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lunes, 21 de octubre de 2024

Ensalada templada de melocotón, mozzarella y cecina

    Todos los años me acaba pasando lo mismo. Con la llegada del verano, y con él los albaricoques,  melocotones y toda la demás fruta de hueso que tanto me gusta, me planteo preparar un montón de platos con ellos, tanto dulces como salados; pero al final, ya entrado y bien entrado el otoño, me doy cuenta que de lo proyectado no he hecho ni una cuarta parte y es entonces cuando me meto como loca en la cocina antes de que se retiren por completo algunas de esas frutas que todavía quedan en los mercados. Éste es uno de los platos que tenía en mente preparar y que, como aún no hace demasiado frío, es muy agradable de comer.

    Ingredientes :

  • 2 melocotones
  • 1 bola de mozzarella
  • 100g de cecina
  • 1 puñado de rúcula
  • 1/4 de cucharadita de tomillo seco
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo
  • Aceite de oliva virgen extra

    Lavar la rúcula, escurrir bien todo el agua posible y poner en el fondo de una bandeja. Sacar la mozzarella de su envase, secar con papel absorbente y cortar en rebanadas. Formar rollitos con cada loncha de cecina. 

    Lavar y secar bien los melocotones y cortarlos en gajos. Dorarlos ligeramente, por ambas caras, en una sartén con un chorrito de aceite.

    Ir colocando los gajos de melocotón ya dorados sobre la rúcula, alternando cada gajo con una rebanada de mozzarella en la mitad de la bandeja y con los rollitos de cecina en los lados.

    Poner en un bote un chorreón de aceite, sal, pimienta negra y el tomillo, tapar, agitar hasta que emulsione y verter sobre la ensalada.

    Servir enseguida para que el melocotón llegue caliente a la mesa. 


viernes, 27 de septiembre de 2024

Bundt cake hormiguero

    Acabado de entrar el otoño lo que más me apetecía era poner el horno de nuevo en funcionamiento, sin que hacerlo resultara deporte de riesgo; por lo que, como durante el fin de semana pasado no hizo demasiado calor, cosa que ayer y hoy la bajada de temperaturas se ha convertido en un espejismo y sigamos a más de 30ºC, me puse manos a la obra. Y lo primero que tenía apuntado en mi lista de pendientes era este bundt que las chicas de Jarita's cookies nos enseñaron por Instagram.

    Ellas nos cuentan que esta maravilla es típica de Brasil, allí llamado bolo formigueiro, así como de muchos otros países latinoamericanos, cambiando su nombre por el de torta hormiguera.

    Ingredientes :

  • 3 huevos M
  • 220 g de azúcar
  • 125 ml de aceite de girasol
  • 200 ml de leche
  • 280 g de harina
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 120 g de fideos de chocolate + 1 cucharada de harina

    Calentar el horno a 170ºC, con calor de arriba-abajo. Engrasar bien el molde elegido con spray desmoldante, dejándolo escurrir  boca abajo para retirar el exceso de grasa, o pincelar con mantequilla fundida. En un cuenco, mezclar bien los fideos con la cucharada de harina.

    En un bol, a velocidad alta, batir los huevos junto al azúcar hasta que la mezcla blanquee y esté muy espumosa. Bajar la velocidad y, sin dejar de batir, ir vertiendo el aceite en hilo. Cuando esté homogéneo incorporar la leche y la vainilla y batir hasta que la mezcla esté uniforme. Tamizar la harina junto a la levadura y la sal sobre la masa y mezclar con ayuda de una espátula, con movimientos envolventes. Incorporar la mezcla de fideos y harina y trabajar con la espátula hasta que estén uniformemente repartidos.

    Verter en el molde preparado anteriormente, dando unos ligeros golpes sobre la encimera, para que penetre por todos los lados y las posibles burbujas suban a la superficie. Hornear sobre la rejilla, a media altura, durante unos 40 minutos. Comprobar que esté bien hecho pinchándolo con una brocheta, ésta deberá salir húmeda pero sin restos.

    Sacar del horno y dejar reposar, sobre una rejilla, durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, zarandear el molde para que el bizcocho se despegue por completo de las paredes, poner la rejilla encima y dar la vuelta al molde para que el bizcocho acabe posado sobre ella. Dejar que se enfríe por completo.

    Fuente : Jarita's cookies

domingo, 25 de agosto de 2024

Ensaladilla de gambones

    Mientras sigamos con estos calores creo que seguiré publicando platos fresquitos porque, no sé a vosotros pero a mí, aún no me apetece meterme entre pecho y espalda una comida demasiado contundente. Eso no quiere decir que los platos no puedan ser de auténtico lujo porque, por ejemplo, éste que hoy os traigo es un platazo que puede presentarse incluso en la mesas más lujosas, tanto que me estoy planteando prepararlo de cara a las comidas navideñas.

    He servido la ensaladilla en copas, a modo de entrante, acompañada de unas láminas de pan crujiente, para que quedara con una presentación más festiva... ya os digo que me estoy planteando incluir el plato en las comidas navideñas y ésta me ha parecido una presentación muy acorde para la ocasión.

    Ingredientes :

  • 1 patata mediana
  • 1 zanahoria grande
  • 50 g de aceitunas rellenas de anchoa
  • 1 huevo L
  • 12 gambones
  • Sal
  • 4 ó 5 cucharadas de mahonesa
  • 1/4 de cucharadita de sriracha

    Lavar bien la patata, porque la coceremos sin pelar, y pelar la zanahoria. Poner ambos en un cazo, cubrirlos con agua y llevar a fuego medio. Salar y dejar cocer hasta que al pinchar con la punta de un cuchillo se introduzca fácilmente, lo normal es que la patata tarde un poco más en estar lista que la zanahoria. En un cazo con agua fría poner el huevo, que deberá estar a temperatura ambiente para que no se rompa al cocer, y cocer durante unos 10 minutos desde que el agua rompa a hervir. Escurrir y meter en agua fría para cortar la cocción. Pelar y reservar.

    Cuando estén cocidas, tanto la patata como la zanahoria, sacar del agua y dejar enfriar. Mientras se enfrían, pasar los gambones por una plancha caliente, regada con un hilo de aceite, hasta que estén hechos por ambos lados. Dejar que se enfríen un poco antes de retirarles las cabezas y pelarlos por completo, dejando 4 colas sin pelar reservadas para decorar. Poner en un cuenco la mahonesa, la sriracha y el jugo de alguna de las cabezas de los gambones (yo le puse el jugo de 6)  y remover hasta que esté uniforme.

    Pelar entonces la patata. Escurrir las aceitunas de su líquido. Cortar en cuadraditos tanto la patata, como la zanahoria y el huevo duro y ponerlos en un bol. Trocear las colas de gambones y añadirlas al bol. Cortar las aceitunas en trocitos y agregárselas también. Echar la mezcla de mahonesa y remover con cuidado hasta que esté integrada.  

    Repartir la ensaladilla en las copas y decorar con los gambones reservados. Meter en la nevera para que se enfríe bien y sacar justo antes de servir.

    No está bien que yo lo diga pero, os aseguro que, esta ensaladilla es delicatessen total.

sábado, 17 de agosto de 2024

Crujiente o crumble de higos en freidora de aire

    Siempre me emociona que mis compañeros de trabajo se acuerden de mí cuando recogen fruta de sus árboles. Y eso es precisamente lo que ha pasado esta semana cuando me han dejado, en la nevera del trabajo, una "cajita" de higos, que no era tal sino una pedazo de caja. Como en mi casa siempre me han dicho que de ser bien nacido es el ser agradecido no he podido por más que preparar algo dulce, con parte de ellos, para agradecerle el detallazo. Pero claro, primero tenía que probar yo la receta, ya que era mi estreno con ella en la freidora de aire, porque al final también he sucumbido yo, y bien contenta que estoy ahora de haberlo hecho, a comprarme una.

    Ingredientes :

  • 300 g de higos (de 6 a 8 dependiendo del tamaño)
  • 40 g de harina
  • 10 g de copos de avena
  • 30 g de azúcar
  • 15 g de almendra laminada*
  • 30 g de mantequilla fría

    Lavar y secar los higos y cortarlos, a lo largo, por la mitad o en cuartos dependiendo de su tamaño. Engrasar con mantequilla un molde o fuente, que quepa en el cestillo de la freidora, e ir colocando dentro los higos troceados.

    Echar en un bol el resto de los ingredientes y trabajar, con las puntas de los dedos, hasta que tengan la textura de unas migas no demasiado finas.

    Repartir las migas por encima de los higos, introducir en la freidora y programar a 180ºC durante 10 minutos. Sacar y dejar templar.

    Los crujientes se deben comer templaditos o, como mucho, a temperatura ambiente, acompañados de nata montada, yogur o helado. 

    Mi recomendación : comerlo con una buena bola de helado de vainilla... disfrute máximo con ese contraste de temperaturas, os lo aseguro.

jueves, 8 de agosto de 2024

Muslitos de codorniz con chutney de fresas a la hierbabuena

    Ola de calor tras ola de calor, esto no hay quien lo resista, así que cuanto menos tiempo pasemos en la cocina mejor que mejor. Pero eso no quiere decir que dejemos de comer cosas ricas, ni que tengamos que dejar de experimentar nuevos platos en la cocina, tendremos pues que echarle imaginación y volvernos un poco más creativos si cabe. 

    Aprovechando que las fresas que nos vienen de Segovia están en pleno apogeo, y que me quedaba aún un poco de hierbabuena, no me he podido resistir a preparar este rico chutney.

    Ingredientes :

  • 16 muslitos de codorniz
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
  • Patatas paja, para acompañar
    Para el chutney 

  • 350 g de fresas
  • 1/2 pimiento rojo
  • 1/2 cebolla morada
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 1 cucharada de vinagre de frambuesa
  • 3 ó 4 ramitas de hierbabuena fresca (1 cucharada picada)
  • 1 pizca de sal
  • 1/4 de cucharadita de granos de pimienta rosa
  • 1 pizca de cayena en polvo (Opcional)*
  • 1 hoja de gelatina
    * Aunque lo normal es que cualquier chutney tenga un puntito de picante yo, en esta ocasión, lo he hecho sin picante, pero os lo he puesto para que vosotros decidáis si lo queréis con o sin.

    Lavar la fresas, escurrir, retirarlos pedúnculos y cortar en cuartos. Lavar los pimientos, secar, retirar las membranas y las semillas interiores y cortar en juliana fina. Pelar y cortar la cebolla en juliana. Lavar las ramitas de hierbabuena, secar y picar las hojas.

    En una cazuela poner el aceite a calentar a fuego medio. añadir la cebolla y el pimiento y rehogar hasta que estén ligeramente dorados. Echar el vinagre y el azúcar moreno, remover y dejar cocer 3 ó 4 minutos. Agregar las fresas, los granos de pimienta rosa y la hierbabuena picada. Si queréis añadirle la cayena en polvo éste será el momento de hacerlo. Sazonar, remover, bajar el fuego al mínimo y dejar cocinar unos 8 minutos, removiendo de vez en cuando con mucho cuidado. Retirar del fuego. 

    Sumergir la hoja de gelatina en agua fría durante unos minutos. Estrujar entre los dedos para que se escurra bien de agua y añadir al chutney, que aún deberá estar muy caliente y remover hasta que esté completamente disuelta. Embotar, tapar y dejar enfriar a temperatura ambiente.

    Lavar los muslitos de codorniz bajo el grifo de agua fría y secar bien. Salpimentar por ambos lados. Poner una sartén a fuego medio-alto con un chorrito de aceite. Echar los muslitos y dejar cocinar durante unos minutos, voltear y seguir cocinando hasta que estén ligeramente dorados por ambos lados. 

    Poner en cada plato una cama de patatas paja y encima cuatro muslitos. Acompañar de un par de cucharadas del chutney anteriormente preparado. Servir antes de que la carne se enfríe.

    Aunque yo lo he servido junto a unos muslitos de codorniz, este chutney nos puede servir para acompañar cualquier tipo de carne. Lo que nos sobre del mismo deberá conservarse tapado dentro de la nevera y consumirse en unos pocos días.


martes, 30 de julio de 2024

Dorayakis rellenos de anko

    Desde hace unos años, gracias a unos dibujos animados, es fácil encontrar dorayakis en los supermercados pero, aunque los que comía Doraemon estaban rellenos de anko, por aquí sólo los hay  rellenos de chocolate. 

    Ya llevaba tiempo rondando por mi cabeza el hacerlos como los toman en Japón así que cuando leí el libro de Durian Sukegawa, Dorayaki, se reavivaron mis ganas. El hecho que me decidió a ponerme con ellos fue el club de lectura que tuvimos, la semana pasada, de dicho libro. De vez en cuando llevo algo que tenga que ver con la temática del club así que estaba claro lo que iba a ser en esta ocasión ¿no os parece? Por fin me iba a decidir a hacerlos.

    Supongo que os estaréis preguntando que es eso de anko. Así que lo primero es contaros que se trata de una pasta dulce de judías rojas, azuki, imprescindible en la repostería tradicional japonesa, aunque  también es común usarla en otros países asiáticos, por ejemplo como relleno en los Mooncakes que se comen en la Fiesta de Medio Otoño, una de las más importantes de China.

    Lo primero será preparar el anko de relleno así que vamos al lío

    Ingredientes :

  • 125 g de judías azuki
  • 115 g de azúcar
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
    La noche anterior dejar las alubias en remojo, bien cubiertas de agua a la que añadiremos 1/4 de cucharadita de bicarbonato, retirando las que estén rotas o dañadas.

    Al día siguiente escurrir y lavar bajo el chorro de agua fría. Poner en la olla rápida cubiertas, hasta un par de dedos por encima, con agua. Llevar a ebullición a fuego alto, reducir a fuego medio y dejar cocer un par de minutos. Colar, desechando el agua de cocción, enjuagar bajo el grifo del agua fría, escurrir y volver a poner en la olla. Cubrir de agua de igual manera que antes, llevar a ebullición, cerrar la olla y bajar el fuego. Dejar cocer durante 20 minutos. Cuando pase la presión, abrir la olla y comprobar que las alubias estén blandas y se puedan aplastar al presionarlas entre las yemas de los dedos. Colar, pero conservando el agua de cocción.

    Poner las judías en el vaso de la batidora, junto a 2 ó 3 cucharadas del agua de la cocción, y triturar hasta que tengamos una pasta fina, añadiendo más agua si estuviera demasiado espesa. Pasar la pasta por un colador para retirar las pieles y echar en una cazuela junto al aceite. Llevar a fuego medio y cocinar unos 3 ó 4 minutos antes de añadir la mitad del azúcar, removiendo hasta que se absorba por completo. Agregar el resto del azúcar, sin parar de remover, hasta que se integre. Espolvorear la sal y seguir cociendo, removiendo todo el tiempo para que no se pegue en el fondo, hasta que la pasta esté bastante densa. Volcar sobre una fuente amplia, extender y dejar enfriar sin tapar. Guardar en un recipiente hermético en la nevera, allí se conservará bien durante dos semanas y hasta dos meses congelada. 

    Ahora que ya tenemos preparado el anko del relleno nos liaremos con las tortitas.

    Ingredientes :

  • 2 huevos L, batidos (110-115 g)
  • 30 g de azúcar
  • 15 g de miel
  • 1 cucharadita de levadura química (tipo Royal)
  • 1 pizca de sal
  • 30 g de leche
  • 30 g de agua
  • 120 g de harina tamizada
  • 10 g de mirin (opcional)
    Mezclar todos los ingredientes, que deberán estar a temperatura ambiente, hasta obtener una masa ligera. Tapar y dejar reposar en la nevera durante media hora para que adquiera una consistencia algo más densa.

    Calentar una sartén antiadherente a fuego medio y, sin engrasar, ir vertiendo cucharadas de masa. Dar la vuelta cuando la superficie se llene de burbujitas, con ayuda de una espátula, dejar unos segundos y sacar. Sin dejar que se enfríen, porque sino no se pegarán los bordes, poner sobre una de las tortitas un montoncito de anko en el centro, tapar con otra tortita e ir apretando los bordes hasta cerrar los dorayakis por completo.

    Los dorayakis que llevé al club volaron, fueron vistos y no vistos, así que no deberían estar muy malos. Menos mal que tuve la precaución de dejar un par de ellos en casa para que los comiera mi hija, porque si no menuda me hubiera montado, jejjejje. 

    Fuente :  Anko: adaptada de Bake street Tortitas: Belén Casal en Instagram

martes, 23 de julio de 2024

Pepinillos agridulces

    Llegada esta época del año, con estos calores, lo que más apetece es comer de barbacoa. Bueno, de barbacoa, de barbacoa exactamente no, que una no tiene jardín para poder hacerla y no creo que sea demasiado buena idea el prepararla en el balcón. Hace bastantes años,  de hecho más de 30 que jolín como pasa el tiempo, se me ocurrió montar una en el balcón de la casa donde estaba alquilada y madre mía la que se armó, los vecinos casi llaman a los bomberos del humo que salía de allí. No se me volvió a ocurrir, por supuesto, y la barbacoa nunca más se volvió a usar.

    Pero corramos un tupido velo y vayamos a lo que nos ocupa hoy que son los maravillosos pepinillos agridulces que he preparado para acompañar hamburguesas, perritos y demás viandas que se suelen cocinar en una barbacoa.

    Ingredientes :

  • 2 pepinos dulces pequeños
  • 120 ml de agua
  • 60 ml de vinagre de vino blanco
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de pimienta negra en grano
  • 1/2 cucharadita de semillas de mostaza 
  • 1 hija de laurel
  • 1 ó 2 ramitas de eneldo fresco

    Lavar los pepinos, secar y cortar en rodajas de un tres o cuatro milímetros de grosor. 

    Lavar un bote y su tapa, meter los dos en un cazo bien cubiertos de agua, llevar a ebullición y dejar cocer durante unos minutos. Sacar con ayuda de unas pinzas y dejar escurrir. Secarlo cuando esté tibio, meter en el bote el azúcar, la sal, las especias y las hierbas. Introducir también las rodajas de pepino.

    Echar en un cazo el agua y el vinagre, poner al fuego medio y llevar a ebullición. Verter dentro del bote preparado anteriormente, cerrar bien y dejar enfriar boca abajo para que se haga el vacío.

    Cuando esté a temperatura ambiente meter en la nevera y dejar por lo menos un día antes de consumir. 

    Como no están esterilizados posteriormente es recomendable consumirlos, como mucho, en tres o cuatro semanas, es por eso por lo que se hace poca cantidad de cada vez.