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viernes, 24 de septiembre de 2021

Flammkuchen

         Justo en estas fechas, Munich debería estar inmersa en su celebración más divertida y popular : el Oktoberfest pero, de nuevo, se ha tenido que volver a cancelar por el maldito bicho. Eso no quiere decir que no podamos rendirle un pequeño homenaje preparando algo en nuestra propia casa, algo tan delicioso para acompañar a una cerveza como una buena porción de flammkuchen

    Vale, podéis replicarme diciendo que ésta no es una receta bávara. Además tendríais toda la razón si argumentarais que es mas bien de sus vecinos alemanes del Baden, Palatinado y Saarland, o incluso de la Alsacia y la Mosela francesas, ya que de esas zonas es de donde es originaria esta maravilla, pero no me negaréis que es el complemento ideal a una cervecita de esas que sirven en el festival... además de que, en este momento, se ha hecho tan popular en todo el país que se puedes encontrar fácilmente.

    El nombre de esta preparación viene a significar "torta en las llamas" siendo flamm fuego o llamas y kuchen torta o pastel.

    Ingredientes :

  • 1 base de pizza rectangular (260g)
  • 1 cebolla morada
  • 150 g de bacon ahumado
  • 200 ml de crema agria 
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molido

    Calentar el horno a 250ºC, con calor de arriba-abajo. Preparar una bandeja forrándola con papel y reservar.

    Pelar la cebolla y cortarla en juliana. Partir el bacon en tiras finas. Poner la crema agria en un bol y salpimentar ligeramente, reservar. Estirar un poco la masa, ya que cuando salga del horno deberá estar bien fina y crujiente. Untar la superficie, sin llegar a los bordes, con la crema agria preparada y colocar la cebolla y el bacon por encima, procurando repartirlos uniformemente.

    Hornear, a media altura, durante unos 15 minutos o hasta que los bordes estén dorados. Sacar y servir bien caliente.

    Lo normal es presentarla sobre el mismo papel donde se ha horneado encima de una tabla de madera y comerla como una pizza, cortada en trozos con la mano.  

sábado, 14 de diciembre de 2019

Picantones rellenos con patatas tiernas y crujientes al horno. Calendario de Adviento Día 14

    Ya sé que, en estas fechas, las carnes más tradicionales para presentar en la mesa son, sin dudarlo, el lechazo y el cochinillo. Aún así, a mí también me gusta preparar otras que, aunque no sean tan tradicionales, están igualmente deliciosas. Y, si pensamos que la de Nochebuena es una cena, resultan bastante más ligeras de digerir.
    Es por esto que, para esa opípara cena, os propongo el preparar estos picantones. Al fin y al cabo, no dejan de ser un tipo de pollo pequeño, de alrededor de medio kilo cada uno, asado al horno, lo que hará que sea un plato bastante ligero... dejando así un poquito más de sitio para los dulces que vendrán tras la cena. 😉😊


    Ingredientes :
    Para los picantones
  • 2 picantones (de unos 450 g cada uno)
  • 110 g de bacon
  • 60 g de cebolla
  • 60 g de pimiento verde italiano
  • 50 g de manzana golden
  • 50 ml de calvados
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo
  • Aceite de oliva virgen extra
    Para las patatas
  • 800 g de patatas baby para microondas (2 bolsas)
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 4 dientes de ajo 
  • Unas ramitas de tomillo fresco
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo 

    Picar muy fino el bacon, la cebolla y el pimiento. Poner en una sartén, a fuego medio, sin nada de grasa, y saltear durante unos 5 minutos. Pelar la manzana y cortarla en daditos. Añadir a la sartén, remover y dejar cocinar un par de minutos más. Retirar del fuego.
    Precalentar el horno a 210ºC.
    Rellenar con esta mezcla, con ayuda de una cuchara, los picantones, que estarán limpios de vísceras y plumas, apretando bien para que quede bastante compacto.
    Cerrar con un cordel de cocina, cruzando los muslos y atando el extremo de los huesos junto la punta de la cola. Salpimentar.
    Engrasar una bandeja de horno con aceite y colocar dentro los picantones. Regar con un hilo de aceite y el calvados. Hornear, a media altura, durante unos 35 minutos.
    Para preparar las patatas cocinar en el microondas siguiendo las indicaciones del paquete. Poner las patatas cocidas sobre una bandeja de horno, cubierta con papel, y aplastarlas ligeramente con el culo de una vaso, deberán reventar quedando abiertas pero de una pieza. Prensar los ajos pelados por encima y repartir las hojas de unas cuantas ramas de tomillo por encima. Regar con un buen chorro de aceite y reservar.
     Cuando haya pasado el tiempo de horneado de los picantones sacar la bandeja, cubrirla con aluminio y reservar en caliente.
    Subir el horno a 225ºC y, cuando alcance la temperatura meter las patatas, a media altura, durante unos 15 minutos.


    Una vez que estén doraditas pasar a la bandeja de los picantones y volver a meter al horno. Dejar cocinar 5 minutos más.


    Justo antes de servir, retirar el cordel con el que habéis atado los muslitos y cortar cada picantón por la mitad. La verdad que pensaba que me iba a costar más el partirlos pero, con ayuda de un buen cuchillo, no es nada complicado.


    Emplatar poniendo medio picantón por persona y un par de patatas y salsear con un par de cucharadas del líquido de cocción que queda de la bandeja.
    Servir enseguida para que no se enfríe.


    Fuente : Directo al Paladar (Picantones rellenos, adaptada) Les receptes que m'agraden para Gastronomía & Cía (patatas crujientes)

domingo, 22 de abril de 2018

Bacon & Cheddar Soda Bread {#elpanperfecto}

    Hacía mucho mucho tiempo que no estaba metida en ningún reto panarra así que ya tenía mono. Es cierto que sí que, desde el pan de payés de Jordi Morera, he publicado alguna entrada de masa levada aunque de pan, lo que se dice pan, solo ha sido una, la focaccia de arándanos rojos, brie y romero , y hace también unos cuantos meses de ello.
    Arranca el reto #elpanperfecto, organizado por Marga (Azafranes y Canelas), con un pan sin amasados ni levados, sin duda el pan más sencillo de todos, un Soda Bread, donde el bicarbonato reaccionará con la acidez del buttermilk creando el dióxido de carbono suficiente para que el pan adquiera volumen.
    Como ya tengo publicado el más básico (pincha aquí), he querido preparar una variación de este, ya que no quería dejar de participar en el reto, y le he añadido bacon y queso cheddar.


    Este pan, que hoy llamamos irlandés, se hizo indispensable en cada mesa de aquel país ya que era el pan más fácil y menos caro que se podían permitir en el estado de pobreza en el que vivían, y así se quedó como pan tradicional. Más tarde, los inmigrantes que viajaron hasta América, se llevaron la receta de su pan con ellos y, poco a poco, comenzaron a enriquecerlo con diversos ingredientes. Mi aportación es una de las variaciones enriquecidas que he encontrado y, seguramente, una de las más deliciosas.


    Con las cantidades que yo os pongo salen un par de panes pequeños aunque, como son tan contundentes, bastan para acompañar una cena ligera.
    Este tipo de panes sin levado no aguantan blandos más que un par de días, aunque si os sobra algo, cosa que dudo con lo absolutamente deliciosos que están, los podéis rebanar y tostar en un poco de la grasa que haya soltado el bacon y... bueno, si estáis pensando en la operación bikini, mejor absteneros porque no vais a dejar ni las migas 😋😂😂


    Ingredientes :
  • 75 g de harina de trigo
  • 75 g de harina integral de trigo 
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 125 ml de buttermilk o leche agria*
  • 110 g de queso cheddar en taquitos
  • 100 g de bacon ahumado en trocitos
  • 1 cucharada de perejil fresco picado
    *Yo he utilizado leche agria. A 120 ml de leche le he añadido 2 cucharaditas de zumo de limón, lo he removido y dejado reposar 10 minutos antes de utilizarlo para que se cortara la leche.


    Precalentar el horno a 220ºC, con calor de arriba-abajo.
    Preparar la leche agria si habéis elegido esta opción y dejar reposar.
    Poner a fuego medio los taquitos de bacon en una sartén sin nada de grasa, para eliminar parte de la grasa del bacon, y dejar que se dore sin llegar a dejar que quede crujiente. Apartar del fuego, retirar el exceso de grasa y reservar.
    Mezclar en un cuenco las harinas, el bicarbonato, la sal, el perejil, el cheddar y el bacon. Hacer un hueco en el medio y verter la leche agria, remover. Terminar de integrar con las manos y formar una bola, en mi caso dividí la masa y formé dos, la masa será algo pegajosa pero manejable.
    Poner sobre una bandeja de horno espolvoreada con harina, aplastar ligeramente con las manos y, con un cuchillo afilado, marcar hacer una cruz bastante profunda pero sin llegar a cortar del todo el pan en cuatro.
    Hornear durante unos 25-30 minutos. La prueba perfecta para saber que el pan está bien cocido será golpear la base del pan con los nudillos, si suena a hueco ya estará hecho. Retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.


    La reacción de mi hijo cuando se lo dí a probar : "¡Joder, qué rico está! ¿Me das otro trozo?" Y, con eso lo digo todo ¿o no?

miércoles, 5 de julio de 2017

Sandwich Bodega de Anthony Bourdain {Reto Cookink the Chef}

    Hay dos momentos a lo largo del año que son especialmente emotivos para mí, en ellos los recuerdos de tiempos pasados regresan dejando un sinfín de sentimientos a flor de piel. La Navidad es uno de esos momentos, aunque creo que ese es compartido por casi todos los que ya empezamos a pintar canas. El otro es este en el que estamos, aunque pueda resultar chocante. El inicio del verano hace que me transporte a esas calurosas jornadas que, en mi niñez, pasaba en el pueblo. No había nada que me gustara tanto como el ir a comprar pan, ese olor de masa madre y levadura que te acompañaba una parte del camino ya te anunciaba el exquisito manjar con el que te ibas a encontrar. y, luego, con el pan recién hecho aún caliente entre tus manos, era poco más que imposible dejar de pellizcar una punta y deleitarte con su sabor.
    Cuando leí que el último libro que ha publicado Anthony Bourdain contenía las recetas favoritas de su niñez, las que le preparaba su madre y le gustaba comer en los momentos más felices de su infancia, las que son el tipo de recuerdos de comida que quiere compartir y transmitir a su hija no dudé de que una de esas recetas iba a ser la elegida para participar en el reto de este mes de Cooking the Chef. Ojalá yo también consiga transmitir ese tipo de recuerdos culinarios a mis hijos... aunque no escriba ningún libro para ello, jejjeje.
    Y después del rollo que os he metido, valientes y pacientes si aún seguís leyendo la entrada, paso a contaros la receta elegida por mí, las del resto de los participantes podéis verlas pinchando aquí.


    Este bocadillo es uno de los iconos para el desayuno neoyorkino (bacon, huevos y queso en un bollo crujiente) que se puede tomar en cualquier corner store junto con un café, una receta muuuy sencilla pero no por ello menos deliciosa.


    Ingredientes (para 2 sandwiches) :
  • 6 rebanadas de bacon
  • 2 kaiser rolls o panecillos de viena
  • 4 huevos L
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
  • 4 lonchas de queso cheddar
 
    Poner una plancha de hierro con fondo grueso a fuego fuerte y cocinar el bacon hasta que esté dorado y crujiente... ojo, sin llegar a quemarse. Retirar con unas pinzas y reservar.
    Abrir los panecillos por la mitad y colocarlos, boca abajo, sobre la plancha durante un par de minutos para que se calienten y absorban parte de la grasa del bacon.
    Retirar los panecillos y poner sobre papel de estraza o de horno. Repartir el bacon entre los panecillos, 3 lonchas en cada.
    Batir los huevos y salpimentarlos al gusto, verter sobre la plancha y dejar cuajar la tortilla. Cuando ya esté casi cocida del todo repartir el queso uniformemente y dejar hasta que se comience a derretir.
    Retirar y distribuir sobre el bacon de los panecillos. Cerrar los sándwiches y envolver en el papel de estraza para transportarlos con facilidad manteniéndolos además calientes.
    Servir con un café.


    Los neoyorkinos tomarán esta delicia como desayuno pero para mí es la merienda-cena ideal al llegar a casa después de una dura y calurosa jornada de trabajo.


    Fuente : "Appetites cookbook" de Anthony Bourdain

martes, 31 de enero de 2017

Amorelli glamurosos con queso, foie y rebozuelos {Reto Cocinillas}

    Hoy os traigo una receta salada donde, un sencillo plato de pasta, se convierte en una auténtica delicatessen digna de la cocina de los más prestigiosos chefs.


    Este mes ha sido Blanca la encargada de buscar receta de Lorraine Pascale para el reto de los cocinillas, la elegida ha sido los "Glam Mac&Cheese"(Macarrones con queso glamurosos) del libro Baking Made Easy. Leyendo los ingredientes de la receta he visto que es bastante parecida a los Mac&Cheese que ya tengo publicados así que, como me apetecía mucho participar en el reto, no me ha tocado otra que tunearla y hacerlos realmente glamurosos.


    Ingredientes :
  • 400 g de amorelli
  • 3 chalotas
  • 100 g de bacon ahumado
  • 20 g de rebozuelos secos
  • 30 g de mantequilla
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 3 cucharadas de harina
  • 250 ml de leche
  • 250 ml de nata espesa de cocina
  • 50 g de foie fresco
  • 2 ramitas de tomillo fresco
  • 70 g de queso parmesano rallado
  • 50 g de pan rallado
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida
  • Perejil picado

    Precalentar el horno a 200º C.
    Poner en un cuenco con agua templada los rebozuelos, para que se hidraten, durante 12 minutos. Cuando haya pasado ese tiempo, volcar sobre un colador y reservar.
    Mezclar 50 g del parmesano con el pan rallado y reservar. Pelar y cortar las chalotas muy finas y reservar.
    Poner en una cazuela el bacon cortado en trocitos y freír hasta que esté dorado y crujiente. Retirar y reservar.
    En la misma cazuela poner la mantequilla y el aceite a fuego bajo y dejar pochar dentro las chalotas. Cuando empiecen a estar blanditas añadir las hojitas de tomillo y los rebozuelos, bien escurridos, y dejar cocinar hasta que estos pierdan su agua. Espolvorear con la harina y remover bien hasta que pierda el color a crudo. Verter la leche poco a poco, removiendo entre cada adicción, para evitar que nos salgan grumos. Cuando tenga la consistencia de una crema añadir la nata y el foie en trocitos y remover hasta que este último se derrita y esté completamente integrado. Agregar los 20 g de parmesano que nos quedaban, el bacon reservado y mezclar hasta integrar en la salsa. Salpimentar al gusto. Retirar del fuego y reservar en caliente.
    Cocer los amorelli en abundante agua con sal hasta que estén al dente, mirar los tiempos de cocción que recomienda el fabricante, yo los tuve durante unos 8 minutos. Escurrir poner en un cuenco amplio, verter la salsa sobre ellos y, con mucho cuidado, remover hasta que estén todos bien cubiertos por ella. Echar en una fuente de horno, espolvorear con la mezcla de parmesano y pan rallado, colocar unas nueces de mantequilla por encima y hornear durante 20 minutos hasta que la superficie esté bien dorada.
    Justo antes de servir espolvorear con un poco de perejil picado.


    Cuando los llevé a la mesa tenía serias dudas de que mis hijos no protestaran, ya que el sabor que toma del foie no sabía si les terminaría de gustar, así que crucé los dedos y esperé a ver que decían... fué un éxito total.


    Y, en esta ocasión, la portada la ha hecho Blanca, chulísima que está ¿a qué sí?


    Y solamente me queda invitaros a visitar las aportaciones de mis compis
    Alicia de Pan, uvas y queso
    Bea de Sweet Cookies by Bea
    Mavi de Mandarinas y Miel
    Blanca de Menjar a ca la Blanca

martes, 15 de diciembre de 2015

Pork pie o pastel de carne inglés

    Parece mentira que entre las últimas entradas saladas que he publicado no haya casi ninguna de carne cuando en mi casa somos carnívoros al 100%. Tenía que remediarlo de alguna manera así que, cuando Blanca nos retó a hacer este maravilloso pastel de carne típico inglés, no me lo pensé y me lancé a la piscina de cabeza, jejjeje. Masa hecha con manteca, carne de cerdo, panceta, salchichas y bacon, ligerito ligerito vamos, jajjaja.
 

    Para esta receta es fundamental que tanto la carne como los embutidos de la que está compuesta sean de la máxima calidad. Además si pedís a vuestro carnicero que os pase por la picadora juntas la carne y la panceta tendréis un trabajo menos por hacer. Eso es exactamente lo que yo hice, me fuí al Mercado de Algirós, ya sabéis que yo soy muy de mercados, y les pedí a mis carniceras, Susana y Raquel de Carnes Rangel, que me lo prepararan. Ellas, que son unos verdaderos amores, no tuvieron ningún problema en hacerlo.


    Ingredientes :
    Para el relleno
  • 300 g de panceta fresca
  • 100 g de bacon ahumado en un trozo
  • 350 g de solomillo de cerdo
  • 300 g de salchichas frescas
  • 1/4 de cucharadita de macis molido
  • 1/2 cucharadita de salvia fresca picada
  • 1/2 cucharadita de tomillo fresco picado
  • Sal

   Para la masa
  • 110 ml de agua
  • 100 g de manteca de cerdo
  • 288 g de harina
    Para la gelatina
  • 200 ml de caldo de pollo
  • 4 hojas de gelatina
    Además
  • 1 yema de huevo para pintar
    Poner dos tiras de papel de horno cruzadas en cada ramenquín para luego poder extraer los pasteles con facilidad.
    Picar la carne, la panceta y el bacon en cuadraditos de unos 5 mm y poner en un bol. Yo solo piqué el bacon ya que, como os dije antes, mis carniceras me pasaron la carne junto a la panceta por la picadora.
    Añadir la carne de las salchichas, después de haber retirado las tripas, junto al macis, la salvia, el tomillo y una pizca de sal. Amasar con las manos hasta que esté completamente mezclado. Reservar.
    Precalentar el horno a 180º C.
    Poner al fuego, en un cazo, el agua y la manteca hasta que esta se derrita por completo.
    Retirar del fuego y echar de golpe la harina. Remover con una cuchara hasta que esté bien integrada. Volcar la masa sobre la superficie de trabajo y amasar ligeramente.
    Separar 1/3 de la masa que nos servirá para hacer las tapas. Dividir el resto en 6 porciones y, con ayuda de un rodillo, estirar cada parte hasta tener un diámetro que abarque la base y los lados de los moldes elegidos.
    Cubrir con ella los moldes y, con ayuda de los dedos, acomodarla a ellos dejando que sobresalga un poco.
    Rellenar con la mezcla de carne preparada, presionando  con los dedos para que quede compacta, alisando la superficie.
    Cortar el tercio de masa reservado en 6 y estirar haciendo redondeles un poco más grandes que la parte superior de los moldes que harán de tapa.
    Pincelar un poco la masa de los bordes de los moldes con la yema batida, cubrir con las tapas y presionar con los dedos para que se peguen bien, de esta forma nos aseguramos de que los pasteles queden bien sellados.
    Hacer un agujero en el centro para que pueda salir el vapor, pincelar con la yema y decorar, si os ha sobrado algo de masa, como podéis ver yo hice unas pequeñas hojas.
    Volver a pincelar las decoraciones si las hiciérais y meter en una bandeja a mitad de horno durante aproximadamente 1 hora.
    Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
    Una vez que estén bien fríos prepararemos la gelatina. Hidratar las hojas sumergiéndolas en agua fría durante unos 5 minutos. Calentar el caldo e incorporar las hojas de gelatina, bien escurridas. Remover hasta que se disuelvan y dejar que se enfríen.


    Cuando la gelatina se encuentre a temperatura ambiente ir vertiendo, muy poco a poco, dentro de los pasteles a través de los orificios practicados hasta que no entre más.
    Meter a la nevera durante por lo menos 6 horas.
    Desmoldar y dejar que cojan algo de calor, alrededor de 1/4 de hora, antes de servirlos.
    Acompañar de unos brotes de ensalada para completar el plato.


    Además yo los acompañé con una mermelada de trompetas de la muerte casera, cuya receta será mi próxima entrada en el blog, que hizo que estuvieran aún mejor si cabe.


    Una auténtica delicia, os lo aseguro.

    En este reto entre amigas, además de mi, han participado Blanca de Menjar a ca la Blanca, Chus de Siguiendo a Nenalinda y Paz de Galletas Mamipaz.

    Fuente : Sweet & Sour

martes, 9 de diciembre de 2014

Piragi. Letonia. Faltan 16 días

    "Un regalo, un poema", este es el lema navideño en Letonia.
    La costumbre letona dice que hay que recoger los regalos, justo después de la cena, hay que buscar los regalos junto al árbol, pero nadie podrá coger el suyo sin antes recitar un pequeño poema.
    Otra costumbre es la de encender hogueras en fin de año con la intención de quemar en ella todos los infortunios y problemas antes para no arrastrarlos durante el nuevo año.
    En cuanto al día de recoger los regalos de al lado del árbol la costumbre es bastante nueva, ya que durante su pertenencia dentro de la Unión Sovietica no se celebraba la Navidad ya que estaba prohibida, y se realiza durante el Año Nuevo. Los regalos los trae en persona Ded Moroz (el abuelo hielo) acompañado de su nieta Snegúrochka (la doncella de nieve), personajes con origen en la mitología eslava oriental.  Ded Moroz y Snegúrochka llegan desde la ciudad rusa de Veliky Ustyug montados en una troika (trineo ruso) tirada por 6 caballos para repartir juguetes, pasteles y matriuskas.
    Actualmente cada vez hay más gente que entrega los regalos el día de Navidad utilizando la versión letona de Santa Claus, Ziemassvêtku vecîtis, en vez de hacerlo con la versión de Ded Moroz. Lo que si se mantiene es el ritual de recogerlos después de la cena después de recitar un pequeño poema o el verso de alguna canción. (Fuente : La Navidad en EuropaCartas del Este)
    En las fiestas navideñas se celebran importantes banquetes, en los que no puede faltar el "kakis"(hocico de cerdo relleno de cebada), tan tradicional es este plato que incluso a la cena de Nochebuena se le conoce como "noche del kakis". Entre las especialidades letonas destaca el piragi.
    Faltan 16 días. Priecîgus ziemassvêtkus!!


    Ingredientes :
  • 25 g de levadura fresca
  • 75 g de mantequilla
  • 250 ml de leche
  • 50 g de azúcar
  • 10 g de sal
  • 1 huevo + 1 yema para pincelar
  • 20 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 50 g de harina
  • 450 g de bacon
  • 1/2 cebolla grande


    Deshacer la mantequilla al baño maría. Calentar la leche a 40º C y deshacer en ella la levadura partida en trozos. Remover hasta que esté deshecha totalmente.
    Añadir el huevo batido, la sal y el azúcar y mezclar. Dejar reposar un par de minutos y añadir unas 4 cucharadas de harina tamizada.
      Añadir el aceite a la mantequilla y mezclar todo con la masa. Ir añadiendo la harina poco a poco amasando hasta que la masa no se pegue a las manos.
    Una vez que la masa esté lisa y suave dejar que leve durante por lo menos una hora.
    Mientras cortar el bacon en cubitos y mezclar con la cebolla, que habremos cortado muy pequeña. Salpimentar y dejar reposar mientras la masa leva.
    Precalentar el horno a 170ºC
    Cortar trocitos de masa y estirarlas con un rodillo dándoles forma redonda. Colocar una cucharadita de relleno en el medio. Doblar la masa sobre si misma haciendo la típica forma de las empanadillas cerrando bien para que el relleno no se escape al hornear.
    Colocar sobre una bandeja de horno forrada con papel y pintar con la yema de huevo batido.
    Hornear durante unos 15 minutos hasta que estén doradas. (Fuente : Spain Latvia)


    Estas empanadillas se pueden comer tanto calientes como frías, de ambas maneras están riquísimas. Además la masa de estas empanadillas es una pasada, mejor que la comprada 100 veces.


    Y seguimos con la cuenta atrás hacia el día de Navidad, ¿dónde nos llevará mañana?

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Pan de jamón venezolano {Bake the World}

    Se acerca la Navidad y las chicas de Bake the World nos han invitado a preparar este rico pan, tan tradicional en las mesas venezolanas en estas fechas.
    Este pan acompaña las hallacas, el pernil, la ensalada de gallina, el dulce de lechosa y la torta negra que suelen comerse tanto en Navidad como en Nochevieja, es más, esta es el único mes del año en el que se vende en las panaderías venezolanas.
    Se trata de un pan semi dulce, de textura suave que va relleno de una combinación dulce y salada a la vez, una verdadera delicia.
    El pan de jamón venezolano lleva en su relleno pasas pero como en casa no les gustan a mis niños no se las puse.
 

    Ingredientes :
    Para la masa
  •  1/2 cucharada de levadura seca
  • 75 g de azúcar
  • 8 g de sal
  • 500 g de harina de fuerza
  • 1 huevo grande
  • 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 250 ml de leche tibia
    Para el relleno
  • 250 g de jamón de sandwiches
  • 170 g de bacon en lonchas
  • 50 g de aceitunas rellenas
    Para pincelar
  • 2 cucharadas de miel de caña disuelta en un poquito de agua
  
    Disolver la levadura en la leche, agregar una cucharada de azúcar, mezclar y dejar reposar 15 minutos.
    Añadir el resto de ingredientes de la masa, menos la mantequilla, y amasar hasta que estén integrados. Añadir la mantequilla y proseguir con el amasado hasta que la masa esté suave y elástica.
    Colocar en un bol ligeramente aceitado, tapar y dejar levar en un sitio cálido hasta que la masa doble su volumen.
    mientras pasar por una sartén el bacon para que suelte un poco de grasa y reservar tanto el bacon como la grasa.
    Desgasificar la masa y dividir a la mitad. Yo, con esa cantidad de masa, hice dos panes para poder manejarlos mejor.
    Extender cada parte con un rodillo formando un rectángulo de 1 cm de grosor y recortar con un cuchillo afilado para darle bien la forma.
    Untar con la grasa que había soltado el bacon y teníamos reservada, dejando 2 dedos limpios en cada borde. Cubrir con el jamón sin que se vea la masa, poner encima las lonchas de bacon y repartir las aceitunas cortadas en rebanadas. Si queréis ponerle pasas espolvorearlas por encima, yo ya os he dicho que no le puse.
    Enrollar en espiral y sellar, cerrando bien las puntas para que no se abra durante la cocción.
    Decorar con tiritas de masa, que haremos con los recortes que nos hayan salido antes, y dar unos pequeños cortes para que no se rompa el pan al cocer. Tapar y dejar levar, en una bandeja de horno cubierta con papel, en un sitio cálido.
    Precalentar el horno a 200ºC.
    Meter el pan al horno y dejar cocer durante unos 30 minutos hasta que se dore. Si se dorara demasiado cubrirlo con papel de aluminio, yo me descuidé y casi se me queman ufff!!
    Sacar del horno, dejando este cerrado, y pincelar con la mezcla de miel de caña y agua y dejar 10 minutos más dentro del horno con él apagado.
    Sacar y dejar reposar sobre una rejilla hasta que se enfríe.


    Este pan se puede consumir tanto templado como frío aunque como más rico está es comido a temperatura ambiente.


    Cuando vi los dos panes que me salieron pensé que iba a tener pan para dar y regalar, jejjeje. Nada más lejos de la realidad, en dos sentadas ambos panes desaparecieron, a todos nos ha gustado un montón y creo que no va a ser la última vez que lo haga. ¡Qué buena idea para llevarlo de excursión!... aunque no sea Navidad, jejjeje.

    Fuente : Mis recetas favoritas

sábado, 3 de mayo de 2014

Pizzas con la masa de cerveza negra y manteca de cerdo de Daniel Jordà

    El mes pasado no me dio tiempo a participar en algunos retos así que este no me los podía perder. Ilusa de mí, mi ordenador decidió por cuenta propia que no quería reconocer las fotos de mi cámara y he tardado unos cuantos días en poder ponerlo todo en orden. De todas formas, aunque ya estén fuera de plazo, voy a ir publicando cada reto que tenía preparado.
    Cuando las chicas de "Bake the world" nos invitaron a preparar masa para pizza casi me da un yuyu, jejjeje. No, en serio, ya tenía una receta de masa de pizza en el blog y es la que, después de muchas muchas pruebas, nos gusta más a todos en casa... hasta ahora, jejjeje.
    Empecé a mirar en diferentes sitios nuevas propuestas, sin mucho convencimiento todo hay que decirlo, y entonces descubrí esta maravilla en el libro "Panes Creativos" de Daniel Jordà.


    La masa original está hecha con mantequilla y agua pero entre las variaciones que propone es donde nos invita a preparar la masa cambiando el agua por cerveza negra y, al más puro estilo de la Campania italiana, la mantequilla por manteca de cerdo .
    El resultado es una masa con un sabor incomparable que se ha ganado quedarse en esta casa en el primer puesto del ranking desbancando por goleada a la que preparaba antes. Esta masa tiene infinitamente más sabor.
    Ingredientes :
  • 500 g de harina (puse harina normal)
  • 250 g de cerveza negra
  • 30 g de manteca de cerdo ibérica
  • 28 g de Aceite de Oliva Virgen Extra
  • 10 g de sal
  • 10 g de levadura fresca
    Todos los ingredientes deberán estar a temperatura ambiente.
    En realidad la receta original solo lleva 20 g de aceite pero a mi se me fue la mano y no pude retirar lo que me sobraba... eso me pasa por no tener pesados y preparados los ingredientes con anterioridad, qué se le va a hacer??
    Mezclar todos los ingredientes en un bol, menos la manteca, hasta conseguir una masa homogénea. Agregar la manteca y amasar hasta que esté integrada por completo. Realizar un plegado y dejar reposar 10 minutos. Repetir el proceso de plegados - reposos tres o cuatro veces más hasta que la masa esté elástica.
    Dividir la masa en dos o tres trozos y estirar, con ayuda de un rodillo, en una superficie bien enharinada, hasta darle la forma deseada.
    Poner cada base en una placa de horno, cubierta de papel, y dejar reposar durante 15 minutos.
    Pinchar toda la base con un tenedor ,para que durante la cocción no se hinche, y distribuir los ingredientes elegidos.
    Cocer en el horno precalentado a 250º C ,a media altura, de 12 a 15 minutos, hasta que la masa esté dorada y el relleno burbujeante.


    Cortar en porciones y servir de inmediato.


    Con esta cantidad de masa me han salido 3 pizzas medianas. En todas la base está cubierta con salsa de tomate y espolvoreada con orégano seco.


    Pizza de 6 quesos (emmental, cheddar, gouda, curado, gorgonzola y mozzarella) y aceitunas rellenas de anchoa


    Pizza de cheddar, jamón, bacon, mozzarella, aceitunas rellenas de anchoa y cebolla morada


    Mini- pizzas napolitanas de mozzarella, anchoas y aceitunas negras

    De esta última no tengo foto de ella horneada, se la llevé a mis compañeros de trabajo y no llegué a tiempo para hacerle la foto, jejjeje, está es la mejor de las señales ¿a qué si?

sábado, 12 de abril de 2014

Colcannon

    Si tenemos en cuenta que el ferrocarril ha marcado en gran manera mi vida e Irlanda me robó el corazón cuando la descubrí, no podía elegir una película que no fuera esta, ni un plato más tradicional que este, para participar en la #cocinadecine del tercer aniversario de April's kitch.


    Esta historia comienza en una estación de ferrocarril, como muchas otras historias, pero esta estación se encuentra en Irlanda, en el condado de Inisfree. A ese precioso lugar, Cong, fue donde regresó Sean Thornton (John Wayne), allí fue donde descubrió a Mary Kate Danaher (Maureen O'Hara), allí fue donde se enamoraron y vivieron su eterna historia de amor, una historia que hasta llegó a conmover a un extraterrestre unos cuantos años más tarde. Por supuesto esa película no podía ser otra que The Quiet Man (El hombre tranquilo) de John Ford.
 

    Gran película de 1952 que consiguió 2 Oscar (mejor director y mejor fotografía de color) de las 7 nominaciones a las que optaba, fue nominada a los Globos de Oro como mejor director y mejor banda sonora y obtuvo también el National Board of Review a la mejor película y el Premio OCIC en Venecia.

    No me cabe en la cabeza una comida más adecuada y que represente mejor lo que debía preparar Mary Kate a su amado Sean que un plato de colcannon acompañado de bacon y salchichas, así como tampoco me puedo imaginar que en la mesa faltara una buena jarra de Guinness y unas cuantas rosas cortadas de esas que plantó Sean a su llegada, las mismas que recordaba que cuidaba su madre antes de marchar a los Estados Unidos.


    Ingredientes :
  • 400 g de patatas medianas peladas
  • 200 g de repollo troceado
  • 60 g de mantequilla
  • 1 cebolleta grande picada
  • 1/2 vaso de leche caliente
  • 75 g de bacon ahumado
  • 1 cucharadita de perejil picado
  • 1 cucharadita de semillas de hinojo
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida
    Pelar y cortar las patatas en trozos. Cocer hasta que estén tiernas, unos 15 minutos.
    Cocer aparte el repollo durante 10 minutos. Escurrir
    Escurrir y machacar las patatas con un tenedor. 
    Derretir la mantequilla y dorar en ella el bacon cortado en trozos. Añadir el repollo cocido junto con la cebolleta y saltear durante unos 2 minutos.
    Agregar el puré y mezclar. Verter la leche y remover hasta que la mezcla resulte cremosa. Salpimentar.
    Espolvorear con el perejil y las semillas de hinojo.


    Las semillas de hinojo no forman parte de la receta tradicional pero es una muy buena manera de contrarrestar los efectos flatulentos del repollo.
    Espero que mi aportación sea del agrado de Mon, ya solo me queda felicitarla por estos 3 años y desearla que cumpla muchos muchos más... y que nosotros lo podamos ver. Aquí os dejo el logo de este tercer aniversario.