Ya tenía el gusanillo de hacer pan con masa madre y cuando vi que ManuCatman nos enseñaba a hacerla, y no parecía algo tan complicado, ya fue lo que me llevó a lanzarme de cabeza a la piscina.
Tengo que decir que siguiendo casi fielmente sus explicaciones me salió a la primera. Y eso que los dos primeros días no las tenía todas conmigo.
Yo reciclé un bote de conservas de tapa con cierre de rosca para hacer la mezcla.
Día 1
Mi mezcla de inicio la realicé con harina de trigo integral ecológica. Puse 80 g de harina y 80 ml de agua filtrada. La removí hasta que estuvo bien mezclada , la tapé y la dejé reposar a temperatura ambiente durante todo un día. Mi cocina, en invierno, tiene una temperatura bastante estable, entre 18 y 20º C. Hacer una marca con un rotulador indeleble por donde llega la mezcla.
Día 2
Al día siguiente solo removí. Allí no se apreciaban burbujitas ni nada. ni siquiera había aumentado nada de volumen. La mezcla estaba como el primer día. Buaaaa, esto pintaba a fracaso!! Otra vez le tocaba reposar 24 horas.
Día 3
Horror de los horrores!!! Ni burbujas ni aumento de volumen... Cómo siempre estaba a tiempo de tirarlo le dí otra oportunidad. Lo removí de nuevo, lo tapé y otras 24 horas de reposo al canto, jejjeje
Día 4
Me armé de paciencia , respiré hondo y abrí el bote. Oooooh!!! Maravilla de las maravillas. Aquella mezcla estaba ahora burbujeante y llena de vida, con un apreciable aumento de volumen. Eureka, lo había conseguido, había conseguido insuflarle vida. Me sentía como el profesor Frankenstein de las masas madres o, mejor dicho, de las levaduras.
Bueno, bromas aparte, esto ya empezaba a pintar mejor así que pasé a alimentar la mezcla.
Deseché la mitad de la mezcla y añadí 100 g de harina de trigo y 100 ml de agua a temperatura ambiente. Remover, tapar y reposar otras 24 horas.
Día 5
Al abrir el bote ya comenzaba a apreciarse el olorcillo característico de la mezcla, un olor ligeramente ácido, parecido al de la cerveza. Otra vez tocaba repetir el proceso del día anterior y, de nuevo, otro reposo de 24 horas. Este era el segundo refresco.
Día 6
Este es el último refresco repitiendo el mismo proceso de los días anteriores sólo que esta vez con 75 ml de agua filtrada y 125 g de harina... de fuerza!!! Dios mío, los refuerzos anteriores los había hecho con harina de repostería!!!! Me había equivocado de paquete!!!
Tapar y dejar reposar otras 24 horas. Con esto conseguiremos una masa madre hidratada al 60%.
Día 7
Este día la masa ya está lista para poder utilizarse. Deberéis seguir alimentándola día a día. Pero si no vais a utilizarla más que de vez en cuando podéis dejarla en la nevera alimentándola cada 2 ó 3 días. Ahora que, cuando vayáis a utilizarla, deberéis sacarla con 2 días de antelación y hacerle un par de refrescos.
Conclusión
Si Yo he podido vosotros podéis y con esta maravilla veréis que os salen unos panes que no tienen nada que ver con los comerciales. Con un aroma y un sabor que nos transportarán a tiempos pasados donde el pan era pan de verdad y, además, era alimento. Cosa que ahora no se puede decir de los panes que venden en los supermercados. Las levaduras que contiene la masa madre son muy beneficiosas para el aparato digestivo, en especial para el intestino, ya que nos ayudará a mantener una buena flora bacteriana en él.
Y con esto y un bizcocho hasta mañana ... que os traeré la receta de un riquísimo pan con masa madre. La receta del panettone también la hice con esta maravilla.
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