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lunes, 3 de febrero de 2020

Rosquillas de San Blas

    Hoy se celebra el día San Blas. Bueno se celebra este día en las iglesias de Occidente porque en las de Oriente su celebración es el día 11.
    No puede haber un San Blas sin acordarme del refrán "Por San Blas la cigüeña verás. Si la vieres año de bienes y si no la vieres año de nieves". 
    Pero tampoco puede haber festividad sin comer las tradicionales rosquillas dedicadas al Santo, esas que se suponen que te van a proteger de los males de garganta.


    Lo de comer estas rosquillas y/o bendecir las gargantas para protegerlas, durante este día, viene porque este Santo, según se cuenta, salvó a un niño de morir ahogado con una espina de pescado que tenía clavada en la garganta.
    No es que yo lo crea mucho, pero las rosquillas están taaaan ricas que el prepararlas en casa se ha convertido en toda una tradición.
    Pero vamos al lío


    Ingredientes :
  • 3 huevos L
  • 62 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 10 ml de anís
  • 20 g de azúcar
  • 300 g de harina
    Para el glaseado
  • 16 g de clara pasteurizada
  • 1 pizca de sal
  • Unas gotas de zumo de limón
  • 3 ml de anís
  • 100 g de azúcar glass

    Precalentar el horno a 165º C, con calor de arriba-abajo.
    Batir los huevos. Añadir el aceite, el anís y el azúcar removiendo con unas varillas entre cada adicción. Agregar la harina poco a poco integrando, primero con la varilla, hasta que esté densa y después con una espátula para terminar con las manos.
    Volcar en una superficie ligeramente enharinada, hacer una bola y cortar en 4 porciones. Con cada porción, con las manos un poco engrasadas, hacer rollitos largos y finos. Cortar en 5 trocitos cada rollito y formar rosquillas con cada uno juntando bien los extremos.
    Ir depositando cada rosquilla sobre una bandeja de horno cubierta con papel. Hornear durante unos 25 minutos. Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.
    Para hacer el glaseado mezclar bien todos los ingredientes hasta que esté uniforme.. El glaseado deberá estar bastante espeso. Cuando las rosquillas estén bien frías sumergir solo hasta la mitad y dejar secar sobre la rejilla hasta que el glaseado no se pegue a los dedos.


    ¿A qué tienen buena pinta? Pues os aseguro que están ricas ricas.

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