Seguidores

Mostrando entradas con la etiqueta Jengibre. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Jengibre. Mostrar todas las entradas

viernes, 17 de abril de 2020

Lemon & Ginger Angel Food Cake

    Parece que la primavera este año está pensándose también eso de salir de casa y aún continuamos con los días grises que le suelen preceder. Tanto es así que lo que más me apetece es liarme en la cocina y, sobre todo, poner el horno a trabajar a toda pastilla, ya sea para preparar algo dulce, salado o cocer un buen pan.


    Y hoy vamos a endulzar el día con una delicatessen, que ya tenía yo ganas de dulce. Nada mejor para darme el capricho que con uno de los bizcochos que más me gustan : un Angel Food. Si, además, a la esponjosa textura que tiene esta maravilla le añades la acidez del limón y el ligero picante que le aporta el jengibre ya es el sumum de la delicadeza.


    La receta es la que Bea tiene en I love Bundt Cakes, a la cual yo le he añadido jengibre fresco rallado para darle un poco más de chispa si cabe.

 
    Ingredientes :
  • 9 claras pasteurizadas
  • 205 g de azúcar
  • 65 g de harina
  • 2 cucharadas de ralladura de limón (2 limones aprox.)
  • 1 cucharadita de zumo de limón
  • 1 cucharadita de cremor tártaro
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 2 cucharaditas de jengibre fresco rallado
    Para el glaseado
  • Zumo de 1 limón
  • De 100 a 130 g de azúcar glass

    Dejar las claras a temperatura ambiente por lo menos media hora.
    Precalentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo.
    Poner las claras en un bol y comenzar a batir a velocidad media. Cuando empiecen a espumar espolvorear por encima el cremor e integrar. Agregar el zumo, las ralladuras de limón y jengibre y el extracto de vainilla y seguir batiendo hasta que comiencen a formarse picos. Subir la velocidad e ir añadiendo el azúcar a cucharadas. Seguir batiendo hasta que estén bien montadas formándose picos duros y brillantes.
    Echar la harina de dos veces y, con ayuda de una espátula, incorporar hasta que esté totalmente integrada, con movimientos envolventes.
    Volcar la masa en el molde sin engrasar, nivelando la superficie. Hornear, a media altura, sobre la rejilla, durante unos 35 ó 40 minutos. Si tocáis levemente la superficie comprobaréis que ésta no se pega a los dedos.
    Sacar del horno y dar la vuelta al molde, apoyándolo sobre sus patitas. Dejar que repose por lo menos 1 hora y media.
    Pasado ese tiempo, pasar un cuchillo por el contorno del bizcocho, para que se despegue del molde, y volcarlo sobre una rejilla. Despegar también la base, retirar y dejar que se enfríe por completo.
    Preparar el glaseado poniendo el zumo en un cuenco. Ir añadiendo azúcar glass, removiendo con una varilla, hasta conseguir la textura deseada.
    Glasear el bizcocho cuando esté completamente frío.


    Sólo me falta decidir con que acompañarlo ¿Qué pensáis vosotros que le iría mejor? Un café o quizás un té aunque, casi mejor, me lo como a palo seco 😂😂


lunes, 28 de octubre de 2019

Crema de zanahorias con queso azul

    Parece que, por fin, el otoño comienza a hacer acto de presencia. No sé si a vosotros os pasa lo mismo, pero yo ya estaba un poco saturada de calores y me apetecía tener que volver a ponerme una chaquetita por la mañana temprano y cuando cae la tarde, y más ahora que cae taaan temprano.
    Además ya echaba de menos el disfrutar a tope con el cuchareo, porque nada sienta tan bien, para entonar el cuerpo cuando refresca, como una sopa o una crema calentitas.


    Esta crema, de colores totalmente otoñales aunque sus ingredientes se pueden encontrar en cualquier estación, como está realmente exquisita es tomándola muuuuy caliente ya que esto hará que el queso comience a fundirse dejando una untuosidad extra.


    Ingredientes :
  • 750 g de zanahorias
  • 1/2 cebolla grande
  • 20 g de mantequilla
  • 3/4 de l. de caldo de verduras
  • 1/8 de cucharadita de cúrcuma
  • 1/4 de cucharadita de jengibre
  • 1 ó 2 gotas de extracto de vainilla
  • 200 ml de nata líquida
  • 120 g de queso azul d'Auvergne
  • 80 g de mezcla de semillas
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo

    Pelar, lavar y cortar en trozos las zanahorias. Pelar y cortar en juliana la cebolla.
    Poner una cazuela a fuego medio y dejar fundir la mantequilla en él. Echar la cebolla y dejarla cocinar unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Añadir las zanahorias, el caldo, la cúrcuma, el jengibre y la vainilla. Llevar a ebullición y salpimentar. Bajar de nuevo a fuego medio y dejar cocer, sin tapar, durante 25 minutos.
    Agregar la nata y dejar hervir 10 minutos más. Mientras, tostar la mezcla de semillas en una sartén caliente y sin grasa. Reservar.
    Triturar la crema hasta que tenga una textura fina y lisa y repartir en los platos.
    Servir muy caliente y, justo antes de llevar a la mesa, añadir el queso cortado en trozos mezclando con una cuchara un poco para que se funda ligeramente.
    Espolvorear por encima la mezcla de semillas y comer enseguida.


    Yo le he añadido además algún brote verde para darle un toque de frescor.

    Fuente : Saveurs Magazine 250

domingo, 1 de septiembre de 2019

Curry de remolacha y naan de coco, yogur y pasas

    Comienza septiembre y yo sigo sin ganas de volver a la rutina, aunque no me quede más remedio que acostumbrarme e ir habituándome a ella. Este año ha sido bastante atípico para mí ya que, al tener que acudir cada día a rehabilitación, no he podido tener vacaciones como tal con lo que mi verano ha sido menos verano... pero no me voy a quejar ya que me ha dado tiempo a descubrir nuevos retos en los que poder participar. ¡Ay lo que me gusta  a mí un reto! 😂😂 La mayor parte de ellos han sido lectores (que me gusta leer tanto como cocinar) pero también he tenido ocasión de poder aportar alguna cosilla a #losviernesreto, como ya os conté en la entrada de los vasitos de triffle de melocotón hace una semana.
    Esta semana no tenía pensado publicar otra entrada pero, con lo ricos que salieron el curry y el naan de la propuesta de este viernes, me he visto en la obligación de ponerme a ello.


    Aunque la invitación era para viajar a la India yo me he ido un pelín más abajo para traeros este curry vegetariano típico de Sri Lanka.
    Este curry tiene además la particularidad de que se puede degustar tanto en caliente como en frío, lo que es un plus para prepararlo aunque haga un calor de muerte. Se puede comer presentado como guarnición de otro plato o bien como plato principal, acompañado de una ensalada, arroz o /y pan chapati.


    Como la propuesta que se nos hacía era acompañado de naan en vez de chapati (ambos panes que se pueden hacer en sartén, aunque allí los cuecen en tandoor) elegí un naan un tanto peculiar que lleva, igual que el curry, coco y yogur entre sus ingredientes, ya que el clásico y el relleno de queso hace tiempo que los tengo publicados en el blog (pincha aquí si quieres verlos)



    Ingredientes para el naan :
  • 120 ml de leche de coco
  • 1 cucharadita de levadura seca de panadería
  • 40 g de azúcar
  • 330 g de harina de fuerza
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 40 g de ghee + 20 g para pincelar
  • 75 g de yogur griego
  • 50 g de coco rallado
  • 50 g de pasas sultanas

    Ingredientes para el curry :
  • 500 g de remolachas cocidas
  • 1 trozo de 2,5 cm de jengibre fresco
  • 1 cebolla 
  • 1 guindilla verde
  • 10 hojas de curry fresco
  • 1/2 cucharadita de semillas de hinojo
  • 1 pizca de guindilla en polvo
  • 1 cucharadita de cúrcuma molida
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 2 cucharaditas de semilla de mostaza negra
  • 4 cardamomos negros
  • 3 cucharadas de aceite de semillas de mostaza o vegetal
  • 30 g de coco rallado
  • 1 cucharadita de sal
  • 225 ml de yogur natural

    Lo primero empezaremos preparando el naan que es lo que más tardará en hacerse.
    Remojar las pasas en agua templada durante un rato. Escurrir y secar ligeramente.
    Poner en un bol todos los ingredientes del naan y mezclar hasta que esté todo bien integrado. Volcar sobre la mesa de trabajo, ligeramente enharinada, y amasar hasta que esté lisa y suave. Colocar en un cuenco, ligeramente aceitado, y cubrir con film plástico. Dejar fermentar hasta que casi doble su volumen.
    Volcar sobre la mesa enharinada y desgasificar un poco con las manos. Formar una bola y dividir en 6 porciones. Bolear cada parte y, con la ayuda de un rodillo, extender dándole forma alargada hasta que tenga un grosor de 6 a 8 mm.
    Poner una plancha al fuego y, cuando esté bien caliente, pasar los panes por ella 2 minutos por cada lado hasta que comiencen a dorarse, para luego ponerlos, con ayuda de unas pinzas, directamente sobre el fuego, volteándolos con frecuencia para que no se quemen. De esta manera los naan tomarán el ligero sabor que les dá el tandoor. Estarán listos cuando comiencen a hincharse. Pincelarlos generosamente con más ghee, cubrir con un paño y mantener en caliente.


    Lavar y secar la guindilla, cortarla longitudinalmente por la mitad y retirar las semillas y el pedúnculo. Pelar el trozo de jengibre y trocear. Sacar las semillas de las vainas de los cardamomos.
    Pelar y picar la cebolla muy finamente.
    Poner en el vaso de la batidora el coco, la guindilla, el jengibre, las semillas de los cardamomos negros y las semillas de hinojo. Triturar e ir añadiendo un poquito de agua hasta que se forme una pasta sin apelmazar. Reservar.
    Escurrir las remolachas, cortar en gajos o en cubos de tamaño similar y reservar.
    Calentar el aceite en una sartén grande y añadir las semillas de mostaza negra. Cuando empiecen a saltar agregar las hojas de curry junto con la remolacha, la cebolla, la cúrcuma, el comino, la sal y la pizca de guindilla. Dejar cocer 7-8 minutos removiendo frecuentemente para que no se agarre.
    Echar la pasta de coco, preparada anteriormente, integrar y poner a fuego medio. Continuar la cocción durante 5 minutos, removiendo a menudo. Añadir agua poco a poco para aclararlo ligeramente y dejarlo cocer otros 5-7 minutos más.
    Retirar del fuego. Echar el yogur por encima, mezclándolo ligeramente, justo antes de llevar a la mesa.


    Servir acompañado de arroz basmati cocido y del naan de coco, yogur y pasas. Cerrar los ojos, aspirar el aroma que emana y preparaos a disfrutar de la comida, sintiéndoos transportados a esos lugares remotos.

    Fuentes : "Mi primer libro de cocina india" y Pepekitchen

jueves, 21 de junio de 2018

Galette de cerezas al jengibre

    Una de las frutas que más me gustan son, sin duda alguna, las cerezas. Así que, en esta época del año, me pongo hasta arriba. El problema de que todos los de mi casa lo sepan es que, la mayoría de las veces, acabo con más de un kilo en la nevera.
    En esta ocasión pasaban de dos kilos de fragantes y madurísimas cerezas así que algo tenía que hacer con ellas antes de que se echaran a perder, aparte de pegarme unos cuantos atracones 😂😂
    Hacía mucho que no hacía una galette, con lo que me gustan, y me pareció una buena idea utilizar unas cuantas en prepararla.


    Esta semana voy un poco loca con el fin de curso por lo que me venía muy bien algo fácil y rápido de preparar para llevar de postre al trabajo en nuestra comida semanal.


    Y, cuando la cabeza la tengo en otro sitio, siempre se me acaba olvidando alguna cosa. En este caso se me olvidó llevar el azúcar glass para espolvorear la galette a la hora de presentarla en la mesa. Con lo dulces que eran las cerezas yo no lo eché en falta pero los más golosos sí que les faltó ese puntito más de dulzor.


    Ingredientes :
  • 1 paquete de masa brisa o quebrada
  • 400 g de cerezas deshuesadas
  • 15 g de azúcar*+ 1 cucharada para espolvorear
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 1 cucharadita de maizena
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
  • 80 g de queso crema (usé Philadelphia)
  • 1 yema de huevo para pincelar
  • Azúcar glass para espolvorear
    *La cantidad de azúcar a utilizar dependerá de lo dulce que sean las cerezas, estas lo eran mucho así que le puse muy poca cantidad.


    Lo más engorroso de esta receta sin duda es el deshuesar las cerezas, lo demás es muy muy sencilla.
    Poner las cerezas deshuesadas en un bol. Echar el azúcar, el zumo, el jengibre rallado y la maizena y remover. Dejar reposar unos minutos mientras se precalienta el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo.
    Desenrollar la masa quebrada sobre una bandeja de horno forrada con papel. Untar el queso crema dejando libre unos 3 dedos en todo alrededor.
    Verter las cerezas preparadas encima del queso y doblar el borde libre de la masa sobre ellas formando pequeños pliegues.
    Pintar con la masa con la yema de huevo batida y espolvorear por encima la cucharada de azúcar.
    Hornear a media altura durante unos 40 minutos, hasta que esté bien doradito.


    Una vez pasado el tiempo de cocción, sacar del horno y retirar de la bandeja, sin quitar el papel, poniéndola sobre una rejilla hasta que se enfríe. Esto hará que la base no se reblandezca y quede crujiente.


    Y, si os gusta más y queréis, podéis espolvorearla con azúcar glass a la hora de servir.


    Tengo que reconocer que estaba rica rica rica, un verdadero vicio.

domingo, 31 de julio de 2016

Mousse de chocolate, jengibre y plátano, sin azúcar {Reto Cocinillas Lok@s por Lorraine}

    Se nota que es verano, las publicaciones en la blogosfera se ralentizan, hace demasiado calor para pasarse horas en la cocina y solo apetecen comidas fáciles y rápidas de hacer.
    Este postre cumple todos los requisitos para ser el rey en estos días ya que es suave, rico, lleno de energía y se hace en un plis plas. Una maravillosa receta, ideada por Lorraine Pascale, la que los cocinillas hemos elegido como reto para este mes de Julio.


    Los ingredientes no son los más habituales para este tipo de preparación, ya que no lleva ni mantequilla ni gelatina ni azúcar, en este caso la grasa se la aportan los aguacates, la firmeza los plátanos y el dulzor los dátiles. Pero no te asustes que, a pesar de esto, está rico rico.


    Ingredientes :
  • 2 plátanos maduros
  • 2 aguacates maduros
  • 125 g de dátiles de Medjool
  • 75 g de cacao sin azúcar en polvo
  • 2 cucharaditas de jengibre en polvo
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado muy fino
    Deshuesar los dátiles. Pelar los plátanos y trocearlos. Pelar, deshuesar y trocear los aguacates.
    Triturar todos los ingredientes, yo lo hice en Thermomix en vel.5, sin tiempo, hasta conseguir una textura de mousse, espesa y suave.
    Rellenar con la mezcla 6 vasitos  pequeños y meter en la nevera durante, por lo menos, una hora para que se enfríen y tomen cuerpo.
    El consejo de Lorraine es que se consuman dentro de las 24 horas siguientes ya que, pasado ese tiempo, los plátanos empezarán a amargar. Yo no os puedo decir si eso es cierto ya que en mi casa, aunque a los peques no les gustaron demasiado, las mousse volaron, jejjeje. Vamos que me he puesto las botas, menos mal que sale poca cantidad.
    Fuente : Lorraine Pascale


    Y, como cada mes, solo me queda dejaros la portada creada por Blanca y los enlaces al resto de aportaciones.


    Susana de Té con limón y canela
    Natalia de Paladares {Sabores de Nati}
    Alicia de Pan, uvas y queso
    Bea de Sweet Cookies by Bea
    Mavi de Mandarinas y Miel

viernes, 17 de junio de 2016

Pato con salsa de ruibarbo y jengibre

    Desde que descubrí el ruibarbo parece que me he enganchado a su sabor, no me extraña que en algunos países no paren de hacer preparaciones con este suculento manjar. Pero, siempre suele haber un pero, ya tenía ganas de probarlo en un plato salado.
    Cuando descubrí esta receta estaba segurísima que la iba a preparar en breve. En ella la salsa la preparan con cerezas secas pero yo lo que tenía en casa eran fresas confitadas así que, como esa combinación es de éxito asegurado, es lo que he utilizado.


    Ingredientes :
  • 2 pechugas de pato con piel
  • 2 cucharadas de miel
  • 60 g de ruibarbo
  • 25 g de fresas confitadas
  • 1/2 cucharadita de jengibre molido
  • 130 ml de zumo de naranja
  • 120 ml de vino añejo

    Precalentar el horno a 200º C.
    Limpiar y picar finamente el ruibarbo. Pelar y picar finamente el jengibre. Reservar.
    Lavar las pechugas de pato y secarlas. Hacer cortes diagonales en la parte de la piel sin llegar a la carne.
    Calentar una sartén a fuego alto y poner las pechugas, con la parte de la piel hacia abajo, hasta que estén bien doradas y crujientes. Sacar y poner en una fuente de horno, con la piel hacia arriba.
    Reservar la grasa que hayan soltado las pechugas. Verter una cucharada de miel por encima y hornear de 10 a 15 minutos. Retirar del horno, tapar con papel aluminio y dejar reposar 5 minutos.
    Mientras, calentar la grasa de pato que teníamos reservada y añadir a ella el ruibarbo picado, las fresas confitadas y el jengibre y dejar cocinar durante un par de minutos. Retirar y reservar.
    Verter en la misma sartén el zumo y el vino y llevar a ebullición, dejar cocer 10 minutos hasta que reduzca. Añadir también los jugos que el pato haya soltado y el resto de la miel. Volver a llevar a ebullición dejando que termine de reducir hasta que espese ligeramente.
    Introducir de nuevo la mezcla de ruibarbo y fresas y dar un hervor para que los sabores se amalgamen.
    Cortar las pechugas en filetes y rociar con parte de la salsa justo antes de servir.


    Si el ruibarbo en dulce está bueno ya en platos salados ni os cuento.


    Un gran descubrimiento, desde luego.

martes, 31 de mayo de 2016

Pastelitos de zanahoria {Reto Cocinillas Lok@s por Lorraine}

    Si alguien me hubiera dicho alguna vez que una tarta de zanahoria iba a ser de las preferidas de mis hijos, no solo me lo hubiera tomado a broma sino que hubiera pensado incluso que me estaban intentando tomar el pelo. Pero, con gran asombro por mi parte, esta afirmación ha resultado ser absolutamente cierta, estos pastelitos han desbancado a los sabores tradicionales quedando casi a la par de la Red Velvet y de la de Oreo, ahí es nada...
    Puede que esta sea otra manera estupenda de que coman más verduras aunque no sea la forma más saludable, pero que diantre... un día es un día, jejjeje.


    Llegamos a final de mes y eso solo quiere decir que es el día de publicación del reto de los Cocinillas Lok@s por Lorraine. En esta ocasión tocaba elegir receta dulce y al final ha sido por esta delicatessen por la que nos hemos decidido.


    La receta es de los vídeos que Lorraine sube a su perfil en las redes sociales retando a prepararlas con el hashtag #bakeandshare así que eso es precisamente lo que hemos hecho...prepararla.
    En casa la he hecho ya un par de veces, ya os he dicho que ha triunfado, aunque con algunas variaciones, si es que no me puedo estar quieta, jejjeje. La principal es que he hecho pastelitos individuales, algo evidente viendo las fotos, y que el frosting que le he puesto es uno de los del curso Cupcakes para comer de La Tallerería de  Belén, de Cupcakes a gogó.


    Ingredientes :
    Para los pastelitos
  • 220 g de azúcar moreno claro
  • 220 ml de aceite de girasol
  • 3 huevos L
  • 1 pizca de sal
  • 220 g de harina bizcochona
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • 1/4 de cucharadita de nuez moscada molida
  • 1/4 de cucharadita de clavo molido
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato
  • 220 g de zanahoria rallada
  • Ralladura de 1 naranja
    Para el frosting
  • 200 g de queso crema
  • 100 g de azúcar glass
  • 100 g de nata de montar
    Para adornar
  • 1 puñado de nueces pecanas
    Precalentar el horno a 180º C.
    Forrar con papel el molde elegido y engrasarlo ligeramente, como yo utilicé moldes de silicona este paso me lo salté.
    Tamizar la harina junto a la sal y el bicarbonato. Reservar.
    Lorraine pone en un bol todos los ingredientes del pastel, los remueve y, cuando la mezcla está uniforme, rellena el molde. Yo he variado ligeramente la preparación, os cuento como lo hice.
    Como a mis fieras eso de encontrarse los trocitos de zanahoria como que no les va mucho, trituré la zanahoria rallada junto al azúcar, con lo que quedó una pasta bastante liquidita.
    En un bol poner los huevos y batirlos ligeramente. Añadir el aceite, las especias y el jengibre y remover un poco.
    Agregar la pasta de zanahoria, la mezcla de harina y la ralladura de naranja. Envolver con una lengua hasta que justo esté todo integrado, sin trabajar demasiado para que no se desarrolle el gluten de la harina que haría que la textura final del pastel quedara gomosa.
    Rellenar los moldes elegidos y meter a mitad de horno con calor de arriba-abajo. El tiempo dependerá del tamaño de los moldes, los míos tardaron una media hora en cocerse, si es un molde de 20x20 tardará de 40 a 50 minutos. Pinchar con una aguja para ver si está cocido y, si esta sale limpia, sacar sobre una rejilla para que se enfríe.
    Desmoldar cuando estén casi fríos del todo ya que si no acabarían desmoronándose.
    Para preparar el frosting comenzar a batir la nata. Cuando esté semimontada añadir el azúcar y el queso y seguir batiendo hasta que haga picos duros.
    Con ayuda de una espátula cubrir la superficie de los pastelitos con el frosting y decorar con un las nueces.


    Al llevar el frosting deberán conservarse en la nevera aunque dudo mucho que vayan a durar demasiado, jejjeje.


    Con estas cantidades me salieron 20 pastelitos y entre mis chicos y mis compañeros de café no duraron más que tres días, y tengo que decir que según pasaron los días estaban muchísimo más ricos, ganaron en sabores y matices.
    Aquí os dejo la portada del reto que nos ha montado Susana


    Y el listado de los compis que se han unido en esta ocasión al reto
    Bea de Bea, Recetas y más
    Chus de Siguiendo a Nenalinda
    Mar de El horno de Mar
    Mar de En la cocina con Mar
    Nati de Poesía Culinaria. Paladares... los sabores de Nati
    Bea de Sweet Cookies by Bea
    Marisa de Marisa en la Cocina
    Blanca de Menjar a ca la Blanca

sábado, 2 de abril de 2016

Salmonetes a la naranja con tirabeques y senderuelas salteados al estilo thai

    Los meses se me pasan volando, casi sin enterarme, y ya entramos en el segundo trimestre. Comienza abril con una cierta tristeza al pensar que ya no habrá descansos extras antes de que llegue el verano, es lo que tiene que la Pascua se celebre tan temprano.
    A pesar de ello abril es un mes distinto, sobre todo en lo que a temperatura se refiere, tan pronto te hielas como te asfixias. Y ante este panorama de climatología incierta hay que estar preparado tanto para comer un reparador puchero caliente como un delicioso plato refrescante.
    Es por eso de que este mes es un poco loco que en los mercados conviven productos de varias estaciones. Yo he querido aprovechar en este plato esa conjunción de otoño-invierno-primavera dándole, además, un ligero toque asiático.


    Hacía mucho que no comía salmonetes y estos tenían tan buena pinta que o me pude resistir a llevarme unos cuantos. Vamos, que no eran Rodolfo el langostino pero también me dijeron eso de "llevaame a cassa", jejjeje. Además que, ojeando una revista Cuina de hace tiempo, redescubrí una receta de salmonetes de Pep Nogué, que me hizo tilín, y es en la que me he inspirado.


    Ingredientes :
    Para los salmonetes
  • 16 salmonetes pequeños
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Ralladura de 1 lima káfir
  • Escamas de sal
    Para los tirabeques
  • 200 g de tirabeques
  • 2 palos de citronella
  • 1 trozo de jengibre fresco de unos 2 cm 
  • 2 hojas de lima káfir
  • 2 cucharadas de aceite de wok
  • 100 g de senderuelas
  • 60 ml de zumo de naranja
  
    Para el sirope de naranja
  • 100 ml de zumo de naranja colado
  • 15 g de azúcar
    Para el aceite de perifollo
  • 20 ml de aceite de girasol
  • 1 ramita de perifollo
  • Sal 
    Lo primero prepararemos el aceite de perifollo y el sirope de naranja. Poner en un cazo el zumo de naranja junto al azúcar y remover hasta que este esté disuelto. Calentar, a fuego medio, hasta que tenga la textura de una salsa, teniendo en cuenta que según se enfríe espesará algo más. Reservar templado guardado en un biberón.
    Lavar bien y secar las hojas de perifollo. Triturar junto al aceite y una pizca de sal. Meter en otro biberón y reservar.
    Limpiar las senderuelas con un pincel y reservar. No las limpiéis bajo el chorro del agua ya que perderán mucho aroma. Limpiar los salmonetes, sacar los filetes quitando la espina central y terminar de desespinarlos con ayuda de unas pinzas. Lavar los tirabeques, cortar las puntas y retirar los hilos laterales si los tuvieran.
    Pelar y cortar finamente la citonella y el jengibre. Poner un wok con el aceite de wok, a fuego medio-alto, y saltear ambos duante unos segundos. Cuando empiecen a tomar color añadir los tirabeques limpios y las hojas de lima káfir cortadas en dos. Saltear unos minutos y agregar las senderuelas. Cuando hayan perdido el líquido de cocción verter el zumo y dejar reducir. Reservar en caliente.


    Poner una plancha con las dos cucharadas de aceite de oliva, a fuego medio, y marcar los salmonetes unos segundos, primero por la parte de la piel y después por la de la carne. No deben quedar demasiado hechos.


    Montar en un plato llano colocando los salmonetes en el centro y el salteado de tirabeques y senderuelas a ambos lados.


    Espolvorear la ralladura de lima káfir por encima de los salmonetes y regar con un hilo de aceite de perifollo y otro de sirope de naranja. Añadir al plato algunos puntos más de sirope de naranja y espolvorear con las escamas de sal.


    Solo quedará servirlo bien caliente y disfrutar del momento que el plato bien lo vale.

jueves, 31 de marzo de 2016

Vasitos de mousse de chocolate blanco con crème fraîche y jengibre {Lok@s por Lorraine}

    De nuevo terminamos otro mes y eso quiere decir que es el día de publicación del reto de los cocinillas lok@s por Lorraine. Este mes nos tocaba reto dulce y, casi por unanimidad, hemos elegido esta deliciosa mousse de chocolate blanco.


    La verdad que hace tiempo que le tenía ganas a esta mousse así que no podía dejar de prepararla y participar, por supuesto, aunque he reducido las cantidades de la receta original a la mitad. El problema es que lo del jengibre confitado no es algo que les entusiasme a mis hijos así que me ha tocado tunearla ligeramente.


    De todas formas no quería renunciar tampoco al puntito picante que le aporta el jengibre que, además, contraresta un poco el dulzor del chocolate blanco así que en vez de preparar la mousse con trocitos le he añadido una buena cucharada de almíbar de jengibre. Y a un par de vasitos le he añadido unas láminas finas del confitado que a mí me vuelve loca. Estos seguro que mis fieras no los tocan, jejjeje.


    Ingredientes :
  • 70 g de nata líquida
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 150 ml de nata líquida de montar
  • 200 g de chocolate blanco
  • 1 cucharada de almíbar de jengibre
  • Algunas láminas de jengibre confitado


    Derretir el chocolate blanco en el microondas en tiempos cortos teniendo cuidado de que no se queme. Dejar templar.
    Poner en un bol los 70 g de nata junto la cucharada de zumo de limón, remover y dejar reposar para que espese. Esta será la crème fraîche casera que vamos a utilizar.
    Montar la nata con una varilla. Añadir la crème fraîche remover hasta integrar.
    Poner 1 cucharada de la mezcla anterior en el chocolate derretido y mezclar. Ir echando el resto de la mezcla de la nata poco a poco removiendo constantemente hasta que esté uniforme. Agregar también la cucharada de almíbar de jengibre e integrar.
    La textura debe quedar suave y sedosa. Verter en los vasos elegidos y meter en la nevera para que coja consistencia, por lo menos durante 1 hora.


    Adornar con unas láminas de jengibre confitado y, si os apetece, un poco de nata montada, aunque creo que nata ya lleva suficiente.


    Y, como podéis ver, doy fe de que está rica riquísima.
    Ahora me voy a ver que han preparado mis compis de de reto ¿me acompañáis?


    Susana de Té con limón y canela
    Blanca de Menjar a ca la Blanca
    Mar de El horno de Mar
    Catina de La cocina de Catina
    Chus de Siguiendo a Nenalinda
    Ali de Pan, uvas y queso
    Mavi de Mandarinas y miel
    Marisa de Marisa en la cocina
    Bea de Sweet cookies by Bea