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viernes, 18 de diciembre de 2020

Pryaniki, galletas navideñas rusas de café, miel y especias

     Hoy toca abrigarse bien porque nos vamos a las heladas tierras rusas para deleitarnos con unas galletas con muchísimos siglos de historia. Su origen se encuentra en el siglo IV a C., pero no fue hasta el siglo IX cuando se popularizaron en la cocina rusa, aunque entonces eran llamados medovyy khleb (pan de miel) ya que estaban elaboradas con miel, harina de centeno y jugo de bayas. Fue entre los siglos XII y XIII cuando llegaron las especias, cuando se establecieron las rutas comerciales con Oriente Medio y la India, y las galletas cambiaron de nombre pasándose a llamar pryanik, nombre derivado de pryanost' que es el término ruso para las especias. Cuando se trata de galletas el nombre pasa al plural, pryaniki, quedándose el singular para denominar al pan. Los pryaniki se horneaban utilizándose como decoración en el árbol de Navidad aunque también como regalo para los cumpleaños e incluso juegan un papel muy importante en las celebraciones de las bodas tradicionales (Fuente : 196 flavors

     Aunque las originales no llevan café, yo no me he podido resistir a probar la receta de Patty's Cake que si lo incluye, aunque yo no le he puesto tanto, y que ella ha sacado del blog Olga's Flavor Factory pero vamos al lío... empezamos.


    Ingredientes :

  • 15 g de café instantaneo
  • 60 g de agua hirviendo
  • 115 g de mantequilla
  • 50 g de azúcar
  • 255 g de miel
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1/8 de cucharadita de nuez moscada
  • 1/4 de cucharadita de jengibre molido
  • 1/8 de cucharadita de clavo molido
  • 40 g de huevo batido
  • 3/4 de cucharadita de levadura química
  • 3/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/2 cucharadita de vinagre
  • 375 g de harina

    Para el glaseado

  • 280 g de azúcar glass
  • 50 g de leche


    En un cazo disolver el café en el agua hirviendo. Añadir el azúcar, la mantequilla y la miel y llevar a fuego bajo removiendo hasta que la mentequilla esté derretida y el azúcar totalmente disuelto. Retirar del fuego y dejar templar.

    Poner la mezcla templada en un bol, agregar el huevo batido y las especias y remover. Echar la levadura y el bicarbonato disuelto en el vinagre e integrar. Ir añadiendo la harina, de tres veces, y, con ayuda de una espátula integrarla hasta que la masa esté homogénea. Tapar con plástico y dejar reposar, en la nevera, como mínimo 4 horas.

    Calentar el horno a 170ºC, con calor de arriba-abajo. Preparar un par de bandejas de horno cubriéndolas con papel.

    Sacar la masa de la nevera, ir haciendo bolitas con ella, del tamaño de una avellana, e ir depositándolas sobre las bandejas dejando sitio entre ellas. Hornear, a media altura, de 20-25 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.

    Cuando estén totalmente frías preparemos el glaseado batiendo el azúcar glass con la leche hasta que esté uniforme. Ir bañando la parte curva de las galletas en él y dejar secar. Con el paso de las horas el glaseado se irá tiñendo de marrón así que, como Patty nos aconseja, glasear solo las que se vayan a consumir en el momento. Sin bañar durarán bastantes días guardadas en una lata hermética.


    Aunque lo habitual sea tomarlas con una taza de té o de café creo que, con la cantidad de café que llevan ya en su interior, yo mejor voy a hacerlo con un chupito de vodka. Za zdorovie!!!

1 comentario:

Marga dijo...

Me parece una receta espléndida como todas las tuyas y tela copiaré!!! Lo del café me gusta mucho en la galleta, como tú me animaré al chupito, jajaja. Deseando volver leer a coincidir contigo. Abrazos enormes