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viernes, 17 de abril de 2020

Lemon & Ginger Angel Food Cake

    Parece que la primavera este año está pensándose también eso de salir de casa y aún continuamos con los días grises que le suelen preceder. Tanto es así que lo que más me apetece es liarme en la cocina y, sobre todo, poner el horno a trabajar a toda pastilla, ya sea para preparar algo dulce, salado o cocer un buen pan.


    Y hoy vamos a endulzar el día con una delicatessen, que ya tenía yo ganas de dulce. Nada mejor para darme el capricho que con uno de los bizcochos que más me gustan : un Angel Food. Si, además, a la esponjosa textura que tiene esta maravilla le añades la acidez del limón y el ligero picante que le aporta el jengibre ya es el sumum de la delicadeza.


    La receta es la que Bea tiene en I love Bundt Cakes, a la cual yo le he añadido jengibre fresco rallado para darle un poco más de chispa si cabe.

 
    Ingredientes :
  • 9 claras pasteurizadas
  • 205 g de azúcar
  • 65 g de harina
  • 2 cucharadas de ralladura de limón (2 limones aprox.)
  • 1 cucharadita de zumo de limón
  • 1 cucharadita de cremor tártaro
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 2 cucharaditas de jengibre fresco rallado
    Para el glaseado
  • Zumo de 1 limón
  • De 100 a 130 g de azúcar glass

    Dejar las claras a temperatura ambiente por lo menos media hora.
    Precalentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo.
    Poner las claras en un bol y comenzar a batir a velocidad media. Cuando empiecen a espumar espolvorear por encima el cremor e integrar. Agregar el zumo, las ralladuras de limón y jengibre y el extracto de vainilla y seguir batiendo hasta que comiencen a formarse picos. Subir la velocidad e ir añadiendo el azúcar a cucharadas. Seguir batiendo hasta que estén bien montadas formándose picos duros y brillantes.
    Echar la harina de dos veces y, con ayuda de una espátula, incorporar hasta que esté totalmente integrada, con movimientos envolventes.
    Volcar la masa en el molde sin engrasar, nivelando la superficie. Hornear, a media altura, sobre la rejilla, durante unos 35 ó 40 minutos. Si tocáis levemente la superficie comprobaréis que ésta no se pega a los dedos.
    Sacar del horno y dar la vuelta al molde, apoyándolo sobre sus patitas. Dejar que repose por lo menos 1 hora y media.
    Pasado ese tiempo, pasar un cuchillo por el contorno del bizcocho, para que se despegue del molde, y volcarlo sobre una rejilla. Despegar también la base, retirar y dejar que se enfríe por completo.
    Preparar el glaseado poniendo el zumo en un cuenco. Ir añadiendo azúcar glass, removiendo con una varilla, hasta conseguir la textura deseada.
    Glasear el bizcocho cuando esté completamente frío.


    Sólo me falta decidir con que acompañarlo ¿Qué pensáis vosotros que le iría mejor? Un café o quizás un té aunque, casi mejor, me lo como a palo seco 😂😂


1 comentario:

Débora de Lucas dijo...

divino ¡¡¡ solo puedo decir eso ,un besote guapísima