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sábado, 15 de junio de 2019

Vasitos de chocolate y avellana

    Hoy me he levantado con ganas de deleitarme con algo dulce, debe ser que se me ha hecho muy pesada la semana, así que, ¿que os parece si comenzamos el sábado con un poco de alegría? Algo que nos haga coger la energía suficiente para aprovechar el finde a tope y, sobre todo, ponernos de muy buen humor... y no sólo porque sean días de descanso.


    Mis hijos no son muy dados a comer dulces industriales por ahí, no hay como acostumbrarles a comer cosas ricas caseras. Pero, si tienen que elegir algún pecadillo, no dudan en pedir un kinder bueno. La combinación chocolate-avellana siempre triunfa, así que ¿por qué no prepararles algo parecido? Y digo parecido porque estos vasitos superan en sabor a esas barritas por goleada.
    Vamos a ello entonces


    Ingredientes :
    Para el bizcocho
  • 80 g de leche
  • 75 g de chocolate con leche de cobertura, troceado
  • 70 g de aceite de girasol
  • 2 huevos
  • 90 g de azúcar
  • 75 g de harina bizcochona
  • 25 g de avellana molida
  • 1 pizca de sal
    Para el almíbar
  • 60 g de azúcar
  • 50 g de agua
  • 1 cucharada de licor de avellana (lo usé sin alcohol)
    Para la crema de avellanas
  • 50 g de avellanas tostadas
  • 50 g de agua
  • 1/4 de cucharadita de glucosa
  • 1/2 cucharadita de agua
  • 100 g de nata para montar
  • 100 g de queso crema
  • 50 g de azúcar glass
    Además
  • Fideos de chocolate
  • Cucharitas de chocolate con leche


    Lo primero prepararemos el bizcocho para que se enfríe. Lo ideal sería hornearlo el día anterior y guardarlo en la nevera envuelto en plástico, una vez se haya enfriado por completo, para que esté bien asentada la miga.
    Calentar la leche en un cazo y, justo antes de que rompa a hervir, retirarlo y añadir el chocolate troceado. Remover hasta que esté derretido por completo y dejar templar.
    Precalentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo.
    Batir los huevos junto con el azúcar hasta que blanqueen y casi doble su volumen. Verter el aceite e integrar. Agregar la harina tamizada, la avellana molida y la pizca de sal y remover. Por último, añadir la leche con chocolate, que deberá estar tibia, y mezclar hasta que la masa esté uniforme. Volcar en un molde, previamente engrasado y hornear unos 25 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta esta salga seca. Dejar reposar sobre una rejilla 10 minutos, desmoldar y terminar de enfriar sobre la rejilla.
    Hacer el almíbar poniendo en un cazo el azúcar  el agua y dejarlo hervir hasta que alcance los 108ºC. Retirarlo del fuego, añadir el licor, remover y dejar enfriar por completo.
    Para preparar la crema primero haremos un praliné. Poner en un cazo el azúcar, el agua y la glucosa y llevarlo al fuego hasta que consigamos un caramelo dorado. Echar las avellanas, remover para que se mezcle bien y volcar sobre un papel de horno. Extender con el dorso de una cuchara y dejar enfriar un poco. Romper en trozos y triturar hasta que tenga una textura de crema. Yo lo trituré con la thermomix 10 seg en turbo. Luego 2 minutos, vel 4. Bajé los restos de las paredes hacia las cuchillas y lo dejé de nuevo otros 2 min, vel.4. Conservar en un tarro en la nevera.
    Batir la nata, cuando esté semi montada agregar el azúcar y la crema de queso y seguir batiendo hasta que esté muy cremoso. Añadir 2 cucharadas del praliné de avellanas y caramelo e integrar con movimientos envolventes para que no se baje la mezcla. Meter en una manga con boquilla de estrella y reservar refrigerado para que coja consistencia.


    Una vez frías todas las preparaciones tan solo quedará montar los vasitos.
    Cortar círculos del mismo tamaño que la base del vasito  con un cortador de galletas y poner en la base uno de los círculos cortados. Calar con el almíbar, con ayuda de una brocha de repostería, y hacer un buen rosetón con la crema de avellanas. Espolvorear con los fideos de chocolate y refrigerar por lo menos media hora antes de llevarlo a la mesa.


    Servir cada vasito acompañado de una cucharilla de chocolate y preparaos para disfrutar de su delicioso sabor. Es casi como si comieras un kinder bueno pero en casero.


     Esta puede ser una buena manera también de utilizar restos de bizcocho o magdalenas que se hayan quedado un poco secos, convirtiéndolos en un postre delicioso. Una fantástica receta que puede ser de aprovechamiento.

1 comentario:

Thermofan. Marisa G. dijo...

Vivi, te he dicho vicio total y ahora que leo la receta, me voy unos cuantos pasos más allá. Con bizcocho casero y esa crema de avellanas, no me extraña que en tu casa te hagan la ola.
Mi hijo no es de dulce pero si te digo que cuando pide un bizcocho, quiere que le ponga kinder bueno...
Ya ves, hay cosas que gustan a todo el mundo.
Un beso y espero que estés ya o casi bien.
Yo empiezo rehabilitación el lunes, pero en 15 días yo sola, me he puesto bastante las pilas.
Buen fin de semana.
Besos.