Helado de bastones de caramelo. Australia. Faltan 13 días

   La Navidad en el hemisferio sur transcurre durante el verano pero, a pesar de ello las tradiciones y decoraciones se asemejan a las de Reino Unido. La primera Navidad que se celebró en Australia fue en 1788 en Sydney Cove. Esto quiere decir que se cantan los mismos villancicos y las tarjetas reflejan paisajes nevados. El principal elemento de decoración es el árbol, lleno de luces y espumillón. Aunque los regalos los trae un Santa Claus muy particular vestido con una camiseta azul y unas bermudas bien anchas viajando sobre una tabla de surf, Swag Man.
    Al ser verano los colegios cierran sus puertas con vacaciones desde una semana antes de Navidad hasta finales de enero o principios de febrero.
    Los regalos se depositan debajo del árbol la noche de Nochebuena y se abren al día siguiente. El día de Navidad las familias se reunen para comer, con platos semejantes a los de Reino Unido : pavo o pollo relleno con ensaladas y verduras, pastelitos de fruta y pudding de Navidad con crema de brandy aunque ahora, debido a las elevadas temperaturas cada vez son más los que prefieren hacer picnic en las playas y jardines. Los crackers forman parte de la comida y los bastones de caramelo son habituales entre los niños en estas fechas.
    Desde 1937 los australianos disfrutan de una tradición propia, "Carols by Candlelight", la víspera de Navidad cientos de personas se reunen en los parques para cantar villancicos iluminados tan solo por la luz de las velas
    Además son los primeros habitantes del mundo que reciben el Año Nuevo (Fuente : Tradiciones navideñas)
    Cuando leí que los niños comían bastones de caramelo y teniendo en cuenta que en Australia es pleno verano me pareció una buena idea acompañar la entrada con la receta de este helado de Linda Lomelino que tenía guardada desde hace tiempo.
Faltan 13 días. Happy Christmas!!

    Ingredientes :

• 4 yemas de huevo
• 1/2 taza de azúcar
• 1 y 1/4 de taza de nata líquida 35%MG
• 3/4 de taza de leche
• 1/4 de cucharadita de extracto de pipermint
• 8 bastones de caramelo

    Batir las yemas y el azúcar hasta que se vuelvan blanquecinas y estén espumosas. Poner en un cazo junto a la leche y la nata.

    Cocer, sin que llegue a hervir, durante aproximadamente 10 minutos, hasta que la mezcla espese ligeramente.

    Apartar del fuego y dejar enfriar. Añadir el extracto y 5 bastones de caramelo machacados groseramente. Poner en un bol limpio y tapar. Refrigerar toda la noche.

    Al día siguiente meter en la heladera para que manteque. Yo lo hice con el método tradicional metiéndolo en el congelador durante una hora, removerlo para romper los cristales de hielo, volver a congelar hora y media, volver a remover y dejar de nuevo en el congelador.

    Sacar del congelador durante un rato antes del momento de servirlo para que se ablande ligeramente. Espolvorear con el resto de los bastones troceados y servir.

    Cuando lo probaron mis hijos dijeron que era el mejor helado que habían comido en mucho tiempo, y mira que en casa no se deja de comer helado en todo el año. Vamos que ha durado lo mismo que un caramelo a la puerta de un colegio, un suspiro, jejjeje, la próxima vez me tocará duplicar las cantidades.