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viernes, 6 de junio de 2025

Sablé Breton con nísperos. Nísperos en almíbar

    Estaba yo pensando qué preparar con el cajón de nísperos que me acababan de regalar cuando el gran Jordi Roca, en sus Cosas de casa de Instagram, preparó una delicatessen con ellos, que yo no podía dejar de copiar. Como ya había utilizado unos cuantos en preparar mermelada y otros pocos en almíbar, cuya receta también os pongo en esta entrada, decidí reducir a la mitad su receta usando unos moldes de flan de esos pequeños desechables de aluminio.

    Ingredientes :

    Para los sablés

  • 4 yemas de huevo L (80 g aprox.)
  • 160 g de azúcar
  • 160 g de mantequilla en pomada + 3 g de sal*
  • 225 g de harina** 
  • 15 g de levadura química (tipo Royal)
  • 6 - 8 nísperos
    *La mantequilla de la receta era salada pero, como yo no tenía, añadí esa cantidad de sal a la normal

   **Si es de fuerza en teoría es mejor por la gran cantidad de grasa que lleva, aunque yo le puse de la normal y salieron bien

    Para los nísperos en almíbar

  • 150 g de nísperos
  • 150 g de azúcar
  • 150 g de agua

    Tamizar la harina junto a la levadura y reservar. Precalentar el horno a 220ºC.

    Comenzaremos preparando los sablés. Para ello, montar las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y estén espumosas. Añadir la mantequilla con la sal y trabajar, con una espátula, hasta que la crema esté homogénea. Agregar la mezcla de harina y levadura de dos veces, e integrar por completo entre cada adicción, con la ayuda de la espátula y repartir  la masa entre las flaneras pero sin llegar al borde, yo tuve masa para preparar 8 sablés.

    Pelar los nísperos, cortar por la mitad a lo largo y retirar los huesos y las membranas. Trocear cada mitad en 3 ó 4 gajos, dependiendo del tamaño de la fruta, e ir clavándolos en la masa, hasta llegar al fondo de las flaneras. 

    Hornear a media altura, con calor de arriba-abajo, sobre una bandeja, durante unos 25 minutos. Pinchar para comprobar que estén cocidos por dentro. Sacar y dejar templar sobre una rejilla.

    Mientras se están horneando prepararemos los nísperos en almíbar. Pelar, cortar por la mitad a lo largo y retirar los huesos y las membranas de los nísperos. Hacer 2 ó 3 gajos de cada mitad e ir introduciéndolos en un bol con agua y un chorrito de limón, para que no se pongan negros. Poner una cazuela con el agua y el azúcar y dejar cocer 10 minutos, a fuego bajo, desde que empiece a hervir. Añadir los gajos escurridos en el almíbar y dejar cocinar de 6 a 8 minutos más. Retirar del fuego y dejar enfriar. 

    La espiral sobre la que monté el postre es una gelatina de níspero que preparé triturando, recién retirados del juego, 65 g de los nísperos en almíbar con 20 g del almíbar. En este puré disolví 1 hoja de gelatina, ya hidratada y escurrida, que, una vez solidificado y bien frío, volví a triturar para terminar introduciéndolo en una manga pastelera con una pizca de la punta cortada, para que salga un hilo fino.

    Una vez todo preparado, solamente habrá que montar el plato, formando una espiral en la base con la gelatina sobre la que pondremos uno de los sablés y unos cuantos gajos de níspero en almíbar, acompañado de una bola del helado que más os guste; el mío de vainilla con crema de tocinillo de cielo que está para ponerle un piso y le va que ni pintado a este postre.

jueves, 27 de febrero de 2025

Leche frita de naranja sanguina y cardamomo

    Comienza el carnaval con este jueves lardero. Uno de los dulces típicos de esta fecha, y que más disfrutamos al comer en casa, es la leche frita, tan humilde y fácil de preparar. Sigo en mi empeño de introducir la naranja sanguina, mientras las encuentre en el mercado, en lo que cocine; así que, en este caso, me he liado la manta a la cabeza y, a riesgo de que la leche se cortara, he introducido un poco de zumo en mi receta con un resultado más que óptimo. 

    Ingredientes :

  • 450 g de leche
  • 60 g de azúcar
  • 55 g de maicena
  • 30 ml de zumo de naranja sanguina
  • 2 cucharaditas de ralladura de naranja sanguina
  • 8 vainas de cardamomo, ligeramente chafadas
  • 1 huevo (para rebozar)
  • Harina (para rebozar)
  • Aceite para freír
  • 2 cucharadas de azúcar glass + un poco para espolvorear
  • 1 chorrito de zumo de naranja sanguina colado

    Poner en un cazo el azúcar y la ralladura y trabajar con los dedos hasta que el azúcar esté completamente impregnado con el aceite de la ralladura. Añadir la mitad de la leche y las vainas de cardamomo, remover y cocinar, a fuego lento, hasta que rompa el hervor. En la otra mitad de la leche agregar el zumo y la maicena y desleír ésta por completo en la mezcla. Retirar las vainas de cardamomo y verter en hilo el preparado de maicena en la leche caliente, removiendo sin parar hasta que espese.

    Volcar la crema en un molde ligeramente humedecido con agua y tapar a piel. Yo usé unos moldecitos de silicona que también humedecí y tapa a piel para que no se formara costra. Dejar enfriar por completo en la nevera, mejor de un día para otro. 

    Si habéis utilizado un único molde cortar la crema en porciones. Pasar por harina y huevo batido y freír en el aceite bien caliente hasta que se dore. Dejar escurrir sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa. Poner las cucharadas de azúcar glass en un cuenquito e ir añadiendo a poquitos el zumo colado removiendo hasta tener la textura de glaseado deseada.

    Una vez frío espolvorear con u poco de azúcar glass y regar con unos hilos de glaseado. Mantener refrigerado hasta su consumo.

    El resultado es una leche frita deliciosa, con un ligero sabor a naranja y un sutil aroma de cardamomo.

sábado, 17 de agosto de 2024

Crujiente o crumble de higos en freidora de aire

    Siempre me emociona que mis compañeros de trabajo se acuerden de mí cuando recogen fruta de sus árboles. Y eso es precisamente lo que ha pasado esta semana cuando me han dejado, en la nevera del trabajo, una "cajita" de higos, que no era tal sino una pedazo de caja. Como en mi casa siempre me han dicho que de ser bien nacido es el ser agradecido no he podido por más que preparar algo dulce, con parte de ellos, para agradecerle el detallazo. Pero claro, primero tenía que probar yo la receta, ya que era mi estreno con ella en la freidora de aire, porque al final también he sucumbido yo, y bien contenta que estoy ahora de haberlo hecho, a comprarme una.

    Ingredientes :

  • 300 g de higos (de 6 a 8 dependiendo del tamaño)
  • 40 g de harina
  • 10 g de copos de avena
  • 30 g de azúcar
  • 15 g de almendra laminada*
  • 30 g de mantequilla fría

    Lavar y secar los higos y cortarlos, a lo largo, por la mitad o en cuartos dependiendo de su tamaño. Engrasar con mantequilla un molde o fuente, que quepa en el cestillo de la freidora, e ir colocando dentro los higos troceados.

    Echar en un bol el resto de los ingredientes y trabajar, con las puntas de los dedos, hasta que tengan la textura de unas migas no demasiado finas.

    Repartir las migas por encima de los higos, introducir en la freidora y programar a 180ºC durante 10 minutos. Sacar y dejar templar.

    Los crujientes se deben comer templaditos o, como mucho, a temperatura ambiente, acompañados de nata montada, yogur o helado. 

    Mi recomendación : comerlo con una buena bola de helado de vainilla... disfrute máximo con ese contraste de temperaturas, os lo aseguro.

martes, 30 de julio de 2024

Dorayakis rellenos de anko

    Desde hace unos años, gracias a unos dibujos animados, es fácil encontrar dorayakis en los supermercados pero, aunque los que comía Doraemon estaban rellenos de anko, por aquí sólo los hay  rellenos de chocolate. 

    Ya llevaba tiempo rondando por mi cabeza el hacerlos como los toman en Japón así que cuando leí el libro de Durian Sukegawa, Dorayaki, se reavivaron mis ganas. El hecho que me decidió a ponerme con ellos fue el club de lectura que tuvimos, la semana pasada, de dicho libro. De vez en cuando llevo algo que tenga que ver con la temática del club así que estaba claro lo que iba a ser en esta ocasión ¿no os parece? Por fin me iba a decidir a hacerlos.

    Supongo que os estaréis preguntando que es eso de anko. Así que lo primero es contaros que se trata de una pasta dulce de judías rojas, azuki, imprescindible en la repostería tradicional japonesa, aunque  también es común usarla en otros países asiáticos, por ejemplo como relleno en los Mooncakes que se comen en la Fiesta de Medio Otoño, una de las más importantes de China.

    Lo primero será preparar el anko de relleno así que vamos al lío

    Ingredientes :

  • 125 g de judías azuki
  • 115 g de azúcar
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
    La noche anterior dejar las alubias en remojo, bien cubiertas de agua a la que añadiremos 1/4 de cucharadita de bicarbonato, retirando las que estén rotas o dañadas.

    Al día siguiente escurrir y lavar bajo el chorro de agua fría. Poner en la olla rápida cubiertas, hasta un par de dedos por encima, con agua. Llevar a ebullición a fuego alto, reducir a fuego medio y dejar cocer un par de minutos. Colar, desechando el agua de cocción, enjuagar bajo el grifo del agua fría, escurrir y volver a poner en la olla. Cubrir de agua de igual manera que antes, llevar a ebullición, cerrar la olla y bajar el fuego. Dejar cocer durante 20 minutos. Cuando pase la presión, abrir la olla y comprobar que las alubias estén blandas y se puedan aplastar al presionarlas entre las yemas de los dedos. Colar, pero conservando el agua de cocción.

    Poner las judías en el vaso de la batidora, junto a 2 ó 3 cucharadas del agua de la cocción, y triturar hasta que tengamos una pasta fina, añadiendo más agua si estuviera demasiado espesa. Pasar la pasta por un colador para retirar las pieles y echar en una cazuela junto al aceite. Llevar a fuego medio y cocinar unos 3 ó 4 minutos antes de añadir la mitad del azúcar, removiendo hasta que se absorba por completo. Agregar el resto del azúcar, sin parar de remover, hasta que se integre. Espolvorear la sal y seguir cociendo, removiendo todo el tiempo para que no se pegue en el fondo, hasta que la pasta esté bastante densa. Volcar sobre una fuente amplia, extender y dejar enfriar sin tapar. Guardar en un recipiente hermético en la nevera, allí se conservará bien durante dos semanas y hasta dos meses congelada. 

    Ahora que ya tenemos preparado el anko del relleno nos liaremos con las tortitas.

    Ingredientes :

  • 2 huevos L, batidos (110-115 g)
  • 30 g de azúcar
  • 15 g de miel
  • 1 cucharadita de levadura química (tipo Royal)
  • 1 pizca de sal
  • 30 g de leche
  • 30 g de agua
  • 120 g de harina tamizada
  • 10 g de mirin (opcional)
    Mezclar todos los ingredientes, que deberán estar a temperatura ambiente, hasta obtener una masa ligera. Tapar y dejar reposar en la nevera durante media hora para que adquiera una consistencia algo más densa.

    Calentar una sartén antiadherente a fuego medio y, sin engrasar, ir vertiendo cucharadas de masa. Dar la vuelta cuando la superficie se llene de burbujitas, con ayuda de una espátula, dejar unos segundos y sacar. Sin dejar que se enfríen, porque sino no se pegarán los bordes, poner sobre una de las tortitas un montoncito de anko en el centro, tapar con otra tortita e ir apretando los bordes hasta cerrar los dorayakis por completo.

    Los dorayakis que llevé al club volaron, fueron vistos y no vistos, así que no deberían estar muy malos. Menos mal que tuve la precaución de dejar un par de ellos en casa para que los comiera mi hija, porque si no menuda me hubiera montado, jejjejje. 

    Fuente :  Anko: adaptada de Bake street Tortitas: Belén Casal en Instagram

jueves, 11 de julio de 2024

Tiramisú de lemon curd. Lemon curd en microondas

    Cuando llega el verano ni se me pasa por la cabeza el encender el horno pero, sin embargo, somos incapaces de renunciar a un buen postre. Así que, llegado a este punto, llegó el momento de experimentar cosas nuevas. Y, si el experimento lleva limón seguro que en casa será todo un acierto. Llevaba tiempo viendo tiramisús de limón por las redes pero, por h o por b, no llegaban a terminar de convencerme así que no me ha quedado otra que probar a prepararlo yo como me ha parecido que nos iba a gustar más y, desde luego, y no es porque lo haya hecho yo, estaba sublime. Y es que una ya no tiene abuelas que la alaben y, si las tuviera, esta claro que tampoco las necesitaría, jejjeje.

    Ingredientes :

    Para el sirope

  • 70 g de agua
  • 50 g de azúcar
  • 25 g de zumo de limón
    Para el relleno

  • 250 g de mascarpone
  • 125 g de nata de montar
  • 65 g de lemon curd
  • 35 g de azúcar glass
  • la ralladura de medio limón
    Para el lemon curd

  • 150 g de zumo de limón
  • 70 g de mantequilla
  • 70 g de azúcar
  • 2 huevos + 1 yema
  • ralladura de medio limón
  • 1 y 1/2 cucharadita de maizena (4 g aprox.)
    Además

  • 16-18 bizcochos de soletilla
  • Ralladura de medio limón para decorar

    Lo primero que haremos serán el lemon curd y el almíbar ya que tienen que enfriarse a temperatura ambiente.

    Poner en un bol, apto para microondas, la mantequilla y derretirla. Añadir el zumo y la ralladura y el azúcar y remover. Agregar los huevos y remover bien con una varilla hasta que la mezcla esté homogénea. espolvorear la maizena por encima y remover hasta que esté completamente integrada. Meter en el microondas y de minuto a minuto ir removiendo bien hasta que coja la consistencia deseada, teniendo en cuenta que cuando se enfríe espesará un poco más. Cuando esté lista y removiendo de vez en cuando para que no se forme costra.

    Para preparar el almíbar pondremos en un cazo el agua y el azúcar y lo llevaremos a fuego medio, remover hasta que el azúcar esté disuelta, y retirar del fuego cuando comience a hervir. Añadir el zumo y dejar enfriar a temperatura ambiente.

    En un bol amplio echar el mascarpone, la ralladura de limón y el lemon curd, que ya estará frío. Batir hasta que la mezcla esté homogénea. Montar la nata con el glass y añadir a la crema de dos veces integrándola con movimientos envolventes entre cada adicción.

    Una vez que tengamos todas las preparaciones empezaremos a montar el tiramisú, yo lo hice dentro de una fiambrera de cristal, pero podéis montarlo en un molde desmontable cubierto el fondo con papel de horno y los laterales con acetato. Mojar los bizcochos en el jarabe e ir cubriendo con ellos la base. Verter encima la mitad de la crema de mascarpone y alisar la superficie con una espátula. Cubrir con una fina capa de lemon curd. Poner otra capa de bizcochos embebidos, el resto de la crema y otra capa de lemon curd. Tapar y refrigerar como mínimo tres o cuatro horas antes de consumir. 

    Antes de servir, desmoldar y retirar el acetato si vuestro molde es desmontable, y espolvorear con la ralladura de limón.

    Fuente : Lemon curd en microondas de Belén Casal en Instagram


miércoles, 28 de febrero de 2024

Panna cotta de naranja sanguina

    Con las ganas que tenía de volver a encontrar naranjas sanguinas, no os podéis hacer una idea de la alegría que me llevé este sábado al descubrir que, varios puestos en el mercado, ya las vendían. Así que preparaos porque vienen algunas recetitas en las que va incluido este ingrediente, comenzando con algo dulce y extraordinariamente rico.

    Pero no es una panna cotta cualquiera, es la panna cotta de las panna cottas y, para rizar más el rizo, viene regadita con un caramelo también de naranja sanguina. Todo un lujazo de postre.

    Pero vamos al lío que intuyo que ya estáis babeando, jejjejeje.

    Ingredientes :

    Para la panna cotta :

  • 125 ml de zumo de naranja sanguina
  • 3 ó 4 hojas de gelatina
  • 60 g de azúcar
  • Ralladura de 1/2 naranja sanguina
  • 80 g de yogur griego
  • 85 g de nata de montar (35% de m. g.)
  • 1/4 de cucharadita de zumo de limón
    Para el caramelo de naranja sanguina :

  • 2 naranjas sanguinas exprimidas
  • 80 g de azúcar

    Sumergir las láminas de gelatina en agua fría para que se hidrate. Poner el zumo de naranja en una cazuela y llevar a fuego medio. Cuando esté caliente, estrujar con la mano las hojas de gelatina remojadas y echarlas dentro de la cazuela. Remover hasta que estén disueltas por completo. Sin dejar de remover, añadir la ralladura y el azúcar. Cuando esté todo totalmente integrado continuar cociendo 3 minutos más. Retirar del fuego y dejar templar unos 10 minutos. Agregar el yogur, la nata y el zumo de limón y mezclar hasta que la crema esté uniforme. Repartir en moldes y refrigerar toda la noche.

    Al día siguiente prepararemos el caramelo poniendo en un cazo el azúcar y, llevándolo a fuego medio-alto, hacer un caramelo seco con él. Echar dentro el zumo, bajar el fuego y remover hasta que el caramelo se disuelva por completo. Dejar reducir un poco hasta que tenga la consistencia de un almíbar. Retirar del fuego y dejar enfriar por completo.

    Para desmoldar sumergir cada molde hasta un poco más de la mitad en agua caliente, con cuidado que no entre nada en el molde, cubrir con un plato y volcar para que caiga en él. Regar cada panna cotta con un el caramelo justo antes de llevar a la mesa.

    Fuente : Panna cotta de Con harina en mis zapatos y Caramelo de Hint of vainilla (blog que por más que lo he buscado no lo he podido encontrar, debe haber dejado de existir)


domingo, 30 de julio de 2023

Mousse ligero de fresas

    El rosa está de moda. Pero no es esa la razón por la que hoy os traigo este postre, nada que ver con la fiebre que le ha entrado a todo el mundo con ese color desde que estrenaron la película Barbie. Lo mío es más bien debido a lo que me gustan las fresas, mucho más que los fresones, y desde que encuentro en Mercadona éstas, que son segovianas, no puedo dejar de llevarme alguna cajita a casa cada vez que voy a comprar. Así que preparaos porque, mientras las siga encontrando, os voy a ir preparando cositas con ellas, tanto en dulce como en salado. Hoy empiezo por algo dulce, para despedir a este julio que se nos está terminando.

    Ingredientes :

  • 380 g de fresas
  • 1 clara de huevo L
  • 25 g de azúcar glass
  • 100 g de nata de montar (35% M.G.)
  • 1,5 hojas de gelatina
  • 1 cucharadita de zumo de limón

    Remojar la gelatina en agua fría.

    Lavar las fresas y retirarles las hojas. Trocear 210 g de las fresas y triturar. Verter en un cazo junto, añadir el azúcar y el zumo de limón y dejar cocer, a fuego medio, durante unos 8 minutos. Retirar del fuego, agregar las gelatina bien escurrida y remover hasta que esté completamente diluida. Dejar enfriara a temperatura ambiente.

    Montar la clara de huevo a punto de nieve, verter la mezcla de fresa y gelatina y, con ayuda de una varilla manual, remover hasta que la mezcla esté uniforme.

    Montar la nata hasta que esté firme y haga picos duros e ir integrando la mezcla anteriormente preparada poco a poco, con movimientos envolventes de abajo hacia arriba con una espátula, para intentar que la nata se desmonte lo menos posible.

    Cortar por la mitad las fresas restantes e ir colocándolas en el fondo de los tarros o vasos elegidos pegadas a las paredes como podéis ver en las fotos. Puede que no las necesitéis todas, dependerá del tamaño tanto de las fresas como de los recipientes donde las vayáis a poner. 

    Repartir la mousse dentro de los tarros o vasos y refrigerar por lo menos durante 4 horas, aunque yo recomiendo dejarlo durante toda una noche.  Con estas cantidades me dio para preparar 4 tarros de 160ml de capacidad cada uno.

    Si os sobran fresas podéis decorar cada mousse con alguna cortada por la mitad. Yo preferí prepararlas en tarros para cerrarlos y que se secara menos la superficie. Además así se pueden apilar ocupando menos espacio en la nevera. 

    Fuente : Lilie Bakery

domingo, 28 de mayo de 2023

Vasitos de Selva Negra

    Qué ganas tenía de que comenzara la temporada de cerezas! El disfrutar picoteando esta delicada fruta ha llegado a ser es uno de mis vicios confesables. Si además las cerezas van acompañadas de chocolate, en cualquiera de sus variaciones, ya es para morirse de placer.  

    Y, para que el morirse de placer se convierta tan sólo en una ligera desconexión, he decidido presentar el postre en formato individual.

    Ingredientes :

    Para el bizcocho de chocolate
  • 85 g de harina 
  • 25 g de cacao en polvo sin azúcar ( tipo Valor)
  • 140 g de azúcar
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato
  • 1/4 de cucharadita de levadura química
  • 1 pizca de sal
  • 1 huevo L
  • 60 ml de aceite de girasol
  • 90 ml de leche
  • 90ml de agua hirviendo
    Para la gelatina de cereza
  • 200 g de cerezas deshuesadas
  • 75 g de azúcar
  • 1/2 cucharadita de zumo de limón
  • 2 hojas de gelatina
    Para el almíbar de kirsch
  • 40 g de agua
  • 40 g de azúcar
  • 15 ml de kirsch o licor de cereza
    Para el chantilly de mascarpone
  • 125 g de queso mascarpone
  • 200 g de nata de montar (mínimo 35% mg)
  • 30 g de azúcar glass
  • 1/2 cucharadita de vainilla en pasta
    Además
  • 1 puñado de cerezas 
  • Nibs de cacao para decorar

    En esta ocasión da igual por cual de las distintas preparaciones comencemos ya que todas necesitarán un tiempo de enfriado. En mi caso, preparé todas, menos el chantilly, el mismo día. Al día siguiente preparé el chantilly, trituré la gelatina y monté los vasitos a primera hora de la mañana, dejándolos reposar en la nevera hasta la hora de la comida.

    Para preparar el bizcocho, calentar el horno a 180ºC. Engrasar una bandeja de horno y cubrir la base con papel. Tamizar la harina junto al cacao, la levadura, el bicarbonato y la sal. Añadir el azúcar y mezclar bien. En otro bol, batir los huevos. Agregar el aceite, la leche y el agua hirviendo. Cuando esté integrado, volcar sobre la mezcla de harina y cacao y mezclar, con una espátula, justo hasta que esté uniforme. Verter en la bandeja y hornear, a media altura, hasta que el bizcocho esté cocido, El tiempo dependerá del tamaño de la bandeja así que deberéis ir vigilándolo a partir de unos 15 minutos. Pinchar con una agua para comprobar que esté bien hecho, sacar del horno, retirar la bandeja y dejar enfriar por completo, sobre el papel, encima de una rejilla. Si decidís prepararlo el día anterior de montar los vasitos envolverlo en film, una vez frío, y refrigerar.

    Lo siguiente será preparar el almíbar. Para ello poner en un cazo pequeño el agua y el azúcar. Cuando empiece a hervir dejar un par de minutos, retirar del fuego y dejar atemperar. Añadir entonces el kirsch y reservar metido en un biberón de cocina.

    Para preparar la gelatina de cereza pondremos las hojas de gelatina, a remojo, en un cuenco con agua fría. Poner las cerezas deshuesadas en un cazo junto con el azúcar y el zumo de limón. Llevar a fuego medio y cocer hasta que, al apretarlas con una cuchara éstas se deshagan. Apartar del fuego, escurrir las hojas de gelatina, apretándolas con la mano, y echarlas dentro del cazo. Mezclar hasta que estén totalmente integradas, verter en una fuente y dejar enfriar en la nevera. Cuando la gelatina esté bien cuajada cortar en trozos, triturar hasta que esté sedosa y meter en una manga. Lo mismo que como el bizcocho, si decidís prepararlo el día anterior, filmar la bandeja de la gelatina fría y refrigerar.

    Para el chantilly tanto el queso como la nata deberán estar muy fríos. Batir el mascarpone, el azúcar, la vainilla y un tercio de la nata hasta que esté todo integrado. Añadir el resto de la nata y montar hasta que esté bien firme. Meter en una manga provista de una boquilla rizada y conservar en la nevera.

    Si habéis preparado la gelatina el día anterior éste será el momento de cortarla en trozos , triturar hasta que esté sedosa y meter en una manga.

    Para montar los vasitos cortaremos círculos de bizcocho del mismo tamaño de los vasitos. Introducir cada uno en un vasito, calar bien con el almíbar, poner encima una capa de gelatina y terminar de rellenar con chantilly. Espolvorear con unos pocos nibs de cacao y terminar de adornar con una cereza entera. Repetir el proceso con el resto de los vasitos y refrigerar hasta el momento de llevar a la mesa.

    Tengo que reconocer que hacer este postre lleva su tiempo con tantas preparaciones distintas, pero ninguna es complicada y os aseguro que el resultado final merece la pena porque está absolutamente delicioso. Un verdadero pequeño placer.

    Fuente de inspiración y de algunas preparaciones : Bavette

jueves, 6 de octubre de 2022

Higos al horno con tomillo y Cointreau

    No tenía yo en mente, este año, el subir ninguna entrada elaborada con higos pero, cuando los vi en el Mercado taaaan hermosos y oliendo tan divinamente, no me pude resistir a llevarme alguno para casa y probar a hacer alguna pequeña locura con ellos. Como estaban precisamente de autentica locura, y no pequeña precisamente, he tenido que pensar rápido ya que cada vez que abría la nevera iba cayendo alguno y, con esa marcha, no iba a poder preparar nada con ellos, jejjeje.

    Ésta receta, en la que casi cuesta más que se caliente el horno que lo que se tarda en cocinar, es ideal tanto para desayunos como para meriendas si se acompaña con una taza de yogur, que es precisamente como yo os los presento en las fotos.

    Ingredientes :

  • 350 g de higos frescos
  • 6 ramitas de tomillo fresco
  • 60ml (4 cucharadas) de Cointreau
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 4 cucharadas de miel de azahar
  • 2 rodajas de limón

    Calentar el horno a 200ºC. 

    Lavar y secar los higos y las ramitas de tomillo. Cortar el pedúnculo, partirlos por la mitad a lo largo e ir colocándolos en una fuente, con el corte hacia abajo, en una sola capa. Diluir el azúcar y la miel en el licor y regar con la mezcla los higos procurando que queden bien embadurnados. Distribuir por encima de ellos las ramitas de tomillo y las rodajas de limón. Cubrir la fuente con aluminio y hornear, a media altura, de 15 a 20 minutos. Retirar del horno, destapar y dejar enfriar por completo.


    Una vez fríos meterlos en un tarro con su almíbar. En la nevera os aguantarán perfectamente una semana y, si lo preferís, los podéis congelar y, de esta manera, poder disfrutar de ellos en cualquier momento aunque no estén en temporada.

    Fuente : Adaptada de David Lebovitz

jueves, 25 de agosto de 2022

Panna cotta de vainilla con sirope de frambuesa y albahaca

    Seguimos con el tour vacacional virtual que, en esta ocasión, nos lleva hasta la bella Italia a degustar uno de sus postres más internacionalmente conocidos y que está absolutamente delicioso. Y no me refiero al Tiramisú, aunque también sea harto conocido fuera de sus fronteras, sino a la panna cotta.

    La panna cotta, que traducido del italiano sería nata cocida, es un postre típico de la región del Piamonte. En su origen no se utilizaba gelatina para que cuajara sino huevos lo que hacía necesario aumentar la temperatura y un mayor tiempo de preparación. Lo más normal es servirla desmoldada, como si de un flan se tratara, pero yo he optado por presentarla en vasitos individuales que también quedan muy monos ¿no os parece?

    Aunque puede hacerse de multitud de sabores pero yo me he decantado, en esta ocasión, por la más tradicional y sencilla de todas ellas, la de vainilla con un toque de frutos rojos. En mi caso con un sirope de frambuesa al que le he dado un toque distinto, y también muy italiano, añadiendo unas hojas de albahaca en su preparación.

    Ingredientes :

    Para la panna cotta 

  • 500 ml de nata de montar (35% de M.G.)
  • 65 g de azúcar
  • 4 hojas de gelatina (equivalentes a unos 6 g en polvo)
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
    Para el sirope de frambuesa y albahaca

  • 250 g de frambuesas
  • 30 g de azúcar
  • 2 cucharadas de agua
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 3 ó 4 hojas de albahaca

    Para preparar la panna cotta lo primero que tendremos que hacer es hidratar la gelatina, para ello sumergirla hoja a hoja en un platito con agua fría y dejar reposar unos 10 minutos.

    Poner a calentar a fuego medio, en un cazo, la nata junto al azúcar y la vainilla y, cuando empiece a hervir retirar del del fuego. Estrujar la gelatina entre los dedos, para retirar todo el agua posible, añadirla al cazo y remover con una varilla hasta que esté totalmente disuelta. 

    Repartir la mezcla entre los vasitos y dejar templar antes de meter en la nevera. Necesitará por lo menos 6 horas para que cuaje por completo.

    Para preparar el sirope poner todos los ingredientes en un cazo, reservando alguna frambuesa para decorar los vasitos, y dejarlo cocer a fuego bajo, removiendo de vez en cuando, durante unos 10 minutos. Pasado ese tiempo colar, para retirar las semillas de las frambuesas y las hojas de albahaca, y dejar enfriar.

    Sólo quedará repartir el sirope en los vasitos sobre las panna cottas y volver a llevar a la nevera durante un rato para que éste último coja algo de cuerpo. 

    A la hora de servir decorar con las frambuesas reservadas y unas hojitas de albahaca fresca.

    Con esta última foto no os digo nada y os lo digo todo... si me descuido no me dejan ni una, jejjeje.

lunes, 25 de julio de 2022

Tarta de Santiago

    No podía dejar pasar otro año sin dejar en el blog la tarta que hoy, día de Santiago, es tradicional en Galicia. No se sabe muy bien cuando se introdujo la almendra en aquellos parajes pero ya en 1577 Pedro de Porto fue agasajado, en una visita a la Universidad de Santiago, con una torta real, que no era sino un bizcocho de almendra. Sin embargo, las primeras recetas fiables de la tarta de almendra con estas proporciones proceden de las notas gastronómicas de Luis Bartolomé de Leybar en 1838

    Lo de marcar la silueta de la Cruz Compostelana en su superficie es bastante posterior cuando, en 1924"Casa Mora" empezó a personalizar sus tartas con ella. Tuvo tanto éxito que, a partir de entonces, se extendió la costumbre y ya no hay Tarta de Santiago que se precie que no la lleve, tanto en Galicia como en el resto de España.

    (Fuente: Wikipedia)

    El 3 de marzo de 2006 la receta de la Tarta de Santiago entró a formar parte  de la Indicación Geográfica Protegida la cual determina su forma y composición exacta.

    Yo he respetado, más o menos, las proporciones, aunque he reducido un poco la cantidad de azúcar y, para nosotros, tiene el dulzor justo. Lo que no he respetado, como podéis comprobar en las fotos, ha sido la forma, ya que me enamoré de éstas preparadas en conchas desde que se las vi a Kanela y Limón en su blog y en su libro.

    La receta es muy fácil y muy muy rápida de preparar. Vamos que me ha costado más el fabricarme la Cruz Compostelana con la medida justa para las conchas que yo tenía que lo que han tardado en hacerse las tartitas, jejjjeje.

    Ingredientes :

  • 2 huevos L
  • 125 g de almendra molida
  • 100 g de azúcar
  • Ralladura de 1/2 limón
  • 1 pizca de sal
  • Azúcar glass

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Engrasar las conchas con spray desmoldante y repasar con un pincel para que se reparta bien por entre las estrías. Reservar.

    Poner el azúcar en un bol, añadir la ralladura y mezclar pellizcándolo con los dedos para que el azúcar se impregne bien con el aceite del limón. Agregar los huevos y batir con una varilla de mano hasta que comience a estar espumoso pero sin meterle demasiado aire a la mezcla.

    Echar la almendra y la pizca de sal y remover hasta integrar. Ir poniendo la masa en las conchas, sin llenarlas por completo, con ayuda de un cacillo pequeño, e ir colocándolas sobre una bandeja de horno. Yo las puse alternas sobre los agujeros de un molde de magdalenas para que no se volcaran y tuvieran una base estable.

    Meter un poco más bajo de mitad de horno, en la segunda altura empezando por abajo de las cinco que tiene, y hornear durante unos 20 minutos o hasta que al pinchar con una aguja salga limpia.

    Dejar enfriar por completo sobre una rejilla. 

    Una vez frías por completo poner la plantilla encima y espolvorear generosamente con azúcar glass. Retirar con mucho cuidado la plantilla. Repetir en cada concha.

    Con estas cantidades sale masa para preparar 6 conchas.

viernes, 5 de febrero de 2021

Resoles medievales del Sent Soví

     De nuevo las chicas de Cooking the Chef vuelven a la carga invitándonos a descubrir la cocina de nuestros orígenes. En esta ocasión nos trasladamos a la edad media, centrándonos principalmente en el Sent Soví, un manuscrito de cocina medieval escrito en 1324 del cual se conservan dos copias manuscritas originales que se encuentran, actualmente, en la Universidad de Valencia.

    Pero no os penséis que, aunque yo viva en la misma ciudad, he ido allí a buscar una receta sino que me he dedicado a buscar y rebuscar algo que me acoplara en el blog del Sent Soví y allí he encontrado esta maravilla que yo he adaptado y hoy os traigo : resoles.

    Cuando vi que la base que usaba en el blog era una masa de pan con un 65% de hidratación se me ocurrió preparar la receta con los descartes de uno de los refrescos de mi masa madre que está al 60% de hidratación y, aunque yo no las tenía todas conmigo, tengo que decir que ha sido un éxito total. Lo difícil ha sido poder sacar unas fotos medianamente decentes mientras iba retirando manos que se querían llevar los resoles, jejjeje. Pero vamos ya con la receta


    Ingredientes :

  • 140 g de masa madre activa al 60% de hidratación
  • 35 g de queso curado rallado
  • 1 huevo L
  • Azúcar para rebozar
  • Aceite de oliva para freir


    Batir el huevo y añadir el queso rallado. Remover hasta que esté totalmente integrado antes de agregar la masa madre. Remover bien hasta que la masa esté uniforme.

    Poner en una sartén aceite hasta que cubra con una capa fina todo el fondo y calentar a fuego medio. Cuando esté caliente ir echando cucharadas de la masa, con cuidado de que no se toquen los montoncitos de masa entre ellos, procurando no echar demasiados a la vez. Dejar cocinar hasta que se vean burbujas en la superficie, unos 4 ó 5 minutos, antes de darles la vuelta. Dejar otros 2 ó 3 minutos y sacar depositándolos sobre un plato cubierto con papel absorbente para retirar el exceso de grasa. Repetir el proceso hasta que se termine con toda la masa. Rebozar en azúcar y servir enseguida ya que lo ideal es consumirlos calientes.


    Yo los probé templados y fríos, es lo que tiene hacerles una sesión de fotos, y tengo que decir que, aunque calientes están impresionantes, fríos no desmerecen tampoco.


    Acompañados de un buen vinito dulce ya están para ponerles un piso... el complemento ideal.

    Fuente : El blog de Sent Soví

martes, 5 de enero de 2021

Galette des Rois tradicional {Reto Cooking the Chef}

     Si en la última entrada de 2020 os invitaba a pasear por París y degustar una de sus delicias, en esta primera entrada de 2021 continuaremos paseando por ese mismo país y, de paso, degustando otra de sus exquisitas dulcerías. Y dado el día que es mañana, creo que lo más indicado sería invitaros a degustar una Galette des Rois. Probablemente este hojaldre relleno de crema frangipane sea el dulce más tradicional que se consume por Reyes en buena parte de Francia. Vamos, una delicatessen en toda regla.

    Julie Andrieu, la Chef elegida en este mes en Cooking the Chef, seguro que, en más de una ocasión, la ha preparado ya que ella se dedica a rescatar las recetas más tradicionales de la cocina francesa.


    Según parece, el origen de esta delicia se remonta al siglo XIII, aunque la costumbre de que lleve un haba dentro, y que el que la encuentre será rey por un día, es muy anterior. Ésta se remonta a las saturnales romanas (otra fiesta pagana cristianizada) donde los amos servían a sus criados a los cuales se les repartían pasteles redondos de frutos secos y el que encontrara el haba, que estaba escondido en uno de ellos, era coronado como rey en ese día y tratado como tal. Siempre que hablo de las saturnates me vienen a la cabeza los primeros capítulos de Nuestra Señora de París donde Victor Hugo nos describe esa fiesta de los locos donde coronan a Quasimodo y que Disney reflejó fielmente, y quizá fuera lo único, en su Jorobado de Notre Dame

    Como podréis observar en las fotos mi galette es bastante pequeña. Esto es debido a que en vez de una grande hice 2 pequeñas, de unos 15cm de diámetro. La forma que le he querido dar es una mera copia del diseño de las que ha preparado este año Christophe Loeffel en su perfil de Instagram... aunque visto lo visto voy a tener que practicar muuuucho más para que me salgan tan bonitas como las que él hace.


    Ingredientes :

  • 2 planchas de hojaldre con mantequilla 
  • 1 huevo batrido para pintar

    Para la crema frangipane

  • 175 g de crema pastelera fría
  • 50 g de mantequilla en pomada
  • 50 g de azúcar
  • 65 g de almendra molida
  • 1/2 cucharada de ron
  • 1 yema de huevo, talla L


    Batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté bien integrado. Añadir la yema y el ron y remover. Echar la almendra y mezclar bien. Cuando que esté uniforme agregar la crema pastelera e integrar.

    Extender una plancha de hojaldre y cortar un círculo de 15cm de diámero y otro de unos 20cm. Yo utilicé 2 platos de postre de esas dimensiones para que salieran bien redondos. Poner el cículo pequeño sobre papel de horno y repartir la mitad de la crema por encima dejando un margen de unos 2,5cm. Introducir la sorpresa en la crema y pincelar el margen libre de crema con huevo batido. Cubrir con el otro círculo de hojaldre con cuidado alisando la superficie, para no dejar bolsas de aire dentro, y apretando ligeramente los bordes para que queden bien pegados. Recortar con un cuchillo afilado la masa hasta dejar la parte superior de la misma medida que la inferior y, una vez igualadas ambas partes, cortar triángulos en el borde de unos 2cm de altura para no llegar a pinchar la parte del relleno.

    Pincelar toda la superficie con el huevo batido, con la parte roma de un cuchillo marcar las líneas del dibujo de la parte central y de los triángulos dándoles forma de hoja. Refrigerar durante, por lo menos, una hora y repetir la operación con la otra plancha de hojaldre.

    Calentar el horno a 210ºC, con calor de arriba-abajo, y dejar cocer, a media altura, durante unos 30 minutos hasta que el hojaldre haya subido y esté bien dorado. Pasar las galette con el papel de cocción a una rejilla y dejar que se enfríe por completo.


    Y, para degustarla de la manera tradicional, tan solo tendremos que acompañarla con una copa de champán o un buen vaso de sidra. Nosotros lo hicimos con una copita de cava y... ñam ñam.

    Fuente : El invitado de invierno