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viernes, 23 de septiembre de 2022

Brownie cheesecake de café

    Hoy es el primer día de otoño y, después de tantísimo calor que hemos tenido este año, la verdad que apetecía, y mucho, que se instalara entre nosotros. Es cierto que las temperatura han ido descendiendo ya desde hace unos días así que ya tocaba celebrar el inicio de estación por todo lo alto ¿no os parece? Y eso sólo puede querer decir que (redoble de tambores) retomamos la temporada de encender el horno, jejjeje.

    Viendo que estamos en plena hora de la merienda no se me ocurre nada mejor que traeros una pequeña exquisited que reúne varios de mis vicios confesables : brownie, cheesecake y café, ahí es ná.

    Ingredientes :

    Para el brownie

  • 200 g de chocolate con leche
  • 100 g de mantequilla
  • 110 g de azúcar moreno
  • 2 huevos L
  • 90 g de azúcar moreno
  • 1 pizca de sal
  • 60 ml de café bien fuertecito
    Para el cheesecake

  • 150 g de queso mascarpone
  • 45 g de azúcar glass
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta
  • 1 yema de huevo L
  • 90 g de nata para montar

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Forrar un molde rectangular con papel de horno y reservar.

    Fundir el chocolate junto a la mantequilla en el microondas a pequeños golpes removiendo entre cada uno de ellos. Cuando estén totalmente fundidos, añadir el azúcar y remover hasta integrar.

    Agregar los huevos de uno en uno, batiendo con las varillas manuales. Verter el café e integrar. Echar la harina tamizada y la sal y, con ayuda de una lengua pero sin trabajar demasiado, remover la masa, con movimientos envolventes, hasta que esté totalmente uniforme. Volcar la masa en el molde y extender sobre la superficie.
    Batir los ingredientes de la cheesecake hasta que tenga una textura fina y homogénea. Repartir por encima de la masa de brownie y, con la ayuda de la punta de un cuchillo, ir haciendo remolinos a través de la mezcla de queso para que se hunda un poco en la masa de brownie.

    Meter al horno durante unos 40 minutos hasta que esté cuajado. Dejar enfriar en el horno, por lo menos un par de horas, de esta manera no se rajará la superficie. 

    Sacar del horno y terminar de enfriar sobre una rejilla. Cuando esté frío por completo desmoldar, trocear y ya podréis prepararos para disfrutar de lo lindo. 

    No sé a vosotros que os parecerá pero yo soy totalmente adicta a esta delicatessen.

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