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martes, 3 de mayo de 2016

Bundt cake de remolacha y naranja sanguina

    Antes de que se acabe la temporada de remolachas y naranjas sanguinas, que debe estar al caer, no quería dejar de probar este bundt que, cuando lo vi en el Bundt Bakers del mes de enero, me llamó poderosamente la atención.


    Lo cierto que de ese mes tengo guardados unos cuantos en lista de espera porque esas mezclas extrañas con buena combinación de sabores son todo un filón, jejjeje, con lo que me gustan a mi las mezclas raras.


    Ingredientes :
  • 2 remolachas pequeñas
  • 350 g de azúcar
  • 60 ml de zumo de naranja sanguina colado
  • La ralladura de 1 naranja sanguina
  • 125 ml de buttermilk
  • 300 g de harina
  • 1 cucharadita de sal
  • 2 cucharaditas de levadura
  • 1 cucharadita de cardamomo molido
  • 1/2 cucharadita de clavo molido
  • 200 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 cucharada de pasta de vainilla
  • 4 huevos
    Para el glaseado
  • 2 cucharadas de zumo de naranja sanguina colado
  • 225 g de azúcar glass
    Precalentar el horno a 175º C
    Engrasar el molde elegido y reservar. Yo elegí en esta ocasión uno de mis preferidos, el Heritage de Nordic Ware.
    Mezclar la ralladura con el azúcar y reservar.
    Lavar y pelar las remolachas y cortar en cuartos. Triturar junto al zumo durante dos o tres minutos, hasta que la mezcla esté uniforme. Poner una taza de este puré y mezclar con el buttermilk, remover bien hasta que esté totalmente integrado.
    Tamizar la harina junto a la sal, la levadura, el cardamomo y el clavo.
    Batir la mantequilla y, cuando comience a estar espumosa, añadir el azúcar con ralladura. Seguir batiendo hasta que la mezcla esté cremosa.
    Agregar la pasta de vainilla y los huevos uno a uno, esperando a que el primero esté integrado antes de añadir el siguiente.
    Añadir la harina de tres veces, alternando con la mezcla de buttermilk, comenzando y terminando por la harina, sin trabajar demasiado, lo justo para que se integre, para que el gluten de la harina no se desarrolle.
    Verter la masa en el molde preparado anteriormente y dar un pequeño golpe para que las posibles burbujas de aire suban a la superficie y la masa penetre por todas las aristas.
    Hornear, a mitad de horno sobre una rejilla, durante unos 55 minutos. Pinchar para comprobar que esté totalmente hecho y dejar enfriar sobre una rejilla durante 15 minutos. Pasado este tiempo desmoldar sobre la rejilla sobre la cual dejaremos que termine de enfriarse.
    Cuando esté totalmente frío prepararemos el glaseado batiendo sus ingredientes hasta que esté espumoso, espeso y sin grumos. Glasear con él el bundt.


    Os aseguro que tiene un sabor espectacular.


    Y un corte fantástico ¿no os parece?


    Fuente : Brooklyn Homemaker

2 comentarios:

Nenalinda dijo...

Espectaculaaaaaaar no lo siguiente y no dudo lo mas minimo este de muerte relenta a las fotos me remito ya que no puedo catarlo.
Bicos mil wapa.

No tot són postres dijo...

Es-pec-ta-cu-lar, que color más bonito...y seguro que buenísimo también!!!!
Ptnts
Glòria