Quizás sea por esto que cada vez tengo más necesidad de comer chocolate, debe ser que es la única forma de que las musas se espabilen y dejen aparte su pereza, jejjeje.
La cuestión es que este es un intento de darles a las musas alimento... o simplemente se trate de la necesidad de alimentar mi gula chocolatera, jajjaja. Sea por una u otra cosa la verdad es que este postre está muy muy bueno.
A simple vista este postre no es demasiado fotogénico pero que no os engañe la pinta porque es oro en bruto, os lo aseguro. La receta es de Sandra, del blog "La Receta de la Felicidad", pincha aquí para verla, y también está incluida en su libro.
Ingredientes :
- 150 g de mantequilla fundida, fría
- 1 paquete de pasta filo
- 250 g de chocolate negro (Usé Chocolate Negro Intenso de Nestlé Postres)
- 250 g de frutos secos (Usé una bolsa de mezcla de frutos secos)
- 1 cucharada de canela
- 250 ml de agua
- 200 g de azúcar
- 50 g de miel
- Zumo de 1/2 limón
- 1 rama de vainilla
Precalentar el horno a 200º C.
Picar el chocolate y los frutos secos, yo le di unos cuantos golpes de turbo en la Thermomix. Añadir la canela y remover para integrar. Dividir en 5 partes y reservar.
Para preparar el baklava necesitaremos 20 hojas de pasta filo, así que partí las 10 hojas que trae el paquete por la mitad, que es justo la medida de la fuente que utilicé. Tapar las hojas con un paño húmedo en todo momento porque esta pasta se seca enseguida.
Pincelar la fuente con mantequilla y poner una hoja de pasta, pincelar con mantequilla y poner otra hoja. Repetir hasta que hayamos puesto 8 hojas.
Extender la primera parte de la mezcla de chocolate y frutos secos, pincelar una hoja de mantequilla por los dos lados y poner encima. Repetir este paso 4 veces terminando con una capa de mezcla de chocolate y frutos secos.
Volver a poner las 8 hojas que nos quedan de la misma forma que las del principio, mantequilla-filo y así sucesivamente.
Con un cuchillo afilado realizar cortes en forma de cuadrados sin llegar al fondo, parar cuando notemos que llegamos a la capa de relleno.
Hornear 20 minutos, tapar con papel de aluminio y seguir cociendo otros 25 minutos.
Sacar del horno, dejar reposar 5 minutos y verter el almíbar frío sobre el baklava.
Se puede comer caliente o a temperatura ambiente, de ambas maneras está impresionante de bueno.
Y si se deja reposar durante una noche y se acompaña de una bola de helado de vainilla ya es divino, parecerá que estés tocando el cielo con las puntas de los dedos, de auténtica lujuria.
1 comentario:
Divino estará con el helado y solo también porque tiene una pinta extraordinaria!!
Un saludo de las chicas de Cocinando con Las Chachas
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