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martes, 24 de marzo de 2020

Oreo cheesecake (sin horno)

    Hace justo una semana que fue el cumpleaños de mi hija. Como ya os dije en la anterior publicación, la tradición en mi casa es que el cumpleañero elija comida y postre en ese su día, en ella os dejé el curry de pollo y cardamomo que comimos y en ésta os traigo la tarta que preparé para que ella soplara las velas : una oreo cheesecake.


    A pesar de que la celebración de este año pudiera parecer algo triste y desangelada, por el confinamiento en el que nos encontramos, no lo fue tanto en realidad. Mi hija está pletórica de alegría ya que este año ibamos a lograr poder celebrar comiendo todos juntos en su día y no en el fin de semana más cercano a él. Y ese pequeño detalle es lo que hizo que este año fuera más especial si cabe, igual esta situación nos hace valorar más las pequeñas cosas que, a veces, vamos dejando relegadas por el camino.

 
    Ingredientes:
    Para la base
  • 9 galletas oreo
  • 40 g de mantequilla
    Para el relleno
  • 250 g de queso crema (usé Philadelphia)
  • 85 g de azúcar fina
  • 200 ml de nata de montar
  • 5 galletas oreo
  • 30 ml de agua fría
  • 6 g de gelatina en polvo
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
    Además
  • 3 ó 4 galletas oreo para decorar

    Lo primero que haremos será forrar la base y los laterales del molde con papel de hornear. Reservar.
    Triturar las galletas de la base y ponerlas en un bol. Derretir la mantequilla y verter sobre las galletas trituradas. Remover bien hasta que la mezcla esté homogénea. Volcar sobre el molde e ir aplanando hasta obtener una base de grosor uniforme. Meter en el congelador mientras preparamos el relleno.
    Poner en un vaso la gelatina con el agua. Dejar que se hidrate durante unos 10 minutos.
    Retirar y echar en un bol amplio la crema interior de las galletas, tanto las del relleno como las de la decoración. Reservar aparte las tapas de las galletas para la decoración y romper en trozos las del relleno. Reservar.
    En el mismo bol donde hemos echado la crema de relleno de las galletas, añadir el queso y el azúcar y batir, a velocidad alta, hasta que todo esté integrado, aproximadamente durante 1 minuto.
    Agregar la vainilla y la nata y seguir batiendo, durante unos 3 minutos, hasta que comience a montarse. Calentar un poco la gelatina hidratada, para que se vuelva líquida, y verter dentro de la crema. Seguir batiendo hasta que esté integrada y la nata completamente montada.
    Echar dentro los trozos de galleta reservados e integrar, con movimientos envolventes, con ayuda de una espátula.
    Volcar dentro del molde, sobre la base de galleta preparada anteriormente, y repartir apretando un poco con la espátula. Golpear con cuidado sobre la encimera, para que no queden huecos sin crema, y alisar bien la superficie.
    Triturar las tapas de las galletas reservadas para adornar y espolvorear por encima de la crema hasta que quede una capa uniforme.
    Refrigerar hasta el momento de servir.


    Nosotros somos 4 en casa y, dado que no quería estar comiendo tarta durante una semana, además de para que no acabar saliendo de este confinamiento rodando en vez de andando, hice una mini-tarta usando un molde de 15cm de diámetro.
    La verdad que hace tiempo que me llevaba pidiendo esta cheesecake pero por circunstancias hasta ahora no se la había podido preparar.


    Lo más divertido fue que después de la sesión fotográfica, con corte de tarta incluido, mi hija se empeñó en soplar las velas porque decía que sino era como que no fuera un cumpleaños. Así que me tocó volver a meter el trozo cortado y, en un espacio tan reducido, ella
misma colocó toooodas las velas, las 16 😂😂 Cupieron sí, pero de que manera...


    Fuente : Adaptada de Virutas de limón

1 comentario:

MásQueRopa dijo...

woww se me van los ojos! q delicia de tarta