Además ya echaba de menos el disfrutar a tope con el cuchareo, porque nada sienta tan bien, para entonar el cuerpo cuando refresca, como una sopa o una crema calentitas.
Esta crema, de colores totalmente otoñales aunque sus ingredientes se pueden encontrar en cualquier estación, como está realmente exquisita es tomándola muuuuy caliente ya que esto hará que el queso comience a fundirse dejando una untuosidad extra.
Ingredientes :
- 750 g de zanahorias
- 1/2 cebolla grande
- 20 g de mantequilla
- 3/4 de l. de caldo de verduras
- 1/8 de cucharadita de cúrcuma
- 1/4 de cucharadita de jengibre
- 1 ó 2 gotas de extracto de vainilla
- 200 ml de nata líquida
- 120 g de queso azul d'Auvergne
- 80 g de mezcla de semillas
- Sal
- Pimienta negra de molinillo
Pelar, lavar y cortar en trozos las zanahorias. Pelar y cortar en juliana la cebolla.
Poner una cazuela a fuego medio y dejar fundir la mantequilla en él. Echar la cebolla y dejarla cocinar unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Añadir las zanahorias, el caldo, la cúrcuma, el jengibre y la vainilla. Llevar a ebullición y salpimentar. Bajar de nuevo a fuego medio y dejar cocer, sin tapar, durante 25 minutos.
Agregar la nata y dejar hervir 10 minutos más. Mientras, tostar la mezcla de semillas en una sartén caliente y sin grasa. Reservar.
Triturar la crema hasta que tenga una textura fina y lisa y repartir en los platos.
Servir muy caliente y, justo antes de llevar a la mesa, añadir el queso cortado en trozos mezclando con una cuchara un poco para que se funda ligeramente.
Espolvorear por encima la mezcla de semillas y comer enseguida.
Yo le he añadido además algún brote verde para darle un toque de frescor.
Fuente : Saveurs Magazine 250
No hay comentarios:
Publicar un comentario