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jueves, 31 de julio de 2025

Ensalada Niçoise, a mi manera

    Después de pasarme casi dos meses de idas y venidas, entre despedidas de verano y mi ruta vacacional, creo que lo mejor para retomar las entradas del blog es con una ensaladita que, con estos calores que sigue haciendo, no hay prácticamente nada que apetezca más; eso sí, esta ensalada es tan contundente que nosotros solemos tomarla como plato único.  

    Ciertamente la ensalada Niçoise, tradicional de la zona de Niza, no es exactamente de así, se trata por tanto de una adaptación de la misma, por eso lo de "a mi manera", pero prometo que, en algún momento, subiré la que es tradicional, la auténtica, o por lo menos alguna de las muchas versiones que existen.

    Ingredientes :

  • 2-3 patatas medianas
  • 2 cogollos de lechuga romana
  • 7- 8 tomates cherries
  • 2 huevos 
  • 1 latita de anchoas en aceite de oliva
  • 1 puñado de aceitunas negras
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • Aceite de oliva virgen extra

    Lo primero de todo será cocer las patatas y los huevos para que estén fríos al preparar la ensalada.

    Lavar concienzudamente las patatas ya que las coceremos con piel. Una vez limpias ponerlas en una cazuela con agua fría y un poco de sal y cocer de 10 a 15 minutos dependiendo del tamaño, deberán estén blanditas pero que no se deshagan. Escurrir, dejar que se entibien, pelar y cortar en rodajas. Cocer los huevos de 8 a 10 minutos en agua con un chorrito de vinagre, escurrir, refrescar, pelar y, cuando estén fríos cortar en rodajas. Una vez fríos ambos podremos montar la ensalada. 

    Lavar la lechuga troceada y los cherries. Escurrir bien ambos y secar los tomates.

    Poner en la base de una fuente la lechuga troceada y bien escurrida. Colocar por encima los huevos duros y rodear con las rodajas de patata, poniendo encima de ellas los cherries cortados por la mitad. Repartir las aceitunas y las anchoas, reservando el aceite de estas últimas para luego aliñar con él la ensalada. Tapar con plástico y llevar a la nevera para que se enfríe.

    Poner en un bote que cierre bien parte del aceite reservado de las anchoas, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y una cucharada de zumo de limón. Cerrar y agitar hasta que emulsione. Regar la ensalada con el aliño y servir enseguida.

jueves, 4 de julio de 2024

Espárragos verdes crujientes y huevo pochado

    Desde hace tiempo que quería que esta receta de espárragos estuviera en el blog ya que, desde que los probé preparados de esta guisa, no podía quitármelos de la cabeza. Como han tenido un éxito tan rotundo en mi casa lo difícil era llegar a sacarles la foto antes de que acabaran con ellos. Vamos, que he tenido que prepararlos a escondidas casi, hacer la foto y llevarlos corriendo a la mesa para que no se enfriaran. Pero bueno, no me alargo más y vamos al lío.

    Ingredientes :

    Para los espárragos crujientes

  • Un manojo de espárragos verdes, si son gorditos mejor
  • 1 huevo L
  • 20 g de avellanas picadas finas
  • 20 g de pan rallado grueso*
  • Ralladura de un limón
  • 20 g de harina
  • 20 g de mantequilla
  • Flor de sal
  • Pimienta negra de molinillo
    *Yo usé panko para que estuviera aún más crujiente

    Además 

  • 4 huevos L
  • Patatas paja para acompañar

    Poner en una cazuela bastante agua con sal y llevar a ebullición. Lavar los espárragos con agua fría y retirar la base que estará más dura y fibrosa. Introducir en el agua hirviendo y dejar cocer 5 minutos. Sacar e introducirlos en un baño de agua helada para que se enfríen rápidamente. Escurrir y reservar.

    Batir el huevo en un plato. Mezclar en otro plato las avellanas, el pan rallado y la ralladura de limón. Rebozar en harina cada espárrago, sin llegar a la punta. Pasar por el huevo batido y empanar con la mezcla de pan preparada anteriormente. Volver a pasar por el huevo y la mezcla de pan, si fuera necesario, hasta que el espárrago quede bien cubierto. Repetir el proceso con todos los espárragos hasta terminar.

    Fundir la mantequilla en una sartén, a fuego bajo, y echar los espárragos. Ir volteándolos de vez en cuando hasta que estén bien dorados por todos lados. Retirar y mantener calientes.

    Para hacer los huevos pochados poner un cuadrado de plástico de cocina por cada huevo y engrasarlos con aceite ligeramente. Meter uno de los plásticos en una tacita de café con la parte limpia tocando las paredes de la taza. Cascar el huevo y echarlo dentro de la taza. Coger las puntas del plástico y cerrarlo, haciendo un atillo, con un hilo de cocina. Dejar uno de los extremos del hilo bastante largo para luego sacarlo del agua más fácilmente. Repetir con el resto de huevos. 

    Poner un cazo con agua al fuego y, cuando arranque el hervor, introducir los atillos y dejar cocer 4 minutos. Sacar, retirar el plástico y repartir en los platos. Poner unos cuantos espárragos junto a cada huevo y espolvorear todo con flor de sal y pimienta de molinillo. Acompañar cada plato de un puñadito de patatas paja. 

    Servir enseguida.

    Fuente : De los espárragos Fraise et basilic en Instagram

sábado, 2 de octubre de 2021

Shakshuka

     Hacía mucho que no preparaba nada de Yotam Ottolenghi y ya tenía mono. Así que hoy os traigo una verdadera delicatessen, una shakshuka, receta sacada de uno de sus libros, pero en versión reducida ya que esta sartén que veis nos la hemos comido tres personas para cenar.


    Éste es un plato muy popular en los países del norte de África, aunque parece ser originario de Túnez, que admite muchas variaciones. De hecho es bastante parecido a unos huevos con pisto pero con algunas variaciones, fundamentalmente por las especias que tiene.


    Ingredientes :
  • 1/2 cucharadita de comino en grano
  • 80 ml de aceite de oliva suave
  • 1 cebolla grande
  • 1 pimiento rojo
  • 1 pimiento amarillo
  • 2 cucharaditas de azúcar moreno
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharadita de tomillo seco
  • 1 cucharada de perejil picado
  • 1 cucharada de cilantro picado + para espolvorear
  • 400 g de tomate triturado
  • 1 sobrecito de azafrán molido
  • 1 pizca de cayena
  • 3 huevos L
  • Sal 
  • Pimienta negra de molinillo


    Cortar la cebolla en rodajas y los pimientos en tiras de unos 2 cm.
    En una sartén grande tostar el comino  en grano a fuego fuerte hasta que comience a dar olor. Añadir el aceite y la cebolla y saltear unos 5 minutos. Agregar los pimientos, el azúcar y las hierbas y dejar cocinar hasta que esté ligeramente dorado. Espolvorear el azafrán por encima y darle unas vueltas teniendo cuidado de que no se queme.
    Agregar los tomates y la pizca de cayena. Bajar el fuego al mínimo y dejar cocinar durante unos 15 minutos, removiendo y añadiendo agua de vez en cuando para que no se quede demasiado seco, tiene que tener la consistencia de una salsa. Rectificar de sal si hiciera falta.
    Retirar el laurel, separar un poco los ingredientes y hacer tres huecos. Verter en cada hueco la clara de cada uno de los huevos, tapar y dejar cuajar ligeramente. Poner una yema encima de cada clara semicuajada. Salar ligeramente, volver a tapar y dejar cocinar hasta que estén cuajadas las claras y las yemas fluidas. 
    Espolvorear un poco de cilantro por encima y servir enseguida.


     Nosotros solemos comer este plato como cena pero, en los países de origen, también se consume como desayuno y normalmente es servido en tajine o en sartén de hierro.


     Fuente : "El gourmet vegetariano" de Yotam Ottolenghi

miércoles, 5 de junio de 2019

Carmelitas, el pintxo de Robin Food {Reto Cooking the Chef}

    Comienza junio y, poco a poco, va llegando el calor. Ya teníamos ganas de aparcar los abrigos y las botas, sacar la ropa más ligera, poder disfrutar del buen tiempo y que el frío sólo esté presente en los helados o en una cerveza helada sentados en una terracita.
    Y, claro, si nos vamos a tomar una caña, no nos la vamos a tomar a palo seco así que, que mejor que acompañarla de un pintxo al más puro estilo de Euskadi. Venga, que nos vamos de "potes". Y que vengan estos acompañados de unas ricas carmelitas.


    Este mes en Cooking the Chef tenemos como Chef protagonista, nada más y nada menos que, a David de Jorge, también conocido como RobinFood. Hace muchísimo tiempo que sigo a este hombre. De hecho, el gusanillo de comenzar a  preparar mi propio pan me la despertaron él e Ibán Yarza viendo sus programas.
    Mi mano ya me va dejando ir haciendo cositas en la cocina, aunque todavía no estoy para echar cohetes. Aún así, esta vez me he decidido por algo muy muy sencillo pero que está extremadamente rico. Aquí os dejo el recopilatorio para ver las maravillas que han preparado mis compañeros de reto.


    Ingredientes (para 12 unidades) :
  • 12 rebanadas de pan de 2 cm de grosor
  • 1 cabeza de ajos
  • 24 anchoas en aceite
  • 3 huevos L
  • 12 gambas frescas
  • Aceite de oliva 
  • Mahonesa
  • 12 aceitunas sin hueso

    Cocer los huevos, que deberán estar a temperatura ambiente, en abundante agua salada durante 10 minutos, desde que comience a hervir. Refrescar con agua fría y pelar. Reservar.
    Cocer las gambas, en abundante agua salada, durante unos tres minutos. Escurrir, dejar enfriar un poco antes de pelarlas y reservar.
    Confitar los ajos pelados en el aceite. Retirar los ajos y freír en ese aceite las rebanadas de pan hasta que estén doradas por ambas partes. Sacar y poner sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa. Cortar cada huevo, a lo ancho, en 4 partes y reservar. Escurrir las anchoas de su aceite.
    Colocar las rebanadas de pan frito sobre el plato de servir. Sobre cada rebanada poner un par de anchoas escurridas, una de las rodajas de huevo y una gamba encima. Echar media cucharadita de mahonesa y coronar con una aceituna.


    Cuando David, en su perfil de IG, sacó una foto de esta delicia (aunque sin aceituna, esta ha sido mi aportación personal 😉) tuve claro que esto era lo que iba a preparar para el reto de este mes. Él las define como "un timbre de gloria para los adictos al huevo cocido". En esto estoy totalmente de acuerdo con él, aunque me parece excesivo el decir que "lo pediría como última voluntad si me dieran el garrote vil y me concedieran un último deseo" 😂😂

sábado, 2 de febrero de 2019

Galette bretonne complète

    Lo que más me gusta de conocer y adoptar tradiciones ajenas a nuestro entorno es descubrir nuevas maneras de entender la cocina, además de lograr llevar a la mesa una comida pluricultural y rica.
    Las crêpes tienen origen en la región de Bretaña, aunque después se extendiera a lo largo de toda Francia. Crêpes es el término que denomina a las dulces, realizadas con trigo candeal, pasando a llamarse galettes las saladas, cuya masa está elaborada con harina de trigo sarraceno o alforfón. También es tradición bretona que vayan acompañadas de un vaso de buena sidra (en mi caso de Astigarraga, que hay que barrer para casa 😜).
    Hoy es el día de la Candelaria (La Chandeleur) y en Francia es tradición comer crêpes, dulces o saladas, como si no hubiera un mañana.


    Los orígenes de esta tradición se remontan a tradiciones paganas, estando vinculada a un rito de fertilidad de las tierras cuando, a punto de acabarse el invierno, se paseaba por las calles entornando antorchas. Pero, como muchas otras tradiciones paganas, la iglesia la transformó en fiesta católica ya que, como la gente iba a seguir celebrándola, esta tuviera un motivo religioso. En el s.V se cambiaron antorchas por velas, terminando la peregrinación en la iglesia, para celebrar la presentación de Jesús en el templo. Una vez conocida de que va la fiesta ahora veremos el por qué de comer crêpes, que también tiene relación con la tradición pagana. Utilizando las harinas sobrantes antes de las nuevas cosechas se formaban estas crêpes, que por su forma y color simbolizaban el sol, para homenajear al tan ansiado astro y agradecerle la futuras cosechas.
    Esta tradición de hacer crêpes está envuelta de varios rituales y supersticiones. Al caer la tarde, cuando se encienden las luces y la familia está reunida, cada miembro deberá preparar una, utilizando la mano derecha para hacerla saltar y darle la vuelta, mientras en la mano izquierda deberá sostener una moneda, preferiblemente de oro, para atraer la buena fortuna. Se supone que si aterriza bien en la sartén tendrás prosperidad durante todo el año.
    Otra superstición, lógicamente en desuso ya, era que la primera crêpe que se hiciera ese día se lanzara encima de un armario de la casa o se quedara pegada al techo, también con el fin de tener un año próspero y lleno de felicidad.
    (Fuente:Irene Crespo para Traveler.es)


    Ingredientes :
    Para la masa
  • 250 g de harina de trigo sarraceno
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 1/4 de cucharadita de pimienta negra de molinillo
  • 1 huevo M
  • 125 ml de leche semidesnatada
  • 500 ml de agua fría
    Para el relleno
  • 6 huevos
  • 6 lonchas de jamón cocido
  • 240 g de emmental rallado
  • Mantequilla para engrasar
  • Sal 
  • Pimienta negra de molinillo
    Para hacer la masa. En un bol, poner la harina, la sal y la pimienta en forma de volcán. Echar en medio el huevo batido y la leche y empezar a mezclar con unas varillas mientras se va añadiendo, poco a poco, el agua para que no queden grumos. Una vez la masa esté uniforme, cubrir con un trapo limpio y dejar reposar, a temperatura ambiente, de 15 minutos a 2 horas para que coja cuerpo (yo lo dejé 1/2 hora), esto hará que se vuelvan más flexibles y menos quebradizas. Pasado ese tiempo sacar y remover para unificar.
    Poner a fuego vivo una crepera o sartén (de 26 cm). Engrasar con un poco de mantequilla, verter un cucharón de la masa, girando la crepera para hacer que esta cubra totalmente la base, de manera lo más uniforme posible. Dejar cocer minuto y medio antes de darle la vuelta. Formar un volcán en el centro con 40 g del queso rallado, cascar en medio el huevo y poner 1 loncha de jamón, cortada en láminas, alrededor. Salpimentar y dejar cocer unos 5 minutos, hasta que la clara esté cuajada.


    Para girar los bordes de la galette hacia dentro, marcar primero el doblez con una espátula, y plegar por las marcas, sin llegar a cubrir la yema. Derretir otro poco de mantequilla por el borde y dejar cocinar unos segundos más. Deslizar la galette sobre el plato y servir enseguida.


    Para comerla : trocito de la galette pringada en la yema, sorbito de sidra para acompañar, y... ufff, es un verdadero deleite para el sentido del gusto.


    Para mí, este plato y los huevos rotos con jamón o chorizo de mi tierra y puedes tocar el cielo con las puntas de los dedos 😍😋😉


    Y vosotros, ¿os animáis a celebrar "la Chandeleur" al estilo francés? Que aún estáis a tiempo antes de que caiga el día.
 
    Fuente : Libro "Crêpes" de Christelle Huet-Gomez 

lunes, 25 de junio de 2018

Sandwiches para el té {Una galleta, un cuento}

   ¿Qué os parece si nos trasladamos a la Inglaterra victoriana? Porque es justo en ese periodo donde se desarrolla el cuento elegido para este mes en Una galleta, un cuento : El príncipe y el mendigo.


    Y, casi estoy segura, que en la visita del mendigo a palacio el príncipe le ofreció un suculento surtido de sandwiches mientras tomaban el té y maquinaban la manera de intercambiar sus roles.
   

    Así que me he documentado para poder reproducir las delicias que se suelen degustar durante el Afternoon tea. De los scones ya teníais la receta en el blog (aquí), aunque estos que veis en las fotos son ligeramente distintos así que en unos días publicaré la receta en el blog. Por eso lo que os traigo hoy es la receta de los sandwiches más tradicionales.


    Sandwich inglés de pepino
    Ingredientes :
  • 4 rebanadas de pan de molde
  • 1/2 pepino
  • Mantequilla con sal, a temperatura ambiente
  • Sal
  • Pimienta blanca de molinillo recién molida
    Pasar un rodillo por las rebanadas de pan para dejarlas algo más finas. Extender la mantequilla por ellas uniformente hasta llegar a los bordes.
    Lavar, secar y pelar el pepino de forma acanalada, dejando tiras de piel. Cortar del tamaño del pan e ir laminando finamente, con ayuda de un pelador o mandolina, hasta llegar a las semillas. Ir girando y repetir la operación hasta eliminar toda la carne. Desechar las semillas.
    Colocar las láminas de pepino sobre la mitad de las rebanadas de pan preparadas anteriormente, salpimentar de forma ligera y tapar con las rebanadas restantes.
    Dejar reposar unos 5 minutos, tapando los sandwiches con plástico de cocina para que el pan no se seque. Esto evitará que el pepino se mueva a la hora del corte.
    Pasado ese tiempo, retirar las cortezas del pan con cuidado y cortar en triángulos o rectángulos.

    Sandwich de huevo
    Ingredientes :
  • 4 rebanadas de pan de molde
  • 2 huevos duros
  • 1/2 ramita de apio
  • 2 cucharadas de mahonesa
  • 1 cucharada de mostaza inglesa
  • 1 puñadito de rúcula
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
    Picar los huevos y el apio en cuadraditos finos. Añadir la mahonesa, la mostaza y la rúcula picada y mezclar. Salpimentar la mezcla.
    Repartir en 2 de las rebanadas y extender uniformemente. Tapar con las rebanadas restantes y dejar reposar 5 minutos.
    Retirar las cortezas y cortar en triángulos o rectángulos.


    Sandwich de jamón
    Ingredientes :
  • 4 rebanadas de pan de molde integral
  • 2 rebanadas de jamón York
  • 2 cucharadas de mahonesa
  • 1 cucharada de mostaza inglesa
    Mezclar la mahonesa y la mostaza y untar con la mezcla todas las rebanadas de pan. Poner encima de la mitad de las rebanadas el jamón y cubrir con el resto de las rebanadas.
    Retirar las cortezas y cortar en triángulos o rectángulos.

    Sandwich de salmón
    Ingredientes :
  • 4 rebanadas de pan de molde integral
  • Queso crema
  • Cebollino picado
  • Salmón ahumado
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
    Untar con el queso crema las rebanadas de pan. Espolvorear la mitad de las rebanadas con el cebollino picado.
    Cubrir con salmón ahumado y tapar con las rebanadas restantes.
    Retirar las cortezas y cortar en triángulos o rectángulos.

miércoles, 5 de julio de 2017

Sandwich Bodega de Anthony Bourdain {Reto Cookink the Chef}

    Hay dos momentos a lo largo del año que son especialmente emotivos para mí, en ellos los recuerdos de tiempos pasados regresan dejando un sinfín de sentimientos a flor de piel. La Navidad es uno de esos momentos, aunque creo que ese es compartido por casi todos los que ya empezamos a pintar canas. El otro es este en el que estamos, aunque pueda resultar chocante. El inicio del verano hace que me transporte a esas calurosas jornadas que, en mi niñez, pasaba en el pueblo. No había nada que me gustara tanto como el ir a comprar pan, ese olor de masa madre y levadura que te acompañaba una parte del camino ya te anunciaba el exquisito manjar con el que te ibas a encontrar. y, luego, con el pan recién hecho aún caliente entre tus manos, era poco más que imposible dejar de pellizcar una punta y deleitarte con su sabor.
    Cuando leí que el último libro que ha publicado Anthony Bourdain contenía las recetas favoritas de su niñez, las que le preparaba su madre y le gustaba comer en los momentos más felices de su infancia, las que son el tipo de recuerdos de comida que quiere compartir y transmitir a su hija no dudé de que una de esas recetas iba a ser la elegida para participar en el reto de este mes de Cooking the Chef. Ojalá yo también consiga transmitir ese tipo de recuerdos culinarios a mis hijos... aunque no escriba ningún libro para ello, jejjeje.
    Y después del rollo que os he metido, valientes y pacientes si aún seguís leyendo la entrada, paso a contaros la receta elegida por mí, las del resto de los participantes podéis verlas pinchando aquí.


    Este bocadillo es uno de los iconos para el desayuno neoyorkino (bacon, huevos y queso en un bollo crujiente) que se puede tomar en cualquier corner store junto con un café, una receta muuuy sencilla pero no por ello menos deliciosa.


    Ingredientes (para 2 sandwiches) :
  • 6 rebanadas de bacon
  • 2 kaiser rolls o panecillos de viena
  • 4 huevos L
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
  • 4 lonchas de queso cheddar
 
    Poner una plancha de hierro con fondo grueso a fuego fuerte y cocinar el bacon hasta que esté dorado y crujiente... ojo, sin llegar a quemarse. Retirar con unas pinzas y reservar.
    Abrir los panecillos por la mitad y colocarlos, boca abajo, sobre la plancha durante un par de minutos para que se calienten y absorban parte de la grasa del bacon.
    Retirar los panecillos y poner sobre papel de estraza o de horno. Repartir el bacon entre los panecillos, 3 lonchas en cada.
    Batir los huevos y salpimentarlos al gusto, verter sobre la plancha y dejar cuajar la tortilla. Cuando ya esté casi cocida del todo repartir el queso uniformemente y dejar hasta que se comience a derretir.
    Retirar y distribuir sobre el bacon de los panecillos. Cerrar los sándwiches y envolver en el papel de estraza para transportarlos con facilidad manteniéndolos además calientes.
    Servir con un café.


    Los neoyorkinos tomarán esta delicia como desayuno pero para mí es la merienda-cena ideal al llegar a casa después de una dura y calurosa jornada de trabajo.


    Fuente : "Appetites cookbook" de Anthony Bourdain

lunes, 5 de octubre de 2015

Huevo en flor, espuma de patata trufada y salteado de rebozuelos de Darío Barrio {Cooking the Chef}

    No os pasa que en algunas ocasiones descubres una foto de un plato en las redes que piensas : tiene una pinta bárbara, seguro que esta de muerte. Y te entra tanto por los ojos que no puedes quitarte la visión de la cabeza, es casi como que la imagen te hubiera elegido para que lo intentaras reproducir. Y más cuando el plato parece tan sencillo como este que hoy os presento.


    Eso justo me pasó cuando estaba buscando información para el "Cooking the Chef" de este mes,  donde A&A han elegido a Darío Barrio como protagonista homenajeado para el reto.
    El plato forma parte de los entrantes calientes de la carta de su restaurante dASSA bASSA y, según varios comentarios de blogeros que lo han comido in situ, uno de los mejores entrantes ofrecidos.


    Ingredientes :
  • 4 huevos*
  • 200 g de rebozuelos 
  • Sal 
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
  • Escamas de sal negra**
  • Aceite de trufa**
    Para la espuma de patata
  • 400 g de patatas
  • 150 ml de leche
  • 1 cucharadita de sal
  • 200 ml de nata líquida (35% m.g.)
  • 2 cucharadas de aceite de trufa 
    * En el restaurante el plato lleva 2 huevos pero yo le he puesto solamente uno por plato.
    ** El plato original lleva láminas de trufa por encima, yo opté por añadirle aceite de trufa y escamas de sal negra.


    Lo primero es preparar la espuma de patata. Yo la he preparado en Thermomix siguiendo los tiempos y cantidades de MªJosé, de Pasen y degusten, en esta receta pero añadiendo además 2 cucharadas de aceite de trufa.
    Poner la mariposa en el vaso. Lavar las patatas, pelarlas y cortar en trozos.
    Echar en el vaso junto a la leche y la sal y programar 15 min, Tº Varoma, vel.1
    Retirar la mariposa, bajar la mezcla hacia las cuchillas y triturar durante 5 seg, vel.5-9. Abrir el vaso, bajar de nuevo hacia las cuchillas, verter la nata y el aceite de trufa y mezclar 30 seg, vel.3. Reservar en caliente.
    Saltear los rebozuelos bien limpios en una sartén con un chorrito de aceite, salpimentar al gusto y reservar en caliente.
    Poner a hervir un cazo con agua. Poner en un vaso un cuadrado de film plástico. Engrasarlo con aceite de trufa y cascar el huevo dentro. Poner un poco de sal y cerrar bien. Repetir con el resto de los huevos y meter dentro del cazo de agua hirviendo. Dejar cocer 5 minutos y sacar. Dejar enfriar un par de minutos y retirar el film plástico.
    Montar el plato poniendo en un extremo el salteado de rebozuelos. Verter la espuma de patata en el centro sin dejar que tape los rebozuelo. Colocar la flor de huevo en el extremo opuesto a las setas. Echar con un hilito de aceite de trufa sobre la espuma de patata y espolvorear con las escamas de sal negra.


    Servir enseguida para que no se enfríe y disfrutar del plato porque está absolutamente delicioso.


    Y si queréis seguir disfrutando con los platos de Darío Barrio solo tenéis que pasaros por el resto de aportaciones de mis compis de reto (pinchar aquí) Yo me voy a visitarlos ya mismo.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Frittata de 4 quesos y tomillo a las 4 pimientas

    Hacía bastante tiempo que tenía la cosa de hacer una frittata pero, como mi hijo no come huevos, no había encontrado el momento apropiado. Cuando mi hijo me pidió que le hiciera un bocata para irse a la playa con sus amigos supe que había llegado el momento de hacerla.
    Esto pasó en el mes de junio pero hasta ahora no he tenido "humor" para editar la receta así que os la debía y aquí está, jejjeje.
    Lo primero es saber que la frittata es a la cocina italiana lo que la tortilla es a la nuestra, vamos que voy a hacer una graaan tortilla pero terminada de cuajar en el horno.


    Me he basado en esta receta de Esther Clemente para Directo el Paladar en la forma de prepararla porque, aunque también es 4 quesos, le he echado lo que tenía en la nevera, así que no es exactamente su receta.


    Ingredientes :
  • 4 huevos
  • 90 ml de leche
  • 3 ramitas de tomillo fresco
  • 50 g de Fontina
  • 40 g de queso azul
  • 70 g de queso crema
  • 50 g de Grana Padano rallado
  • 15 g de mantequilla
  • Sal
  • Pimienta de molinillo de 4 pimientas
    Precalentar el horno a 190º C con el grill encendido.
    Cortar el Fontina y el queso azul en taquitos no demasiado grandes y reservar.
    Batir los huevos en un bol junto con la leche hasta que esté espumoso. Salpimentar al gusto y echar también el tomillo, solo las hojas.
    Es importante que los huevos espumen bien ya que es lo que va a determinar la esponjosidad de la frittata.
    Añadir a la mezcla los taquitos de queso y el queso crema y remover hasta que esté último esté integrado. Reservaremos el queso rallado.
    Derretir la mantequilla en una sartén antiadherente y que valga para introducirla en el horno. Yo usé una de hierro colado y salió perfecta.
    Cuando esté totalmente fundida verter la mezcla preparada y dejar que empiece a cuajar a fuego medio. Cuando comience a despegarse de las paredes, al cabo de unos 4 minutos, espolvorear con el queso rallado y meter al horno en la parte de arriba.
    Dejar cocer durante unos 15 minutos, hasta que esté cuajada y bien dorada.
 

    Servir enseguida.


    Acompañado de una ensalada verde y un tomate picado es una buenísima elección para servir como una comida ligera o como cena.


    Ahora que la hemos probado no descarto mandar a mi hijo más veces a la playa con sus amigos, si es que el tiempo acompaña claro. Además así ganaré puntos con ellos, jejjeje ¿no os parece?

lunes, 1 de junio de 2015

Chimichangas "Spanish style"

    Aún recuerdo cuando, hace muchos años, estuve tres semanas viajando por Italia. Allí comí muy bien, aunque aún no se había despertado mi lado más gourmet y no investigué demasiado en lo que me podía encontrar allí. Ahora que, lo que realmente me viene a la cabeza, es que al regresar lo primero que pasó por mi cabeza fue meterme entre pecho y espalda un par de huevos fritos con patatas y chorizo, jejjeje.
    No se por que razón cuando Bea, de tengo un plan b, nos contó en su blog que se iba a vivir a Houston me vino a la cabeza el recuerdo de aquellos huevos fritos, con su yemita medio anaranjada y sus puntillas, de aquellas patatas y, sobre todo, de aquel trozo de chorizo... ummm, una buena ración de colesterol en plato, jajjaja, pero ¡qué rico todo!
    En principio pensaba cocinar un plato típico de aquellas tierras para mandarle ánimos pero aquel plato de huevos no dejaba de aparecerse en mi mente una y otra vez, estaba claro que eso era lo que mi mente quería que preparara. No me quedaba otra que ingeniármelas para hacer cocina fusión.
    De repente descubrí las chimichangas. Madre mía de mi vida, eso era... eso era exactamente lo que iba a preparar : chimichangas rellenas de huevos fritos con patatas fritas y alguna que otra rebanada de chorizo. Chimichangas "Spanish style"


    La pinta del invento no es especialmente vistosa pero está de absoluto orgasmo... no exagero, están espectaculares.
    Ingredientes :
    Para dos unidades
  • 2 tortillas de trigo medianas
  • 2 huevos
  • 50 g de chorizo en rodajas
  • 1 patata mediana
  • Sal
  • Aceite para freír
   
    Lo primero que haremos será pelar, lavar, secar y cortar la patata en tiras. Freír y reservar.
    Freír después los huevos.
    Extender las tortillas. Repartir las rodajas de chorizo en el centro.
    Poner las patatas fritas sobre ellas y salar.
    Colocar un huevo, con la yema hacia abajo, tocando el montón preparado anteriormente, y cerrar llevando los extremos superior e inferior de la tortilla hacia el centro hasta que se toquen. Doblar los extremos izquierdo y derecho hacia el centro hasta que se toquen. Deberá quedar un paquete bien cerrado.


    Colocar una sartén con un poco de aceite en el fondo y acercar al fuego, cuando esté bien caliente echar las chimichangas con los cierres hacia abajo y dejar dorar a fuego lento.
    Darles la vuelta y dorar por el otro lado.
    Comer bien calientes.


    Las fotos no le hacen justicia, a mi se me caían hasta las lágrimas de placer mientras me las estaba comiendo.
    Así que ya sabes Bea, si te entra mucha morriña de estas tierras cuando estés por aquellas otras, solo tienes que prepararte un par de estas chimichangas "Spanish style", cerrar los ojos y dejarte llevar, seguro que tu mente se traslada a tu sitio preferido de España.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Eggnog para el cuento de Navidad {Una galleta, un cuento}

    Después de estos 24 días el Calendario de Adviento llegó a su fin, ya es Navidad.
 ¡¡Feliz Navidad!!
    Uno de los relatos de lectura obligatoria en este día es, sin duda alguna, el Cuento de Navidad (A Christmas Carol) de Charles Dickens. Y que mejor modo de hacerlo que con una reconfortante copa de Eggnog, algo tan habitual en la celebración de la navidad inglesa como el mismo relato, y que se utiliza para brindar por la buena salud.


    Este relato corto se publicó en diciembre de 1843, mismo año que se envió la primera tarjeta de Navidad y tres años antes de que la Reina Victoria y su familia introdujeran la costumbre del árbol en Gran Bretaña, está inspirado en las humillantes experiencias de su propia infancia y los aprietos sufridos por los pobres y sus familias.
    Cuento de Navidad cuenta la historia de Ebenezer Scrooge, un hombre extremadamente avaro y egoísta. Scrooge no quiere saber nada del espíritu navideño pero la visita de los fantasmas de la Navidad pasada, presente y futura durante la noche del 24 de diciembre le hacen cambiar de parecer, despertándose como un hombre nuevo.
    Parece ser que Scooge puede ser la personificación del invierno donde, al igual que el invierno es sucedido por la primavera y el resurgimiento de la vida, el personaje frío, egoísta y avaricioso de Scrooge se convierte en el benévolo, generoso y amable que fue en su infancia y juventud.
    Este cuento consiguió un inmediato éxito y el aplauso de la crítica, además fue una de las principales influencias para el resurgimiento de las antiguas tradiciones navideñas en Inglaterra tan añoradas después de haber estado prohibidas en tiempos de Oliver Cromwell. (Fuente : Wikipedia)
 
 

    
    Hay muchos cuentos entrañables que transcurren en Navidad pero tanto este relato como el del Cascanueces son, sin llegar a dudas, los más conocidos y difundidos en todas las latitudes. Es por eso que  el reto "una galleta, un cuento" no podía elegir una historia más adecuada para este día que, además, coincide con su día de publicación.
    Pensando que podía hacer para acompañar este relato, que fuera igual de tradicional en Gran Bretaña durante estos días, me acordé de este Ponche de huevo.
    La mayor parte de la gente se echaría las manos a la cabeza pensando en que este brebaje, con alcohol, pudiera ser ingerido por algún niño pero lo cierto es que era un remedio tradicional para contrarrestar los síntomas de los resfriados ya usado durante la edad media. Además era frecuente dárselo a los niños inapetentes por el aporte proteínico que contiene, anda que no me habré tomado yo tazas y tazas de este ponche!! jejjeje, pero también puedes no poner el brandy y añadir 1/4 de cucharadita de extracto de brandy o de ron para que no pierda ese sabor que le caracteriza. De hecho Fran, de quien he tomado la receta, no le añade nada de alcohol.


    Ingredientes :
  • 3 huevos
  • 1 yema
  • 55 g de azúcar
  • 1 pizca de sal
  • 1/2 l. de leche
  • 2 gotas de extracto de vainilla
  • 1/4 de cucharadita de nuez moscada molida
  • 1/4 de cucharadita de canela + una pizca molida para espolvorear
  • 60 g de nata líquida
  • 25 ml de brandy
    Poner la mariposa en el vaso del Thermomix. Añadir los huevos, la yema, el azúcar y la sal y mezclar 30 seg, vel.3 hasta que espume.
    Agregarla leche, el extracto de vainilla y las especias, mezclar 20 seg, vel.3 y cocinar 10 min, 70ºC, vel.3
    Dejar que la temperatura baje un poco y añadir la nata y el brandy y batir 2 min, vel.3 sin quitar la mariposa de las cuchillas.
    Dejar enfriar a temperatura ambiente y meter en la nevera por lo menos 2 horas.
    Servir en tazas o vasos espolvoreado con una pizca de canela molida. A mi me gusta sacar el ponche de la nevera un buen rato antes de ir a tomarlo para que se atempere y espolvorear con la canela justo antes de tomarlo.


    El no tener Thermomix no te impide degustar esta maravilla, tan solo tendrás que poner en un cazo todos los ingredientes, menos el brandy, y cocinar a fuego medio, removiéndolo constantemente sin que llegue a hervir para que no se corte, durante unos 10 minutos hasta que espese ligeramente. Una vez que esté hecho añadir el brandy y acabar siguiendo los mismos pasos que en la versión con Thermomix.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Ensalada Rosolli. Finlandia. Faltan 6 días

    La ventanita de hoy del Calendario de Adviento nos lleva al país donde se encuentra la casa de Santa Claus, Finlandia.
    La Navidad es una época muy importante que se centra en la familia y el hogar y, aunque las celebraciones comienzan  oficialmente con el primer domingo de adviento, ya unas semanas antes se comienza con los preparativos y los adornos en lo que ellos llaman pikkujoulu, que traducido es algo así como "la pequeña Navidad".  El día 6, coincidiendo con el día de San Nicolás, se celebra el Día de la Independencia. Después llegará el día 13 donde, al igual que en toda escandinavia, se celebra el día de Santa Lucía, conmemorando la victoria de la luz sobre las tinieblas.
    También es costumbre dejar la casa bien limpia para recibir la Navidad así como acudir  ellos mismos a tomar una sauna para purificarse antes de la cena de Nochebuena.
    El día anterior a la Nochebuena se va a escoger un árbol y se decora con velas e hileras de banderas de distintos países, como símbolo de la amistad entre los pueblos, pero no será hasta la Nochebuena cuando se enciendan las velas que lo adornan. Sin duda alguna, el día más importante para los fineses es el día de Nochebuena donde, a las 12 del mediodía en Turku, la ciudad más antigua del país, se proclama la "Paz navideña", una tradición que data del s.XIII y aún perdura. Los niños esperan la llegada de Joulupukki, vestidos como gnomos, y este los visita en sus casas en carne y hueso, ellos le ofrecen canciones, bailes y relatos.
    Al anochecer, sobre las 5 de la tarde, las familias se encaminan hacia los cementerios para encender velas en las tumbas de sus seres queridos.
    
    Faltan 6 días. Hyvää Joulua!!


    Dentro de las comidas tradicionales para la cena de Nochebuena está la ensalada Rosolli acompañada de arenques marinados.


    Ingredientes :
  • 1 patata grande (100 g)
  • 1 zanahoria grande (100 g)
  • 1 remolacha pequeña cocida (110 g)
  • 1 pepinillo en vinagre
  • 1 cebolleta mediana
  • Sal 
  • Pimienta blanca de molinillo recién molida
  • 2 huevos cocidos
    Para la vinagreta :
  • 100 ml de nata líquida
  • 1 cucharadita de vinagre
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 2 cucharaditas del agua de la remolacha

    Pelar, lavar y cortar en cuadraditos la patata y la zanahoria y poner a cocer en abundante agua salada hirviendo hasta que estén tiernas, unos 10 minutos.
    Escurrir y pasar por agua fría para enfriar. Reservar en un bol.
    Cortar en cuadraditos del mismo tamaño la remolacha y el pepinillo y añadir al bol de la patata con zanahoria.
    Pelar la cebolleta, cortarla en cuadraditos y agregarla también al bol.
    Salpimentar y remover para que la mezcla quede homogénea.
    Batir la nata ligeramente, echar el azúcar, el vinagre y el agua de la remolacha para darle color y remover hasta que esté uniforme.
    Añadir 2 cucharadas de vinagreta a la ensalada y remover hasta integrar.
    Adornar la ensalada con los huevos cocidos, con las claras y las yemas picados por separado, formando rayas por encima. Acompañar del resto de la vinagreta.


    Es una ensalada tan vistosa como rica y muy muy fácil y rápida de preparar, toda una delicia.