En esta ocasión he elegido un precioso romanescu para la ocasión. Y que mejor para acompañarlo que unos deliciosos mejillones, un buen aporte de hierro para el cuerpo.
Ingredientes :
- 500 g de mejillones
- 1 romescu mediano
- 1 cebolla pequeña
- 1/2 talla de apio
- 1 cucharadita de tomillo
- 75 ml de vino blanco
- 125 ml de nata líquida
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 40 g de gruyère rallado
- Sal
- Pimienta negra de molinillo recién molida
Picar la cebolla y el apio muy finos y pochar en una cazuela con la mantequilla y el aceite. Añadir los mejillones bien limpios, el vino y el tomillo. Dar dos vueltas de molinillo de pimienta, tapar y poner a fuego vivo durante unos 5 minutos removiendo a mitad de tiempo. Ir sacando los mejillones según se vayan abriendo, quitarles las conchas y reservar en caliente. Filtrar el líquido de cocción y reservar.
Limpiar el romanescu y cortarlo en ramilletes.
Cocer en abundante agua hirviendo salada durante unos 10 minutos. Mientras poner a reducir el líquido colado de los mejillones hasta que quede 1/3. Añadir la nata líquida, salpimentar y dejar cocer a fuego vivo durante 5 minutos. Agregar 2 cucharadas del queso rallado y remover hasta integrar.
Precalentar el grill del horno.
Escurrir y colocar en una fuente de horno untada con un poco de mantequilla y cubrir con los mejillones. Verter la salsa por encima y espolvorear con el resto del queso rallado.
Dejar gratinar durante aproximadamente 10 minutos hasta que el queso esté fundido y dorado.
Y, como ya he dicho, se puede comer tanto templado como bien caliente.
Delicioso!!!
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