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martes, 21 de abril de 2020

Solomillo de cerdo asado con clementinas, hinojo y anís

    Que me gusta a mí Ottolenghi no es nada nuevo, en este blog hay ya unas cuantas recetas de él, no sabría decir cuantas. Y, es que, su cocina es sumamente adictiva. El olor que transmiten sus platos es la pura esencia del lejano Oriente Medio, llenos de especias que aromatizan, no sólo la cocina sino toda la casa, mientras se van cocinando. 


    Os traigo una adaptación de una de las recetas de su libro Jerusalén donde se utilizan dos productos de temporada que no tardarán en desaparecer temporalmente de los mercados : bulbo de hinojo y mandarinas.
    En mi adaptación he cambiado también la carne de pollo, que es la que Ottolengui utiliza, por otra carne blanca, el cerdo y, ante la imposibilidad de encontrar arak, he preparado la marinada con el anís seco que tenía en casa. Teniendo en cuenta que el arak es una bebida anisada creo que el sustituto no está fuera de lugar.


    Ingredientes :
  • 2 solomillos de cerdo
  • 100 ml de anís seco
  • 4 cucharadas de aceite de oliva
  • 3 cucharadas de zumo de naranja
  • 3 cucharadas de zumo de limón
  • 2 cucharadas de semillas de mostaza
  • 3 cucharadas de azúcar moreno
  • 2 bulbos de hinojo medianos (500 g aprox.)
  • 4 clementinas (400 g aprox.)
  • 1 cucharada de tomillo seco
  • 2 y 1/2 cucharaditas de semillas de hinojo
  • 2 y 1/2 cucharaditas de sal
  • 1 y 1/2 cucharadita de pimienta negra de molinillo
  • Perejil picado

    Lavar muy bien las clementinas, secar y, sin pelar, cortar horizontalmente en rodajas de unos 5 mm de grosor. Reservar.
    Limpiar el hinojo y cortar cada bulbo por la mitad, a lo largo, y luego cada mitad en 4 ó 5 rodajas. Machacar ligeramente en un mortero las semillas de hinojo, sólo tienen que abrirse no pulverizarlas.
    Meter en una bolsa de zip los dos solomillos. Teniendo en cuenta que tendrá que ser los lo bastante grande para poder introducir también la marinada y el resto de ingredientes.
    Mezclar en un bol grande el anís, el aceite y los zumos. Añadir la sal y la pimienta, mezclar bien y verter dentro de la bolsa de zip. Agregar las rodajas de hinojo y de clementina, el tomillo y las semillas de hinojo. Cerrar la bolsa y, con cuidado, remover bien para que se mezcle todo. Dejar marinar en la nevera como mínimo 3 ó 4 horas, aunque lo mejor sería dejarlo toda la noche.
    Al día siguiente, precalentar el horno a 220ºC, con calor de arriba-abajo.
    Verter en una fuente de horno el contenido de la bolsa de zip, distribuyéndolo de modo que quepa en una sola capa. Hornear, a media altura, durante unos 5 minutos. Bajar la temperatura del horno a 200ºC y dejar cocer 40 minutos más. Voltear los solomillos a mitad de coción y regar por encima de ellos con el líquido de la marinada, de vez en cuando, para que no se sequen demasiado. Retirar del horno.


    Pasar los solomillos, el hinojo y las clementinas a la bandeja de servir. Cubrir con papel aluminio y reservar en caliente.
    Desglasar el líquido de cocción de la fuente y verter en un cazo. Llevar a ebullición y dejar reducir, a fuego lento, hasta que queden unos 80 ml de salsa. Verter la salsa caliente sobre los solomillos y espolvorear con una pizca de perejil picado.
    Cortar los solomillos en porciones y repartir éstas en los platos, regadas ligeramente con un poco de la salsa. Acompañar con un poco del hinojo y alguna rebanada de la mandarina y servir enseguida.


    El resultado es un asado de sabores intensos con ese ligero toque dulzón que le va tan bien a la carne blanca. Y nada mejor para completar el plato que acompañarlo con una buena ración de arroz blanco.

1 comentario:

Débora de Lucas dijo...

que maravilla de plato Vivi ¡¡¡ seguro que estaba para chuparse los dedos ¡¡¡ besotes