, tapadas, de 1 y 1/2 a 2 horas para que vuelvan a levar.

    Calentar el horno a 180ºC con calor de arriba-abajo. Meter la bandeja a media altura, bajar la temperatura a 160ºC y dejar cocer unos 15 minutos.

    Sacar y con ayuda de una paleta, con cuidado, colocarlas sobre una rejilla hasta que se enfríen. 

    Una vez frías por completo espolvorear generosamente con azúcar glass.

    Tan sólo las tendréis que acompañar con un buen chocolate caliente para disfrutar de lo lindo y si, además, lo hacéis con los ojos cerrados escuchando a Chopin igual llegáis a imaginar que estáis sentados en un banco de la Cartuja de Valldemossa.


viernes, 16 de octubre de 2020

Focaccia de patata, con pimentón de la Vera y pulpo de Daniel Jordà

     Hoy, en el Día Mundial del Pan, estaba claro que tocaba meter las manos en harina... o un poco más si cabe. Como la anterior publicación ha sido un pan dulce esta vez tocaba algo salado ¿no os parece? Lo cierto es que la primera vez que preparé esta focaccia, del maestro Jordà, fue durante el confinamiento y, aunque la he repetido bastantes veces porque está para ponerle un piso, aún no había tenido tiempo a subiros la receta por aquí.  

    Uno de mis platos preferidos es, sin duda alguna, el pulpo a feira y cuando descubrí la receta de esta focaccia en uno de los libros de daniel Jordà sabía que tenía que prepararla sí o sí.

    Ingredientes :

  • 200 g de harina de fuerza
  • 40 g de sémola de trigo duro
  • 10 g de copos de patata
  • 5 g de sal
  • 20 g de mantequilla
  • 20 g de aceite de oliva
  • 150 g de agua
  • 5 g de levadura fresca
    Para el relleno
  • 1 patata mediana
  • Pimentón de la Vera
  • 30 ml de salmuera*
  • 1 ramita de romero fresco
  • 300 g de pulpo cocido


    *La salmuera la haremos mezclando 10 ml de aceite, 20 ml de agua y una pizca de sal.

    Mezclar todos los ingredientes secos de la masa e ir agregando los líquidos hasta que estén totalmente integrados, dando un amasado corto. Tapar y dejar reposar 20 minutos para que se haga una autólisis.

    Como será una masa bastante hidratada tendremos que controlarla primero con un amasado enérgico y luego a base de plegados y reposos, para dar fuerza a la masa. Haremos 3 ó 4 plegados y dejaremos reposar, entre cada tanda de ellos, durante 10-15 minutos hasta que no se pegue a las manos. Dejar levar durante hora y media. 

    Volcar sobre la superficie de trabajo, ligeramente engrasada, y bolear. Dejar relajar la masa durante unos 5 minutos. Estiraremos la masa , teniendo cuidado de no desgasificarla, y darle un plegado sencillo. Colocar en un molde rectangular ligeramente engrasado, apto para horno, y dejar fermentar, tapado, durante 1 hora. Lavar el romero, secar bien y picar sus hojas no demasiado finas. Reservar.

    Calentar el horno a 250ºC, con calor de arriba-abajo.

    Pelar y cortar la patata en láminas finas. Regar con un chorro de la salmuera preparada y clavar los dedos suavemente hasta llegar al fondo del molde, estirando la masa hacia las paredes, y volver a regar con la salmuera. Espolvorear con pimentón de la Vera y espolvorear con el romero picado. Colocar las láminas de patata por encima y volver a regar con la salmuera. Meter al horno, a mitad de altura, de 12 a 15 minutos. A mitad de cocción incorporaremos el pulpo cortado en rodajas sobre la focaccia.

    En mi caso el pulpo no se lo puse hasta después de terminar de cocer la focaccia ya que a mi peque no le gusta y ella se la iba a comer sin él. Así que preparé el pulpo a feira aparte y lo fuimos colocando cada uno en nuestro trozo.

    La pinta es brutal ¿a qué sí? Pues no le hace justicia con lo absolutamente divino que está.

martes, 28 de julio de 2020

Causa limeña de cangrejo

    De nuevo tenía ganas de viajar gastronómicamente así que, he cogido la mochila y, andandito andandito, me he encaminado hacia un nuevo destino.
    Hoy es el Día Nacional de Perú así que para allá nos vamos. Y que mejor que de la mano de Gastón Acurio para realizar uno de los entrantes más representativos de aquella tierra : la causa limeña.


    Dicen que causas hay muchas, una por cada familia que la prepara, pudiendo tener diversos rellenos. Aunque el más habitual sea el de pollo, yo os traigo esta modalidad rellena de cangrejo que me ha parecido la más refrescante teniendo en cuenta los calores que tenemos.
    El curioso nombre del plato parece ser que se debe a que las limeñas comenzaron a venderlo en las esquinas de las calles para apoyar la causa de la independencia, ayudando a solventar así los gastos de la campaña militar de José San Martín. Lo cierto es que este es un plato precolombino que ya se conocía antes del Virreinato pero sin tener una denominación específica.


    Ingredientes :
  • 6 patatas para cocer
  • 1/4 de cucharadita de cúrcuma en polvo
  • 2 cucharadas de pasta de ají amarillo
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 3 limas
  • 200 g de palitos de cangrejo
  • Sal
  • Mahonesa
  • Huevo cocido en rebanadas
  • Hojas de cilantro fresco  
    Para la pasta de ají amarillo
  • 5 ajís amarillos

    Lo primero que haremos será preparar la pasta de ají para que le de tiempo a enfriarse.
    Lavar los ajís y secarlos bien. Cortarlos por la mitad a lo largo y retirar las semillas y las nervaduras. Aconsejo que cuando manipuléis los ajís lo hagáis con guantes teniendo mucho cuidado de no tocaros la cara porque pican a rabiar.
    Una vez los tengáis limpios colocarlos en una cazuela y cubrirlos con agua. Llevar a fuego medio y, cuando rompa el hervor, escurrir del agua. Repetir el proceso con el fin de matar un poco la fuerza del picante. Volver a cubrir con agua y dejar cocer 10 minutos desde que comience a hervir. Escurrir y dejar enfrier un poco antes de pelar las mitades.
    Triturar hasta que se forme una pasta. Si queda demasiado espesa añadir un chorrito de agua para aligerarla.


    Limpiar bien las patatas y poner a cocer, sin pelar, en una cazuela con agua y sal. Cuando estén bien cocidas, y al pinchar con un cuchillo éste entre suavemente, escurrir y dejar que se enfrien ligeramente para poder pelar sin quemarnos. Exprimir las limas y reservar el zumo.
    Poner en un bol, añadir la cúrcuma, el aceite, el zumo de lima, reservando 2 cucharadas para el relleno, y la pasta de ají amarillo. Os aconsejo ir añadiendo la pasta de ají poco a poco para probar el punto de picante que queráis darle. Con dos cucharadas solo le daréis un toque así que, si queréis que pique de verdad, añadir un par de cucharadas más... por lo menos. Chafar hasta tener un puré espeso y cremoso. Rectificar de sal y reservar tapado a piel hasta que se enfríe.
    Poner en un bol los palitos de cangrejo picados finamente y las dos cucharadas reservadas de zumo de lima. Ir añadiendo mahonesa, poco a poco, hasta que tengamos una pasta firme pero cremosa. Reservar en la nevera.
    Puedes hacer una sola grande o varias individuales como yo. Poner un aro en cada plato y rellenar con la mitad del puré de patata repartiéndolo entre los aros. Extender por encima de cada aro la mezcla de cangrejo y terminar de rellenar con el resto del puré.
    Retirar con mucho cuidado los aros de emplatar, pasando una puntilla por el borde del aro si fuese necesario, para que nos se desmonten las causas, y decorar con las rodajas de huevo cocido, un puntito de mahonesa y las hojas de cilantro fresco.


    Normalmente se añade también una capa de láminas de aguacate pero, como en casa sólo me gusta a mí, no se lo puse. También podéis reservar un poco de cangrejo picado para el adorno aunque con el huevo y el cilantro yo creo que es más que suficiente.
    Reservar tapado en la nevera hasta su consumo.


        Jamás pensé que un plato con picante pudiera dar esa sensación de frescura en la boca al ser comido. Desde luego no será la última vez que lo prepare.

domingo, 5 de abril de 2020

Crema parmentier (tradicional y con termomix) { Reto Cooking the Chef}

    Aunque ya hace días que comenzó la primavera parece que la paulatina calidez de las temperaturas que la tenían que haber acompañado, en esta ocasión, le ha hecho caso omiso y continúa haciendo todavía más que fresquito. Esto nos lleva a que, no solo nos siga apeteciendo el cuchareo, sino que es lo que nos va a ayudar, en gran manera, a poner el cuerpo a tono.
    Seguimos con el afán de encontrar platos distintos que llevar a nuestras mesas así que, volvemos a hacer las maletas virtualmente, para adentrarnos en la cocina tradicional francesa de la mano de uno de los chefs más destacados y mundialmente reconocido : Joël Robuchon.


    El término parmentier se refiere a preparaciones que fundamentalmente lleven patata cocida en su composición, como purés, sopas y cremas, en un merecido homenaje a Antonie Ausgustin de Parmentier, quien logró introducir y potenciar el consumo de este tubérculo en la cocina francesa.
    Fueron los españoles los que la trajeron de América e introdujeron su cultivo en Europa, aunque solamente era utilizada como alimento para el ganado ya que se creía que ésta era indigesta y perjudicial para la salud.
    Parmentier, además de ser un gran nutricionista, fue el mejor de los publicistas y conocedor de la condición humana, como demostró la manera tan sibilina de que la gente lo introdujera en su alimentación. El rey, Luis XVI, comenzó a pasearse con una flor de patata en la solapa y se imprimieron folletos explicando la manera de cultivarlas y su forma de empleo. Pero la mejor campaña publicitaria fue, sin duda alguna, cuando hizo que los terrenos donde se cultivaban fueran custodiados por guardianes solamente durante el día consiguiendo que, durante la noche, los campos fueran asaltados para llevarse el tan codiciado tesoro.  Fuente : Directo al paladar
    Y ahora, después de la clase de historia, ¿que os parece si nos ponemos a cocinar?


    Ingredientes :
  • 700 g de patatas
  • 3 puerros 
  • 1 cebolla mediana
  • 75 g de mantequilla
  • 600 ml de caldo de pollo
  • 100 ml de nata
  • 2 rebanadas de pan de molde sin corteza
  • Perejil fresco picado
  • Sal
  • Pimienta

    Pelar la cebolla y picarla fina. Lavar los puerros bajo el grifo del agua fría para retirar toda la posible arena que lleven, y secar con papel. Retirar la parte verde, reservándola para otros usos, y cortar en rebanadas la parte blanca. Pelar y cortar en cuadraditos las patatas.
    Tradicional
    Poner en una cazuela, a fuego medio, 50 g de mantequilla y dejar derretir. Añadir el puerro y la cebolla y sofreír durante unos 10 minutos. Echar los cuadraditos de patata  y rehogar unos 4 minutos. Verter el caldo y salpimentar. Dejar cocer durante 25 minutos. Agregar la nata y triturar. Rectificar de sazón y reservar en caliente.
    Con thermomix
    Echar en el vaso la cebolla y los puerros troceados y cortar 6 sg, vel.5. Bajar los restos de la paredes hacia las cuchillas, añadir la mantequilla, que deberá estar a temperatura ambiente, y dejar sofreír durante 10 min, Varoma, vel.2. Echar los cuadraditos de patata y rehogar 4 min, Varoma, vel.2. Verter el caldo, salpimentar y programar 25 min, 100º C, vel.1. Dejar que baje un poco la temperatura, agregar la nata y triturar 1 min, vel 5-7-10.
    Rectificar de sal y reservar en caliente.

    Cortar el pan en cuadraditos y saltear en una sartén con los 25 g de mantequilla restantes, removiendo de vez en cuando para que se doren por igual por todos los lados. Retirar y dejar escurrir sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa.
    Servir la crema en los platos, repartir los cuadraditos por encima y espolvorear con el perejil picado por encima. Llevar a la mesa antes de que se enfríe.


    Hoy, día 5, sería el día de publicación de uno de los retos con los que más he aprendido y continúo haciéndolo, Cooking the Chef. Y digo que continúo haciéndolo porque, aunque el reto esté en un periodo de descanso, yo seguiré intentando ponerme al día con los Chefs que me quedan pendientes. Además de con alguna otra receta que tengo anotada en pendientes de algunos de los Chefs con los que ya había participado.

viernes, 20 de diciembre de 2019

Chuletillas de cordero al horno, níscalos y patatas duquesa. Calendario de Adviento Día 20

    Si le preguntarais a mis hijos que quieren comer por Navidad ellos lo tendrían bien claro : lechazo.
    Es probable que les haya transmitido el gusto por esa carne, al fin y al cabo el haberme criado en Valladolid puede que tenga algo que ver, o que todos la relacionemos con momentos muy especiales de reuniones familiares. No lo sé con seguridad, lo que sí sé es que ninguno de nosotros podemos imaginar la mesa de Nochebuena sin ella. Y, por supuesto, mi Calendario de Adviento no estaría completo sin traeros un plato con ese ingrediente.


    Mi idea primera era presentaros un carré de cordero pero al intentar preparar yo misma la carne como que la destrocé un poquito, es lo que tiene meterse en camisa de once varas... el próximo no me la jugaré y pediré que me lo preparen mis chicas del Mercado de Algirós, Raquel y Susana, en las que confío plenamente.


    He optado por traer las chuletillas ya cortadas pero las he preparado de igual modo que cociné el carré con la receta de Patry que, aunque destrozado e inservible para las fotos, estaba rico rico
    Y, para terminar de conferirle los sabores y aromas de la tierra donde me crié, no podía por más que acompañarlo con níscalos y patatas. La verdad que estaría redondo si fueran patatas panaderas pero pensé que le iría mejor que fuesen duquesas, para darle un aire más acorde con estas fechas ya que parecen pequeños árboles de Navidad... sí, ya lo sé, tantas entradas seguidas me está empezando a afectar y comienzo a ver cosas raras y abetos donde no los hay 😂😂


    Vamos con la receta.
    Ingredientes :
  • 12 chuletillas de palo de cordero
  • 1 cabeza de ajo entera
  • 12 cebollitas francesas
  • 1 pizca de ajo en polvo
  • 1 pizca de romero seco
  • 1 pizca de tomillo seco
  • Pimienta negra de molinillo
  • Sal en escamas
    Para el marinado
  • 1 vaso de vino tinto
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de vinagre de Jerez
  • 3 dientes de ajo picados
  • 1 ramita de estragón fresco
  • Varias ramas de tomillo y de romero fresco
  • Sal en escamas
    Para las patatas duquesa
  • 200 g de patatas de cocer
  • 1 cucharada de mantequilla
  • Sal
  • Huevo batido para pincelar
    Para los níscalos
  • 300 g de níscalos
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 2 dientes de ajo
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo
  • Perejil fresco picado

    La noche anterior, o por lo menos 4 ó 5 horas antes, mezclar los ingredientes de la marinada en un cuenco amplio. Meter las chuletillas dentro procurando que queden bien cubiertas de líquido. Cerrar herméticamente y dejar reposar en la nevera.
    Precalentar el horno a 200ºC, con calor de arriba-abajo.
    Limpiar los níscalos, con ayuda de un pincel, para quitar los restos que puedan tener. Poner a fuego medio una cazuela con el aceite y, cuando esté caliente, echar los níscalos dentro, partidos en trozos si fueran muy grandes. Rehogar y, cuando pierdan todo el agua que suelten, añadir los ajos muy picaditos y dejar dorar ligeramente. Salpimentar y espolvorear con un poco de perejil picado. Tapar y reservar en caliente.
    Mezclar en un mortero la sal, el romero y el tomillo secos, el ajo en polvo y la pimienta.
    Sacar las chuletillas de la marinada y escurrir. Colocarlas en una fuente de horno y espolvorear con la mezcla preparada anteriormente. Añadir la cabeza de ajo entera cortada a la mitad y las cebollitas peladas.
    Regar con un generoso chorro de aceite de oliva y hornear, a media altura, de 15 a 20 minutos.
    Mientras prepararemos las patatas. Pelar y dejar cocer, en abundante agua con una pizca de sal, hasta que estén tiernas. Escurrir, poner en un plato y aplastar con un tenedor para obtener un puré espeso. Añadir la mantequilla, cortada en trocitos y mezclar hasta que integre con el puré. Rectificar de sal y meter en una manga con boquilla estrellada.
    Formar 12 montoncitos sobre una bandeja de horno cubierta con papel. Pincelar, con mucho cuidado, con el huevo batido.
    Una vez pasado el tiempo de horneado del cordero sacar la fuente, cubrirla con aluminio y reservar en caliente. Bajar la temperatura del horno a 180ºC e introducir la bandeja con los montoncitos de patata a una altura media-alta. Dejar cocer durante 15 minutos hasta que estén dorados. Deberán estar crujientes por fuera y cremosos por dentro.


    Servir enseguida repartiendo los níscalos, las patatas, las cebollitas y las chuletillas en los platos. Regar estas últimas con el líquido que haya quedado en la bandeja de cocción.   


sábado, 14 de diciembre de 2019

Picantones rellenos con patatas tiernas y crujientes al horno. Calendario de Adviento Día 14

    Ya sé que, en estas fechas, las carnes más tradicionales para presentar en la mesa son, sin dudarlo, el lechazo y el cochinillo. Aún así, a mí también me gusta preparar otras que, aunque no sean tan tradicionales, están igualmente deliciosas. Y, si pensamos que la de Nochebuena es una cena, resultan bastante más ligeras de digerir.
    Es por esto que, para esa opípara cena, os propongo el preparar estos picantones. Al fin y al cabo, no dejan de ser un tipo de pollo pequeño, de alrededor de medio kilo cada uno, asado al horno, lo que hará que sea un plato bastante ligero... dejando así un poquito más de sitio para los dulces que vendrán tras la cena. 😉😊


    Ingredientes :
    Para los picantones
  • 2 picantones (de unos 450 g cada uno)
  • 110 g de bacon
  • 60 g de cebolla
  • 60 g de pimiento verde italiano
  • 50 g de manzana golden
  • 50 ml de calvados
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo
  • Aceite de oliva virgen extra
    Para las patatas
  • 800 g de patatas baby para microondas (2 bolsas)
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 4 dientes de ajo 
  • Unas ramitas de tomillo fresco
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo 

    Picar muy fino el bacon, la cebolla y el pimiento. Poner en una sartén, a fuego medio, sin nada de grasa, y saltear durante unos 5 minutos. Pelar la manzana y cortarla en daditos. Añadir a la sartén, remover y dejar cocinar un par de minutos más. Retirar del fuego.
    Precalentar el horno a 210ºC.
    Rellenar con esta mezcla, con ayuda de una cuchara, los picantones, que estarán limpios de vísceras y plumas, apretando bien para que quede bastante compacto.
    Cerrar con un cordel de cocina, cruzando los muslos y atando el extremo de los huesos junto la punta de la cola. Salpimentar.
    Engrasar una bandeja de horno con aceite y colocar dentro los picantones. Regar con un hilo de aceite y el calvados. Hornear, a media altura, durante unos 35 minutos.
    Para preparar las patatas cocinar en el microondas siguiendo las indicaciones del paquete. Poner las patatas cocidas sobre una bandeja de horno, cubierta con papel, y aplastarlas ligeramente con el culo de una vaso, deberán reventar quedando abiertas pero de una pieza. Prensar los ajos pelados por encima y repartir las hojas de unas cuantas ramas de tomillo por encima. Regar con un buen chorro de aceite y reservar.
     Cuando haya pasado el tiempo de horneado de los picantones sacar la bandeja, cubrirla con aluminio y reservar en caliente.
    Subir el horno a 225ºC y, cuando alcance la temperatura meter las patatas, a media altura, durante unos 15 minutos.


    Una vez que estén doraditas pasar a la bandeja de los picantones y volver a meter al horno. Dejar cocinar 5 minutos más.


    Justo antes de servir, retirar el cordel con el que habéis atado los muslitos y cortar cada picantón por la mitad. La verdad que pensaba que me iba a costar más el partirlos pero, con ayuda de un buen cuchillo, no es nada complicado.


    Emplatar poniendo medio picantón por persona y un par de patatas y salsear con un par de cucharadas del líquido de cocción que queda de la bandeja.
    Servir enseguida para que no se enfríe.


    Fuente : Directo al Paladar (Picantones rellenos, adaptada) Les receptes que m'agraden para Gastronomía & Cía (patatas crujientes)

viernes, 13 de septiembre de 2019

Salmonetes en papillote

    Estamos en ese tiempo en el que tan pronto un día hace calor como que te cae una tromba de agua y es lo que tiene el estar llegando el otoño. Y como que ya lo de encender el horno no es un deporte de riesgo, es más, hasta hay ratos en los que llega a agradecerse el calorcito que de él se desprende,  me empiezo a atrever a preparar platos tan deliciosos como éste que hoy os traigo, que además nos ayuden a recuperarnos de los excesos del verano.


    Uno de los pescados más agradecidos para cocinar, por lo menos a mí me lo parece, es el salmonete, un pescado semi graso de agua salada. Os animo a que preparéis este papillote antes de que termine su temporada de pesca porque es un éxito seguro en la mesa.


    Ingredientes:
  • 4 salmonetes de ración (8 si son pequeños)
  • 1 cebolleta
  • 1 patata mediana
  • 1 calabacín
  • Sal
  • Pimienta
  • Unas ramitas de tomillo fresco
  • Aceite de oliva virgen extra

    Precalentar el horno a 200ºC
    Limpiar y descamar los salmonetes. Retirar las espinas, las cabezas y las aletas y sacar los lomos. Reservar.
    Pelar la cebolleta y cortarla en juliana. Lavar bien el calabacín y hacer rodajas de 2-3 mm de grosor. Pelar, lavar y secar la patata y rebanarla con el mismo grosor que el calabacín.
    Cortar cuadrados de papel de horno y poner sobre ellos las rodajas de patata.
    Repartir la cebolleta en juliana y las rodajas de calabacín por encima de ellas y salpimentar. Terminar poniendo los lomos de salmonete como última capa. 


    Salpimentar y regar con un chorrito de aceite. Poner unas cuantas ramitas de tomillo por encima.
    Cerrar los paquetes y colocar sobre la bandeja del horno.
    Dejar cocinar de 8 a 10 minutos. Pasado ese tiempo, sacar con cuidado y colocar en los platos donde se vaya a servir. Cortar el papel rodeando el pescado, teniendo en cuenta que saldrá vapor muy caliente que puede quemarnos. 


        Servir enseguida para que no se enfríe. Yo he decorado los platos con algunas flores de tomillo y unos pocos pensamientos que le aporta al plato otro toque de color, aparte del bonito tono rosado que tienen los salmonetes.