Aún parece que estoy viendo la cara de satisfacción de cualquiera de mis hijos al descubrir las monedas o los pequeños regalos que les había traído el ratoncito.
También recuerdo el terrible disgusto de mi pequeña cuando perdió un diente que se le había caído durante una excursión. Un llanto incontrolable y unas pocas palabras : ¿cómo iba a poder dejarlo debajo de la almohada? Al entrar en su cuarto y encontrar un regalito del señor Peréz menudos saltos y risas que daba entonces. Afortunadamente a su monitora se le ocurrió la magnífica idea de telefonear contándolo antes de su llegada.
La idea de hacer macarons con forma de diente la vi en instagram y la tenía grabada en la memoria cuando nos dijeron el cuento elegido. Que iba a hacer lo tenía claro pero lo difícil ha sido llevarlo a cabo aunque a cabezota no me gana nadie así que, tras tres hornadas de macarons tan deliciosos como imperfectos, conseguí unos un poco decentes que presentar ya que el tiempo se me había echado encima.
Ingredientes :
- 50 g de azúcar glass
- 50 g de harina de almendra
- 19 g de claras
- 10 g de coco rallado
- 1 pizca de colorante blanco
- 50 g de azúcar blanquilla
- 14 g de agua
- 19 g de claras
- 100 g de chocolate blanco
- 30 g de leche
- 1 cucharadita de coco rallado
- 1/2 cucharadita de pasta de coco
- Un poco de dulce de leche
Triturar juntos la almendra, el azúcar glass y el coco rallado del primer grupo de ingredientes durante unos 10 segundos a la máxima potencia. Yo lo hago en la Thermomix pero podéis usar también un molinillo. Ojo, si os pasáis la almendra comenzará a soltar su aceite interior formándose una pasta y ya no nos serviría.
    Poner en un bol, añadir las primeras claras y mezclar hasta que se 
unifique la masa. Agregar el colorante y mezclar hasta integrar.
 Tapar el mazapán resultante con film para que no se reseque.
    Para el siguiente paso necesitaremos un termómetro de cocina.
    Poner en un cazo el azúcar junto al agua y llevar al fuego. Cuando 
la mezcla alcance los 110º C comenzar a batir las otras claras, deberán 
estar casi montadas cuando el almíbar llegue a 118º C. Retirarlo del 
fuego, bajar la velocidad de montado de las claras y añadir el almíbar en forma de 
hilo por un lateral, nunca por encima de las varillas. Cuando 
esté totalmente integrado volver a subir la velocidad y seguir batiendo 
hasta que la temperatura baje a unos 40º C, vamos que al tocar las 
paredes del bol este esté templado.
    El siguiente paso uniremos ambas preparaciones
 mezclándolas, con una lengua, con movimientos envolventes hasta que estén bien 
integradas. La masa deberá estar lisa y brillante y debe caer lentamente en 
forma de cinta si la dejamos caer desde la lengua.
    Ahora viene la parte divertida, la hora de hacer la forma de dientes lo más parecida posible.  
    Rellenar una manga provista de una boquilla lisa de unos 6 mm e intentar 
formar sobre un tapete 
de teflón, con la manga perpendicular a la bandeja, haciendo un pequeño montoncito y arrastrando un poco la manga hacia abajo para formar cada lado de la pieza dental. Lo 
ideal es hacerse una plantilla para ajustar el espacio y controlar el 
tamaño. 
    Aunque si no te quieres complicar la vida también puedes hacer montoncitos de 
unos 3'5 mm de diámetro (más o menos el 
mismo diámetro que el tapón de una botellita de agua) 
 
    Dar golpecitos a la bandeja por bajo para que 
los picos que nos hayan quedado al formarlos se integren.
    Dejar que se sequen para que formen una ligera costra que será 
determinante para que les salga un buen pie y no rompan por arriba al 
cocer. Al tocarlos ligeramente con la yema del dedo no se deben pegar.
    Precalentar el horno a 150º C, con calor de arriba-abajo y sin aire,
 y dejarlos cocer durante unos 12-13 minutos a media altura. 
    Sacar y 
dejar enfriar sin levantarlos hasta que estén fríos que ya veréis como 
se despegarán casi solos. Si no es así podéis ayudaros de un cuchillito.
    Guardar en la nevera dentro un recipiente hermético durante unas 24 
horas antes de rellenarlos para que se terminen de asentar y queden con 
esa textura tan especial que debe de tener un buen macaron.
    Para el relleno derretiremos el chocolate 
blanco en el microondas en pequeños intervalos para evitar que este se 
queme. Una vez derretido añadir la leche, la pasta de coco y el coco rallado y batir con una 
varilla de mano hasta que esté completamente integrado y quede una crema
 suave. 
    Dejar enfriar antes de rellenar para que la crema no se escurra al ponerla sobre los macarons. Rellenar la mitad de las coquilles poniendo un punto de dulce de leche en el centro y rodeándolo con la crema de chocolate y coco. 
    Cerrar con el resto de las coquilles y guardar un rato en la nevera, dentro de un recipiente 
hermético, para que cojan un poco más de cuerpo... eso si te da tiempo porque en mi casa iban volando según los iba rellenando 😋
     Y aquí os dejo el recopilatorio con todas las aportaciones, un verdadero disfrute






 
 
7 comentarios:
Qué originales y seguro que riquísimos :)
Me encantan con esa forma tan simpática de dientecitos ¡¡qué delicia!!
Besos
Macarrones con relleno y todo! Qué creativa y que delicia deben ser. Me gusta mucho la idea de hacerlos en forma de diente. Instagram poco a poco se va convirtiendo en fuente de inspiración como lo es Pinterest. Muchas gracias por la receta y por la idea. Besos!
Son superbonitos y originales!!! Me encantan!!! Eres la reina del macaron!!! Muchas gracias por participar preciosa! Besitos.
Has hecho el un trabajo estupendo con esos macarons , ya es difícil hacerlos normales así es que con forma de diente, tiene mucho mérito, han quedado ideales para la fiesta!! Enhorabuena!! 😘😘😘
hacer macarons es muy difícil y si son en forma de diente como los tuyos, ya es una pasada. Te han quedado muy bien
besos
Rosa
te han quedado estupendos ! que contento se pondría el ratoncito al verlos
bss
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