Si, si, este es otro reto en el que me metí de cabeza, pero este es muy especial. Este es de los que más me gusta, nuevamente, un reto entre amigas.
Las liantas (Blanca, Sònia y Cris) sabían muy bien que iba a oir la palabra reto e iba a decir que sí. Luego se fueron uniendo las demás (Isabella, Tere, Isa y Paz)
Mirar que logo nos ha hecho Blanca, ¿¿a qué es monísimo??
Esta era la primera vez que intentaba hacer ensaimadas pero, como ya llevo tiempo en esto de las masas y los panes, me las prometía muy felices. Para la receta elegí el libro Bollería de Xavier Barriga pero con la mitad de las cantidades. Cuando vi la manteca que ponía me dije, lista de mí, que eso era demasiado y reduje drásticamente la cantidad. Error más que garrafal, ahora entiendo lo importante que es estudiar bien y empaparse de videos de lo que se pretende hacer para conocer el porque de las cantidades y los procesos de las diferentes recetas.
Como os habréis imaginado ya, al reducir la manteca, las ensaimadas salieron con un sabor rico pero el hojaldrado de la masa brillaba por su ausencia.
Ingredientes :
- 250 g de harina de fuerza
- 2 g de sal
- 45 g de azúcar
- 35 g de huevo batido
- 10 g de levadura fresca
- 115 g de agua fría
- Manteca de cerdo
- Azúcar glass para espolvorear
Cuando la masa esté lisa y comience a estar brillante finalizar el amasado. Dejar reposar, tapada para que no forme costra, en un lugar ligeramente aceitado, durante unos 20 minutos.
Cortar en trozos de unos 80 g para hacerlas individuales y darles forma de bola. Ponerlas en una bandeja tapadas con film y meterlas en la nevera durante unos 30 minutos.
Trabajar la manteca un poco para que tenga una textura blanda y cremosa.
Aceitar la mesa de trabajo. Estirar ligeramente cada bola y poner la mitad de su peso de manteca ablandada. MEEEKKK!!! Mi primer error, le puse una cuarta parte, snifff.
Estirar con los dedos la masa desde el centro hacia los lados, hasta conseguir una lámina muuy fina y con la manteca repartida homogéneamente, dándole forma de rectángulo muy alargado.
Enrollar la masa dando el mayor número de vueltas posible y dejar reposar el rollo durante unos 25 minutos.
Poner el rollo sobre una bandeja de horno, forrada con papel, dandole la característica forma de espiral dejando bastante sitio entre las vueltas ya que va a crecer bastante en el último levado. Repetir el proceso con el resto de las bolas.
Dejarlas fermentar dentro del horno apagado durante, por lo menos, 12 horas.
MEEEKKK!!! Mi segundo gran error, tan solo las dejé 8 horas de fermentación ya que me pareció que habían crecido suficiente. La manteca ralentiza increiblemente el proceso de levado, de ahí que sea tan importante dejar crecer la masa hasta que doble su volumen.
Precalentar el horno a 200ºC.
Hornear durante unos 15 minutos o hasta que se vean doraditas.
Sacarlas y ponerlas sobre una rejilla. Espolvorear con azúcar glass antes de que terminen de enfriarse del todo.
Os preguntaréis porque he subido la receta si no me quedaron como ensaimadas pero es que salieron unos bollitos taaan buenos que no podís dejar de compartirlos, jejjeje. Además los fallos fueron míos, como ya os he contado, no de la receta en si.
Como véis en la foto el hojaldrado brilla por su ausencia, jejjeje. Ahora que no duraron ni un asalto así que muy malas no tenían estar, jajjaja.
3 comentarios:
El que no duraran ya lo dice todo, no me dejasteis ni las miguitas, jeje. Besiños.
Pues te han quedado preciosos esos bollito/ensaimadas.
Es bueno que practiques mucho, así nos lo cuentas a nosotros ;)
Besos
Vivi, si ya lo sabe todo el mundo, te gusta más un reto, que un niño un caramelo. Jajaja
Pues te han quedado preciosas, y seguro que bienisimas.
Besitos
Ángeles
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