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viernes, 8 de septiembre de 2023

Sándwiches de helado de leche merengada

    Parece que este verano se va a alargar aunque las temperaturas, a días, nos hayan dado una ligera tregua, por lo que sigue apeteciendo comer platos fresquitos. Así que no nos queda otra que  retrasar el cuchareo hasta que bajen las temperaturas, pero ¡ay, cuándo bajen! Cuando bajen nos vamos a tirar a ello de cabeza. De momento, nos conformaremos con cosas tan deliciosas como los heladitos que hoy os traigo.

    Hace mucho tiempo me aficioné a la leche merengada así que en el blog no podía faltar, lo que no me explico ni yo misma es cómo no estaba la receta publicada todavía, pero con el tiempo todo llega y aquí tenéis la prueba. 

    La idea de publicarla en forma de helado la tenía clara desde que trajeron unos biscuits en una oferta especial en Bofrost, la empresa de congelados que me sirve a domicilio. Cuando encontré en Mercadona las galletas de canela idénticas a las que esos heladitos tenían fui cuando me decidí a reproducirlos en versión casera.

    Ingredientes :

  • 500 ml de leche entera
  • 200 ml de nata de montar
  • 55 g de azúcar
  • 20 g de azúcar glass
  • 2 cucharadas de azúcar invertido (opcional)*
  • 1 palo de canela
  • La piel de 1/2 limón (sin la parte blanca, sólo la amarilla)
  • 2 claras de huevo L
  • Galletas de canela redondas
  • Canela en polvo (opcional)
    *El azúcar invertido sirve para evitar que en el helado se formen cristales de hielo. También podéis utilizar miel pero ésta le dará sabor.

    En un cazo poner la leche, el palo de canela, la piel de limón y 40 g de azúcar. Llevar a fuego medio, remover hasta que se disuelva el azúcar y dejar hasta que rompa el hervor. Retirar del fuego, añadir el azúcar invertido, remover y dejar infusionar hasta que se enfríe. Cuando esté a temperatura ambiente, retirar el palo de canela y la piel del limón. 

    Montar las claras con los 15 g de azúcar restante, hasta obtener picos fuertes, y mezclar ambas preparaciones cuidadosamente. Montar la nata con el azúcar glass e integrar con movimientos envolventes para que la mezcla se baje lo menos posible. Meter en la nevera por lo menos 2 horas, mejor toda la noche, y mantecar en la máquina heladera hasta que esté coja la textura adecuada. 

    Si no disponéis de máquina una vez refrigerada la mezcla verter en una fiambrera y congelar. Sacar cada media hora y romper los cristales de hielo que se hayan formado montando de nuevo la mezcla. Repetir 4 ó 5 veces hasta que esté cremoso.

    Para montar los sándwiches, ir poniendo las galletas del revés en un molde cilíndrico de la misma medida que ellas. Pasar a una manga una parte del helado, cubrir cada galleta con él, espolvorear con un poco de canela en polvo (yo no lo hice) y tapar con otra galleta. Meter en bolsitas individuales, o cubrir con plástico cada sándwich, e ir colocándolos en una fiambrera. Tapar y volver a llevar al congelador hasta un ratito ante de servir.

miércoles, 5 de julio de 2023

Helado de hojas de higuera y miel

    No hay nada que apetezca más, cuando aprieta el calor, que un rico helado para refrescarnos. Sé que tengo pendiente de publicar un montón de helados tradicionales pero ya sabéis que soy un poco bastante rebelde y que si encuentro algo más rarito no me puedo resistir a probarlo. El año pasado me dediqué a recolectar hojas de higuera para preparar una receta de Jamie Oliver (aquí) y este año las he recolectado para preparar esta otra de David Lebovitz 

   A veces te sorprende encontrar recetas con ingredientes que en la vida se me hubiera ocurrido emplear en ciertas preparaciones y ésta es una de esas veces. El usar hojas de parra o de higuera para envolver si había visto hacerlo infinidad de veces, incluso como dije antes yo lo hice el año pasado, pero usarlo como aromatizante en la base de un helado, eso jamás. Y, por supuesto, no me iba a quedar yo con las ganas de probarlo, y más cuando en mi barrio hay higueras silvestres hasta decir basta, así que no me quedó otra que darme un pequeño paseo, tijera en ristre, recolectando las hojas más frescas y lustrosas que encontré a mi paso para usarlas para preparar esta delicia.

    Ingredientes :

  • 4 hojas de higuera frescas medianas
  • 335 ml de nata para montar (35% de mg)
  • 165 ml de leche
  • 50 g de azúcar
  • 1 pizca de sal
  • 2 yemas de huevo L
  • 40 g de miel

    Lavar las hojas de higuera bajo el grifo y secarlas bien. En una sartén de hierro calentar las hojas, volteándolas de vez en cuando, hasta que estén ligeramente secas y empiecen a despedir su olor, de minuto a minuto y medio aproximadamente. Colocar dentro de una cazuela mediana y añadir la mitad de la nata, la leche, el azúcar y la sal. Calentar a fuego medio sólo hasta que el azúcar esté disuelto, retirar, tapar y dejar infusionar durante 1 hora. a temperatura ambiente.

    Pasado ese tiempo, retirar las hojas exprimiéndolas bien. En un tazón batir las yemas y añadir el resto de la nata. Ir agregando la leche infusionada templada, poco a poco y sin parar de remover, a las yemas batidas. Volcar la mezcla en la cazuela y poner a fuego medio, sin parar de remover, hasta que comience a espesar y tenga una textura como de natillas (71ºC) Colar la crema en un cuenco y poner sobre un baño de hielo. Agregar la miel, remover hasta integrar y la mezcla enfríe por completo. Tapar a piel y meter en la nevera toda la noche. Al día siguiente mantecar en una máquina para hacer helados hasta que éste esté hecho. Meter al congelador en un recipiente hermético cubierto a piel con papel de horno para que termine de endurecer. 

    Si no se dispone de la máquina, meter al congelador la crema bien fría, en un recipiente hermético, y al cabo de un par de horas batir la mezcla para romper los cristales de hielo, repetir un par de veces hasta que esté totalmente firme, cubrir a piel con papel de horno y cerrar el recipiente.

    Está absolutamente divino, una mezcla entre sabor a hoja y a higo difícil de explicar. 

    Acompañado de un par de higos cortados en cuartos y regado todo con un poco más de miel lo hará un postre digno de los dioses del Olimpo. 

    Fuente : David Lebovitz

viernes, 14 de agosto de 2020

Bombón helado de Tarta Sacher

    Aquí va otro helado inspirado en una tarta clásica y es que, aunque mis musas estén de vacaciones, cuando se desperezan y consiguen ponerse en movimiento no hay quien las pare 😂😂
    La tarta elegida, nuevamente, es puro glamour. En esta ocasión me he basado en el gelato de chocolate del libro Helados, resultando un helado muuuuy chocolateado y con una ligerísima capa de mermelada de albaricoque... no se puede decir más que : rico a rabiar.


    Para esta variedad, al ser tan chocolatosa, se me ha ocurrido utilizar unos moldes con forma de tableta de chocolate y, teniendo en cuenta que el congelador del que dispongo no es ninguna maravilla y no acaba de bajar la temperatura en exceso, me las he visto y deseado para que no me saliera un tocho de baño.
    Con estas cantidades salieron 5 helados grandes.
    

    Ingredientes :
  • 250 g de leche entera
  • 65 g de nata de montar
  • 15 g de cacao en polvo sin azúcar, tamizado
  • 65 g de chocolate negro de cobertura
  • 1 y 1/2 cucharaditas de azúcar invertido
  • 50 g de azúcar
  • 14 g de agua
  • 20 g de clara de huevo
  • 60 g de bizcocho de chocolate, en daditos pequeños 
    Para el baño de albaricoque
  • 125 g de mermelada de albaricoque
  • 3 g de gelatina en polvo
  • 1 y 1/2 cucharada de agua
    Para el baño y la decoración
  • 300 g de cobertura de chocolate negro
  • 10 g de mantequilla 
  • 25 g de cobertura de chocolate blanco
  • Bolitas de chocolate y galleta de 3 colores 

    Poner en un cazo a calentar la leche junto a la nata justo hasta que empiece a hervir. Añadir el chocolate troceado, el cacao en polvo y el azúcar invertido y remover hasta que el chocolate esté totalmente fundido y la mezcla esté uniforme. Dejar templar.
    Poner en otro cazo el azúcar y el agua y llevar al fuego medio, cuando alcance los 110ºC empezar a montar a velocidad máxima, en un bol, la clara de huevo. Cuando el almíbar llegue a los 118ºC retirar del fuego y verter en hilo, sin dejar de batir, sobre las claras montadas, con el fin de obtener un merengue italiano. Continuar batiendo hasta que el merengue esté a temperatura ambiente.
    Añadir el merengue a la mezcla de chocolate mezclándolo con movimientos envolventes hasta que la crema esté uniforme. Verter en un bol , tapar herméticamente y meter al congelador durante 2 horas. Sacar, remover con una varilla para romper los cistales de hielo que se hayan formado y volver a llevar al congelador durante otra hora. Pasado este tiempo, volver a remover la mezcla. Agregar los trocitos de bizcocho, remover con cuidado para que se distribuyan homogéneamente. y repartir la mezcla entre los moldes elegidos. Dejar que se endurezcan por completo por lo menos durante 5 ó 6 horas, aunque yo los dejé toda la noche.
    Cuando estén bien congelados prepararemos la capa de mermelada. Lo primero será hidratar la gelatina con el agua durante 3 ó 4 minutos. Darle un golpe de calor a la mermelada en el microondas para calentarla. Remover y, cuando esté bien fluida, añadir la gelatina hidratada y remover hasta que esté disuelta por completo.


    Verter en una bandeja donde quepan bien los helados y pasarlos por la gelatina para que crear una capa. Volver a llevar al congelador y repetir un par de veces para que la capa quede más gruesa. Volver a congelar para que se endurezca de nuevo.
     Fundir la cobertura de chocolate negro en el microondas, a golpes de 45 segundos, con cuidado de que no se queme. Cuando esté bien líquido añadir la mantequilla y remover para integrar.
    Sacar los helados de los moldes, de uno en uno. Sumergir en la cobertura y dejar que escurra el sobrante. Volver a llevar al congelador. Meter en una manga pequeña el sobrante del chocolate ya que con él haremos los medallones de la decoración. Para ello el sello deberá estar en el congelador durante un rato para que esté bien frío, si no será imposible formarlos.
    Hacer montoncitos pequeños con el chocolate y poner el sello encima, dejar unos segundos antes de retirarlo. Volver a llevar al congelador el sello y el medallón, cuando se haya endurecido meterlo en la nevera. Repetir hasta que tengamos medallones para todos los helados.


    Fundir la cobertura blanca, meterla en una manga pequeña.
    Poner los helados, de uno en uno para que no se derritan, sobre papel de horno, regar con unos hilos de chocolate blanco y decorar con las bolitas y los medallones que hemos hecho anteriormente.
    Volver a llevar al congelador hasta que vayamos a disfrutarlos.


    Si os gusta el chocolate estos bombones helados os van a encantar ya que el contraste del chocolate y la mermelada de albaricoque está brutal.


    Fuente : Libro Helados de Amelia Wasiliev & Alice Cannan

jueves, 13 de agosto de 2020

Bombón helado de Tarta Fraisier

    De sobre sabéis lo aficionada que soy a apuntarme a cualquier reto que veo. Así que, como iba a dejar de hacerlo en éste que Juan Andrés, El dulce objetivo, nos ha propuesto hacer este verano. Y es que, ya tenía ganas de llegar a tiempo de participar en uno de sus retos que, por h o por b, todos los demás que ha organizado me los he terminado perdiendo... y este casi casi, que llego por los pelos.
    Mi aportación está inspirada en una de las tartas clásicas más famosas de la repostería francesa : la Tarta Fraisier.


    Con estas cantidades me salieron 4 helados grandes y 4 pequeños, aunque a estos últimos no les puse el bizcocho calado. 


    Ingredientes :
  • 150 g de leche entera
  • 225 g de nata de montar
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 2 yemas de huevo L
  • 70 g de azúcar
  • 1 cucharadita de azúcar invertido
  • 50 g de fresas cortadas en trocitos
  • 4 bizcochos de soletilla
  • 25 g de agua
  • 2 cucharaditas de kirsch
    Para el baño y la decoración
  • 250 g de cobertura de chocolate con sabor a fresa
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 25 g de cobertura de chocolate blanco
  • Bolitas de galleta y fresa
  • Fresas liofilizadas

    La base de este helado es una crema inglesa así que será lo primero que habrá que hacer.
    Poner en un cazo la leche y 100 g de nata, remover y llevar a fuego suave hasta que rompa a hervir. Retirar del fuego y reservar.
    Batir las yemas junto a 45 g de azúcar. Cuando se haya disuelto todo el azúcar y la mezcla esté cremosa, añadir poco a poco la leche, sin parar de remover. Verter de nuevo en el cazo y dejar cocer a baño maría, removiendo continuamente con una cuchara de madera, hasta que espese ligeramente y comience a napar la cuchara, teniendo en cuenta que no deberá hervir para que no se corte la crema. Colar y dejar enfriar, removiendo de vez en cuando para que no se forme costra.
    Mientras se atempera la crema, haremos el almíbar, con el que calaremos los bizcochos, para que le de tiempo a enfriarse por completo.
    Poner en un cazo el agua y el resto del azúcar (25 g) llvar al fuego y, cuando comience a hervir dejarlo cocer un par de minutos. Retirar del fuego y añadirle el kirsch. Remover y dejar enfriar.
    Cuando la crema esté templada agregar el resto de la nata (125 g), el azúcar invertido y la esencia de vainilla. Remover hasta que esté todo integrado y verter en un recipiente hermético. Meter en el congelador durante 3 horas. Sacar, batir y volver a llevar al congelador hasta que comience a endurecerse. Volver a batir, añadir los trocitos de fresa y remover con cuidado para que se repartan uniformemente. Rellenar los moldes elegidos hasta 2/3 de su capacidad y colocar los palitos.
    Aplanar un poco, con ayuda de un rodillo, los bizcochos de soletilla. Cortarlos a la medida de cada molde y cubrir con ellos la crema. Calar con el almíbar frío, con ayuda de una brocha de repostería y repartir por encima un poco más de crema hasta taparlos. Llevar al congelador de nuevo hasta que se endurezcan por completo, de 5 a 6 horas.
     Fundir la cobertura de fresa en el microondas a golpes de 45 segundos, con cuidado de que no se queme. Cuando esté bien líquido añadir la mantequilla y remover para integrar. Fundir también la cobertura blanca y meterla en una manga pequeña.
    Sacar los helados de los moldes, de uno en uno. Sumergir en la cobertura y dejar que escurra el sobrante.
    Poner sobre papel de horno., regar con unos hilos de chocolate blanco y decorar con las bolitas y las fresas liofilizadas.
    Volver a llevar al congelador hasta que vayamos a disfrutarlos.


    La verdad es que en mi bombón helado la base, en vez de ser una muselina de vainilla que es lo que se usa tradicionalmente en la preparación de la tarta, ha pasado a ser la crema helada de vainilla del libro Helados y el bizcocho genovés unas soletillas. Aunque sí que he respetado la inclusión de uno de los distintivos más significativos de la tarta clasica : las fresas frescas. Aunque, a pesar de llevar estas últimas, es una adaptación bastante alejada de lo que sería la tarta tradicional pero, eso sí, los helados ricos están un rato largo.


    Fuente : Libro Helados de Amelia Wasiliev & Alice Cannan

sábado, 21 de diciembre de 2019

Blondie con membrillo, helado de Idiazabal y tejas de nueces. Calendario de Adviento Día 21

    Llegan estas fechas y las redes se inundan con las imágenes de los mercaditos navideños que preparan en el centro de Europa de los cuales, algún día, alguno de ellos lograré ir a visitar. Sin embargo, llegado el día de hoy, solo puedo pensar en el País Vasco.
    Una de las cosas que te traen estas fechas a la cabeza son los recuerdos entrañables de navidades pasadas, no hace falta ser Ebenezer Scrooge para que tu mente las reviva, y una de esas imágenes me acercan a esas tierras, donde el Olentzero es el encargado de traer los regalos a sus gentes. Es por eso que mi entrada de hoy está inspirada en uno de sus postres más tradicionales : membrillo, queso y nueces.


     La elección de este día para la publicación del mismo no la he decidido al azar. Hoy, día de Santo Tomás, marca el inicio de la Navidad en Euskadi. Mis recuerdos me acercan a la plaza de uno de sus pueblos, lleno de puestos de carácter marcadamente agrícola y ganadero, donde huele a queso, a sidra y a talos con txistorra, y una cerda viva descansa en una esquina para, al final de la mañana, ser rifada entre los que hayan querido participar en el sorteo.
    En principio pensé en que mi entrada fuera de talos con txistorra pero luego decidí que esa la reservaría para otra ocasión... puede ser que para el día de San Sebastian.


    Ingredientes :
    Para 6 blondies individuales
  • 90 g de chocolate blanco de cobertura
  • 60 g de mantequilla
  • 1 pizca de sal
  • 60 g de azúcar fina de repostería
  • 1 huevo L
  • 47 g de harina tamizada
  • 40 g de dulce de membrillo
    Para el helado de Idiazabal
  • 100 ml de nata
  • 100 ml de leche
  • 50 g de azúcar
  • 1 cucharada de glucosa líquida
  • 50 g de queso Idiazabal
  • 1 yemas de huevo L
    Para las tejas de nuez
  • 1 clara de huevo L
  • ~37 g de azúcar*
  • ~37 g de mantequilla, a temperatura ambiente*
  • ~37 g de harina*
  • 20 g de nueces peladas 
    *Las cantidades del azúcar, mantequilla y harina serán iguales al peso de la clara de huevo, por eso he puesto que son aproximadamente esos gramos, que fueron los que me pesó a mí la clara.

    Para la crema de membrillo
  • 40 g de dulce de membrillo
  • 20 ml de agua fría
    Además
  • Taquitos de queso Idiazabal
  • Medias nueces peladas 
  • Unas cuantas hojas de chocolate negro

    Comenzamos preparando el helado para que pueda coger la suficiente consistencia.
    Limpiar, retirar la corteza del queso, que utilizaremos para aromatizar la leche, y rallar el resto. Reservar.
    Poner a calentar, en un cazo, la leche y la nata junto a la corteza. Añadir la glucosa, remover, y llevar a ebullición. Apartar del fuego y dejar templar.
    Batir la yema con el azúcar hasta que blanquee. Verter la mezcla de leche y nata, que deberá estar templada, sobre ella y remover hasta que esté integrado por completo y la mezcla esté homogénea.
    Cocer, al baño maría, removiendo constantemente, durante unos minutos y agregar el queso rallado, dejando cocer hasta que esté fundido y, sin parar de remover, hasta que coja una consistencia de crema ligera. No debemos dejar hervir la crema, procurando que no supere los 85ºC.
    Retirar del fuego, colar para retirar la corteza y la crema quede bien fina, cubrir a piel con un plástico y dejar enfriar. Cuando esté tibia, meter en la nevera y, cuando esté bien fría llevar al congelador. Pasadas unas 3 horas triturar, para deshacer los posibles cristales de hielo que se hayan formado, y volver a meter al congelador. Repetir un par de veces más, si hiciera falta, aunque la mezcla es tan cremosa desde el principio que el mío, con una sola vez, ya tenía la consistencia perfecta.
    Conservar en el congelador hasta su consumo.
 

     Para la crema de membrillo solo tendremos que batirlo, cortado en trocitos pequeños, en un poquitín de agua fría, hasta que esté cremoso. Meter en un biberón de cocina y reservar.

    Para las tejas de nuez, precalentar el horno a 170ºC, con calor de arriba-abajo. Picar finas las nueces y reservar.
    Montar la clara a punto de nieve con el azúcar. Mezclar la mantequilla ablandada con la harina e incorporar la clara montada, poco a poco, con movimientos envolventes para que no pierda demasiado aire, justo hasta que la mezcla esté uniforme.
    Poner cucharadas en una bandeja de horno, cubierta con papel, y extender, con el dorso de la cuchara, hasta tener un círculo lo más fino posible y de un grosor uniforme. Espolvorear las nueces picadas por encima, apretando ligeramente para que se queden pegadas.
    Hornear de 8-12 minutos, hasta que los bordes comiencen a dorarse. Sacar la placa con cuidado e ir dejando cada galleta sobre una botella o un rodillo para que tomen la forma de teja. Yo aproveché el molde de cocer baguettes vuelto del revés... de algo tiene que servir que tenga tantos trastos, jejjeje.


    Una vez frías guardar en una lata hermética para que no se ablanden y pierdan la forma y el crujiente.

    Y ya nos ponemos con los blondies. Subir la temperatura del horno a 180ºC. Cortar en cuadraditos pequeños el dulce de membrillo.
    Fundir la mantequilla junto al chocolate en el microondas teniendo cuidado de que no se queme. Es preferible poner varios tiempos cortos que arriesgarse.
    Remover bien, añadir el huevo y seguir batiendo, al principio parece que se corta pero al cabo de un poco ya veréis como se pone cremosa la mezcla, batir hasta integrar.
    Agregar el azúcar y, cuando esté integrado, añadir la harina junto a la sal. Echar la mitad de los taquitos de membrillo en la crema y moverlos ligeramente procurando que no se rompan.
    Untar los moldes con mantequilla, aunque si son de silicona no será necesario, y repartir la mezcla entre ellos. Terminar de distribuir el resto del membrillo por encima.
    Hornear aproximadamente 25 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar ligeramente antes de desmoldar, si los moldes son de silicona deberéis dejarlos enfriar por completo para que no se rompan. Terminar de enfriar sobre una rejilla.
    Aligerar un par de cucharadas de la salsa de membrillo en algo más de agua hasta que quede un sirope.


    Para montar los platos, poner un blondie en el medio y regar con el sirope. Colocar una bola de helado en uno de sus costados y rodearlos con puntos de crema de membrillo alternados con tacos de queso y medias nueces. Acompañar cada plato con una teja y terminar de adornar con una hoja de chocolate.


    Sí, ya sé que es laborioso de preparar pero el resultado final bien merece la pena y, además, quería que fuese un homenaje por todo lo alto... y creo que lo he conseguido ¿a vosotros que os parece?

    Fuente : Per sucar-hi pa (helado) y Con pan (tejas y crema de membrillo)

sábado, 20 de julio de 2019

Polos cremosos de limón

        "Un pequeño paso para el hombre... un gran salto para la humanidad"

    Hoy se cumplen 50 años de esta celebre frase que pronunció el astronauta norteamericano Neil Armstrong cuando puso su pie en la Luna. Hacía solo unos días que el Apolo 11, tripulado por Armstrong, Aldrin y Collins, tras su despegue en Cabo Cañaveral, había iniciado la misión que culminó con el paseo por la superficie lunar de los dos primeros, mientras Collins se quedaba esperando su regreso orbitando a 60 millas, dando lugar a la famosa imagen de la suela de una bota grabada en la superficie.
    Ellos fueron la cara visible del programa donde otras 400.000 personas trabajaban desde tierra. Todos los televisores estaban encendidos para ver tal acontecimiento. Se calcula que unos 650 millones de personas vieron la retransmisión en directo, de los cuales 20 millones eran españoles.
    Yo me quería sumar a la celebración, hay que ver lo que me gusta una fiesta 😂😂, por lo que me puse a pensar que podía preparar. Tenía que ser algo divertido y fresco, sobre todo fresco. Con el mero hecho de pensar en encender el horno y me entran unas palpitaciones que paqué 😂😂


    Hace unos días Belén (Cupcakes a gogó) nos enseñaba unos irresistibles polos cremosos de limón, en su perfil de IG, que nos habían hecho babear de lo lindo.  
    Como yo todo lo que nos enseña ella tengo que probarlo, me puse a prepararlos. Cuando llegó la hora de elegir molde donde congelar la mezcla me acordé de estos con forma de cohete.

 
    Con tan solo tres ingredientes, y de la manera más sencilla, podréis disfrutar de los polos de limón más deliciosos que habréis catado nunca.
    Ingredientes :
  • 3 yogures naturales sin azúcar (usé yogur griego)
  • 2 limones hermosos
  • 370 g de leche condensada
    Lavar bien los limones y secarlos. Rallar fina su piel sin llegar a la parte blanca, ya que amargaría, y exprimir. Colar el zumo para retirar las posibles pepitas que puedan haber caído.
    Para prepararlos los polos sólo deberéis mezclar los yogures, el zumo y la ralladura de los limones y la leche condensada, en un bol, hasta que la crema esté uniforme.


    Os aconsejo que tengáis fuerza de voluntad porque, si probáis la crema en este punto, va a ser harto complicado no acabar comiéndola a cucharada limpia 😂😂
    Rellenar los moldes, si no la habéis devorado ya, y congelar.


    Ya no me acordaba lo difícil que es hacer la sesión de fotos de unos polos, y mas cuando lo que quieres es que salga la forma bien definida como pretendía en este caso. Si, además, juega en tu contra que sea una mezcla taaan cremosa como ésta la misión se vuelve casi misión imposible.


    A los pocos segundos de salir del congelador ya estaban como veis en la imagen y eso que, debajo del plato, el paño estaba tapando una placa de congelación.
    Eso sí, duraron bien poco porque ricos estaban un rato largo 😋😋😋... como todo lo que nos recomienda hacer la gogó 😄😉


lunes, 18 de junio de 2018

Polos de fresa #polosdefrutaquesedisfrutan

    Pues parece que el verano se ha decidido, por fin, a instalarse por estos lares y, por consiguiente, el calor ya va apretando. Nada mejor para refrescarse que un polo de hielo y, si está hecho por nosotros en casa, mejor que mejor. Así nos aseguramos de que no lleve ni colorantes, ni conservantes, ni más azúcar del necesario, además de tener la certeza de que lo que llevan dentro es fruta de la buena.

   
    En esta ocasión he aprovechado las últimas fresas de la temporada que, gracias a que no había hecho todavía demasiado calor, aún he podido encontrar en el mercado.


    Ingredientes :
  • 400 g de fresas
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 1 cucharadita de azúcar invertido*
    *El azúcar invertido hace que los cristales de hielo sean menores proporcionando a los polos una textura algo más cremosa.


    Las fresas que hemos utilizado estaban muy dulces por lo que no le hemos echado más que el azúcar invertido pero si no lo fueran tanto y queréis unos polos más dulces podéis añadir azúcar, o cualquier otro edulcorante, al gusto.

   
    Lavar las fresas y retirar los pedúnculos.


    Echar en el vaso de la batidora y triturar junto al zumo y al azúcar. Pasar a través de un colador de malla bien fina para retirar las semillas y verter en los moldes elegidos, colocar el palito y tapar.


    Los míos en la tapa lleva incorporado el palito pero si no es vuestro caso tapar con film y perforar en el centro para meter a través del corte el palito, esto hará que no se mueva y quede en el centro del polo.


La preparación no puede ser más sencilla, con tan solo esos tres ingredientes, por lo que he dejado que los preparara mi hija y así, como en un juego y como eran sus polos, por poco no me los deja ni probar 😂😂 

   
    La sesión fotográfica ha tenido que ser rapidísima, y no solo por que se derritieran los polos, sino porque me aparecían manos por todos lados intentando llevarse el botín 😓😓 y es que tengo que reconocer que estaban deliciosos 😋😋

domingo, 31 de enero de 2016

Tarta Tatín de manzana especiada y helado de yogur {Cocinillas Lok@s por Lorraine}

    Son varias las versiones de como se originó esta receta y todas las sitúan, a finales del s.XIX, en el mismo lugar al sur de Orleans, en la pequeña localidad de Lamotte-Beuvron. Todo ocurrió en las cocinas del Hotel  Tatin donde, una de sus propietarias, Stephanie Tatin, tuvo un desliz al preparar una tarta de manzana. Unos dicen que se le fue el santo al cielo dejando caramelizar las manzanas tanto que casi se le deshicieron y por no desaprovecharlas les puso la masa por encima antes de llevarla al horno, otros que se le olvidó poner la masa debajo y lo intentó arreglar cubriendo las manzanas con la masa. La tercera versión es que se quedaron sin horno y probó a hacer la tarta en una sartén. Para mí la segunda versión es bastante improbable, de las otras dos no sabría decidir cual es la más acertada. Lo cierto es que en aquella región las tartas invertidas son una antigua especialidad, cocinadas en una cazuela tapada y con unas ascuas encendidas encima para que las preparaciones se cocieran uniformemente, antes de que los hornos estuvieran presentes en las cocinas de las casas y/o establecimientos.
    Fuese como fuese, de ese momento surgió la que probablemente sea la tarta de manzana más famosa de la historia de Francia. Aunque fue el Restaurante Maxin's de París, a principios del s.XX, quien la popularizo internacionalmente, llamándola de tal forma en honor a su creadora.


    La original Tatin de manzana ha sido versionada por infinidad de cocineros, incluso realizando versiones con otras frutas o en preparaciones semi-saladas. Anteriormente había publicado alguna de estas variantes semi-saladas, de cherrys y albahaca (aquí) y de endivias y manzanas (aquí), pero la original se me había resistido... hasta ahora.
    Este mes los cocinillas lok@s por Lorraine decidimos que esta iba a ser la receta elegida para comenzar el año, ya que tocaba propuesta dulce, y puedo decir que esta vez lo he conseguido. En esta ocasión el logo lo ha realizado Teresa, chulísimo también ¿verdad que si?


    La versión de Lorraine nos la presenta en raciones individuales pero yo he preferido hacer una sola tarta mediana para liarme menos, ya que no las tenía todas conmigo, jejjjeeje.
    Aunque en el encabezamiento de la receta se leía que era especiada yo no vi por ninguna parte especia alguna entre los ingredientes, salvo la vainilla del helado con el cual acompaña la tarta, así que esa ha sido mi aportación, la he espolvoreado con speculoos y es que a la manzana le va el rock&roll. Dios, qué buen gusto le ha dado!!!


    Ingredientes :
    (Para el Tatín)
  • 2 manzanas Granny Smith
  • 50 g de mantequilla
  • 75 g de azúcar
  • 1/2 paquete de masa de hojaldre
  • 2 pizcas de mezcla de especias para speculoos (receta aquí)
    Para el helado de yogur
  • 4 yogures griegos (460 g)
  • 50 g de azúcar glas tamizado
  • 1 cucharadita de vainilla en polvo
    Primero preparaemos el helado batiendo todos los ingredientes hasta que la mezcla esté uniforme y meter al congelador.
    Al cabo de una hora sacar el helado del congelador y batir, para romper los cristales de hielo que se hayan formado, y volver a llevar al congelador.
    Pelar las manzanas y cortar en cuartos y descorazonar.
    Poner en una cazuela, que luego pueda ir al horno, la mantequilla y el azúcar y dejar que se fundan, a temperatura media-baja, hasta que se forme un caramelo color miel. No dejar que tome demasiado color ya que si el caramelo es muy oscuro luego con la cocción en el horno podría amargar y echar a perder la preparación.
    Agregar la manzana, remover para mezclar ligeramente y dejar cocinar 5 ó 6 minutos. Retirar y dejar enfriar.
    Precalentar el horno a 220º C.
    Estirar el hojaldre hasta que tenga un grosor de 3 mm, cortar un círculo de tamaño 2 dedos mayor del diámetro del molde elegido y pinchar la superficie para que no crezca. Espolvorear con una pizca de speculoos las manzanas caramelizadas, tapar con el hojaldre extendido y remeter los bordes con los dedos para cerrar la preparación.
    Hornear a mitad de horno, con calor de arriba-abajo, durante 25 minutos. Mientras, volver a sacar el helado, batirlo de nuevo, y devolverlo al congelador.
    Cuando termine el tiempo, el hojaldre debe estar doradito y el jarabe que se forma debe burbujear por los laterales, sacar del horno y dejar reposar unos minutos. Poner el plato de servir encima de la cazuela y volcar el Tatin sobre él. Espolvorear con la otra pizca de speculoos.
    Volver a sacar el helado del congelador para poder trabajarlo mientras se templa un poco la tarta.

    
    Esta tarta se puede servir templada o a temperatura ambiente, lo que hace que sea la preparación ideal para llevar por ahí cuando no se va a tener una nevera a mano.


    Mi consejo es tomarla templada acompañada de una bola de helado... ummmm, está brutal.


    Y, como colofón final, unas pocas virutas de choclate negro por encima. Ufff, así ya de lujuria!!!


    Solo me falta invitaros a descubrir las preparaciones del resto de participantes del reto de este mes :
    Catina de La cocina de Catina
    Mavi de Mandarinas y Miel
    Bea de Sweet Cookies by Bea
    Chus de Siguiendo a Nenalinda
    Sergio de La cocina de Sergio
    Marisa de Marisa en la Cocina
    Blanca de Menjar a ca la Blanca

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Semifrío con vetas de frambuesa {Reto cocinillas lok@s por Lorraine}

    Otro mes que se termina, ¿no os da la impresión a veces de que el tiempo pasa muy deprisa?
    El verano ya terminó dando paso al otoño, incluido el fresquito y las lluvias. A pesar de ello hoy os traigo algo que más correspondería a la pasada estación pero que está realmente bueno y, como ya os he dicho en otras ocasiones, en mi casa se come helado a lo largo de todo el año.
    Otra ventaja de publicar helados fuera del verano es que las fotos salen perfectas aunque tardes un poco en hacerlas ya que, como el calor no aprieta tanto, no se derrite tan rápidamente.


    Hoy es el día de publicación del reto de las lok@s por Lorraine y, en esta ocasión, hemos elegido esta receta de su primer libro, La cocina fácil de Lorraine Pascale, y es tan tan fácil de realizar que hasta es posible que la preparen los niños.
 

    Ingredientes :
  • 125 g de frambuesas congeladas
  • 110 g de azúcar
  • 2 claras de huevos L
  • 200 ml de nata para montar
  • 1/4 de cucharadita de extracto de vainilla
    En el libro Lorraine utiliza un molde rectangular forrado con film plástico pero yo he utilizado un molde para magdalenas de silicona para hacer semifríos individuales y, al utilizar silicona, el desmoldado ha sido perfecto. Me salieron 7 flores con los ingredientes utilizados.

    Dejar las frambuesas dentro de un colador hasta que estén totalmente descongeladas. Pasar a un bol y triturar bien. Volver a verter en el colador para retirar las semillas, apretando bien la pasta con el dorso de una cuchara. Desechar las semillas y reservar el triturado de frambuesas.
    Batir a punto de nieve las claras hasta que estén semi montadas. Ir añadiendo poco a poco el azúcar hasta que queden bien firmes y brillantes. Reservar.
    En otro bol, montar la nata y agregarle la vainilla. Con ayuda de una cuchara incorporar la nata a las claras con movimiento envolventes para evitar que se desmonte la mezcla y, cuando esté uniforme, añadir las frambuesas trituradas mezclando solo ligeramente para que queden las vetas.
    Verter la mezcla en los moldes, golpear ligeramente sobre el banco de trabajo, para que no queden burbujas de aire en medio, y alisar la superficie. Tapar con film plástico y meterlo al congelador hasta que esté bien duro. Lo ideal es hacerlo de un día para otro.
 

    Sacarlo del congelador y desmoldar sobre el plato de servir 10 minutos antes de ir a llevarlo a la mesa, así será más fácil de comer ya que no estará tan duro.
  

    Yo lo serví acompañado de un chorrito de sirope de chocolate y unas pocas frambuesas frescas.
    Aquí tenéis el precioso logo que Susana ha creado para este rico postre.


    Y estas las aportaciones de mis compis de reto ¿os venís conmigo a ver que maravillas han hecho?

    Bea de Sweet Cookies by Bea
    Mara de Más dulce que salado
    Natalia de Poesía culinaria. Paladares... sabores de Nati
    Amaia de Amakuyi, detalles hechos con tiempo y cariño
    Susana de Té con limón y canela
    Mavi de Mandarinas y Miel
    Vivi de Ó carón da Lareira
    Marisa de Marisa en la Cocina
    Blanca de Menjar a ca la Blanca