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viernes, 22 de mayo de 2020

Pavo agridulce con sésamo y miel al estilo chino

    Parece que la primavera ha llegado, esta vez sí, para quedarse. Así que ya empiezan a apetecer platos más ligeros pero no por ello menos deliciosos. Y si, además, se pueden comer templaditos, como este pavo que hoy os traigo, mejor que mejor.


    Hace tiempo que había visto platos parecidos por las redes y ya sabéis lo que me gusta probar cosas distintas, de esas que te hacen viajar gastronómicamente a otras partes del mundo.
    Cuando vi la receta en Virutas de limón ya no me pude contener más y me lancé a preparar el plato... y vaya acierto porque está que te mueres de rico. Aunque su receta es con pollo yo lo he preparado con pavo, que al fin y al cabo son parientes cercanos ¿o no? Y he duplicado las cantidades para poder comer los 4 de la casa.


    Ingredientes :
  • 1/2 kg de solomillo de pechuga de pavo
  • 2 huevos L
  • 2 cucharadas de salsa de soja
  • 100 g de maizena
    Para la salsa
  • 120 ml de agua
  • 120 ml de miel
  • 2 cucharadas de salsa de tomate
  • 2 cucharaditas de jengibre en polvo
  • 2 cucharaditas de canela molida
  • 1 cucharadita de clavo molido
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • Zumo de 1 limón
  • 1 puñado de semillas de sésamo tostado
  • Cebolleta fresca cortada en rebanadas finas
  • Aceite para freir

    Echar los huevos y la salsa de soja en un bol y batir hasta que la mezcla esté homogénea. Cortar el pavo en cubos de igual tamaño y añadirlos al bol. Remover para que el pavo quede totalmente impregnado. Tapar y dejar reposar en la nevera, removiendo de vez en cuando.
    Poner los ingredientes de la salsa en un cazo y dejar cocer, a fuego medio y removiendo de vez en cuando, durante unos 10 minutos hasta que haya espesado adquiriendo la consistencia de sirope. Retirar del fuego y dejar que baje la temperatura hasta que esté templado.
    Cuando la salsa esté a mitad de cocción, añadir la maizena al bol del pavo. Remover hasta que esté integrada por completo, no quedando ningún grumo.
    Poner, a fuego medio, una sartén con abundante aceite. Cuando esté caliente ir echando trozos de pavo escurridos, con cuidado de que no se toquen unos con otros para evitar que se peguen entre si. Lo mejor es freirlos de pocos en pocos. Ir dando la vuelta a los trozos para que se doren por todos lados. Sacar y dejar sobre un colador para que escurran y después pasarlos a un plato cubierto con papel de cocina para terminar de retirar el posible exceso de grasa. Repetir hasta que todos los trozos de pavo estén fritos.
    Echar el pavo frito y escurrido en un bol y rociar con la salsa templada. Remover con cuidado hasta que la carne quede bien cubierta. Añadir el sésamo y volver a remover para que se reparta bien por todo el pavo.
    Espolvorear con la cebolleta picada y servir enseguida.


    Si, además, lo acompañas con arroz blanco o fideos salteados ya será como estar comiendo en un restaurante chino pero sin salir de casa.

1 comentario:

Débora de Lucas dijo...

Vivi la boca agua se me esta haciendo ¡¡¡¡ una maravilla de platazo ¡¡¡¡ un besote enorme