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miércoles, 12 de febrero de 2025

Financiers de mandarina y clavo

    Desde varias semanas antes de San Valentín las redes se llenan de corazones y los colores que predominan son el rosa y el rojo. Yo creo que no hay nada más amoroso, y que demuestre mejor el cariño hacia los nuestros, que preparar algo especialmente rico para que lo disfruten a tope. 

    Así que en el blog, por lo menos este año, no habrá corazones, ni se teñirá de rosa o rojo sino de naranja, ya que la delicatessen elegida para la ocasión ha sido unos financiers de mandarina y clavo, que están para relamerse de gusto. Vamos, que seguimos disfrutando de productos que están en plena temporada.

    Ingredientes :

  • 100 g de mantequilla
  • 60 g de harina
  • 90 g de almendra molida
  • 110 g de azúcar glas + para espolvorear
  • 30 g de miel
  • 1 pizca de sal
  • 1/4 de cucharadita de clavo molido
  • 2 cucharaditas de ralladura de mandarina
  • 2 cucharaditas de zumo de mandarina
  • 120 g de claras de huevo 

    Lo primero será preparar la mantequilla dorada. Poner en un cazo a fuego medio y dejar cocinar hasta que adquiera un color avellana, retirando la espuma según vaya saliendo. Apartar del fuego, añadir la miel, mezclar bien y dejar atemperar.

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Engrasar los moldes con spray desmoldante.

    Poner en un bol las harinas tamizadas, la sal, el clavo molido, la ralladura y el glas. Agregar las claras de una en una, integrando bien entre cada adicción. Verter la mantequilla y remover, con ayuda de una espátula, hasta que la masa esté homogénea. Por último añadir el zumo e integrar por completo.

    Verter la mezcla en los moldes elegidos. Yo elegí uno de 9 cavidades rectangulares y, aunque es de silicona, lo engrasé para no tener ningún riesgo de que se pudiera pegar.

    Cocer unos 35 minutos, a media altura de horno, hasta que estén bien dorados. Dejar enfriar por completo sobre una rejilla antes de desmoldar.

    Espolvorear con más glas justo antes de servir.

    Fuente : Adaptada de Adopte un gateau

sábado, 18 de enero de 2025

Brownie de Ferrero Rocher

    Comienzo en el 2025 con el mismo propósito que me hice el pasado año, dar un poco más de vida al blog, y que no cumplí tanto como era mi intención. Y que mejor comienzo que con labores de reciclaje, porque todo el excedente de turrones y dulces que me sobraron de la Navidad sino me lo voy a terminar por comer yo sola y no tengo ninguna gana de acabar rodando como una bola, jejjeeje.

    Lo primero ha sido rebajar parte de la caja de los Ferrero Rocher que me quedaban. Que están ricos solos, es verdad, pero, y lo que disfrutaron mis compañeros de trabajo con esta preparación... la alegría que reflejaban sus ojos, y una docena menos de bombones pa mi cuerpo, han compensado el sacrificio y el esfuerzo.

    Ingredientes :

  • 175 g de chocolate con praliné (Nestlé postres)*
  • 100 g de mantequilla
  • 70 g de azúcar moreno
  • 2 huevos L
  • 1 pizca de sal
  • 75 g de harina
  • 20 g de avellana molida
  • 12 Ferrero Rocher
    * Podéis sustituirlo por chocolate con leche para postres y un par de cucharadas de praliné de avellana, añadiendo este último después de agregar los huevos.

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Forrar un molde rectangular con papel de horno y reservar. Tamizar la harina y reservar.

    Fundir el chocolate junto a la mantequilla en el microondas a pequeños golpes, removiendo entre cada uno de ellos, teniendo cuidado de que no se queme. Es preferible poner varios tiempos cortos que arriesgarse. Cuando estén totalmente fundidos, añadir el azúcar y remover hasta integrar.

    Agregar los huevos de uno en uno, batiendo con las varillas manuales, al principio parece que se corta pero al cabo de un poco ya veréis como se pone cremosa la mezcla, batir hasta integrar. Echar la harina tamizada, la avellana molida y la pizca de sal y, con ayuda de una lengua pero sin trabajar demasiado, remover la masa, con movimientos envolventes, hasta que esté totalmente uniforme. Volcar la masa en el molde y extender sobre la superficie.

    Distribuir los Ferrero de forma uniforme por la superficie, hundiéndolos ligeramente en la masa. Como podéis ver en las fotos yo use 12 bombones, pero si queréis que los trozos salgan más pequeños añadir más Ferrero más juntos.

    Hornear, a media altura, de 25 a 30 minutos. Una vez pasado ese tiempo, sacar y dejar enfriar sobre una rejilla, sin sacar del molde. Desmoldar cuando esté totalmente frío. 


    La verdad que no le hace falta decoración alguna, a lo sumo un poco de azúcar glas en una parte como yo le puse, porque está suficientemente bueno.


    Y, ¿qué me decís de este corte? Es verlo y no poder parar de salivar.

sábado, 17 de agosto de 2024

Crujiente o crumble de higos en freidora de aire

    Siempre me emociona que mis compañeros de trabajo se acuerden de mí cuando recogen fruta de sus árboles. Y eso es precisamente lo que ha pasado esta semana cuando me han dejado, en la nevera del trabajo, una "cajita" de higos, que no era tal sino una pedazo de caja. Como en mi casa siempre me han dicho que de ser bien nacido es el ser agradecido no he podido por más que preparar algo dulce, con parte de ellos, para agradecerle el detallazo. Pero claro, primero tenía que probar yo la receta, ya que era mi estreno con ella en la freidora de aire, porque al final también he sucumbido yo, y bien contenta que estoy ahora de haberlo hecho, a comprarme una.

    Ingredientes :

  • 300 g de higos (de 6 a 8 dependiendo del tamaño)
  • 40 g de harina
  • 10 g de copos de avena
  • 30 g de azúcar
  • 15 g de almendra laminada*
  • 30 g de mantequilla fría

    Lavar y secar los higos y cortarlos, a lo largo, por la mitad o en cuartos dependiendo de su tamaño. Engrasar con mantequilla un molde o fuente, que quepa en el cestillo de la freidora, e ir colocando dentro los higos troceados.

    Echar en un bol el resto de los ingredientes y trabajar, con las puntas de los dedos, hasta que tengan la textura de unas migas no demasiado finas.

    Repartir las migas por encima de los higos, introducir en la freidora y programar a 180ºC durante 10 minutos. Sacar y dejar templar.

    Los crujientes se deben comer templaditos o, como mucho, a temperatura ambiente, acompañados de nata montada, yogur o helado. 

    Mi recomendación : comerlo con una buena bola de helado de vainilla... disfrute máximo con ese contraste de temperaturas, os lo aseguro.

jueves, 7 de marzo de 2024

Cupcakes de naranja sanguina y semillas de amapola

    El continuar encontrando naranjas sanguinas en el mercado me crea la necesidad de seguir rebajando la lista de recetas pendientes de probar con ellas. La lista es bien larga así que sólo espero que la temporada se alargue un poquito más. Los cupcakes que hoy os traigo son de las recetas más recientes en entrar en ella pero los vi taaan bonitos que no me he podido resistir a prepararlos ya mismo.

    Os aseguro que, además de quedar muy cuquis, están para ponerles un piso. De la receta original he cambiado las cantidades de alguno de sus ingredientes (la del azúcar, por ejemplo). Además, he preparado la mitad de la crema de queso que lleva por encima, quedando la cantidad justa que se necesita para formar los rosetones.

    Ingredientes :

    Para las magdalenas .

  • 180 g de harina
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 2 cucharaditas de semillas de amapola
  • 135 g de azúcar
  • 1 cucharadita de ralladura de naranja
  • 100 g de aceite de girasol
  • 2 huevos L
  • 200 g de sour cream (nata ácida)*
  • 50 ml de zumo de naranja sanguina, colado
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
    *La nata ácida la encuentro en Aldi pero, si no tenéis, podéis sustituirla por la misma cantidad de yogurt griego natural

    Para la crema de queso :

  • 115 g de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 60 g de mantequilla en pomada
  • 125 g de azúcar glass
  • 1 y 1/2 cucharada de zumo de naranja sanguina, colado
  • 1/4 de cucharadita de pasta de vainilla

    Calentar el horno a 175ºC, con calor de arriba-abajo. Preparar un molde de muffins con cápsulas de magdalenas o con vasitos de cartón rígidos, como ha sido mi caso, y reservar.

    Tamizar en un bol la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal. Añadir al bol las semillas de amapola y remover para que se mezcle bien todo.

    En otro bol poner el azúcar y la ralladura y trabajar con los dedos para que el azúcar se impregne de la esencia de la naranja. Añadir los huevos y batir, a velocidad media-alta, hasta que blanquee y esté espumoso. Verter el aceite y mezclar. Agregar la nata ácida, el zumo y la vainilla y seguir batiendo hasta que la crema esté uniforme. Bajar la velocidad al mínimo y echar la mezcla de harina de 2 veces removiendo, sin trabajar demasiado, tan sólo hasta que esté integrado.

    Rellenar las cápsulas, hasta 1/3 de su capacidad, y hornear, a media altura, durante unos 18 minutos. Al pinchar con un palillo, para comprobar que estén bien hechos, este deberá salir limpio. Sacar del horno y del molde y dejar enfriar sobre una rejilla.

    Cuando las magdalenas estén completamente frías, prepararemos la crema de queso. En un bol poner la mantequilla junto el glass y batir hasta que esté bien cremosa. Añadir el queso, bien frío, el zumo y la vainilla y batir, a velocidad alta. hasta que esté bien integrado y quede una crema sedosa. Meter en una manga con boquilla de estrella y hacer rosetones encima de las magdalenas. Meter en la nevera hasta que los vayáis a degustar.

    Fuente : Adaptada de Short Stack Kitchen

lunes, 27 de marzo de 2023

Angel Food Cake de naranjas sanguinas y arándanos rojos

    Este año se me ha echado el tiempo encima y casi se me pasa la temporada de naranja sanguina sin publicar ninguna receta que la incluyera, con lo fotogénicas que son y, sobre todo, lo riquísimas que están. En esta primera receta que os traigo las naranjas que encontré no estaban demasiado rojas pero aún así su sabor seguía siendo delicioso. 

    Me ha sorprendido gratamente la mezcla de estos ingredientes ya que el resultado no tiene nada que ver con el dulzor que esperas encontrar en este tipo de pastel. La acidez que le aporta los arándanos rojos combina a la perfección con la delicada dulzura de las sanguinas consiguiendo el punto justo de ambos sabores conservando la etérea textura que le caracteriza.

    Ingredientes :

  • 300 g de claras de huevo 
  • 1 cucharadita de crémor tártaro
  • 1 pizca de sal
  • 200 g de azúcar
  • 2 cucharaditas de mermelada de naranja dulce
  • 100 g de harina
  • Ralladura de una naranja sanguina
  • 100 g de arándanos rojos deshidratados
    Para el glaseado
  • 120 g de azúcar glass
  • 1,5 - 2 cucharadas de zumo de naranja sanguina

    Lo primero que tendremos que hacer es lavar y secar muy bien los arándanos y cortarlos en trozos más pequeños, yo los partí en dos y los más gordos en tres. Lavar concienzudamente la naranja y secar antes de rallar su cáscara y exprimir el zumo de media. Reservar. Echar en un cuenco el azúcar y la ralladura y trabajar con las puntas de los dedos hasta que el azúcar quede totalmente impregnado del aceite de la ralladura y reservar. Tamizar la harina y reservar.


    Calentar el horno a 175ºC, con calor de arriba-abajo.

    Echar las claras en un bol amplio. Espolvorear por encima el crémor tártaro y la sal. Empezar a batir, a velocidad baja, hasta que empiecen a espumar y el crémor esté totalmente integrado. Subir a velocidad media y batir hasta que se empiecen a formar picos blandos. Ir añadiendo el azúcar antes preparado a cucharadas, subir la velocidad y seguir batiendo hasta que el merengue esté brillante y forme picos duros. Agregar la mermelada e integrar. Bajar de nuevo la velocidad, espolvorear la harina sobre el merengue y trabajar hasta que la mezcla esté uniforme. Añadir los arándanos e integrar, con ayuda de una espátula para que queden repartidos uniformemente. 

    Volcar la masa en el molde de Ángel sin engrasar. Alisar la superficie y meter sobre la rejilla del horno, procurando que quede a una altura centrada. Dejar cocer durante unos 40 minutos o hasta que esté bien cocido, la superficie cuando se toque no se pegue a los dedos y pinchando con una aguja cerca del centro ésta salga limpia. Sacar del horno y girarlo boca abajo, dejándolo reposar sobre las patitas del molde por lo menos durante una hora. 

    Para desmoldarlo pasar una puntilla por todo el borde para despegarlo de las paredes del molde, girarlo y dejar terminar de enfriar sobre un plato en el cual, previamente, habréis espolvoreado con azúcar glass. Una vez totalmente frío prepararemos el glaseado, mezclando bien los ingredientes del mismo, y bañar con él la superficie del bizcocho. 

    Dejar que se seque un poco el glaseado antes de llevarlo a la mesa y preparaos para disfrutar de lo lindo porque está rico no, lo siguiente... vaya, como para ponerle un piso, jejjejeje. 

viernes, 3 de marzo de 2023

Hinojo crujiente con semillas de sésamo

    Viernes de cuaresma, hoy toca abstenerse de comer carne. No es que sea yo mucho de seguir esta norma pero con platos como éste hasta haría el sacrificio de intentarlo, jejjejeje. Y más estando el hinojo en plena temporada.

    Ingredientes :

  • 2 ó 3 hinojos 
  • 1/2 limón
  • 3 cucharadas picadas en granillo
  • 2 cucharaditas de semillas de sésamo
  • 2 cucharaditas de pimentón ahumado
  • 3 cucharadas de pan rallado
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo.

    Lavar y secar los hinojos. Retirar las hojas, reservando algunas para la decoración del plato y cortarlos en rebanadas. Ir colocándolas, una al lado de la otra, en una fuente de horno cubierta con papel. Rociar con el zumo del limón y salar. Repartir por encima de ellas las avellanas y el sésamo y regar con un hilo de aceite. Por último espolvorear sobre el conjunto el pimentón y el pan rallado.

    Hornear, a media altura, durante unos 40 minutos. Sacar del horno, decorar con las hojas reservadas del hinojo y servir enseguida.

    De este plato yo creo que lo más complicado pudiera ser el picar las avellanas así que no me diréis que no es fácil de preparar. Y rico ya ni os cuento... bocatto di cardinale

    Fuente : Timo e vaniglia

domingo, 4 de diciembre de 2022

Vánocka, pan navideño de la República Checa

    Hoy se celebra Santa Bárbara. Muchas costumbres están asociadas a este día en la República Checa donde, aunque los regalos navideños los traerá San Nicolás dentro de un par de días, antiguamente los niños colocaban en la ventana un calcetín esperando que la Santa los llenara de golosinas, aunque si habían sido traviesos le que encontrarían sería carbón y patatas, mientras que las muchachas casaderas cortaban ramilletes de cerezo poniéndolos en un florero, con la esperanza de que florecieran antes del día de Nochebuena ya que, si esto ocurría, querría decir que en menos de un año se casarían y si no no habría boda. Fuente : https://espanol.radio.cz/

    Preparar vuestras maletas que hoy nos vamos de viaje para conocer un poquito más de sus tradiciones navideñas. Eso sí, abrigaos bien porque en la República Checa, nuestro destino, tiene que hacer ya un frío de mil demonios. Y, para paliar un poco ese gélido clima, no sólo vamos a encender la chimenea, también pondremos el horno en funcionamiento para preparar una Vánocka, el pan tradicional checo típico de Navidad.

    Este pan consta de tres trenzados, uno encima de otro, teniendo cada uno un significado distinto. El trenzado de la base, de 4 cabos, simboliza los cuatro elementos; el del medio, de 3 cabos, el sentimiento, la razón y la voluntad; y, para finalizar, el de 2, el conocimiento y el amor.

    Son varias las supersticiones ancestrales que lleva asociado a la hora de prepararlo, como que se debe evitar que el pan roce con ningún objeto de plata o ningún otro metal. Aunque las más curiosas son que la persona que lo prepara deberá llevar un delantal blanco y un pañuelo en la cabeza, no podrá hablar durante la preparación debiendo pensar en alguien querido, para ahuyentar a los malos espíritus, y que deberá saltar mientras la masa esté levando.

    También existe la tradición, más normal y compartida en otros países en sus panes dulces navideños,  de meter dentro una moneda gozando, la persona que la encuentre en su rebanada, de riqueza y salud durante todo el año. Pero cuidado, que si la Vánocka se quemará o se rompiera atraería la mala suerte.

    Ingredientes :

  • 25 g de levadura fresca
  • 500 g de harina de fuerza
  • 230 ml de leche templada
  • 10 ml de ron + 30 ml para macerar las pasas
  • 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • Ralladura de un limón
  • 2 yemas M
  • 100 g de azúcar
  • 50 g de pasas sultanas 
  • 80 g de almendras laminadas
  • 1 cucharadita de sal
  • 1/4 de cucharadita de clavo de olor en polvo
  • 1/4 de cucharadita de jengibre en polvo
  • 1/8 de cucharadita de nuez moscada rallada

    Para decorar

  • Clara de huevo
  • Almendras laminadas 
  • Azúcar glass

    Macerar las pasas en el ron durante una hora y después escurrir y secar un poco el exceso de líquido con papel. Echar la levadura en la leche tibia removiendo hasta que se disuelva.

    Poner en el bol de la amasadora la harina, las especias, el azúcar, la sal y la ralladura y mezclar. Añadir la mezcla de leche y levadura, el ron y las yemas y comenzar a amasar. Cuando la masa esté homogénea y comience a despegarse de las paredes del bol empezar a agregar la mantequilla, poco a poco, cortada en trocitos. Continuar amasando hasta que se vuelva suave y brillante y pase la prueba de la membrana. Entonces volcar la masa sobre la mesa de trabajo, ligeramente engrasada, estirarla, con ayuda de un rodillo, hasta formar un rectángulo. Poner por encima las pasas y las almendras, cortar en trozos colocando unos encima de otros con el objetivo de que queden bien repartidas por toda la masa. Bolear , colocar en un bol ligeramente engrasado, tapar y dejar levar hasta que doble su tamaño.

    Una vez levado, desgasificar, volver a poner sobre la mesa de trabajo y dividirlo en 8 partes iguales y una de esas partes dividirla en dos. Estirar formando cabos. Unir bien uno de los extremos de 4 de los cabos, reservando los otros cubiertos con un paño para que no se resequen, y comenzar a trenzar. Una vez trenzado unir bien los extremos y pintar con clara de huevo batida. Colocar sobre una bandeja de horno, cubierta con papel y reservar. Trenzaremos ahora los 3 cabos gruesos que nos quedan, uniendo bien los extremos, y colocar encima de la otra trenza. Pincelar con clara batida. Retorcer entre ellos los cabos más pequeños y poner en la parte superior, dejando los extremos pillados por debajo del pan. Pincelar también con clara. Engrasar ligeramente un plástico lo suficientemente grande para que lo abarque y cubrir con él el pan. Dejar levar de nuevo hasta que casi vuelva a levar.

    Calentar el horno a 185ºC, con calor de arriba-abajo. Una vez levado volver a pincelar con clara batida y espolvorear con azúcar y almendra laminada. Hornear a media altura. Pasados 5 minutos, bajar la temperatura del horno a 150ºC y dejar cocinar 40 minutos más.

    Sacar sobre una rejilla para que se enfríe. A la hora de servir, volver a espolvorear ligeramente con azúcar glass.

    Fuente : Con harina en mis zapatos

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Pan persa o nân-e barbarí

    Esta semana estoy un poco perezosa y es que, cuando comienza a bajar la temperatura, lo único que me apetece es envolverme en una manta y quedarme tirada en el sofá. Otra buena manera de quitarme de encima el frío es encender el horno, así que me he hecho el ánimo. Ya metida en harina he preparado un pan que tenía muchas muchas ganas de preparar y está realmente rico.

    Este pan persa, Irán en la actualidad, fue horneado por primera vez por la etnia de los Hazaras. Ellos, conocidos como barbaríes (bárbaros), fueron quienes lo llevaron a Teherán, haciéndose muy popular durante la Dinastía Kayar. Aún hoy en Irán se le conoce con este nombre, sin embargo los Hazaras lo llaman nân-e tanoori (cocidodo en horno tandoori

    Fuente : Wikipedia

    Ingredientes :

    Para la masa madre de levadura

  • 125 g de harina floja
  • 75 g de agua
  • 1,5 g de levadura fresca de panadero

    Para la masa

  • 200 g de m. madre de levadura
  • 350 g de harina floja
  • 150 g de semolina de trigo duro
  • 300-310 g de agua
  • 10 g de sal

    Para decorar

  • 1 cucharadita de harina
  • 1 vaso de agua
  • Semillas de sésamo y de nigella

    El día anterior prepararemos la madre de levadura mezclando los ingredientes y amasándolos durante unos pocos minutos. Meter en un bote hermético y dejar toda la noche en la nevera.

    Mezclar los ingredientes de la masa y dejar reposar 5 minutos. Pasar a la superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y amasar hasta que no se pegue a la mesa y esté suave y sedosa. Meterla en un bol, tapar, y dejar que fermente hasta que doble su volumen. 

    Dividir la masa en dos partes iguales, Dejar cubierta una de ellas y empezar a trabajar con la otra. Espolvorear con un poco de harina y estirar, primero apretando con las yemas de los dedos y después estirando de los extremos de la masa, hasta que tenga una longitud de unos 40cm de largo y 1cm de grosor. Colocar sobre una bandeja cubierta con papel y repetir con la otra pieza. Cubrir y dejar que vuelvan a fermentar hasta que doblen, deberán tener unos 2 cm de grosor.

    Mientras los panes fermentan, disolver la harina de la decoración en el vaso de agua y dejar hervir durante un minuto. Reservar. Calentar el horno a 250ºC, con calor de arriba-abajo.

    Cuando los panes hayan crecido y estén esponjosos distribuir 3 ó 4 cucharadas del líquido hervido sobre cada pan y, apretando, hundiendo los dedos  hasta llegar a la bandeja, ir abriendo surcos paralelos, separados un par de centímetros entre cada uno, a lo largo de cada pan. Espolvorear con las semillas de sésamo y de nigella y hornear, a media altura, durante unos 10 minutos, hasta que los panes estén dorados y brillantes.

    Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.

    Y, si no quieres encender el horno, haz tortas más pequeñas con la masa y pásalas por la plancha o una sartén caliente durante unos 2 ó 3 minutos. Yo esto no lo he probado... aún. Pero, si lo dice Ibán Yarza, yo me lo creo a pies juntillas, jejjeje.

    Lo que sí os puedo decir es que, junto a un buen té y acompañado de queso feta, está para ponerle un piso.

    Fuente : Pan casero de Ibán Yarza

lunes, 15 de agosto de 2022

Empanadillas especiadas de cordero y orejones. Masa india

    Seguimos de viaje virtual, así que cogeremos nuestro equipaje para encaminarnos al aeropuerto ya que hoy nos vamos a alejar un poco más. Nos vamos a la India a deleitarnos con unas empanadillas que son una verdadera exquisitez.

    Y la razón por la que nos dirigimos a la India es porque hoy se celebra el Día de su Independencia

    El 15 de agosto de 1947 es entregado el documento donde se proclama su independencia al primer ministro indio Jawaharlal Nehru , tras haber dividido previamente Lord Mountbatten, el último virrey de la India, el Raj británico en dos estados : la Unión India (de mayoría hindú) y Pakistán (de mayoría musulmana) 

    Para la masa india :

  • 500 g de harina
  • 5 g de sal
  • 200 g de mantequilla derretida
  • 2 cucharaditas de zumo de limón
  • 2 cucharaditas de alcaravea
  • 90 ml de agua tibia
    Para el relleno :

  • 400 g de carne de cordero picada
  • 1/2 cebolla pequeña
  • 1 diente de ajo 
  • 1 cm de raíz de jengibre fresco
  • 2 cucharadas de pimiento verde picado*
  • 1 pizca de cayena en polvo*
  • 2 cucharadas de hojas de cilantro picado
  • 1 bouquet garní
  • 1 y 1/2 cucharaditas de garam masala (casero o comprado)
  • 1 y 1/2 cucharaditas de semillas de cilantro
  • 1 y 1/2 cucharaditas de semillas de comino
  • 50 gramos de orejones
  • 1 cucharada de harina
  • 1 y 1/2 cucharadas de agua
  • 1 cucharadita de sal
    Para el bouquet garní de cuatro especias :

  • 2 clavos de olor
  • 1 vaina de cardamomo negro (o 3 vainas de cardamomo verde)
  • 5 cm de rama de canela
  • 1 hoja de laurel
    * En la receta original lleva una guindilla verde pero como yo no tenía le puse el pimiento y la cayena

    Envolver las especias del bouquet garní en una gasa, cerrando ésta con hilo de cocina para formar un atadillo. De esta manera se podrá localizar para retirarlas cuando convenga.

    Pelar y picar la cebolla, el pimiento y la raíz de jengibre muy finos. Machacar en un mortero el jengibre picado junto al ajo hasta obtener una pasta. Partir los orejones en cubitos muy pequeños y reservar. 

    Poner las semillas de comino y de cilantro en una cazuela de fondo grueso y tostar, a fuego medio, hasta que comiencen a dar olor. Añadir un vaso de agua. la carne picada y el bouquet garní y terminar de cubrir con agua, hasta que esté 1cm por encima de la carne. Poner a fuego medio y, cuando comience a hervir, dejar cocinar 40 minutos, removiendo de vez en cuando.

    Mientras cuece prepararemos primero la masa india. Colocaremos la harina y la sal en un bol. Incorporar la mantequilla y el zumo de limón y trabajar con las puntas de los dedos hasta que tenga la textura de las migas de pan. Añadir las semillas y la mitad del agua amasando hasta que se haya integrado . Ir agregando poco a poco el resto del agua, mientras seguimos amasando, hasta obtener una masa blanda, manejable y que no se pegue a los dedos. Envolver con un paño húmedo y dejar reposar durante unos 20 minutos. 

    Añadir la cebolla, el pimiento, la pasta de ajo y jengibre y los orejones. Salar y agregar el garam masala y la pizca de cayena. Dejar cocer, a fuego lento y removiendo de vez en cuando, hasta que el líquido se haya consumido, unos 15 minutos más o menos. Dejarlo enfriar a temperatura ambiente, retirar el bouquet garní e incorporar el cilantro picado.

    Formar un engrudo con la cucharada de harina y la cucharada y media de agua. Reservar.

    Dividir la masa en dos, reservando una de las mitades cubierta con el paño húmedo. Extender, con ayuda de un rodillo, hasta que tenga un grosor muy fino. Cortar círculos de unos 10cm de diámetro con un cortapastas. Retirar la masa sobrante, hacer una bola con ella, volver a extender y cortar más círculos. Repetir hasta terminar con la masa.

    Colocar en el centro de cada círculo 1 cucharada del relleno. Poner con el dedo un poco del engrudo preparado en el borde de la masa y doblar por la mitad, presionando el borde con fuerza hasta que quede bien sellado. Rellenar y sellar el resto de los círculos cortados. Repetir el proceso con el resto de la masa reservada hasta acabar con todos los ingredientes.

    Freír las empanadillas a fuego medio, en una sartén con abundante aceite, de pocas en pocas, durante unos 3 ó 4 minutos por cada lado, hasta que la masa esté dorada, colocándolas sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa. Servir.

    Estas empanadillas están tan ricas frías como calientes así que no os preocupéis si sobrara alguna, lo cual dudo porque están tan absolutamente divinas que se comen sin sentir.

    Fuente : Adaptada del libro Mi primer libro de cocina india de Amandip Uppal

martes, 2 de agosto de 2022

Ajoblanco de cerezas. Receta con Thermomix

    Comienza agosto y el calor sigue apretando. Sí, ya sé que en verano es lo que toca pero tanto tanto y tantos días seguidos no hay quien lo resista. Lo mejor para refrescarse es tomar comidas fresquitas y, es por eso que, hoy os traigo esta maravilla. 

    No podía dejar pasar mucho tiempo en preparar esta delicia ya que a la temporada de cerezas no le queda demasiado para llegar a su fin y no quería que me pillara el toro. Y casi no puedo hacerla porque cada vez que compraba cerezas todos en casa empezaban a picotear y desaparecían como por ensalmo. Esta vez las tuve que esconder y aún así, si me descuido, me vuelven a dejar sin ellas. Así que, por eso. tuve para preparar menos cantidad y lo puse en vasitos como aperitivo. Yo os pongo las cantidades que utilicé pero podéis doblarlas si lo queréis utilizar como primer plato.

    Aunque la receta está preparada en Thermomix no hay ningún problema en poder triturarla con una batidora, eso sí, un poquito potente para que quede fina. 

    Ingredientes :

  • 50 g de miga de pan del día anterior
  • 200 g de agua
  • 50 g de almendras crudas peladas
  • 150 g de cerezas deshuesadas + algunas para decorar
  • 1 diente de ajo pequeñito
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 35 g de aceite de oliva virgen extra + para decorar
  • 50 g de cubitos de hielo
  • 15 g de vinagre de frambuesa*
  • 1/4 de cucharadita de cebollino fresco picado para decorar
    *En la receta original el vinagre que ponen es de Jerez pero yo le puse de frambuesa que me parece que le iba genial

    Lo primero pondremos a remojo las almendras la noche anterior, eso hará que se ablanden favoreciendo su trituración.

    Poner en un bol el pan y la mitad del agua. Reservar.

    Poner en el vaso de la Thermomix las almendras, las cerezas, el ajo y la sal. Triturar 15 seg. vel.6. Añadir la miga remojada y el aceite y triturar otros 15 seg, vel.6. Incorporar el resto del agua el hielo y el vinagre y programar 2 min. vel.10. 

    Echar en un recipiente hermético y refrigerar hasta el momento de servir ya que deberá estar muy frío. 


    Repartir entre los vasitos, regar con un hilo de aceite, adornar con alguna media cereza y espolvorear con un poco de cebollino picado. Servir enseguida y preparaos para disfrutar de lo lindo.

    Fuente : Cookidoo

lunes, 25 de julio de 2022

Tarta de Santiago

    No podía dejar pasar otro año sin dejar en el blog la tarta que hoy, día de Santiago, es tradicional en Galicia. No se sabe muy bien cuando se introdujo la almendra en aquellos parajes pero ya en 1577 Pedro de Porto fue agasajado, en una visita a la Universidad de Santiago, con una torta real, que no era sino un bizcocho de almendra. Sin embargo, las primeras recetas fiables de la tarta de almendra con estas proporciones proceden de las notas gastronómicas de Luis Bartolomé de Leybar en 1838

    Lo de marcar la silueta de la Cruz Compostelana en su superficie es bastante posterior cuando, en 1924"Casa Mora" empezó a personalizar sus tartas con ella. Tuvo tanto éxito que, a partir de entonces, se extendió la costumbre y ya no hay Tarta de Santiago que se precie que no la lleve, tanto en Galicia como en el resto de España.

    (Fuente: Wikipedia)

    El 3 de marzo de 2006 la receta de la Tarta de Santiago entró a formar parte  de la Indicación Geográfica Protegida la cual determina su forma y composición exacta.

    Yo he respetado, más o menos, las proporciones, aunque he reducido un poco la cantidad de azúcar y, para nosotros, tiene el dulzor justo. Lo que no he respetado, como podéis comprobar en las fotos, ha sido la forma, ya que me enamoré de éstas preparadas en conchas desde que se las vi a Kanela y Limón en su blog y en su libro.

    La receta es muy fácil y muy muy rápida de preparar. Vamos que me ha costado más el fabricarme la Cruz Compostelana con la medida justa para las conchas que yo tenía que lo que han tardado en hacerse las tartitas, jejjjeje.

    Ingredientes :

  • 2 huevos L
  • 125 g de almendra molida
  • 100 g de azúcar
  • Ralladura de 1/2 limón
  • 1 pizca de sal
  • Azúcar glass

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Engrasar las conchas con spray desmoldante y repasar con un pincel para que se reparta bien por entre las estrías. Reservar.

    Poner el azúcar en un bol, añadir la ralladura y mezclar pellizcándolo con los dedos para que el azúcar se impregne bien con el aceite del limón. Agregar los huevos y batir con una varilla de mano hasta que comience a estar espumoso pero sin meterle demasiado aire a la mezcla.

    Echar la almendra y la pizca de sal y remover hasta integrar. Ir poniendo la masa en las conchas, sin llenarlas por completo, con ayuda de un cacillo pequeño, e ir colocándolas sobre una bandeja de horno. Yo las puse alternas sobre los agujeros de un molde de magdalenas para que no se volcaran y tuvieran una base estable.

    Meter un poco más bajo de mitad de horno, en la segunda altura empezando por abajo de las cinco que tiene, y hornear durante unos 20 minutos o hasta que al pinchar con una aguja salga limpia.

    Dejar enfriar por completo sobre una rejilla. 

    Una vez frías por completo poner la plantilla encima y espolvorear generosamente con azúcar glass. Retirar con mucho cuidado la plantilla. Repetir en cada concha.

    Con estas cantidades sale masa para preparar 6 conchas.