¿Puedo comerme otro de "eso" que has hecho esta mañana? Es que es adictivo...como el tabaco.
Todo empezó cuando llegó de su partido de futbol y me pilló trasteando en la cocina, haciendo pruebas para la propuesta del "wholen kitchen" de este mes, olía a chocolate y frutos secos tostados en toda la casa y parte de la escalera ya que acababa de sacar del horno la masa y la estaba cortando en biscottes. Vamos, que si no le echo de la cocina no quedan ni las migas. Y como tenía claro que los biscottes no iban a estar guardados durante mucho tiempo ni me molesté en volver a hornearlos para endurecerlos, con lo que quedaron crujientitos por fuera y tiernos por dentro.
Ingredientes:
- 145 g de harina de repostería
- 60 g de chocolate rallado o picado bien fino
- 110 g de azúcar moreno
- 75 g de avellanas tostadas y bien peladas
- 15 g de cacao en polvo
- 1/2 cucharadita de café soluble (tipo Nescafé)
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 pizca de sal
- 2 huevos pequeños
- 1 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
Añadir el azúcar al chocolate y mezclarlo bien. Batir en un bol los huevos y el extracto de vainilla.
Mezclar el chocolate con azúcar con la harina, el cacao en polvo, el café, el bicarbonato y la sal. Agregar la mezcla de los huevos poco a poco batiendolo hasta conseguir una masa uniforme. Añadir las avellanas e integrarlas. Pasar a una superficie enharinada, ya que es una masa muy pero que muy pegajosa, y darle forma rectangular.
Introducir en el horno durante 30 minutos. Sacar, dejar enfriar por lo menos 10 minutos y cortar en cortadas de 2 cm. Enfriar en una rejilla y guardar en una caja metálica hermética.
La receta es una de las que nos proporciona como receta base el "whole kitchen", como dije antes, sólo que después de cortar los biscottes, en la receta original, se vuelve a meter al horno con el fin de secar del todo la masa y que se pongan duros para así conservarse durante más tiempo.
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